Escribe Lorenzo García Aretio
Ya me referí en 2012, en este blog, al Diálogo Didáctico Mediado. Sin comunicación, sin diálogo, no existe educación posible. ¿Se dialoga, existe comunicación suficiente en los sistemas a distancia digitales?, evidentemente sí, y con gran variedad de formatos. Nos vamos a referir a uno de los instrumentos más útiles y eficaces en el diálogo didáctico, vertical y horizontal, aunque sólo asíncrono, de estos sistemas educativos, los foros.
Como vengo haciendo desde que comenzó la pandemia, al principio de forma casi obsesiva, intento ofrecer algunas ideas, especialmente para aquellos colegas que cuentan con menor experiencia en estos modelos educativos, con la finalidad de poder ayudarles a intentar mejorar su práctica educativa en entornos digitales. En esta y en las dos próximas entradas, escribiré sobre los foros en entornos digitales.
Déjenme que, para arrancar, en esta primera entrada les proponga algo que escribí hace algunos años (García Aretio, 2014).
Como bien es sabido, los foros virtuales son herramientas de comunicación asíncrona en las que puede escribirse dentro de la correspondiente ventana o cuadro de diálogo que, al enviarlo, el texto puede ser leído por todos los miembros de esa comunidad que, a su vez, pueden responder a ese mensaje, conformándose diferentes hilos de conversaciones. El último de los mensajes de un hilo aparece al final y el primero al principio de la conversación. Generalmente los foros están regulados por normas de cortesía (netiquetas), y se espera que sus integrantes asuman una actitud colaborativa y coevaluativa, que les permita diferenciar y contrastar sus puntos de vista, de tal manera que puedan generar un proceso de construcción de conocimiento.
Desde la década de los años 90 del pasado siglo ya se configuraban los foros como instrumentos ideales para batir esos rasgos negativos de la soledad y falta de socialización de los estudiantes en entornos a distancia. Por tanto, una década antes de la irrupción de la Web 2.0, esta herramienta cumplía algunos de los predicamentos del posterior software social. Esta herramienta de foro virtual, junto a las listas de distribución basadas en el correo electrónico y a la mensajería instantánea o chat grupal, se postularon así como avanzadilla de lo que después aparecería con el fenómeno de la web social.
Desde la irrupción de las clásicas plataformas virtuales, el área destinada a foros se convierte en el ámbito ideal para el debate sobre contenidos, el intercambio de puntos de vista, la propuesta de fuentes fruto de búsquedas, la realimentación sobre lo planteado, la resolución de dudas, la expresión de sentimientos…, la evaluación. Y todo ello puede hacerse con el valor que supone la asincronía que permite tiempos para la reflexión, la lectura reposada y también la respuesta meditada, cuidada, y escrita al ritmo de cada cual, en un intercambio de aportaciones sobre un tema concreto.
Así, se desarrolla un ambiente de creación de conocimiento negociado y consensuado entre aquellos que intervienen en los debates sobre ese tema específico en el que se constata una participación más abierta e igualitaria que la que se produce en los entornos presenciales. Esto lleva a que cada estudiante aprenda más de lo que aprendería por sí solo, fruto de la interacción virtual con los demás integrantes del curso.
En todo caso, la dinamización de la participación en estos foros por parte de los docentes se hace imprescindible si se desea cubrir determinados objetivos de aprendizaje, es decir, estas tareas docentes deberán quedar previstas en el correspondiente diseño de la acción formativa, más allá de respetar la libertad de expresión de los alumnos y cierta informalidad en algunas de sus aportaciones, siempre que se considere el contexto educativo en el que se desarrolla la actividad (aula o campus virtual). El rol del moderador, asesor, tutor o docente en los foros es importante con el fin de: proponer temas de debate, mantenerlos vivos, propiciar la máxima participación, reconducir las desviaciones que pudieran producirse en algunos hilos y cerrar los debates aportando él mismo o algún estudiante o grupo las conclusiones pertinentes.
En todo caso, según niveles e índole de los cursos o asignaturas, los moderadores, animadores, tutores o docentes pueden admitir y sugerir que los propios estudiantes abran temas nuevos, aporten documentos y recursos para su análisis y comentarios, manifiesten dudas sobre los propios contenidos de la materia, etc. Téngase en cuenta que los foros electrónicos, se ubiquen integrados en la plataforma o fuera de ella, permiten diferentes opciones de gestión que sin duda facilitan las más diversas acciones formativas.
Por otra parte, parece aconsejable aprovechar las posibilidades interactivas de esta herramienta para ir más allá de las contribuciones exclusivamente relacionadas con los contenidos de estudio para acercarnos, incluso con anterioridad, al contenido más social relacionado con los sentimientos, emociones, dificultades y problemas personales, respeto mutuo, acogida, cercanía, configuración de las identidades, etc., propios de la que denominamos presencia social. Sin duda la atención a esta dimensión contribuye a la configuración de un ambiente colaborativo positivo que propiciará la ruptura de las iniciales barreras que los alumnos nuevos pueden construir ante lo desconocido.
Los estudiantes pueden enriquecer su nivel de información sobre un tema al poder acceder a muchas opiniones y fuentes. También pueden sentirse protagonistas cuando observan que sus opiniones y aportaciones sobre un determinado tema son valoradas o, al menos, leídas y quizás respondidas o contrastadas por algún miembro de la comunidad. De cada discusión, debate o hilo sobre un tema determinado deberían extraerse algunas conclusiones que ayudarían a la construcción colectiva del conocimiento. En realidad todos ellos son condimentos claros de los aprendizajes cooperativos y colaborativos.
Seguiré en otras dos entradas. Una sobre las ventajas y tipologías de foros y la otra sobre el desarrollo de habilidades y la moderación de los mismos.
Referencia. García Aretio, L. (2012). Bases, mediaciones y futuro de la educación a distancia en la sociedad digital. Síntesis.
Tomado de Contextos universitarios mediados con permiso de su autor
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