El Desarrollo Sostenible se ha convertido en un concepto fundamental y tremendamente ambicioso dentro de las agendas de los países, de las instituciones, de los gobiernos y de las empresas. El año 2015 señaló su relevancia cuando, en el marco de las Naciones Unidas, los líderes mundiales adoptaron la Agenda 2030 con la máxima de trabajar por un futuro mejor (ver aquí). La Agenda 2030, pensada con la vocación de ser global, supone iniciar un camino en la definición de un modelo de desarrollo sostenible, construido desde el diálogo y la participación de los distintos stakeholders (grupos de interés).
Para ello, la Agenda 2030 establece 17 objetivos, denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)[1] y 169 metas para alcanzarlos. Dichos objetivos, que no son jurídicamente obligatorios, están definidos con una visión amplia e instan a adoptar medidas que ayuden a promover la prosperidad y a proteger el planeta. Estos objetivos abordan temas tan prioritarios, entre otros, como el hambre, la educación, el bienestar y la justicia; su lectura sugiere que los mismos requieren conectar tres grandes cuestiones como son la protección del medio ambiente, la inclusión social y el crecimiento económico.
Pero ¿cuál es el papel de las universidades? ¿de qué forma pueden las universidades contribuir a la consecución de los ODS?.
El compromiso de las universidades con la sociedad se ha visto fortalecido, en los últimos años, por medio de la implantación de políticas estratégicas que han mejorado la comunicación con los stakeholders. Los logros, en este sentido, han mejorado en España en los últimos años a través de una mayor concienciación de la necesidad de rendir cuentas a la sociedad, a través de la Responsabilidad Social Universitaria y la incorporación de medidas de gestión universitarias más acordes con la gestión medioambiental y social. Sin embargo, tras la definición de la Agenda 2030, el rol que se espera, por parte de las universidades, es que adopten un papel activo en el liderazgo social para implantar los ODS. Esto supone que ahora el enfoque debe ser integral y, por tanto, las universidades deben tener la Agenda 2030 como un cuadro de mando que permita diseñar políticas universitarias encaminadas también a asumir su posición de liderazgo en la implantación y consecución de los ODS. El compromiso de las universidades con la Agenda 2030 tiene que ser patente y su contribución debe ser de gran relevancia ya que la educación, la investigación y la innovación son fundamentales para poder conseguir los retos que los ODS plantean.
Las universidades, a través de la generación de conocimiento, ayudan de manera directa e indirecta a la consecución de los ODS. Su implicación directa con algunos de los objetivos es muy clara pero, de manera indirecta, las universidades contribuyen a todos los objetivos mejorando, entre otras cosas, el compromiso de las generaciones venideras.
El ODS 4, “Educación de calidad”, está vinculado a la labor universitaria relacionada con la tarea educativa y de formación, ya que plantea facilitar “educación de calidad inclusiva e igualitaria y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”. La enseñanza permite fomentar comportamientos entre los estudiantes que ayuden a abordar y comprender el verdadero alcance del Objetivo 4. La formación universitaria permite desarrollar habilidades y proporciona formación que permitirá encontrar soluciones, o la forma y herramientas para alcanzar los ODS , todo ello sin olvidar el hecho de que, en un porcentaje muy elevado, va dirigido a estudiantes jóvenes cuyo papel será fundamental para llevar a buen término estas iniciativas. La investigación e innovación ayudan a encontrar formas de implantar y desarrollar vías para el apoyo de los ODS o bien ayudan a detectar las necesidades específicas, comprender el contexto y alcanzar los ODS de manera más eficiente. Son varios los ODS vinculados con la investigación; concretamente los ODS 2, 3, 7, 9, 12 y 14 plantean la necesidad de realizar investigaciones y aportaciones científicas sobre aspectos vinculados al hambre, la salud, el desarrollo de vacunas, la no contaminación, el fomento de la innovación, la producción y el consumo sostenibles, y la gestión de los océanos.
¿Cómo iniciar la implantación de los ODS en las universidades? ¿Qué pasos habría que dar?
De acuerdo con el documento Getting started with the SDGs in universities el proceso de integración de los ODS en las Universidades debería seguir los pasos mostrados en la siguiente figura.
Figura 1. Proceso de integración de los ODS
Cada uno de estos pasos supone llevar a cabo una serie de acciones que se resumen en el cuadro 1. Como puede observarse, el documento citado plantea tanto el rol de la universidad hacia la sociedad en el logro de los ODS como el enfoque interno de las universidades a través de su gobierno.
Cuadro 1. Etapas y Acciones en el proceso de integración de los ODS
Aunque hay algunas iniciativas internacionales de apoyo a los ODS en las universidades, es necesario acelerar acciones concretas que hagan más visible el compromiso de las universidades españolas.
Las acciones en el ámbito internacional se están desarrollando a una importante velocidad y las universidades españolas deben subirse a dicho tren.
Por ello, las universidades españolas están en un momento en el que es necesario definir la incorporación de los ODS dentro de sus políticas estratégicas de manera global y transversal, así como fomentar relaciones con otras instituciones publicas y privadas, con las empresas y con la sociedad civil, para poder instaurar unos procedimientos adecuados con el escenario dibujado por la Agenda 2030. No hay que olvidar que las universidades españolas han sido muy sensibles con algunas de las cuestiones planteadas en la Agenda 2030 como, por ejemplo, cuando en los años 90 tuvieron una participación muy activa con el movimiento 07 de cooperación internacional para el desarrollo. Por ello, las universidades españolas deben aprovechar los grandes beneficios que la Agenda 2030 presenta para mostrar de qué forma pueden ayudar a contribuir a resolver desafíos globales y a fortalecer y consolidar su papel como motores del cambio social.
Notas
[1] Los 17 ODS son: 1. Fin de la pobreza, 2. Hambre cero, 3. Salud y bienestar, 4. Educación de Calidad, 5. Igualdad de Género, 6. Agua limpia y saneamiento, 7. Energía asequible y no contaminante, 8.Trabajo decente y crecimiento económico, 9.Industria, innovación e infraestructura, 10. Reducción de las desigualdades, 11. Ciudades y comunidades sostenibles, 12. Producción y consumo responsables, 13. Acción por el clima, 14. Vida submarina, 15. Vida de ecosistemas terrestres, 16. Paz, Justicia e instituciones sólidas y 17. Alianzas para lograr los objetivos.
Tomado del Blog de Studia XXI con permiso de sus editores
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