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miércoles, 26 de septiembre de 2018

Curator de contenidos vs curator de emociones: Un maridaje perfecto entre profesorado y alumnado

Escribe Ángel Fidalgo



Fotografía Angel Fidalgo
Un curator de contenidos se suele definir como una persona que hace de intermediario entre un determinado conocimiento y un conjunto de usuarios. Ser un curator de contenidos requiere ser experto tanto en el conocimiento como en el conjunto de usuarios entre los que hace de mediador, es un proceso similar al de separar el grano de la paja. Esta figura se suele asociar a un nuevo rol que debe tener el profesorado. Debe ser capaz de hacer de intermediario entre el conocimiento correspondiente a la materia de una asignatura y su alumnado.
Sin embargo, hay otro tipo de curator que no necesita ser especialista ni en el conocimiento ni en el tipo de usuario. Basta con utilizar un conocimiento y conocerse a sí mismo. Por ejemplo, el alumnado no tiene por qué ser experto ni en el conocimiento de la asignatura en la que participa, ni en el perfil de todos sus compañer@s. Sin embargo, sí ha tenido una experiencia al tratar de “aprender” un determinado contenido correspondiente a una asignatura concreta.
En este caso, el alumnado se puede convertir en un curator de emociones, justo las que ha tenido al tratar de aprender dicho contenido: ¿motiva? ¿qué parte le ha resultado más difícil? ¿y la más fácil de entender? ¿tenía los conocimientos previos suficientes? ¿tiene alguna aplicación? ¿ha “entrado” en el examen?
Si estas “emociones” se comparten pueden servir de gran ayuda tanto a las personas que actualmente están cursando una asignatura como a las que la van a cursar en el futuro. Pero también servirían para el profesorado que conocería las emociones que causa un determinado recurso de aprendizaje, y en base a las mismas mejorarlo.
Animo a mis alumnos a ser curator tanto de contenidos (mediador entre los contenidos de la asignatura y sus compañer@s  – separar el grano de la paja) como de las emociones que han tenido al tratar de utilizar dichos contenidos. Les suelo decir que esta curación transforma un contenido de la asignatura en conocimiento, y que tiene tanto valor como el que puede aportar el profesorado.
Si el profesorado es capaz de gestionar e integrar todo el conocimiento generado tanto por el alumnado como por él mismo, estará aportando una nueva dimensión al proceso formativo: la formación in crescendo.
Tomado de Innovación educativa con permiso de su autor

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