lunes, 30 de noviembre de 2020

Espiral de vida de una experiencia de innovación educativa docente

 Escribe Ángel Fidalgo

Cuando el profesorado decide aplicar innovación educativa en su asignatura lo hace siguiendo, aunque sea de forma totalmente inconsciente, un conjunto de etapas que le guían por el camino de la innovación. Una vez que realiza la innovación educativa docente, el profesorado adquiere una experiencia, independientemente del éxito e impacto de la misma.

Se podría decir que cada vez que el profesorado realiza una experiencia de innovación educativa docente aplica un ciclo. En cada ciclo incrementa su experiencia y el siguiente ciclo lo hará con menos esfuerzo y mejores resultados. A esto le llamamos espiral de vida y dura mientras el profesorado continúe innovando.

Ahora imagine que conseguimos capturar la experiencia del profesorado en cada ciclo, la organizamos y la divulgamos. En esta situación estaríamos transfiriendo la experiencia a todo el profesorado que esté innovando o lo vaya a hacer.

Para conseguirlo, una de las primeras actividades que organizamos fue una encuesta a 1800 personas donde se trató de obtener la experiencia en cada etapa del ciclo.

Planteamos tres etapas por ciclo: motivación, desarrollo e impacto. De cada una de esas etapas obtuvimos la siguiente información:

Motivación: causas que mueven al profesorado a la acción, a decidir que va a realizar el camino de la innovación educativa.

Desarrollo: Se trata de identificar los aspectos que han ayudado o dificultado la realización del camino de la innovación educativa.

  • Antes de comenzar a caminar. Información útil que le ha servido para comenzar a realizar la innovación educativa.
  • Durante el camino:
    • Barreras que le han dificultado el camino o supuesto un gran esfuerzo
    • Impulsores que le han ayudado a realizar la innovación.

      Impacto: 
      Lo que se ha conseguido cuando se llega a la meta. 
    • Identificar las características del camino recorrido. Características que debe tener una experiencia para considerarla innovación educativa. 
    • Identificar indicadores que pueden medir el éxito del proyecto (llegar entero a la meta). 
    • Aspectos (gubernamentales, institucionales o profesionales) que pueden ayudar a los caminantes a realizar el camino. Aspectos que pueden mejorar la innovación educativa docente

En este enlace tienen acceso a la encuesta donde podrá ver la experiencia de los caminantes y de los que pensaban hacer el camino.

Tomado de Innovación educativa con permiso de su autor

viernes, 27 de noviembre de 2020

Propuestas universitarias para la reconstrucción postpandemia

Escribe Santiago fernández Gubieda

Empezar por el final

Empezaré por el final: sugiero abrir una reflexión sobre la contribución de la Universidad a la reconstrucción de la sociedad en tiempos de pandemia. Propongo un debate abierto, sereno, interdisciplinar, sin presunciones ni críticas injustas, sobre qué papel podemos tener en el futuro de este nuevo mundo. Dicho lo importante, quisiera hacer algunas observaciones como pretexto de este post.

Por primera vez, asistimos al momento más dramático de una generación global. En pocos meses y en todo el planeta, 32 millones de personas han enfermado por coronavirus y un millón ha fallecido. La Covid-19 ha puesto en cuestión los sistemas sanitarios y económicos de medio mundo y ha dejado al descubierto las carencias educativas y cívicas de una sociedad con dificultades para la autodisciplina y la protección del bien común. Toca reconstruir la confianza de la ciudadanía en las instituciones (sistemas políticos, económicos, sanitarios, educativos y de comunicación…) y revisar quizá los paradigmas del orden actual.

Deberíamos reconstruir la confianza  y revisar los actuales paradigmas.

En este contexto, algunas voces, como la de Michael J. Sandel, han cuestionado el liderazgo de la Universidad, precisamente en un momento en el que han sido las personas sin título universitario las que han evitado el colapso económico en los momentos más oscuros del confinamiento. Pasada la urgencia inicial, cabe esperar ahora una actitud distinta entre los líderes universitarios ante la reconstrucción de una sociedad herida en lo más profundo de su conciencia: ¿cómo queremos ser recordados en este momento histórico?

La perspectiva de la reputación

Para recuperar la confianza, propongo un enfoque de reconstrucción basado en el marco conceptual de la reputación corporativa. Aplicado al ámbito universitario, podemos decir que la reputación de una universidad es el conjunto de percepciones suscitadas por el comportamiento universitario, en sus distintas audiencias, que motivan sus conductas de apoyo u oposición en un contexto determinado.

En síntesis: la reputación universitaria es la confianza que la sociedad le concede porque la reconoce a su servicio.

En esas percepciones influyen tres ámbitos:

  1. El comportamiento de la propia organización, con su identidad, su cultura y rendimiento universitario.
  2. Las relaciones que establece con sus grupos de interés (profesores, estudiantes, antiguos estudiantes, empresas e instituciones, etc.).
  3. El contexto, fluido y cambiante, que modifica esas relaciones y percepciones.

La reputación es un concepto interdisciplinar, complejo y rico en dimensiones; una realidad que se construye desde dentro de la organización y se manifiesta hacia fuera; en definitiva, un recurso intangible que se otorga a quien lo merece. Según el profesor Juan Manuel Mora, es difícil de cultivar y muy fácil de perder, su gestión es imprescindible, y más aún cuando amenazan crisis como esta.

Análisis de la situación actual desde este marco conceptual

Si analizamos la realidad universitaria bajo esta perspectiva, en el contexto de la Covid-19, podemos apuntar algunas observaciones que afectan a su organización, a su comunidad y al contexto en el que operan las instituciones:

  • Organización. La actividad docente e investigadora ha quedado afectada de una manera notable. El desafío se ha afrontado con esfuerzo pero con recursos y tecnologías insuficientes. Obligada por la urgencia, la Universidad ha adoptado una actitud introspectiva en un mirar hacia dentro en busca de soluciones para sortear el presente: docencias en remoto en un escenario de emergencia.
  • Stakeholders. La Universidad ha vivido un especial «momento de la verdad» con sus grupos de interés: profesores, personal de administración y servicios, estudiantes, antiguos estudiantes… Cabe preguntarse si se ha sabido atender a sus necesidades, si les ha valido lo que han recibido o si, por el contrario, han echado en falta algo o, simplemente, se han sentido abandonados a su suerte.
  • Contexto. El entorno interconectado se ha vuelto inseguro, impredecible y problemático. La pandemia pone en riesgo la internacionalización de la educación superior, la empleabilidad de sus egresados; y amenaza la actividad, por el impacto de la recesión económica, en la igualdad de oportunidades, el libre acceso a las aulas y la investigación.

Docencias en remoto, incertidumbre en cuanto a la satisfacción de las necesidades de la comunidad universitaria, entornos inseguros e impredecibles, ¿estábamos preparados? 

Cinco propuestas para el liderazgo universitario

La reputación como concepto multidimensional y el enfoque multistakeholder tienen consecuencias para el liderazgo y la gobernanza de las instituciones de educación superior. Con ánimo de abrir un debate, expongo cinco propuestas que pueden ayudar a la Universidad a afrontar la reconstrucción postpandemia.

  1. Organizaciones adaptativas. La Universidad es un ecosistema ubicado en un entorno que debe cuidar y en relación dinámica con otros organismos sociales con los que establece una relación de reciprocidad, nunca de dominación o desinterés (Barnett, 2011). Un entorno complejo, vulnerable y en transformación reclama una universidad sensible a la apertura y al aprendizaje, con estructuras y órganos de decisión flexibles y eficaces, y con la suficiente inteligencia social para entender las demandas del ecosistema.
  2. Relaciones con significado. La Universidad es una comunidad de relaciones en aprendizaje y, por tanto, los grupos de interés no son un medio sino un fin. Cultivar y mejorar una relación abre múltiples oportunidades: genera satisfacción y lealtad con los estudiantes, compromiso con los profesores y PAS, vinculación con los antiguos alumnos y legitimidad en la comunidad. Para que una relación genere confianza, debe haber escucha, integración, cambios y, por ende, innovación.
  3. Innovación desde la misión. Conocer y vivir la misión permite a la organización usar su propósito como una lente que ayuda a interpretar los cambios del entorno y conectar las aspiraciones de la universidad con las inquietudes del mundo (Hendrickson et al., 2012). Dirigir por stakeholders lleva a buscar soluciones innovadoras en docencia e investigación, con un buen andamiaje tecnológico, orientada al emprendimiento y al mercado laboral. Pero, sin olvidar su misión formadora de personas que se saben vulnerables, dependientes y solidarias, como nos descubre Paul Ashwin en su último libro Transforming University Education: A Manifesto.
  4. Transformación social.  Durante mucho tiempo, hemos hecho hincapié, hasta convertirlo en cliché, en que la universidad es motor de progreso económico y social. Tantos años de pragmatismo en la formación han podido hacernos descuidar lo que ahora echamos en falta: cultivar en los alumnos la inquietud intelectual, despertar el sentido del propósito, proteger la conciencia de comunidad y la preservación de lo común (Deresiewicz, 2014). Como nos sugiere Irene Vallejo, en su celebrado “El infinito en un junco”, solo cuando compartimos una conciencia común dejamos de ser extraños. Esto también es transformación social.
  5. Liderazgo creativo. La Universidad está llamada a recuperar su vigor intelectual y moral para alentar a la sociedad en tiempos de incertidumbre. Hacen falta voces, firmes y serenas, referencias de una institución que se sabe al frente de una comunidad por tradición y conocimiento. Un liderazgo inteligente, de servicio y creativo porque la creatividad es, recordando a José Antonio Marina, la capacidad de producir intencionadamente sorpresas eficaces (Marina, 1993).

La universidad es una comunidad de relaciones en aprendizaje que comparte una conciencia común. 

Reputation rise, levantando la reputación

El concepto dibujado en este post tiene poco que ver con el reputation race al que nos empujan los rankings (van Vught, 2008). En un juego de palabras, sugiero abandonar la carrera de la competición para aspirar al nuevo concepto de reputation rise de la Universidad, menos pendiente del resultado y más integrado en su misión transformadora de una sociedad en diálogo con sus stakeholders.

La Universidad necesita respaldo institucional, una estrategia clara, más recursos y no poca ambición.

Como dije al principio, el propósito de esta entrada es despertar la curiosidad y plantear el desafío. De cómo nos reinventemos y ayudemos a la ciudadanía en la tarea de reconstrucción, dependerá nuestro porvenir. Ojalá hilemos entre todos una conversación que devuelva a la Universidad el lugar que le corresponde.

Tomado del Blog de Studia XXI con permiso de sus editores


jueves, 26 de noviembre de 2020

La sobrecarga de información ayuda a difundir noticias falsas, y las redes sociales lo saben

 Escribe Julio Arevalo

Information Overload Helps Fake News Spread, and Social Media Knows It: Understanding how algorithm manipulators exploit our cognitive vulnerabilities empowers us to fight back
By: Filippo Menczer, Thomas Hills
Scientific American December 1, 2020|

Ver noticia

Una de las primeras consecuencias de la llamada economía de la atención es la pérdida de información de alta calidad. El equipo de OSoMe demostró este resultado con un conjunto de simulaciones simples.

Crear, producir y difundir “memes” a través de blogs, videos, tweets y otras unidades de información es barato y fácil de producir, hasta un punto tal, que el mercado de la información está inundado de estos productos. Ante la imposibilidad de procesar todo esta información dejamos que nuestros sesgos cognitivos decidan a qué debemos prestar atención. Estos atajos mentales influyen en la información que buscamos, comprendemos, recordamos y repetimos de manera perjudicial.

La necesidad de comprender estas vulnerabilidades cognitivas y cómo los algoritmos las usan o manipulan se ha vuelto una urgencia. En la Universidad de Warwick en Inglaterra y en el Observatorio de Redes Sociales de Bloomington de la Universidad de Indiana los equipos están utilizando experimentos cognitivos, simulaciones, minería de datos e inteligencia artificial para comprender las vulnerabilidades cognitivas de los usuarios de las redes sociales. Los conocimientos de los estudios psicológicos sobre la evolución de la información realizados en Warwick analizan los modelos informáticos desarrollados en Indiana y viceversa. También se están desarrollando ayudas analíticas y de aprendizaje automático para combatir la manipulación de las redes sociales. Algunas de estas herramientas ya están siendo utilizadas por periodistas, organizaciones de la sociedad civil e individuos para detectar agentes que implican noticias falsas.

Para empeorar las cosas, los motores de búsqueda y las plataformas de redes sociales brindan recomendaciones personalizadas basadas en la gran cantidad de datos que tienen sobre las preferencias pasadas de los usuarios. Ellos dan prioridad a la información en nuestros feeds con la que es más probable que estemos de acuerdo, sin importar cuán marginal sea, y nos protegen de la información que podría hacernos cambiar de opinión. Esto nos convierte en objetivos fáciles de la polarización.

Las redes sociales siguen una dinámica similar. Confundimos popularidad con calidad y terminamos copiando el comportamiento que observamos. Cuando estamos expuestos repetidamente a una idea, generalmente de muchas fuentes, es más probable adoptarla y compartirla. Este sesgo social se amplifica aún más por lo que los psicólogos llaman el efecto de “mera exposición”: cuando las personas se exponen repetidamente a los mismos estímulos, como ciertas caras, les gustan más esos estímulos que los que han encontrado con menos frecuencia.

Tales sesgos se traducen en un impulso irresistible de prestar atención a la información que se está volviendo viral. De hecho, los programadores que diseñan los algoritmos para clasificar los memes en las redes sociales asumen que la “sabiduría de las multitudes” identificará rápidamente los elementos de alta calidad; utilizan la popularidad como un sustituto de la calidad. 

La mayoría de nosotros no creemos seguir a la manada. Pero nuestro sesgo de confirmación nos lleva a seguir a otros que son como nosotros, una dinámica que a veces se conoce como homofilia, una tendencia de las personas de ideas afines a conectarse entre sí. Las redes sociales amplifican la homofilia al permitir a los usuarios alterar sus estructuras de redes sociales mediante el seguimiento, la eliminación de amigos, etc. El resultado es que las personas se segregan en comunidades grandes, densas y cada vez más mal informadas, comúnmente descritas como cámaras de eco.

De hecho, las cámaras de eco político en Twitter son tan extremas que las inclinaciones políticas de los usuarios individuales se pueden predecir con gran precisión : tienes las mismas opiniones que la mayoría de tus conexiones. 

La calidad de la información se ve aún más afectada por los robots sociales, que pueden explotar todas nuestras lagunas cognitivas. Los bots son fáciles de crear. Las plataformas de redes sociales proporcionan las llamadas interfaces de programación de aplicaciones que hacen que sea bastante trivial para un solo actor configurar y controlar miles de bots. Pero amplificar un mensaje, incluso con solo unos pocos votos a favor de los bots en plataformas de redes sociales como Reddit, puede tener un gran impacto en la popularidad posterior de una publicación.

Comprender nuestros sesgos cognitivos y cómo los algoritmos y bots los explotan nos permite protegernos mejor contra la manipulación. 

Tomado de Universo Abierto 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

¿Las revistas académicas deben preocuparse por la visibilidad web?

Escribe   Mari Vállez[i]   

Universitat de Barcelona

Primero de todo, ¿qué es la visibilidad web?. La visibilidad web, o posicionamiento web (SEO en sus siglas en inglés — Search Engine Optimization), son las técnicas y prácticas que ayudan a que un contenido de la web tenga más posibilidades de ser recuperado en las páginas de resultados de un buscador (SERPS), y así ser consultado por más usuarios.

Por tanto, la respuesta a la pregunta del título es un rotundo SÍ. Actualmente la visibilidad web es uno de los factores que deben “mimarse” durante la creación de contenidos. Aunque las revistas académicas son un entorno con unas características y reglas propias, el contenido es el elemento clave en ellas y por eso deben fomentar al máximo su visibilidad web. Dos de sus principales singularidades son: dirigirse a un tipo de público muy concreto, y contar con un contenido de calidad a la vez que muy específico. Estas características han servido como excusa para que muchas revistas no presten especial atención a la visibilidad web. Sin embargo, estas peculiaridades deben utilizarse como aliadas más que como coartada.

No obstante, hay que subrayar en favor de las revistas, que ya llevan años preocupándose por su visibilidad, pero casi de forma exclusiva por su indexación en las bases de datos. Éste es un aspecto imprescindible, pero no suficiente, porque cuando se habla de visibilidad web se ha de ir mucho más allá de esta cuestión.  Es importante que la revista cuente con una plataforma SEO friendly, ya que ello les aportará mucha más visibilidad.

Aquí, vamos a centrarnos en la visibilidad web de los artículos académicos. Es un matiz importante, ya que los autores y las autoras pasan a tener un rol activo. Las revistas deben ayudar a éstos a empoderarse en este cometido, a la vez que elaboran sus propias acciones de difusión. El éxito de un artículo acostumbra a medirse por la cantidad de citas recibidas, pero el paso previo es conseguir lectores. Indudablemente la calidad y notoriedad de la investigación presentada es la clave, pero tener buena visibilidad web puede ayudar mucho a conseguirlos. La publicación de artículos académicos ha crecido de forma exponencial en las últimas décadas (Figura 1). Ante la ingente cantidad de artículos publicados anualmente es vital preocuparse por obtener la máxima visibilidad posible.

Figura 1. Número de artículos publicados a nivel mundial en revistas científicas y técnicas.

Fuente: The Word Bank: Scientific and technical journal articles.

En este contexto, se exponen  a continuación diferentes acciones que pueden realizar los autores previamente a la publicación del artículo y a posteriori.

Los autores y las autoras durante la redacción del artículo deben de prestar especial atención a diferentes aspectos que pueden ayudar a su artículo a conseguir más visibilidad web:

  • Selección de la revista: la temática y el ámbito deben estar al máximo de consonancia con la investigación presentada.
  • Título del artículo: resulta un elemento clave ya que es la tarjeta de presentación. Es importante la selección de las palabras clave que lo forman, el formato en que se formula (pregunta, juego de palabras, llamada a la acción…), y su longitud. En este blog se ofrecen interesantes recomendaciones.
  • Optimizar el artículo en base al posicionamiento web; concretamente, en las keywords asignadas, el abstract, los títulos de las secciones, los títulos de las figuras y gráficos, y el uso de las negritas. En todos estos casos es imprescindible mantener la consistencia de los conceptos y fomentar su uso de forma natural en todas las posiciones indicadas (Figura 2).

Figura 2. Importancia del SEO en el artículo.

Fuente: Elsevier: Top tips: making your article visible with SEO

Una vez publicado el artículo, empieza una nueva fase: la de difusión. Realizar una buena campaña puede ayudar a conseguir lectores que es el paso previo para la obtención de citas. No obstante, hay que señalar que en muchos casos no existe una correlación directa entre ambos. La difusión puede realizarse de a través de diferentes vías que no son excluyentes entre sí:

Las diferentes acciones presentadas aquí pueden llegar a considerarse una tarea tediosa, aunque se tienen que considerar como la fase final de la publicación de un artículo, y no concebirse como un trabajo extra. Para los investigadores contar con una identidad digital potente les puede resultar muy útil, tanto para llegar a un mayor número de personas como para dar visibilidad a su carrera, por lo que es importante invertir tiempo y esfuerzos.

Por último, los editores también pueden llevar a cabo acciones para ayudar a incrementar la visibilidad web de los artículos que se publican en su revista. Deben apoyar a los autores y las autoras en sus tareas de difusión, haciéndose eco en las propias redes sociales de la revista. También les pueden ofrecer recomendaciones específicas de cómo pueden hacer difusión de los artículos en su ámbito temático.

En lo que respecta a la plataforma de la revista, debe permitir la suscripción para que los  lectores puedan estar al día cuando se publica un nuevo número o un artículo. También es importante que incorporen secciones que aglutinen el material divulgativo creado a partir del artículo, como pueden ser las infografías o los vídeos. Al igual que fomentar la incorporación de los datos de las investigaciones y que se puedan acceder desde la misma revista, aunque ella no sea la depositaria puesto que existen plataformas especializadas.

Para acabar este artículo, se lanza una provocación: por qué no realizar campañas de marketing por parte de las revistas. Las acciones de divulgación digital que se han ido citando ya se suponen, la propuesta es ir un paso más allá. Por ejemplo, crear una convocatoria para otorgar premios anuales para la investigación más relevante, el artículo con más citas y/o descargas, el revisor más destacado, etc. Realmente no es demasiado novedoso, algunas revistas ya lo realizan, es el caso de MPDI, editor de revistas científicas de acceso abierto con pago del autor. No es necesaria una recompensa económica, un reconocimiento académico puede tener un gran valor. Obviamente, las estrategias que se apliquen en este sentido deben ir en total relación con los objetivos, el público y el modelo de financiación de la revista.

Cómo citar esta entrada:

Vállez, M. (2020). ¿Las revistas académicas deben preocuparse por la visibilidad web?. Aula Magna 2.0. [Blog]. Recuperado de: https://cuedespyd.hypotheses.org/8620

Tomado de Aula Magna 2.0 con permiso de sus editores

martes, 24 de noviembre de 2020

50 preguntas para desburocratizar la relación educación y tecnología

 Escribe Cristóbal Guerrero

La sentencia de Paulo Freire es estimulante: "Cuando una pregunta pierde la capacidad de asombrar, se burocratiza". Aplicar este juicio al terreno de la educación y tecnología, lugar común que Pablo Rivera, Martin Rebour y yo compartíamos desde hace tiempo, fue la inspiración. Lo siguiente fue tender puentes entre el actual desarrollo y las posibilidades.

Producto de ese intento de desburocratización de las preguntas es el artículo que, con motivo del 25.ª aniversario de la asociación EDUTEC, acaba de publicar en Edutec-e, Revista Electrónica de Tecnología Educativa en el Núm. 73 (2020): NÚMERO ESPECIAL: Mirando al futuro de la Tecnología Educativa, Septiembre 2020.

Ha sido una estupenda experiencia de redescubrimiento de la mano de otros elaborar este trabajo, un proceso de codiseño (descubrimiento, ideación y prototipado) entre los tres.

El “objetivo fue explorar de forma interrogativa la relación entre educación y tecnología digital buscando caracterizar una serie de preguntas que exijan nuevas rutas de reflexión, trabajo e investigación más allá de la pregunta por el artefacto en el ámbito de la educación formal. Ya que se trata de caracterizar preguntas, su pretensión no es cerrar el foco analítico, sino buscar un punto de partida. La idea es aportar elementos de reflexión que permitan identificar futuros itinerarios, tensiones, paradojas, dilemas, problemas de investigación, etc.”. Ojalá se haya logrado.

Del artículo, que podéis acceder y descargar de forma libre, aquí se extraen solo las preguntas en los 5 ámbitos: epistemológico, finalidad, contenidos, didáctica y evaluación donde nos centramos, aunque hay muchas más preguntas y ámbitos temáticos por explorar que se han quedado en el tintero.

La referencia al trabajo es:

Suárez-Guerrero, C., Rivera-Vargas, P., & Rebour, M. (2020). Preguntas educativas para la tecnología digital como respuestaEdutec. Revista Electrónica De Tecnología Educativa, (73), 7-22. https://doi.org/10.21556/edutec.2020.73.1733

Pero, aunque nos hayamos centrado en interrogantes, mantuvimos un supuesto: “una hipótesis, si cabe en un trabajo de esta naturaleza, es que las preguntas que aquí se generen permitirían cruzar el límite del reduccionismo de pensar la tecnología digital como artefacto inocuo, descontextualizado, neutral o simplemente eficaz”.

Con esta precisión y sabiendo que hay más detalles en el artículo, he aquí las 50 preguntas de este “mapa de preguntas edtech”:

Epistemológico

¿Es lo mismo hablar de educación y TIC, tecnología educativa y pedagogía digital?

¿Son suficientes los métodos de investigación educativa actuales para aprehender la complejidad del tejido socioeducativo en red?

¿Existen pedagogías digitales emergentes o solo nuevos conceptos tecnológicos en educación?

¿Existe consumo tecnológico en educación o apropiación pedagógica de la tecnología?

¿Es el e-learning la evolución digital de la tecnología educativa?

¿Cuál es el papel de la tecnología digital en la representación actual del conocimiento y la verdad?

¿Existen tecnologías hegemónicas en tanto constructoras de modos hegemónicos de comprender el mundo?

¿Cómo se instrumentaliza la mente con la tecnología digital?

¿Qué problemas educativos resuelve la tecnología digital, y qué otros problemas añaden? y ¿cuáles amplifica?

¿Es lo mismo hablar de tecnología educativa que de educación tecnológica?

Finalidad educativa

¿Por qué y para qué educar con tecnología?

¿Hay que buscar una finalidad educativa en las tecnologías digitales?

¿Cómo pensar sociedad desescolarizada en tiempos de conectividad y pandemia?

¿Transformar la educación desde la tecnología o trasformar la tecnología desde la necesidad educativa?

¿Cabe pensar la relación tecnología digital y educación como una alianza que genere equidad? 

¿La finalidad del desarrollo tecnológico en educación es generar una necesidad de consumo o de aprendizaje?

¿La motivación es un fin en sí mismo en la integración de tecnologías en la educación?

¿Es la eficacia de la enseñanza la finalidad del uso educativo de la tecnología?

¿Cuáles con los mecanismos de estandarización que impone la generación de la tecnología en la educación?

¿Es posible mejorar los aprendizajes a través del uso de tecnologías digitales?

¿Es imprescindible hoy en día educar con tecnologías digitales?

Contenido

¿Por qué “aprender con tecnología” es un contenido de aprendizaje en la sociedad actual?

¿Son los lenguajes de programación o el pensamiento computacional los nuevos lenguajes y formas de pensar los nuevos contenidos de aprendizaje?

Además de dar soporte a la información, ¿cuál es el mensaje de la tecnología?

¿Quién domina la generación y divulgación de los mensajes de la tecnología?

¿De qué manera operan las tecnologías en la jerarquización de los contenidos STEAM?

Además de los recursos educativos abiertos, ¿qué otras variables son necesarias considerar para hablar de una educación abierta?

¿Cuál es el cambio cultural que impone el uso de recursos educativos abiertos en la educación formal?

¿Cuál es el contrato que promueve el uso de contenidos digitales dentro y fuera la educación formal?

En un mundo mediado ¿somos realmente curadores de contenidos o vivimos en cámaras de eco? ¿Conocemos o confirmamos?

¿Es posible crear contenido educativo con las tecnologías digitales?

Didáctica

¿Es suficiente la producción y construcción actual del campo pedagógico para la construcción de una didáctica de la enseñanza mediada con tecnologías? Si no basta, ¿a qué otras disciplinas se deben recurrir para pensar en un desarrollo inédito de la didáctica con tecnología?

¿Qué diferencias didácticas generar enseñar en red, como red y para la red?

¿Cómo configura y qué peso tiene los algoritmos en la construcción de nociones de enseñanza y aprendizaje?

Educar orientado por un algoritmo ¿permite aprender algo nuevo o reforzar lo que ya se tiene?

¿De qué forma la heterogeneidad de soportes y soluciones tecnológicas dificulta el trabajo educativo? ¿Más es menos?

¿La didáctica orienta la tecnología digital o es la tecnología digital la que direcciona la didáctica?

¿Transformar la interacción didáctica desde la tecnología o transformar la tecnología desde la colaboración en el aprendizaje?

¿Cómo aprovechar la heterogeneidad de las culturas en red en el aprendizaje?

¿Cuándo y cómo la cooperación en red gozará del mismo prestigio educativo que la docencia?

¿Qué se pierde cuando alguien aprende virtualmente, en todo momento y desde cualquier punto de la red?

Evaluación

¿En el contexto de la educación formal, se debe evaluar en entornos virtuales?

¿Cómo evitar el escaneo analógico en la evaluación digital?

¿En cuanto al feedback docente, es posible reemplazar el acto presencial de la retroalimentación, por uno netamente virtual?

¿Qué posibilidades y límites existen las analíticas en la evaluación del aprendizaje, en la evaluación docente y la evaluación de la gestión educativa?

¿Es posible evaluar en contextos virtuales en todos los ámbitos y disciplinas?

¿Cómo garantizar la seguridad de las estrategias de evaluación, sin que corran el riesgo de ser vulneradas?

¿La dataficación en el aprendizaje es la nueva versión mejorada de la “evaluación como medición”?

¿la tecnología hace más eficaz la noción tradicional de la evaluación del aprendizaje o está creando un nuevo enfoque?

¿Cuáles son los márgenes éticos en lo toma de decisiones evaluativas apoyadas por tecnología como el Big Data?

Cuando un algoritmo educativo aporta datos para tomar decisiones, ¿qué tipos de sesgos está automatizando?

“La pedagogía no es solo una disciplina que busca dar respuestas, también tiene una fuerte vocación por plantear interrogantes. La idea con este trabajo fue recuperar esa vocación pedagógica por entender y atender la tecnología digital desde una visión más amplia, compleja y critica sobre el desarrollo del ser humano. El producto, cincuenta preguntas que para caracterizar la relación educación y tecnología digital”.

La imagen es CC David Docuin.

Tomado de Educación y Virtualidad con permiso del autor