Facultad de Educación de la UNED |
Como ya indicaba en este otro post, en la Facultad de Educación de la UNED estamos estos días de celebración y, como cada año, homenajeando a los que se jubilan. A mí me resulta extraño entrar en esta dinámica, dado que, aunque llegó mi edad de jubilación, la Universidad me confirió el honor de nombrarme Catedrático-Profesor Emérito de la misma, por lo que continúo en activo como docente/investigador.
En el último Boletín de la Facultad FeducaUned de abril de 2016, publicado ayer día 26 (Festividad de San Isidoro de Sevilla), hacia el final del mismo, se publican unas breves semblanzas de los tres profesores de la Facultad recientemente jubilados, dos compañeras y yo mismo. Pues bien, la semblanza realizada sobre mi persona fue escrita (yo no lo sabía) por la Dra. Marta Ruíz Corbella, actual directora de mi Departamento universitario, Teoría de la Educación y Pedagogía Social, una universitaria, permítanme el dicho español, como la copa de un pino.
Dra. Marta Ruiz Corbella |
Pues bien, voy a insertar a continuación el texto íntegro de Marta Ruíz Corbella publicado enFeducaUned.
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Escribir sobre un colega siempre es un compromiso. Reflejar en un papel lo que una persona ha realizado a lo largo de su trayectoria profesional siempre resulta escaso e injusto. Es fácil recoger la mayoría de lo que ha hecho, sus logros, los puestos que ha desempeñado, las publicaciones, las conferencias impartidas y podíamos continuar con un largo etcétera. Pero lo difícil es reflejar cómo se han logrado todas esas acciones, cómo se ha implicado en cada una de las funciones que ha asumido, su capacidad de compromiso con la universidad, su capacidad de trabajar en equipo, su capacidad de atender a todas y a cada una de las personas con las que ha interaccionado. Pero si el encargo de escribir una semblanza se centra en un compañero con el que se ha compartido la mayor parte de las funciones y tareas desarrolladas en los últimos 20 años, esta tarea seguro que concluye en un relato que no hará justicia con la realidad. Por adelantado, pido disculpas.
Dr. Lorenzo García Aretio |
En nuestra Facultad de Educación, y en toda la UNED, es difícil encontrar a alguien que no conozca a Lorenzo, yo diría imposible, aunque, como él señala, empezara tarde la carrera universitaria. No llegó a la UNED por casualidad, sino que siempre estuvo ligado a la docencia, a la educación. Empezó a trabajar en un colegio en su querida Extremadura, donde también desempeñó diferentes cargos de gestión y llevó a cabo muy diversas actividades de extensión, que en esos años (décadas de los 60 y 70 del siglo pasado) no eran propuestas habituales. Lo destaco porque en ello se refleja una de sus señas de identidad: el compromiso activo con la educación y con la institución en la que en cada momento se encontraba ligado.
En este desarrollo profesional, en esos años y en aquella región, poder estudiar una licenciatura en Pedagogía únicamente era posible a través de la UNED. Y a partir de este encuentro en los estudios, siempre estuvo ligado a esta Universidad:
- Primero como estudiante de la licenciatura en Ciencias de la Educación (la UNED cumplió con él ese objetivo social de llegar a todos, independientemente de dónde residan para darles la oportunidad de continuar su desarrollo profesional). Después realizando la tesis doctoral -en esos años no se estilaban los Másteres en España, si no seguro que hubiera realizado alguno-.
- Segundo como profesor tutor en el centro asociado de la UNED de Mérida desde el curso 1981/82, en el que se implicó en las tareas de orientación y guía de los estudiantes de esa licenciatura. Se involucró también organizando numerosas jornadas y cursos de extensión universitaria y formación del profesorado extremeño, cumpliendo con un rasgo clave de todo universitario: la formación permanente y, en su caso, el interés por todo aquello que está incidiendo, de una u otra forma, en el mundo de la educación.
- Tercero, como profesor de la Sede Central en Madrid de la asignatura Teoría de la Educación desde el curso 1984/85, y a partir de entonces ya desarrolla toda su trayectoria profesional en esta sede. Resumir en este espacio la actividad desarrollada durante estos años en la UNED es imposible, por lo que quien esté interesado en revisar o conocer su extenso currículum puede encontrarlo en la propia página de la Facultad .
Ahora, como compañera de muchos proyectos compartidos, en estos momentos en los que me piden escribir sobre él, revisando toda esa trayectoria, resalto sólo cuatro rasgos, sabiendo que me dejo en el tintero otros muchos más:
Su capacidad de trabajo, que no hace falta justificar ni explicar. Animo a dar una vuelta por la página de la Cátedra UNESCO de Educación a Distancia para constar parte de lo que señalo. Por otra parte, conociendo su trayectoria, uno queda abrumado por la cantidad de iniciativas que ha promovido y sigue impulsando y por la cantidad de informes, documentos, noticias, resultados de investigación, etc., que ha compartido y comparte. Pero el gran valor de su extensa actividad es que ha sabido tener claro el objetivo a alcanzar en cada momento y su visión global de la realidad en la que estaba inmerso, lo que le ha ayudado siempre a perfilar acertadamente sus decisiones y actuaciones.
Su capacidad de entusiasmar a cualquier persona que se haya acercado a él. Bien porque haya asistido a una de sus conferencias, seminarios o cursos, bien porque le haya pedido orientación y consejo, bien porque haya trabajado con él, como es mi caso. Tiene un sexto sentido para abrir horizontes y argumentos siempre convincentes para comprometer e involucrar en nuevas tareas, en proyectos que mejoran la realidad que se está tratando.
Su profunda convicción y pasión por la educación a distancia. En la actualidad, en 2016, estar convencido de la educación a distancia tiene poco valor, ya que la realidad nos ha persuadido de todas las posibilidades que nos ofrece, y la tecnología hoy está apoyando estas propuestas de tal forma, que el futuro de la educación y formación ya no podría reconocerse sin ella. Ahora bien, situémonos en 1975. Estudiar una carrera a distancia entonces era, para muchos, lo equivalente a jugar en segunda división. No se entendía, ni se preveía un futuro de éxito para los profesionales que empezaron a estudiar y se titularon en esta universidad. Hablar, argumentar y debatir sobre educación a distancia en la década de los 80 y los 90 del pasado siglo, era disruptivo. Quizás se toleraba, pero no se creía en ello. No era un campo importante ni para la investigación, ni para la docencia. Por ello, frente a esos presupuestos, estar convencido y apasionado por la educación a distancia desde el inicio fue un difícil reto que ha marcado una línea de trabajo universitario tremendamente fructífera. Tanto esfuerzo llevó a una constancia que evidencia que sea considerado desde hace tiempo como un gran referente internacional en este campo. Y en la actualidad, no para, sigue inculcando esa pasión por la educación a distancia volcado desde hace años en las inmensas posibilidades que nos ofrecen las tecnologías. Como buen profesional e investigador, está a la última. Conoce y difunde las más innovadoras propuestas formativas que se están desarrollando en la virtualidad, pero sin olvidar jamás que estamos hablando de educación. Cuestión ésta que no es siempre atendida en muchas de las actuales propuestas educativas soportadas sistemas digitales.
Su responsabilidad con todo lo que atañe a su trabajo y, en especial, a la UNED, su casa. En todo momento ha respondido a toda petición de colaboración en cualquier cargo académico, proyecto, comisión, grupo de trabajo… en el que se requiriera su saber y su experiencia. Y continúa actuando de esta forma. Está convencido que esta institución sale adelante con el trabajo bien hecho de cada uno, con la responsabilidad asumida de cada uno, y así, siempre con entusiasmo, lo transmite a los demás.
Espero que reconozcáis a Lorenzo en esta breve semblanza escrita a grandes trazos. Seguro que me he olvidado de otros muchos rasgos, pero lo que todos convergemos es que estamos ante gran profesional y … una excelente persona.
Marta Ruiz Corbella
Dpto Teoría de la Educación y Pedagogía Social
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Les aseguro que estas palabras son de una persona poco dada a la loa. La conozco muy bien desde hace muchos años. Por eso, su texto me ha llegado a emocionar, ¡y mucho! Me abruma un poco porque ella es una persona honesta hasta el límite, equilibrada en su actuar y de un potencial académico incuestionable. Tuve una gran suerte de encontrármela en mi camino y construir tantas cosas juntos. ¡Muchas gracias, Marta, muchas gracias, querida directora de departamento!
Tomado de García Aretio con permiso de su autor
Saludos cordiales desde Ecuador
ResponderEliminarQué satisfación tan grande leer artículos donde se expresen sentimientos de de gran altura y orientaciones científicas a un gran maestro de la educación a distancia iberoamericana y mundial Dr. LORENZO GARCÍA ARETIO.
Marco Villavicencio