Por Mercedes Leticia Sánchez y Carlos Bravo Reyes
En colaboración con Dra. Mercedes Leticia Sánchez
El COVID trajo un incremento en las videoconferencias, la mayoría de ellas desarrolladas en plataformas como Zoom, Meet, Jitsi Meet, Teams, YouTube entre otras. El creador de Zoom, Eric Yuan, escribió en su blog que de los 10 millones diarios de participantes en sus reuniones en diciembre del 2019, para abril del 2020 habían crecido hasta los 300 millones diarios, un salto de 30 veces más asistentes en pocos meses.[1] Por su parte Javier Soltero Vicepresidente y director general de Google Workspace, declaró que en abril del 2020 todos los días se conectaban a Google Meet, más de 2 millones de nuevos usuarios, los que pasan más de 2 mil millones de minutos juntos; eso es más de 3800 años de reuniones seguras en un solo día. [2]
Durante la pandemia millones de estudiantes y profesores hicieron de sus casas el lugar donde permanecían más tiempo conectado a la red. Profesores que “invitaban” a los estudiantes a su casa y viceversa. La videoconferencia se convirtió en la “clase” del momento, aunque esta no es nueva, Skype, Messenger, WiZiq entre otros sitios fueron pioneros en este tipo de actividad audiovisual, con espacios reducidos y prestaciones limitadas comparadas con las de hoy.
Videoconferencia.
Antonio Chacón[3] considera que es un servicio multimedia que permite la interacción entre distintas personas o grupos de trabajo, mediante la interconexión en sesiones interactivas con un número variable de interlocutores. Cabero[4] la define como el conjunto de hardware y software que permite la conexión simultánea en tiempo real por medio de imagen y sonido que hacen relacionarse e intercambiar información de forma interactiva a personas que se encuentran geográficamente distantes. Por su parte García Aretio[5] la incluye dentro de los recursos audiovisuales considerando que es un instrumento de aprendizaje.
Otras definiciones la valoran como medio, sistema multimedia y reconocen las grandes posibilidades didácticas que tiene. En nuestra opinión después de emplearla por más de una década preferimos considerarla como un método de trabajo en línea y no solo un medio. El método en su calidad de componente dinámico del proceso pedagógico optimiza las acciones y operaciones de estudiantes y profesores para subordinarse a la estructura del objetivo y contenido de la enseñanza.
Como método la videoconferencia está dirigida a optimizar las acciones de los estudiantes, al igual que cualquier otro método. Sin embargo, este método es de gran complejidad, al vincularse con una variedad de medios y requerir de una conexión a Internet[6]
El video artículo.
El video artículo es un texto donde se realiza el análisis y actualización de lo dicho en la videoconferencia. Un video artículo pretende relatar las partes más significativas de cualquier videoconferencia, resumir lo planteado, hacer algunas precisiones al contenido, señalar las fuentes de algunas citas referidas en la misma o añadir otras nuevas. También el video artículo puede actualizar lo señalado en la videoconferencia a la que se refiere y hacer un resumen de la misma. A su vez, con el video artículo se puede incentivar a que los estudiantes revisen la videoconferencia o motivar a los nuevos estudiantes a ver por vez primera la misma. Otra de sus posibilidades es divulgar las videoconferencias existentes en numerosos sitios especializados en video.
Para la realización del video artículo se requiere transcribir lo dicho en la misma. En las recomendaciones diarias[7] hemos publicado dos[8] donde se puede transcribir el audio de una videoconferencia a texto. Pero me referiré a la última de ellas, la recomendación 1066.
En ella se hace referencia a un complemento para Chrome denominado Glasp, que se puede instalar desde este enlace. Al acceder a la videoconferencia, si la tenemos alojada en YouTube, el complemento transcribe toda la charla, y se descarga en formato de texto. Es necesario aclarar que no es solo para nuestras charlas, cualquier conversación en YouTube se puede transcribir.
En la imagen se aprecia la barra del complemento y al hacer clic en la flecha hacia abajo que aparece al extremo derecho, se despliega la transcripción. La puede descargar con el botón que está al lado de la flecha
En el texto descargado se señala el tiempo en que ocurre cada parte de la charla. Como es de esperar, el complemento no es preciso en su totalidad, pero en las oportunidades que lo hemos empleado siempre obtuvimos buenos resultados.
Sugerencias para la elaboración del video artículo.
Se requiere revisar la transcripción, seleccionar aquellas partes que se pueden integrar al texto del artículo y las que se pueden actualizar. Para mantener la interacción con la videoconferencia es preferible citar el tiempo en que se comenta lo que estamos escribiendo. Es una manera de motivar al lector a ver la videoconferencia y se verifica la veracidad de lo expresado.
El video artículo también puede contener imágenes de las diapositivas u otros medios empleados en la charla. En el caso de que se desee añadir nueva información se podrán realizar las citas necesarias. Es útil que en el video artículo se cite las veces que se reprodujo la videoconferencia, la dirección donde se puede revisar y algunas referencias a las preguntas y comentarios que se efectuaron en el chat.
El video artículo puede convertirse en una publicación científica al comentar, actualizar y mostrar los resultados de nuestro conocimiento mediante una videoconferencia. Es poco probable que los mismos oyentes vean de nuevo nuestra charla, pero al convertirla en un video artículo, el interés se incrementa. Para demostrar la organización y estructura de un video artículo recomendamos leer, “Video artículo: la soledad del profesor virtual” al que se accede desde este enlace.
Tomado de 365-dias
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