Recientemente INACOL, ahora Aurora Institute, que viene trabajando desde hace años en el campo de la transformación educativa, promoviendo la reflexión y la investigación que permita evolucionar el sistema educativo tradicional hacia un sistema más centrado en el alumno, ha producido un documento de relevancia. De hecho, producen documentos muy interesantes que tienen impacto grande en la transformación escolar y en la configuración de políticas educativas. Una de estas acciones tiene que ver con la definición de la educación basada en competencias, de la que hablamos varias veces. Una docena de entradas al respecto puedes rescatarlas desde aquí.
Hace pocas fechas han propuesto una modificación en la definición de trabajo de la educación basada en competencias. Originalmente esta definición tenía cinco elementos [ver un desarrollo y la relación con el aprendizaje personalizado desde aquí ] que son:
- Los estudiantes avanzan a partir del dominio demostrado.
- Las competencias incluyen objetivos de aprendizaje explícitos, medibles y transferibles que empoderan a los estudiantes.
- La evaluación es una experiencia de aprendizaje significativa y positiva para los estudiantes.
- Los estudiantes reciben apoyo oportuno y diferenciado según sus necesidades individuales de aprendizaje, y
- Los resultados de aprendizaje enfatizan las competencias que incluyen la aplicación y la creación de conocimiento, junto con el desarrollo de habilidades y disposiciones importantes.
La nueva definición de educación basada en competencias que se propone ahora actualiza la anterior y añade dos elementos más:
- Los estudiantes tienen el poder diario para tomar decisiones importantes sobre sus experiencias de aprendizaje, sobre cómo crearán y aplicarán el conocimiento, y cómo demostrarán su aprendizaje.
- La evaluación es una experiencia de aprendizaje significativa, positiva y enriquecedora para los estudiantes que brinda evidencias oportunas, relevantes y procesables.
- Los estudiantes reciben apoyo oportuno y diferenciado en función de sus necesidades de aprendizaje individuales.
- El progreso de los estudiantes se basa en evidencias de dominio, no en tiempo sentado frente al pupitre.
- Los estudiantes aprenden activamente utilizando diferentes caminos y ritmos variados.
- Las estrategias para garantizar la equidad para todos los estudiantes están integradas en la cultura, estructura y pedagogía de las escuelas y los sistemas educativos.
- Las expectativas comunes rigurosas para el aprendizaje (conocimiento, habilidades y disposiciones) son explícitas, transparentes, medibles y transferibles.
“La educación basada en competencias describe un sistema que difiere del sistema educativo tradicional de 'talla única' y se enfoca a que todos los estudiantes logren el dominio. Este informe (ver abajo) está diseñado para apoyar a una amplia variedad de partes interesadas (líderes escolares, profesionales y legisladores de políticas educativas) que traducirán esta definición actualizada en acciones para crear sistemas educativos de alta calidad en nombre de los escolares de nuestra nación. Como campo, priorizamos la definición de nuestros términos y la comunicación clara sobre este trabajo, debido a su impacto en la implementación con calidad y fidelidad para garantizar que los estudiantes desarrollen el conocimiento y las habilidades necesarias para el éxito. Nuestro objetivo final es la transformación de sistemas completos de la educación K-12 ". (Susan Patrick, presidenta de Aurora Institute).
La educación basada en competencias busca transformar la enseñanza y el aprendizaje en las escuelas. Es un cambio importante en la cultura escolar, la organización, las estructuras y la pedagogía. Desafía y deconstruye el enfoque tradicional, basado en el tiempo y de 'talla única' [one size fits all] para la educación, que ha cambiado muy poco desde sus inicios en la era industrial.
En un entorno tradicional, los estudiantes pasan de un grado a otro en función del tiempo transcurrido, con cantidades variables de aprendizaje. Por el contrario, los sistemas basados en competencias establecen objetivos de aprendizaje claros y transparentes, hacen que todos los estudiantes alcancen el dominio antes de pasar al siguiente nivel, hacen que las evaluaciones sean significativas para los educadores y los alumnos, y responden a los deseos de la comunidad de lo que los graduados deben saber y poder hacer. Los sistemas educativos basados en competencias también permiten enfoques más personalizados para la enseñanza y el aprendizaje. Hay múltiples caminos para demostrar el conocimiento y las habilidades necesarias. Además, los estudiantes reciben apoyo oportuno para garantizar que lleguen al siguiente nivel de aprendizaje.
El documento que incluyo más abajo, cuya lectura te recomiendo, incluye una serie de principios o postulados que merece la pena traducir a continuación.
- La educación basada en competencias es un reemplazo de los sistemas, estructuras y pedagogías del sistema tradicional.
- La educación basada en competencias es impulsada por la necesidad de buscar la equidad para transformar el sistema educativo para que todos los estudiantes puedan aprender, y aprendan a través de un compromiso y apoyo total, y a través de experiencias de aprendizaje auténticas y rigurosas dentro y fuera del aula.
- La equidad es un objetivo central para avanzar en los sistemas educativos basados en competencias.
- Las comunidades que aspiran a alcanzar la equidad deben trabajar para implementar todos los elementos de un sistema educativo basado en competencias.
- Los estudiantes pueden aprender y deben ser desafiados, creídos y apoyados para lograr un aprendizaje profundo alineado con altas expectativas comunes en todo el sistema educativo.
- Los educadores deben organizar ambientes de aprendizaje innovadores en torno a las necesidades de los estudiantes que aprenden de diferentes maneras y en diferentes tiempos.
- Los estudiantes necesitan adquirir el conocimiento académico y las habilidades y disposiciones para aplicarlo (como la mentalidad de crecimiento, la autorregulación, el aprendizaje socio-emocional y hábitos para el éxito).
- El aprendizaje ocurre en cualquier momento y en cualquier lugar.
- El aprendizaje más profundo [deeper learning] es colaborativo y está socialmente integrado.
- La transparencia de las expectativas de aprendizaje, y los resultados de la evaluación, son esenciales para crear una cultura de aprendizaje y responsabilidad.
Como se puede observar, estos principios enlazan perfectamente, como ya vimos en otras ocasiones, con el aprendizaje personalizado. Más aún, no significan nada si el alumno no está en el centro. Y si esto es así, el desarrollo óptimo del potencial de cada persona será un objetivo nuclear. Con todo ello, los centros educativos se convertirán en verdaderos lugares de aprendizaje y desarrollo del talento, como vengo repitiendo últimamente. Ahora lo que toca es reflexionar sobre lo impráctico del mero nominalismo y aplicar a nuestro sistema educativo los principios que lo hagan más equitativo, que lejos de suponer lo mismo para todos, significa hacerlo máximamente eficiente para cada uno.
Tomado de Javier Tourón con permiso de su autor
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