Escribe Javier Tourón
VENTAJAS E INCONVENIENTES
En educación, como en tantos otros campos del saber y la acción humana, no es posible establecer estrategias a “coste cero”. Siempre hay factores que pueden condicionar la eficacia de nuestras acciones, entre otras razones porque somos únicos e irrepetibles, de modo que lo que puede ser adecuado para unos puede no serlo para otros. No hay relaciones absolutas, fijas e inmutables entre las variables. Esto no quiere decir que todo es relativo, más bien debería llevarnos a analizar en cada caso: ¿si esta estrategia funciona en la mayoría de los casos, por qué en este no lo hace? Bien, pues con esto en mente aquí va un catálogo de posibles efectos positivos que merecen consideración y otros cuantos negativos que requieren atención. Tomo la relación de un trabajo anterior de Reyero y Tourón de 2003, ya citado en la entrada primera sobre aceleración.
EFECTOS POSITIVOS
Los partidarios de la aceleración, desde Terman hasta Stanley, han contribuido a generar una lista de los posibles beneficios para los estudiantes más capaces que son acelerados y que Southern, Jones y Stanley (1993) resumen en los siguientes puntos, que deberían ser objeto de atención cuidadosa. La aceleración (en la modalidad de las descritas que fuere) permite:
Lograr una correspondencia entre el nivel de instrucción (exigencia, reto y estímulo) de los estudiantes y el nivel de rendimiento.
Un reconocimiento apropiado del dominio, con lo que los estudiantes pueden recibir créditos por un trabajo que dominan, independientemente de su edad o curso.
Incrementar las oportunidades para explorar más ámbitos académicos como resultado de tener más tiempo para investigar sobre distintos cursos o incluso carreras profesionales.
Incrementar la productividad, especialmente en aquellas profesiones o carreras en donde lascontribuciones tempranas pueden ser importantes.
Incrementar el tiempo para la carrera profesional.
Mayor contacto con “iguales intelectuales”.
Economizar tiempo, porque el tiempo invertido en la escuela se reduce.
Una probabilidad baja de caer en la monotonía o el aburrimiento.
Incrementar la motivación para el rendimiento.
Reducir la probabilidad de que los estudiantes más capaces abandonen, puesto que estarán más motivados para rendir en el área académica en la que destacan.
Desarrollar hábitos de trabajo evitando hábitos de estudio pobres que podrían ser suficientes, pero que no tendrían el nivel de reto adecuado para estudiantes muy capaces.
Evitar los problemas de los estudiantes de alta capacidad que tienen un bajo rendimiento.
Evitar los conflictos que surgen con los iguales en edad que no comparten los mismos intereses y habilidades.
Brody y Stanley (1991) afirman que, puesto que los alumnos acelerados son más jóvenes, cuando se licencian en la universidad, es más probable que continúen con estudios de postgrado. Además esto también influye en que tienen más tiempo para dedicarse a intereses diversos, ampliando sus carreras profesionales y desarrollando su personalidad. En lo que respecta a las relaciones interpersonales, éstas se ven favorecidas porque la aceleración les permite relacionarse con compañeros intelectuales además de con compañeros de edad. Finalmente, afirma también Brody que los alumnos acelerados pueden ser más productivos en sus carreras puesto que empezarán a trabajar a una edad inferior, cuando la productividad, y quizá también la creatividad estén en su nivel más alto.
Robinson y Noble (1992) señalan que para la gente joven, cuyo desarrollo intelectual está marcadamente por encima de la media, el ritmo de las clases regulares puede ser muy perjudicial. Para un alumno de 12 años, por ejemplo, con un CI de 150, cuyo desarrollo mental es similar al de la media de alumnos cuatro o cinco años mayores, esta percepción puede ser algo habitual y puede llevarle a que abandone su ocupación intelectual y corra el riesgo de caer en una serie de problemas: irritabilidad, descontento y depresión. Incluso aquellos estudiantes que se centran en los temas académicos, que controlan su impaciencia y que tienen un rendimiento elevado, no son inmunes a la falta de reto del currículo ordinario, una situación que prácticamente garantiza que los hábitos de pensamiento y estudio que necesitarán para desarrollar su potencial no se ejercitarán como es adecuado.
EFECTOS NEGATIVOS
Southern, Jones y Stanley (1993) resumen los posibles peligros que la aceleración puede producir, de no llevarse a cabo de una forma adecuada, clasificándolos en cuatro categorías. Son amenazas posibles, pero no necesariamente han de darse. Es, sin embargo, importante considerarlas para neutralizarlas o paliarlas. Echemos un vistazo.
a) Respecto a los resultados académicos
Los estudiantes acelerados fracasarán en su nueva situación porque no podrán con las presiones académicas.
Los niños precoces que son acelerados perderán poco a poco su superioridad y, a la larga, se quedarán por detrás de sus compañeros de clase mayores.
Los estudiantes más capaces tendrán lagunas en su preparación académica que pueden llegar a ser más pronunciadas y severas a lo largo de la escolaridad.
Los estudiantes acelerados serán demasiado inmaduros física y emocionalmente para competir con éxito con sus compañeros mayores.
La precocidad es más aparente que real.
Los niños acelerados pueden demostrar conocimiento, pero les falta la experiencia apropiada y por tanto serán incapaces de manejar de forma madura temas y conceptos a niveles altos.
La aceleración dentro del currículo regular no proporcionará las experiencias necesarias para los estudiantes más capaces (por ejemplo, aprendizaje independiente, resolución creativa de problemas).
El incremento de las demandas educativas forzará a los niños a concentrarse en el dominio de estrategias y conocimientos básicos que aparecen en el currículo regular y, sin embargo, fracasarán en el desarrollo de pensamiento divergente creativo y productivo.
b) Respecto a la adaptación social
Los alumnos acelerados sacrificarán el tiempo para desarrollar y aprender a través del juego y la exploración.
Los alumnos acelerados omitirán las actividades sociales apropiadas para su edad.
El desarrollo de la amistad se verá amenazado porque el tiempo y las oportunidades de los estudiantes acelerados para relacionarse con sus iguales en edad se reducirán y sus compañeros de clase mayores los rechazarán.
La aceleración reducirá las oportunidades para desarrollar habilidades sociales.
c) Respecto a la adaptación emocional
La frustración, producida por el incremento de demandas académicas y sociales, causará estrés ydesgaste.
Las oportunidades reducidas para hacer amistades conducirán al aislamiento y a una etapa adulta antisocial.
Disminuir las oportunidades para desarrollar intereses y hobbies extra-curriculares contribuirá adificultades emocionales en la vida posterior.
La aceleración no deja margen para la introducción de experiencias integradoras valiosas y potencialmente terapéuticas que están presentes en el enriquecimiento.
d) Respecto a las oportunidades curriculares reducidas
Los estudiantes acelerados tendrán pocas oportunidades para participar en actividades extra-curriculares propias de su edad.
Debido a su desarrollo físico relativamente inmaduro, los estudiantes acelerados no podrán participar en diferentes actividades como formar en un grupo deportivo.
FORMACIÓN DE PROFESORES
Naturalmente muchos de estos inconvenientes pueden ser amortiguados o pueden desaparecer con una adecuada planificación de la estrategia. Discutir aquí los contra argumentos a estos inconvenientes me parecería excesivo. Lo haré en otra entrada posterior. Baste señalarlos y animar a los implicados a considerarlos en sus decisiones. Una vez más buena tarea para la formación de profesores.
Tomado de INED21 con permiso de su autor
Tomado de INED21 con permiso de su autor
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