Escribe Ángel Fidalgo
Una variable que se debe considerar al aplicar un nuevo método de innovación en una asignatura es el esfuerzo. Hay tres tipos de esfuerzo:
- El tecnológico. Profesorado y alumnado deben incorporar y aprender a manejar unas determinadas tecnologías.
- El administrativo. Se debe disponer de autorización para realizar los cambios organizativos en la asignatura que implica el método de innovación y esto no siempre es posible.
- El metodológico. La transformación de los materiales educativos y de los procesos formativos.
En este escrito describiré brevemente el esfuerzo relativo al cambio metodológico y su utilización en situaciones de emergencia y cambiantes, como la originada por el Covid-19.
Cualquier método de innovación educativa lleva asociado un conjunto de procesos de aprendizaje que el profesorado debe incorporar. En algunos casos esta incorporación significa transformar los que ya se utilizan y en otros, abandonarlos por otros nuevos.
Algunos métodos exigen un cambio de la totalidad de los procesos utilizados en la asignatura. Por ejemplo, la utilización del Aprendizaje Basado en Retos y el Aprendizaje Basado en Proyectos conlleva la transformación completa de una asignatura tradicional. Por tanto, esta transformación hay que planificarla con antelación al comienzo del curso y posteriormente ejecutarla siguiendo los procesos planificados.
Otros métodos de innovación no requieren una gran transformación en los procesos de la asignatura, ya que actúan sobre ciertos puntos débiles de la misma. Por ejemplo, el método de Aula Invertida se puede aplicar únicamente a lecciones magistrales (y no en todas, sino en las que presenten más dificultad), sin necesidad de cambiar la planificación de la asignatura. Estos métodos se pueden aplicar incluso cuando la asignatura ya está en marcha y con la planificación original.
El confinamiento a causa del Covid-19 irrumpió de forma brusca en el desarrollo de las asignaturas, lo que provocó que las presenciales no se pudiesen impartir en esa modalidad. Parte del profesorado intentó aplicar métodos de innovación que permitieran continuar la asignatura en modalidad online. Esto causó tres escenarios:
- Aplicar los mismos procesos. Parte del profesorado aplicó los mismos procesos que en formación presencial como, por ejemplo, en lugar de dar una lección magistral de dos horas en el aula, lo hacía a través de videoconferencia utilizando el mismo material. Esta situación suele tener una incidencia negativa en el aprendizaje, ya que dichos procesos no estaban preparados para los nuevos escenarios.
- Intentar aplicar nuevos métodos para el resto de la asignatura. Por ejemplo, pasar de una formación presencial clásica a un aprendizaje basado en retos. La mayoría de estos intentos fracasaron debido a que no había tiempo para incorporarlos, pues requieren una planificación inicial, un cambio total en los procesos y en los materiales.
- Aplicar métodos que no implicaban cambio en la planificación. Como, por ejemplo, sustituir las lecciones magistrales con el método de Aula Invertida. Este tipo de métodos permitió al profesorado aplicar rápidamente cambios en los procesos donde al menos se obtenía una repercusión similar en el aprendizaje que con el proceso sustituido, aunque en la mayoría de los casos se mejoraba.
Aplicar métodos de innovación con poco esfuerzo en el cambio metodológico es muy recomendable para situaciones que requieren un tiempo de respuesta mínimo, que son cambiantes y que permiten iniciarse en esto de la innovación educativa.
Así pues, cuando piensen en aplicar un método de innovación educativa, primeramente vean el esfuerzo metodológico que implica y si no tiene experiencia en innovación educativa, elija aquellos métodos que pueda aplicar de forma puntual, en cualquier momento y en distintas situaciones.
Tomado de Innovación educativa con permiso de su autor
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ingrese su texto en esta ventana. Aparecerá publicado pasadas unas horas. Muchas gracias.