viernes, 19 de septiembre de 2014

Usamos o no usamos la PDI

Publicado por: Carlos Bravo Reyes

Uno de los medios de enseñanza que poca evolución tuvo durante varios siglos es la pizarra. Su cambio más notorio fue en el material de su superficie, desde las que tenían un telón pintado de negro, hasta las de cemento pulido o las de maderas pintadas de negro o verde. Sin embargo en la tres últimas décadas, vivimos el cambio de la pizarra acrílica, fácil de escribir y borrar, hasta las pizarras digitales interactivas.

Es necesario comprender que la PDI
es una valiosa herramienta que influye
en los métodos empleados en clases

Estas últimas se propagan como hongos en muchas instituciones, empleadas por profesores y estudiantes contribuyen a mejorar los resultados en el aprendizaje. Pero una cosa es lo teórico de la afirmación anterior y otra muy diferente la realidad sobre su empleo.

La Universidad Autónoma “Gabriel René Moreno” no queda al margen de este crecimiento, es casi seguro que todas las facultades tienen al menos una de estas pizarras y en varias de ellas, casi todas las aulas cuentan con una flamante pizarra digital interactiva al lado de la pizarra acrílica que contradictoriamente sigue siendo usada más que la primera.

Pero, ¿se emplean las PDI?

La semana anterior pedí a dos estudiantes que hicieran una observación de las aulas que tenían al menos encendido el proyector de la pizarra. Ellos de lunes a viernes en la sesión de la tarde y en el mismo horario, recorrieron de las aulas del primer piso de la facultad de Humanidades. El resultado no fue sorprendente, de un total de seis aulas observadas, solo dos veces en los cinco días hallaron el proyector de la pizarra encendido. Esto no significa que se esté empleando la pizarra, ya que no ingresaron a las aulas.

La anterior observación, aun cuando carece de valor estadístico, permite una sencilla valoración: el empleo de la PDI es escaso. A pesar de su alto potencial didáctico, de la mejora que significa en el trabajo del profesor, en la innovación de sus métodos de enseñanza y en los resultados en el aprendizaje del estudiante, es un medio que está en el aula y no se emplea.

Razones para no emplearlas existen muchas, pero prefiero proponer un plan para incrementar su uso.

Cómo incrementar el empleo de las PDI.

El primer punto es indudablemente la capacitación a los profesores, en especial en el empleo didáctico de la PDI. No debemos confundir la capacitación técnica que recibimos, donde a grandes rasgos aprendimos lo más elemental de su uso y que probablemente no recordamos.

El manejo didáctico de la PDI está relacionado con tres momentos de su uso. El primero de ellos donde el docente la utiliza para su exposición con poca diferencia respecto a la pizarra tradicional. Esta primera etapa tiene que ver con el nivel de familizarización en su empleo.

El segundo momento es la elaboración conjunta, donde los estudiantes escriben en la pizarra, analizan imágenes, comparten recursos, emplean los programas asociados en la computadora para generar diferentes situaciones de aprendizaje.

La tercera y última de las etapas la denomino saltando las paredes del aula, donde profesor y estudiantes se conectan a Internet, navegan en diferentes sitios y pueden conectarse con otros profesores con pizarras similares.

En este primer punto es necesario que el profesor pierda el miedo a trabajar en la pizarra, que comprenda que en un inicio siempre es difícil pero que el beneficio del trabajo se obtiene cuando se incorporan diferentes actividades que van más allá que la simple escritura.

El segundo punto de este plan consiste en elaborar objetos de aprendizaje que pueden ser empleados por más de un profesor, directamente desde la PDI. Un ejemplo es la utilización de HotPotatoes, programa con el que se pueden crear diferentes tipos de actividades, que incrementan el interés y la motivación del estudiante.

El tercer punto es crear entre todos, un banco de preguntas y respuestas sobre el uso tanto técnico como pedagógico de la PDI. Ese banco fácilmente realizado mediante un wiki u otra herramienta similar, puede incrementarse con las experiencias de los profesores empleando la PDI.

El cuarto punto es iniciar investigaciones sobre el empleo didáctico de la PDI en las diferentes carreras que componen nuestra Facultad. Hasta el presente solo un estudiante defendió su trabajo final de grado en esta área.

El quinto y último punto es disponer de una persona que pueda asesorar a los profesores en el manejo de la pizarra, que se encargue de su ajuste, limpieza del filtro de aire y en especial que promueva su uso entre todos.

Pero este tema aún no está agotado, en un próximo artículo comentaré sobre las ventajas de usar la PDI, así como los resultados de investigaciones sobre el uso de este medio.

Este post ha sido publicado originalmente en 366-días (solo 366 entradas). Autorizada por el autor su publicación en este Blog CUED. 

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