Escribe Angel Fidalgo
El profesorado que innova es inconformista, emprendedor, con un fuerte componente vocacional y, sobre todo, con un gran interés por mejorar el aprendizaje de su alumnado. Estas características no son solo propias del profesorado actual, lo han sido del profesorado que en el pasado ha innovado y los serán del que innove en el futuro. Siempre que hay una situación de aprendizaje mejorable, surge profesorado que no se conforma con esa situación, que no se rinde ante lo que gran parte de sus compañer@s asumen como barreras infranqueables. En 2010 se recogía en la Lista Mindset (Universidad de Beloit) que gran parte de los estudiantes preuniversitarios pensaban que Beethoven era un perro o que Michelangelo es un virus de ordenador.
Ante esta situación parte del profesorado diría que la culpa la tiene la sociedad y que, además, eso justifica los malos resultados y, por tanto, no tiene mucho que hacer. El profesorado inconformista, ante la misma situación, innova para cambiar dicha situación.
Es una persona emprendedora y, en muchos casos, tecnológica e inventa máquinas (como los pioneros Skinner y Crowder) que ayudan a que el proceso formativo sea más eficaz. En otros casos, utiliza todas las tecnologías de la información que caen en sus manos para intentar motivar a su alumnado y empoderar su aprendizaje.
La vocación es el combustible que da fuerza al profesorado innovador. Es lo que le hace crecer ante las adversidades y ante el escaso reconocimiento a su labor. Es lo que hace que permanezca intacta la ilusión del primer día.
Y ¿por qué hace todo esto? ¿Por dinero, popularidad o reconocimiento? No, lo hace por su alumnado. Responsabilidad con sus clientes, que dirían en cualquier otra empresa. Sus clientes son el leitmotiv de su trabajo y, muchas veces, me atrevería a decir que de su vida.
Todas estas características son propias del buen profesorado y el buen profesorado es la clave para mejorar y cambiar la formación. Desde Giner de los Ríos (que elevaba la figura del maestro por encima de todo lo demás) hasta muy recientemente Andrea Schleicher (responsable del informe PISA) quien subraya que ”la calidad de la educación nunca será mejor que la calidad de los profesores”, muchos destacan la figura del profesorado, del buen profesorado.
Desde hace muchas décadas tenemos profesorado innovador que ha conseguido grandes logros y su número aumenta cada día. Por todo ello, no se entiende que, a pesar de tener personas con esa fuerza creativa, el proceso de formación no haya cambiado, se mantenga prácticamente igual que hace 80 años ¿Por qué no cambia? ¿Qué se necesita para que se produzca un cambio?
Tomado de Innovación educativa con permiso de su autor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ingrese su texto en esta ventana. Aparecerá publicado pasadas unas horas. Muchas gracias.