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jueves, 28 de abril de 2022

La Pedagogía ante el desfase prometeico del transhumanismo

 Escribe Fernando Gil Cantero

“En otras palabras, ¿importan los medios? Por lo que podemos ver, en este contexto, la respuesta es no”

(Kayali & Clarke,  2020, p. 252).

“El ser humano es un animal que rechaza su propia condición como tal”

 (Gabriel, 2019, p. 24).

“(…) en realidad somos más contemporáneos a San Agustín que a un androide“ (Hadjadj, 2020, p. 166).

Cuenta Morozov en su libro La locura del solucionismo tecnológico (2016) que hay empresas en Estados Unidos, China y Japón preparadas ya para diseñar íntegramente una cocina con la más alta tecnología, capaces de controlar la elaboración de cualquier plato mediante dispositivos visuales, sonoros y de toma de temperatura. Una vez integrados los datos y mediante su correspondiente algoritmo, una voz con su imagen aumentada previamente elegidos, por supuesto, al gusto del cliente- te va guiando para que evites cualquier error consiguiendo así una comida perfecta.

Antes de la pandemia, una o dos veces al mes, los domingos, nos reuníamos mi familia para comer y uno de los momentos más divertidos era la discusión en torno a cómo le había salido la tortilla de patata a mi cuñado Antonio porque ¿quién quiere una tortilla de patata perfecta? Y aun ¿qué es una tortilla de patata perfecta? En efecto, lo que queríamos los comensales cada domingo era la-tortilla-de-patata-de-Antonio.

El objetivo de este artículo publicado en el último número de la Revista de Educación es mostrar que la idea nuclear de la educación como desarrollo humano estriba en resaltar más la participación esforzada, exigente y continua del sujeto en su propia formación que en una mejora artificial de sí mismo. Esta tesis implica los siguientes corolarios: primero, que educarse consiste en empeñarse en cambiar para mejorar, esto es, educar es ayudar a querer y realizar cambios personales y sociales deseables; segundo, que solamente a través de un ejercicio esforzado por cambiar a mejor se pueden descubrir los límites que cada uno de nosotros tenemos, esto es, educar es ayudar también a asumir y aceptar las propias limitaciones; y, por último, que menospreciar ese empeño esforzado por cambiar a mejor puede impedir, a su vez, descubrir nuestras posibilidades y límites, esto es, nuestra particular tortilla de patata, en definitiva, nuestra singularidad personal.

Lo de la tortilla tiene, por supuesto, poca importancia pues dependerá de los gustos de cada uno. Pero qué posición tomar si pudiésemos tener hijos perfectos, qué pensar frente a la posibilidad de incorporar prótesis a nuestros cuerpos para correr más, para saltar más, para ser más flexibles, para ver más, para imposibilitar la rotura de huesos y de caderas. Y, sobre todo, como pedagogos, qué pensamos acerca de poder incorporar implantes neurofarmacológicos que favorezcan la memoria, el razonamiento concreto y abstracto, las decisiones morales o la capacidad verbal. Como es sabido, la investigación farmacológica para el tratamiento de los trastornos mentales o los deterioros cognitivos no nos resulta extraña, la novedad actual radica en orientar esta investigación de las tecnologías NBIC (nanotecnologías, biotecnologías, tecnologías de la información y las ciencias cognitivas) para mejorar capacidades mentales y morales a personas mentalmente sanas.

Sea cual sea la posición que adoptemos, nadie puede negar que estas tecnologías afectan a múltiples campos y plantean un reto para comprender más profundamente al ser humano. Tecnologías que han impulsado, como es sabido, las perspectivas del posthumanismo y del transhumanismo y que suponen un auténtico desafío para la Pedagogía, especialmente, en su estatuto antropológico. ¿Cómo hacer frente, desde la Pedagogía, al ansia de precisión y perfeccionamiento que ofrecen estas tecnologías y que irá claramente en aumento? ¿Cómo hacer frente, en concreto, al desfase prometeico, entre lo que podemos hacer y lo que debemos hacer (Anders, 2011), entre encender el botón de la tortilla de patata o apagarlo, entre trabajar con alumnos perfectos o con los que tenemos, entre elegir un hijo perfecto o aceptar y acoger al que venga? ¿Cómo reformular pedagógicamente el estatuto de lo humano desde las tecnologías convergentes? ¿Qué imagen debemos trasmitir a nuestros estudiantes de las Facultades de Educación sobre qué es el ser humano? En definitiva, ¿qué implicaciones pedagógicas tienen las comprensiones biotecnológicas de lo humano? Todas estas preguntas son muy relevantes para la Pedagogía.

La tesis que se muestra y argumenta en este artículo es que necesitamos reflexionar sobre qué enfoque antropológico se asume en la Pedagogía que facilite comprender la dimensión moral que encierra la noción de mejora humana. En concreto, como pedagogos, debemos combatir la idea cada vez más extendida de que las posibilidades de la educación, del mejoramiento del desarrollo humano, no aumentan por desdibujar, anular o descartar la condición humana. No se aparca mejor quitando las líneas divisorias. No se anda mejor por quitar la fuerza de la gravedad y, como nos enseñó Kant (1978), los pájaros no podrían volar sin la resistencia del aire. En definitiva, no se incrementan las posibilidades de la educación, de ser más y mejor humanos, por creer que podemos controlar de manera omnipotente las condiciones de partida de esa humanidad.

Fuente de la imagen: Pixabay

Me parece imprescindible que la Pedagogía participe en las discusiones sobre la biotecnología. Creo que esa voz pública de la Pedagogía debe centrarse en denunciar tres cuestiones que se discuten de forma detallada en este artículo:

En primer lugar, que la idea de desarrollo humano y, por tanto, de condición humana, se empobrece y tergiversa si solamente la asumimos como un proyecto de dominio tecnológico. El transhumanismo se equivoca queriendo ayudar a las personas a alcanzar una vida mejor centrándose exclusivamente en la mediación de la tecnología.

En segundo lugar, debemos denunciar también, desde la educación, a los que pretenden alejarnos de la perspectiva de la formación humana como un bien intrínseco. En efecto, uno de los errores actuales más extendidos en la Pedagogía consistente en reducir la perspectiva de análisis de la formación humana a una especie de preparación para fines diferentes a ella misma. Parece que educar se ha convertido en un mero medio para algo, con lo que, como se muestra en este artículo, para algunos, da lo mismo el medio escogido con tal de llegar a ese algo: un fármaco, un injerto, una alteración genética, un castigo, etc. Educar no es hacer gestores. Educar no es aprender a ser indiferente ante los medios. Educar no es gestionar. Educar no es medir ni calcular (Gil Cantero, 2020), ni aun apropiarse de algo. Educar es dejarse cambiar ante la llamada de los bienes que resuenan, que tintinean, en algunos fines, límites o valores. Educar es un quehacer, una tarea, una acción esencialmente inmanente, que nos transforma por dentro, que nos hace mejores o peores, mientras sucede, mientras pensamos, sentimos y actuamos.

Y, por último, creo que los pedagogos debemos mantenernos alerta para ir elaborando lo que podríamos llamar una teoría de las pérdidas o trampas educativas. En efecto, toda la literatura meliorativa trata de vencer la batalla cultural haciéndonos ver solo lo que supuestamente ganamos, nosotros tenemos que advertir también lo que las trampas nos pueden hacer perder.

Referencias bibliográficas:

Anders, G. (2011). La obsolescencia del hombre. Pre-Textos.

Gabriel, M. (2019). El sentido del pensamiento. Pasado y Presente.

Gil Cantero, F. (2020). Decálogo del buen pedagogo. Colegio Oficial de Docentes. Colegio Oficial de Doctores y Licenciados en Filosofía y Letras y en Ciencias. Nº. 293, Noviembre-diciembre, pp. 23-25. https://www.cdlmadrid.org/wp-content/uploads/2019/12/122020-2.pdf

Hadjadj, F. (2020). Por qué dar la vida un mortal. Y otras lecciones. Rialp.

Kant, I. (1978). Crítica de la razón pura. Alfaguara. 6ª ed.

Kayali Browne, T., & Clarke, S. (2020). Bioconservatism, bioenhancement and backfiring, Journal of Moral Education49(2), 241-256. https://doi.org/10.1080/03057240.2019.1576125

Morozov, E. (2016). La locura del solucionismo tecnológico. Kaz.

Artículo original de la revista:

Gil Cantero, F. (2022). La Pedagogía ante el desfase prometeico del transhumanismo. Revista de Educación, 396, 11-33. https://doi.org/10.4438/1988-592X-RE-2022-396-528

Cómo citar esta entrada:

Gil Cantero, F. (2022). La Pedagogía ante el desfase prometeico del transhumanismo. Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd.hypotheses.org/10340

Tomado de Aula Magna 2.0 con permiso de los editores 

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