CUED: Nuevo número de Bordón: TIC para la educación inclusiva

Verónica Marín Díaz. Universidad de Córdoba
Tomado de Aula Magna 2.0

El último número publicado por la revista Bordón correspondiente al volumen 69, número 3 de 2017, centra su interés en un monográfico que era reclamado por los dos tópicos que se combinan, de un lado las Tecnologías de la Información y la Comunicación y de otro la educación inclusiva, de ahí su título: TIC para la educación inclusiva.

A lo largo de sus páginas los diversos autores, nacionales e internacionales, que han participado, nos acercan a la realidad que hoy podemos encontrar en los diferentes niveles educativos en el momento en que hablamos del empleo de las tecnologías o de los recursos digitales con el fin de potenciar una educación inclusiva efectiva, y que dé respuesta, a la realidad de los estudiantes y de los centros escolares.

El movimiento de la educación inclusiva del siglo XXI, demanda un profesorado que sepa tomar todos los recursos que puede encontrar a su alcance, con el fin último de proporcionar a sus estudiantes una formación acorde con el momento social, político, económico,…, con el que ahora vivimos y con el cual tendrán que convivir cuando estén capacitados para incorporarse a la vida activa.

Porque, no nos engañemos, si bien la educación en general y la inclusiva en particular avanzan, las Tecnologías de la Información y la Comunicación también lo hacen pero a una velocidad mayor que aquella.

Un ejemplo de esta relación lo encontramos en el artículo publicado sobre Realidad Aumentada y los estudiantes participantes en el máster de Educación Inclusiva que oferta la Universidad de Córdoba. En él se pone manifiesto cómo una tecnología catalogada como emergente y que debe estar presente en los centros educativos de manera “real” en pocos años (para más información consultar el informe Horizon de 2016), se presenta como una herramienta que puede facilitar la inclusión de todos, de manera fácil y atractiva

Destaca de entre las aportaciones publicadas el artículo firmado por Cámara, Díaz y Ortega, el cual bajo el título “Aprendizaje-servicio en la Universidad: ayudando a la escuela a atender a la diversidad a través de las TIC” presenta la valiosa experiencia de imbricar las aulas de educación superior con las de niveles educativos primarios, acercando las herramientas digitales, -como han sido videos, recursos para la Pizarra Digital Interactiva, material subtitulado para sordos…-, creadas por los estudiantes universitarios de cara a acercar y facilitar el aprendizaje en situaciones reales, dando respuesta al objetivo que la educación inclusiva persigue, la diferencias de cada uno son un valor en alza, que permiten cohesionar la acción educativa y generar un sentimiento de comunidad.

Quiero también llamar la atención sobre el artículo de Noelia Hernández Romo, quien pone el acento en un aspecto escasamente trabajado cómo son las escuelas y la enseñanza en las zonas rurales. Desde su trabajo la autora refleja como un elemento tan baladí como es la geografía de nuestro territorio puede determinar el acceso a los recursos digitales y cómo ello afecta a los procesos de enseñanza-aprendizaje, llegando a rozar la denominada brecha digital, la cual en esta ocasión no viene determinada por el sistema económico sino por la simple ubicación del hogar. El valor de este artículo radica en transmitir que aun habiendo grandes hándicaps la educación inclusiva aún puede llevarse a cabo mediante las TIC independientemente del lugar en el que nos encontremos.

Por último, es llamativo la obra firmada por Don Passey, quien bajo la denominación “Developing inclusive practices with technologies for online teaching and learning: a theoretical perspective” realiza una ardua revisión de la literatura que vincula ambos conceptos en alumnado adulto que muestra características específicas que los hace únicos y los aprendizajes online. A través de diversas taxonomías presenta los hallazgos más relevantes vinculados a la temática abordada en el monográfico. De ahí que su lectura aporte un punto de inflexión ante las aportaciones de carácter innovador e investigador que complementan el monográfico.

Invito al lector a realizar una lectura pausada de los diversos artículos que completan este acercamiento a la inclusión digital que proponen todos los autores, quien no hacen más que constatar la nueva realidad de las aulas.

Verónica Marín Díaz

Universidad de Córdoba

TIC PARA LA EDUCACIÓN INCLUSIVA

Verónica Marín