Por Paola Dellepiane
En las últimas décadas, la Inteligencia Artificial (IA) se ha desarrollado para estar presente en nuestras vidas cotidianas, hasta el punto que la humanidad no se ha enfrentado a retos tan relevantes, y donde la tecnología ha sido tan decisiva para nuestros valores humanos.
- Enseñar para la IA, lo que conlleva el desarrollo y adquisición de habilidades y competencias relevantes para los desafíos y oportunidades que la IA trae consigo. Por ejemplo: comprender los sesgos en los datos, utilizar el pensamiento computacional para resolver problemas o reflexionar críticamente sobre la protección de datos.
- Enseñar sobre IA, se trata de un enfoque más técnico que se manifiesta al comprender y aplicar conocimientos relacionados con esta disciplina para utilizarla eficazmente y contribuir al desarrollo de nuevas herramientas y tecnologías en este campo. Por ejemplo: programar una solución simple basada en IA para entender cómo funciona.
- Enseñar con la IA, lo cual implica la integración de la IA en el entorno educativo para potenciar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Por ejemplo: utilizar herramientas de personalización, de gestión o de generación de recursos y contenidos.
La necesidad de promover “competencias previas” abarca habilidades que van más allá de las técnicas vinculadas con IA, incluyendo la alfabetización básica, aritmética elemental, competencias digitales y de codificación, así como habilidades sociales y éticas.
Por otra parte, la UNESCO (2021), propone una visión integral y reflexiva sobre la integración de la IA en la educación, reconociendo tanto los avances recientes como las limitaciones actuales. Sugiere entonces una estrategia basada en 4 categorías emergentes de aplicaciones de IA centradas en:
- gestión e impartición de la educación,
- aprendizaje y evaluación,
- empoderamiento de los docentes y mejora de la enseñanza,
- aprendizaje a lo largo de la vida
La introducción de la IA en la enseñanza plantea diversos desafíos. Algunos de estos desafíos incluyen brechas digitales y desigualdades en el acceso: a pesar de los esfuerzos para promover la adquisición de competencias previas en IA, la disparidad en el acceso a la tecnología digital sigue siendo un problema.
En cuanto a la enseñanza de la ética de la IA, es crucial equilibrar la formación técnica con aspectos éticos y humanísticos para evitar un enfoque desproporcionado en habilidades técnicas. El siguiente decálogo es una buena guía para tener en cuenta para la incorporación de la IA:
- utilizar tecnologías digitales para la comunicación, colaboración y desarrollo profesional,
- crear y compartir recursos digitales,
- gestionar tecnologías para la enseñanza y el aprendizaje,
- utilizar tecnologías y estrategias de evaluación,
- utliizar tecnologías digitales para la personalización y participación de los estudiantes.
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