Ya me he referido en más de una ocasión al modelo de blended-learning, a la enseñanza semipresencial, combinada, híbrida o mixta, también en este mismo blog y en algunos de mis libros (García Aretio, 2001, 2007 y 2014). El tema ya era relevante entonces (en la década de los 80 del siglo pasado se hablaba de semipresencialidad), pero supuse que lo iba a seguir siendo y de ahí, como director/editor de RIED, programamos en 2018 un monográfico sobre blended-learning, de sumo interés. Aún el COVID-19 quedaba lejos.
En la última entrada de este blog me referí a la proliferación de términos surgidos con motivo del confinamiento y con previsión de lo que podrá ser la educación en un futuro próximo. Más bosque semántico decía yo o, quizás, más árboles dentro del bosque.
Con la intención de clarificar el panorama, que es probable que no lo logre, voy a dedicar algunas entradas del blog a ese tema, aunque suponga reiterar textos escritos ya en este blog hace algunos años, y aunque puedan ser matizados por la realidad actual. Quizás una sugerencia útil para aquellos interesados es la de que consulten el citado monográfico de RIED y especialmente tres artículos que considero clarificadores para esta cuestión que ahora me ocupa: el artículo editorial mío, el artículo de Antonio Bartolomé y el trabajo de Julio Salinas y otros.
En las próximas entradas desbrozaré mi artículo editorial. Y en esta ocasión, me quedaré especialmente con aportes del artículo de Salinas, dado ese esfuerzo existente en algunos ámbitos, instituciones, programas o docentes, por buscar nuevos términos a algo que ya está inventado. Con e fin de hacer más digerible estas entradas, me ahorraré reiterar referencias bibliográficas y citas, que tienen ustedes íntegramente en los artículos científicos citados.
Aunque la lógica llevaría a que esta entrada se ubicase tras las otras que iré presentando en los próximos días, la urgencia invita a ofrecer ésta antes.
La pregunta, ¿no caben el 95% de modelos, modelitos, ocurrencias, etc., con los matices que se quieran, en las diferentes formas de propuestas educativas mixtas, combinadas, flexibles, híbridas, mezcladas…, términos la mayoría de ellos sinónimos?
En el citado artículo de Salinas y otros (2018), los autores hacen referencia a Graham, Horn y Staker con respecto a diferentes tipologías de estas combinaciones. Algunas formas en que pueden presentarse experiencias de blended-learning o combinadas, híbridas, mixtas, etc.:
- Combinación de actividades presenciales con actividades en el aula virtual, la organización temporal de estos bloques del curso puede presentarse superpuesto en el tiempo o secuenciados.
- Parte del programa o curso se realiza en línea, por ejemplo, la parte inicial y final del programa o combinando la actividad en línea con actividades de prácticas u ofreciendo itinerarios en línea para alumnos con escasas posibilidades de presencialidad.
- Se dispone de un modelo institucional b-learning, que consiste solo en aplicar una reducción al horario presencial, en organizar un periodo del plan de estudios, un semestre, un mes, por ejemplo, en línea; ofrecer itinerarios en línea, etc.
- Los alumnos rotan entre modalidades de aprendizaje ya sea siguiendo una secuencia fija, sea a discreción del profesor, donde una de ellas es el aprendizaje en línea, mientras otras pueden incluir actividades de pequeño grupo, grupo clase, proyectos en grupo, tutorías individuales… Esta rotación puede dar lugar a distintos tipos:
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