Hace un tiempo atrás escribía un post Aprendizaje en entornos colaborativos, donde dejaba planteado un interrogante que quiero retomar en esta entrada: ¿Cómo pensar el diseño de entornos mediados tecnológicamente que permita el aprendizaje intencional y la construcción colaborativa del conocimiento?
Tres ideas centrales vinculadas que responden a la pregunta las pude encontrar en el artículo Aprendizaje colaborativo en intervenciones educativas en línea: ¿juntos o amontonados? presentado por Gisela Schwartzman :
Es posible entonces decir que el aprendizaje colaborativo responde a un contexto social y cultural en el cual se define "cómo aprendemos" y "dónde aprendemos". De esta manera, podemos afirmar también que el aprendizaje en ambientes colaborativos y cooperativos busca promover el desarrollo de habilidades individuales y grupales a partir de la interacción y la comunicación entre estudiantes.
Tres ideas centrales vinculadas que responden a la pregunta las pude encontrar en el artículo Aprendizaje colaborativo en intervenciones educativas en línea: ¿juntos o amontonados? presentado por Gisela Schwartzman :
- la creación de nuevos saberes sociales es una actividad colectiva,
- la socialización y el desarrollo de las personas supone aproximarse a los conocimientos históricamente acumulados,
- el aprendizaje, la construcción o reconstrucción de conocimientos que las personas realizan para conocer el mundo, se apoyan en un esfuerzo conjunto y en la interacción con otros.
Es posible entonces decir que el aprendizaje colaborativo responde a un contexto social y cultural en el cual se define "cómo aprendemos" y "dónde aprendemos". De esta manera, podemos afirmar también que el aprendizaje en ambientes colaborativos y cooperativos busca promover el desarrollo de habilidades individuales y grupales a partir de la interacción y la comunicación entre estudiantes.
Me pregunto: ¿Cómo involucrarnos entonces con el aprendizaje de nuestros estudiantes? Pienso que una manera posible sería pensar en entornos de aprendizaje en colaboración, en los que el docente se encuentra a una "distancia justa", ni demasiado cerca para quitarle autonomía, ni demasiado lejos para quitarles apoyo.
Gracias a las tecnologías es posible construir conocimiento socialmente a través de la creación de entornos más dinámicos que favorecen los proceso cognitivos. Así, en la actualidad, hay una clara tendencia a buscar herramientas tecnológicas menos estandarizadas y que se adapten con mayor facilidad a nuestras necesidades de aprendizaje (Gros y otros, 2013).
Gracias a las tecnologías es posible construir conocimiento socialmente a través de la creación de entornos más dinámicos que favorecen los proceso cognitivos. Así, en la actualidad, hay una clara tendencia a buscar herramientas tecnológicas menos estandarizadas y que se adapten con mayor facilidad a nuestras necesidades de aprendizaje (Gros y otros, 2013).
En este contexto, los PLE son precisamente los que tratan de dar respuesta a estas necesidades e intereses de construcción conjunta y aprendizaje permanente. Así, un PLE es un entorno creado durante el mismo proceso de aprendizaje y que puede desempeñar el papel de objeto frontera que permite hacer conexiones entre objetos de información sobre la base de las relaciones sociales (Atwell, 2010).
Siguiendo a Siemens, quien propone la conectividad como un aspecto clave en la creación de conocimiento, el conocimiento personal se compone de una red alimentada por la interacción con otros (instituciones, otras redes, organizaciones, otras personas) que precisamente retroalimentan esta red, produciendo nuevo aprendizaje.
Si hacemos foco en los PLE para el desarrollo de actividades colaborativas, éstos cumplen con cinco características de actividades para el aprendizaje significativo propuestas por Jonassen y otros (2013), que son: activas, constructivas, intencionales, auténticas y colaborativas.
Centrándonos en la última característica, es decir la colaboración, podemos considerarla como una estrategia de aprendizaje que se sustenta en el trabajo en grupos de personas heterogéneas pero con niveles de conocimiento e intereses similares para el logro de metas comunes y la realización de actividades de forma conjunta, existiendo por lo tanto una interdependencia entre ellas.
Por otra parte, pienso: si hay colaboración, entonces la interacción existe. pero también es cierto que, sin interacción social, no existe una colaboración real.....
De esta manera, el fuerte sentido de comunidad aumenta la participación en la acción formativa, en particular en entornos virtuales, donde los procesos sociales de construcción de conocimiento tienen que "recrearse" justamente en nuevos escenarios más allá del aula tradicional.
Podemos decir que estos escenarios de aprendizaje están desarrollados en torno al concepto de PLE, como elemento central que incluye los espacios y procesos de creación de contenidos, tanto individuales como grupales; de gestión de información y de conexión con otros. Así, aprender resulta ser una continua creación de la red personal de conocimiento.(Adell & Castañeda, 2013).
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Referencias:
Marín, V. y otros (2013). Entornos y redes personales de aprendizaje (PLE-PLN) para el aprendizaje colaborativo.COMUNICAR, 42, Preprint disponible en: http://www.revistacomunicar.com/index.php?contenido=preimpreso&doi=10.3916/C42-2014-03
Este post ha sido publicado originalmente en Aplicaciones educativas en entornos virtuales. Autorizada por la autora su publicación en este Blog CUED.
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