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Imaginemos que tal como sucede en las películas o series, tus estudiantes pudieran ver un avance de lo que pasará en la clase. ¿Qué impresión quieres dejar? ¿Qué contenido quieres dar a tu audiencia antes del espectáculo? Lo mejor de todo, es que depende totalmente de las metas u objetivos de aprendizaje que deseas alcancen tus estudiantes. Por ejemplo, conocer un concepto, resolver un ejercicio o inclusive investigar algún tema.
La pandemia hizo que la distancia que nos separa de los estudiantes se sintiera más porque no estábamos con ellos físicamente en el aula o porque el tiempo frente al grupo se redujo drásticamente, provocando una especie de desconexión técnica y hasta anímica en algunos momentos. A casi dos años de haber recurrido a la educación virtual por la COVID-19, los docentes tuvimos la necesidad de adaptar nuestras clases a la llamada nueva normalidad. ¿Cómo podemos aprovechar mejor el tiempo que compartimos con los estudiantes de forma virtual o presencial? ¿Qué podemos hacer para motivarlos a comprometerse con su propio aprendizaje? La respuesta a esta interrogante puede ser la tendencia de aula invertida o flipped classroom.
“La intención es que, el aprendizaje inicie antes de la clase para que durante el tiempo de clase se afiancen los conocimientos, resuelvan dudas y se aproveche mejor en el tiempo con dinámicas de aprendizaje activo, retos, trabajo en equipo, entre otros”.
“Invertir” el aula digital o presencial permite que los estudiantes se sientan más conectados a los cursos porque de manera temprana conocen los temas que se abordarán en la clase, lo cual tiene varios beneficios. Por ejemplo, de manera anticipada los estudiantes pueden adquirir un panorama general de una situación específica, conocer un concepto y hacer una reflexión que puedan compartir posteriormente en el grupo; también pueden generar dudas y cuestionamientos que analizaran con sus compañeros y con el docente en clase. De esta manera podemos combatir la desmotivación que pueda presentarse en el aprendizaje en línea o presencial, a la vez que aprovechamos mejor el tiempo síncrono que compartimos con ellos a través de la pantalla o en el salón de clase.
Aula invertida y las clases virtuales
Las clases virtuales son un escenario perfecto para implementar aula invertida, siempre y cuando tengamos acceso a las plataformas digitales. Al estudiar desde casa tenemos algo de tiempo adicional, lo cual genera las condiciones óptimas para su implementación. En el 2007, los profesores de química estadounidenses Jonathan Bergman y Aaron Sams notaron un alto nivel de ausentismo en sus clases lo cual entorpecía su avance curricular y dejaba un gran rezago educativo en los alumnos. Por ello, comenzaron a grabar sus presentaciones y las colocaron en internet para su fácil acceso, dando vida a lo que se conocería como aula invertida o flipped classroom en inglés. Más de una década después, la mayoría de los profesores nos encontramos en un escenario similar al que Bergman y Sams enfrentaron. Las horas de clase se redujeron drásticamente, usar tecnología en clase ha sido un reto y la fatiga del encierro por la pandemia no se hace esperar. El escenario cambió para todos, por ello, las dinámicas de clase también deben cambiar.
La tendencia de aula invertida es una estrategia excelente para los tiempos que vivimos porque también fomenta el autoaprendizaje y la autogestión en nuestros alumnos. Asimismo, propicia llevar un orden en los conocimientos a través de un modelo digital, esto ayuda a que el tiempo frente a la pantalla sea más efectivo y significativo.
Aula invertida vs. aprendizaje invertido
El aula invertida per se consiste en asignar a los estudiantes textos, videos o contenidos adicionales para revisar fuera de clase, tradicionalmente antes de la sesión. El concepto por sí solo no implicaba necesariamente un cambio en la dinámica de la clase, por lo que al poco tiempo surgió el término aprendizaje invertido (flipped learning).
El aprendizaje invertido es un enfoque pedagógico en el que cierta parte de la clase (instrucciones, explicaciones, avances, etc.) se realizan fuera del aula y el tiempo presencial se utiliza para desarrollar actividades más dinámicas que permitan una atención personalizada para el estudiante. Para identificar mejor cuáles son este tipo de actividades nos podemos apoyar en la taxonomía de Bloom. Para aprovechar el tiempo fuera de clase se sugieren actividades en los primeros dos niveles: recordar y comprender. Por ejemplo: memorizar, clasificar, interpretar o resumir. Si se trabaja con asignaturas de ciencias exactas se recomienda también llegar al tercer nivel (aplicar) y asignar ejercicios prácticos para resolver. De esa manera, la hora de clase se pretende alcanzar los niveles de analizar, evaluar, y crear, mediante actividades que involucren reseñar, argumentar y adaptar los conocimientos adquiridos a nuevos retos.
La sociedad online FlippedLearning ofrece amplia capacitación en el tema y asegura que es posible que muchos maestros ya cambien sus clases haciendo que los estudiantes lean texto fuera de clase, vean videos complementarios o resuelvan problemas adicionales. Pero, para aplicar el aprendizaje invertido, los maestros deben incorporar los cuatro pilares FLIP (Flexible environment, Learning culture, Intentional content and Professional educator) en su práctica. F por ambiente flexible que facilite el acceso a los contenidos, L por una cultura del aprendizaje centrada en el alumno en vez del maestro, I por contenido intencional que haya sido correctamente diseñado o seleccionado, y P por educador profesional asegurando la capacitación docente y pensamiento innovador. Puedes consultar cada uno de estos pilares aquí.
Las clases virtuales son un escenario perfecto para implementar aula invertida, siempre y cuando tengamos acceso a las plataformas digitales. Al estudiar desde casa tenemos algo de tiempo adicional, lo cual genera las condiciones óptimas para su implementación. En el 2007, los profesores de química estadounidenses Jonathan Bergman y Aaron Sams notaron un alto nivel de ausentismo en sus clases lo cual entorpecía su avance curricular y dejaba un gran rezago educativo en los alumnos. Por ello, comenzaron a grabar sus presentaciones y las colocaron en internet para su fácil acceso, dando vida a lo que se conocería como aula invertida o flipped classroom en inglés. Más de una década después, la mayoría de los profesores nos encontramos en un escenario similar al que Bergman y Sams enfrentaron. Las horas de clase se redujeron drásticamente, usar tecnología en clase ha sido un reto y la fatiga del encierro por la pandemia no se hace esperar. El escenario cambió para todos, por ello, las dinámicas de clase también deben cambiar.
La tendencia de aula invertida es una estrategia excelente para los tiempos que vivimos porque también fomenta el autoaprendizaje y la autogestión en nuestros alumnos. Asimismo, propicia llevar un orden en los conocimientos a través de un modelo digital, esto ayuda a que el tiempo frente a la pantalla sea más efectivo y significativo.
Aula invertida vs. aprendizaje invertido
El aula invertida per se consiste en asignar a los estudiantes textos, videos o contenidos adicionales para revisar fuera de clase, tradicionalmente antes de la sesión. El concepto por sí solo no implicaba necesariamente un cambio en la dinámica de la clase, por lo que al poco tiempo surgió el término aprendizaje invertido (flipped learning).
El aprendizaje invertido es un enfoque pedagógico en el que cierta parte de la clase (instrucciones, explicaciones, avances, etc.) se realizan fuera del aula y el tiempo presencial se utiliza para desarrollar actividades más dinámicas que permitan una atención personalizada para el estudiante. Para identificar mejor cuáles son este tipo de actividades nos podemos apoyar en la taxonomía de Bloom. Para aprovechar el tiempo fuera de clase se sugieren actividades en los primeros dos niveles: recordar y comprender. Por ejemplo: memorizar, clasificar, interpretar o resumir. Si se trabaja con asignaturas de ciencias exactas se recomienda también llegar al tercer nivel (aplicar) y asignar ejercicios prácticos para resolver. De esa manera, la hora de clase se pretende alcanzar los niveles de analizar, evaluar, y crear, mediante actividades que involucren reseñar, argumentar y adaptar los conocimientos adquiridos a nuevos retos.
La sociedad online FlippedLearning ofrece amplia capacitación en el tema y asegura que es posible que muchos maestros ya cambien sus clases haciendo que los estudiantes lean texto fuera de clase, vean videos complementarios o resuelvan problemas adicionales. Pero, para aplicar el aprendizaje invertido, los maestros deben incorporar los cuatro pilares FLIP (Flexible environment, Learning culture, Intentional content and Professional educator) en su práctica. F por ambiente flexible que facilite el acceso a los contenidos, L por una cultura del aprendizaje centrada en el alumno en vez del maestro, I por contenido intencional que haya sido correctamente diseñado o seleccionado, y P por educador profesional asegurando la capacitación docente y pensamiento innovador. Puedes consultar cada uno de estos pilares aquí.
Consideraciones para implementar aprendizaje invertido en clase
En el 2020, la pandemia nos obligó a mudarnos al terreno virtual. Después de terminar el primer semestre en línea con todos los problemas técnicos que se pueden vivir, me convencí de que para el segundo semestre del año debía hacer algún cambio. Por ello, implementé aprendizaje invertido para mi clase de Cálculo I en la Prepa Tec Campus Sinaloa. Quería darles más apoyo a mis alumnos en esos momentos tan difíciles que atravesamos, y sobre todo aprovechar al máximo el tiempo “frente a frente” (de pantalla a pantalla) que teníamos para asegurar que la experiencia de aprendizaje fuera la óptima y no bajar ni la calidad ni el ánimo.
Al implementar aula invertida debemos cuidar un aspecto muy importante que es la percepción del estudiante. Que no sienta como un “nos están dejando trabajo extra” o “los maestros no quieren explicar en la clase”. En su lugar, debemos dar el mensaje de que, es un cambio de dinámica que favorecerá su experiencia de aprendizaje. La premisa principal es que, para algunos estudiantes el avance puede sentirse muy lento porque en clase se revisan contenidos que ya conocen de manera previa, mientras que para otros muy rápido porque pueden carecer del conocimiento previo necesario para comprender los conceptos.
Por otro lado, uno de los recursos más utilizados por los docentes cuando se implementa aprendizaje invertido es el video, pero es importante señalar que no es el único. También se puede emplear distintos recursos electrónicos como infografías, lecturas, simulaciones, quizzes de práctica, entre otros. Cualquiera que sea el recurso, es de vital importancia que sea supervisado y seleccionado por el profesor, para asegurar que sea la mejor opción para el curso. De acuerdo con Goodwin y Miller (2013), diversos estudios han señalado que los estudiantes prefieren materiales creados por el mismo profesor, ya que perciben el material como personalizado a sus necesidades.
Además de las consideraciones mencionadas anteriormente, a continuación, les comparto los pasos básicos a seguir para implementar aprendizaje invertido en una clase:
1- Selección y creación de los materiales. Después del rediseño de la materia para el modelo virtual, grabé siete videos correspondientes a cada uno de los temas del curso. Los videos tuvieron una duración promedio de 5-10 minutos y contenían conceptos básicos y un ejercicio de práctica. Fueron totalmente originales. Se colocaron en la plataforma del curso en Canvas.
2-Antes de cada sesión asigna el video correspondiente al tema. No siempre se tiene que revisar un video antes de la clase, ya que no siempre se inicia con un tema nuevo. Pero cuando sea el caso, puedes enviar un recordatorio al grupo en Remind y por Canvas.
3- Planea la dinámica de cada clase. Procuro responder las dudas al inicio de la clase sobre los videos o el ejercicio de práctica. Después procedo a hacer más ejercicios, actividades colaborativas, juegos, etc. Depende mucho de cuántas sesiones del tema se vayan avanzado.
Debido a que era la tercera vez que impartía mi curso de Cálculo, decidí analizar las calificaciones de semestres anteriores para ver si notaba alguna diferencia. Cabe aclarar que al haberse impartido de manera virtual por la pandemia sí hay un cambio significativo, no se puede concluir definitivamente el efecto del aprendizaje invertido ya que hay muchos factores en juego, pero me sirvió para tener una noción básica al comparar con el curso anterior.
La imagen 1 muestra la distribución del promedio final de los alumnos de cada semestre. En el semestre agosto-diciembre se obtuvieron puntajes más altos en los segmentos de calificación a partir de 80.
2-Antes de cada sesión asigna el video correspondiente al tema. No siempre se tiene que revisar un video antes de la clase, ya que no siempre se inicia con un tema nuevo. Pero cuando sea el caso, puedes enviar un recordatorio al grupo en Remind y por Canvas.
3- Planea la dinámica de cada clase. Procuro responder las dudas al inicio de la clase sobre los videos o el ejercicio de práctica. Después procedo a hacer más ejercicios, actividades colaborativas, juegos, etc. Depende mucho de cuántas sesiones del tema se vayan avanzado.
Debido a que era la tercera vez que impartía mi curso de Cálculo, decidí analizar las calificaciones de semestres anteriores para ver si notaba alguna diferencia. Cabe aclarar que al haberse impartido de manera virtual por la pandemia sí hay un cambio significativo, no se puede concluir definitivamente el efecto del aprendizaje invertido ya que hay muchos factores en juego, pero me sirvió para tener una noción básica al comparar con el curso anterior.
La imagen 1 muestra la distribución del promedio final de los alumnos de cada semestre. En el semestre agosto-diciembre se obtuvieron puntajes más altos en los segmentos de calificación a partir de 80.
Imagen 1. Comparación del promedio final de los alumnos con el semestre anterior.
Definitivamente planeo seguir utilizando aula invertida en mi práctica docente para asegurar que la experiencia de clase siempre sea la mejor posible. De acuerdo con la encuesta de satisfacción realizada al final del curso, de una muestra de 45 estudiantes el 63.2 % expresó que le gustaría aplicar el aprendizaje invertido en otras asignaturas de matemáticas. Además, el 61.5 % declaró que la metodología los ayudó a mejorar su rendimiento durante las clases y, por ende, su desempeño en el curso. También algunos comentarios puntuales fueron que agradecen tener un apoyo extra a las clases ya que se siente como un respaldo a su aprendizaje.
Si te encuentras en la búsqueda de un cambio en la dinámica de tu clase, el aula invertida es una excelente opción, sobre todo si tu asignatura tiene mucho contenido teórico o el trabajo en clase se ha vuelto pesado y tedioso. De esta manera, a pesar de la distancia tus estudiantes siempre se sentirán cerca.
Como dicen, “la práctica hace al maestro”, y cuándo el maestro practica para mejorar suceden grandes cosas. Un aula invertida no solo mejora la vivencia del alumno sino también la del docente, así que no dudes en compartir tus resultados y experiencias con la comunidad en el Observatorio del Instituto para el Futuro de la educación del Tec de Monterrey.
Acerca de la autora
Luckey Beltrán (luckey@tec.mx) es profesora del departamento de matemáticas y ciencias de la PrepaTec Campus Sinaloa. Es Ingeniera Industrial y de Sistemas con Maestría en Tecnología Educativa. Le apasionan las nuevas tendencias educativas con el uso tecnología, sus alumnos dicen que “resuelve integrales en su tiempo libre”.
Referencias
Flipped Learning Network (2019, 18 enero). Definition of Flipped Learning. Recuperado de: https://flippedlearning.org/definition-of-flipped-learning/
Observatorio de Innovación Educativa (2014). EduTrends Aprendizaje Invertido. Recuperado de: https://observatorio.tec.mx/edutrendsaprendizajeinvertido
Goodwin, B., & Miller, K. (2013). Evidence on Flipped Classrooms Is Still Coming In. Educational Leadership. Recuperado de: http://www1.ascd.org/publications/educational-leadership/mar13/vol70/num06/Evidence-on-Flipped-Classrooms-Is-Still-Coming-In.aspx
Noer, M. (2015, 15 mayo). One Man, One Computer, 10 Million Students: How Khan Academy Is Reinventing Education. Forbes. Recuperado de:
https://www.forbes.com/sites/michaelnoer/2012/11/02/one-man-one-computer-10- million-students-how-khan-academy-is-reinventing-education/?sh=1ee3b38a44e0
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