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jueves, 11 de abril de 2024

El aula invertida como estrategia didáctica

Por Lorenzo García Aretio

Hoy exponemos una síntesis de aspectos esenciales del octavo artículo de RIED más citado de 2021, de entre todos los publicados (34) en ese año, Vols. 24(1) y 24(2). Es decir, uno de los artículos de RIED que más impacto han generado. Al final aparece la referencia del trabajo y el enlace para poder consultarlo, junto a las fuentes bibliográficas del artículo. Las citas en este caso hasta el día de la fecha en Google Scholar, son un total de 74. Y, por otra parte, aquí se muestran todos los artículos resumidos en esta serie.

El mejoramiento del rendimiento académico y la motivación de los alumnos, así como la generación de competencias profesionales, son objetivos constantes en el ámbito educativo. Una estrategia que ha ganado popularidad recientemente es la integración de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) para favorecer el rendimiento y la participación de los estudiantes. En este contexto, han surgido nuevos roles para alumnos y profesores, donde el estudiante asume una participación más activa y el profesor se convierte en un tutor orientador en lugar de un expositor tradicional.

Una de las propuestas destacadas es el modelo de “Aula Invertida” o “Clase Invertida”, también conocido como “Flipped Classroom“, el cual utiliza recursos multimedia para que los alumnos adquieran conocimientos previos antes de las clases presenciales. Esto permite un mayor tiempo en el aula para consultas, discusiones y actividades prácticas.

El origen de este concepto se atribuye a Jonathan Bergmann y Aaron Sams, quienes, como profesores de química en Colorado, Estados Unidos, buscaron asegurar que los alumnos que no podían asistir a clase no se rezagaran en el contenido. Su método inicial consistió en grabar lecciones y distribuirlas entre los estudiantes. Sin embargo, observaron que este enfoque beneficiaba a todos los alumnos, no solo a los ausentes. Así, empezaron a invertir su enseñanza, proporcionando lecciones previas a través de vídeos para luego dedicar el tiempo en clase a actividades prácticas y resolución de dudas.

Según estos autores, la Flipped Classroom implica trasladar la instrucción directa del aula hacia el aprendizaje individual, convirtiendo el espacio de aprendizaje en un entorno dinámico e interactivo donde el profesor guía a los estudiantes en la aplicación de conceptos.

Investigaciones recientes han explorado la percepción de los participantes y los estilos de aprendizaje en entornos de aula invertida, respectivamente, evidenciando una recepción positiva y una variedad de enfoques de aprendizaje.

En Argentina, particularmente en la enseñanza de Ingeniería, se está adoptando el enfoque por competencias. Este enfoque busca que los estudiantes adquieran habilidades para resolver problemas profesionales, aprovechando las TIC y promoviendo el trabajo autónomo y colaborativo, aspectos que el modelo de aula invertida enfatiza.

Experiencias con esta metodología demuestran ventajas como un aprendizaje más profundo, adquisición de competencias transversales y mayor motivación estudiantil mediante la implementación del aula invertida.

La revisión sistemática de la literatura realizada busca analizar otras experiencias y hallazgos relacionados con la formación de competencias a través del aula invertida, con una estructura que incluye la descripción de la metodología, resultados, discusión y conclusiones.

Es así, que el modelo de aula invertida emerge como una estrategia pedagógica prometedora para mejorar el rendimiento y la participación de los alumnos, así como para fomentar la adquisición de competencias profesionales, siendo objeto de interés y estudio en diversos contextos educativos a nivel internacional.

Los autores realizaron una búsqueda del estado del arte de la clase invertida en la educación superior. Para esto se realizó una revisión sistemática de la literatura científica, con el objetivo de conocer si la metodología de aula invertida se aplica en la educación superior, cuáles son las herramientas que se utilizan, y si las mismas corresponden a la Web 3.0. Por otro lado, se analizó si la aplicación de esta metodología genera competencias, tales como: aprender en forma continua y autónoma; desempeñarse de manera efectiva en equipos de trabajo; resolver problemas de ingeniería y utilizar de manera efectiva las técnicas y herramientas de aplicación en la ingeniería que se corresponden con las competencias que se buscan en el proyecto en cuestión.

El análisis exhaustivo realizado en este estudio abarcó la selección de seis bases de datos y cadenas de búsqueda adaptadas a cada una de ellas, seguido de la definición de criterios de inclusión y exclusión. Este proceso permitió la selección de 37 artículos, evidenciando un creciente interés y estudio en la temática del aula invertida. Sin embargo, se destaca la escasa aplicación de esta metodología en carreras de ingeniería, especialmente en Ingeniería en Sistemas de Información o áreas afines.

Las competencias más mencionadas en los artículos seleccionados incluyen la comunicaciónautorregulacióntrabajo en equipo y creatividad, todas ellas consideradas esenciales para el desarrollo integral del estudiante universitario. La motivación de los alumnos también surge como un factor relevante, aunque no sea explícitamente mencionada como competencia, ya que la implementación del aula invertida busca un cambio de paradigma en la participación de los actores educativos.

Entre las experiencias destacadas, se encuentra la combinación de aula invertida con aprendizaje basado en proyectos y colaborativo. Asimismo, la implementación del aula invertida en asignaturas teóricas como Ingeniería de Software, resultó en un aumento de la motivación y el rendimiento académico de los estudiantes.

La aplicación del aula invertida combinada con Scrum en la carrera de Ingeniería de Software, también mostró resultados positivos en la motivación y comprensión de los contenidos por parte de los alumnos.

El desarrollo de competencias como el aprendizaje autónomo y autorregulado fue observado en varios estudios, donde los estudiantes asumieron la responsabilidad de su propio proceso de aprendizaje. Además, el trabajo en equipos y colaborativo fue resaltado en diversas investigaciones, mostrando resultados positivos en la comprensión de los contenidos y la realización de proyectos.

La competencia de resolución de conflictos se menciona en menor medida, pero se destaca su posible desarrollo a través del aula invertida, donde los estudiantes se ven involucrados en la resolución de problemas prácticos.

La comunicación efectiva también se considera una competencia relevante que puede ser fortalecida mediante el uso de herramientas de la web 2.0 y la participación activa de los estudiantes en actividades colaborativas.

Si bien no se consideró explícitamente en el proyecto de investigación, la competencia digital fue mencionada en algunos estudios como una habilidad importante para los alumnos, especialmente en el uso autónomo de tecnologías digitales.

En cuanto a las recomendaciones para la implementación del aula invertida, se destaca la importancia de una planificación adecuada de las actividades, la contextualización de la metodología al entorno educativo, la definición de criterios de evaluación claros y la selección de herramientas apropiadas según las necesidades del contexto.

En resumen, los estudios analizados destacan los beneficios del aula invertida en el desarrollo de competencias clave para los estudiantes universitarios, aunque se resalta la necesidad de una mayor investigación y aplicación de esta metodología en carreras de ingeniería, especialmente en Ingeniería en Sistemas de Información.

 Tomado de García Aretio (2024, 1 abril). El aula invertida como estrategia didáctica. Contextos universitarios mediados. Recuperado 8 de abril de 2024, de https://doi.org/10.58079/w50w

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