viernes, 2 de marzo de 2018

La membrana impermeable de la educación

Escribe Angel Fidalgo


Podríamos imaginar el contexto educativo como una cebolla que tiene tres capas.
  • El corazón de la cebolla es donde se produce el proceso de aprendizaje y los tres principales actores son el profesorado, el alumnado y el tipo de interacción que se produce entre ellos. En esta capa conviven procesos de aprendizaje clásicos: profesorado que obsequia a su alumnado con el maná de su sabiduría (ya es cosa suya si lo aprovechan o no) y procesos de aprendizaje innovadores (profesorado y alumnado que construyen y utilizan el maná).
  • La capa intermedia es donde se realiza la gestión administrativa y académica oficial; se encarga de que se cumpla lo planificado, al mismo tiempo que organiza y gestiona al profesorado y alumnado. Además, organiza y gestiona recursos (sobre todo económicos) y vela por que la capa corazón esté sana, sanísima.
  • La capa externa es la política. Es la capa que marca las leyes, la estrategia. Es dinámica, cambiante, voluble y a veces (muchas) no suele estar en contacto con la capa corazón. Tiene unos procesos propios (que muchas veces no se entienden desde las otras capas).
Los actores de cada capa pueden “hablar” y “hacer”. Cuando se trata de “hablar” siempre hay acuerdo entre todas las capas. Hay coincidencia en que la “razón de ser” de la cebolla entera es el aprendizaje; y más concretamente, el maná. Se desea que el alumnado lo aproveche, ya que de ese aprovechamiento depende el futuro de todo el país (el huerto entero).
Sin embargo, cuando se trata de “hacer” ocurre algo curioso. Las capas se vuelven casi independientes y, por mucho que se haga, parece que hay una membrana que las separa (la que envuelve el corazón de la cebolla es totalmente impermeable).
En la capa corazón ocurren procesos innovadores y, sin embargo, por muchas mejoras que consigan en el aprendizaje, estas no suelen pasar de la capa corazón y, además, solo afectan a otros procesos de aprendizaje innovadores. Por consiguiente, lo que ocurre en el corazón se queda en el corazón y además no llega a todos los rincones del mismo.
En la capa política se definen las estrategias para la mejora del contexto educativo, y habitualmente hay muchas estrategias, incluso cada partido político tiene su propia estrategia. Parece que el hecho más importante en esta capa es que haya un acuerdo (o un pacto) y que se comunique a todo el huerto. A la capa corazón no le suele afectar ninguna estrategia, ya que en lo más profundo del corazón se encuentran los siguientes elementos: aula, profesor/a, grupo de alumnos y sin ningún recurso. Por tanto, la mejora siempre dependerá de la voluntad del profesorado (y del alumnado).
De la capa intermedia se espera que conozca y cumpla las normas impuestas por la capa política y, al menos, que permita actuar al profesorado de “buena voluntad”, aunque esto no siempre ocurre.
Creo que casi nadie en el huerto se da cuenta de que si la capa corazón enferma, toda la cebolla perecerá. Si la capa corazón se conserva sana, la cebolla podrá aguantar aunque enfermen las capas más externas.
Si queremos tener una cebolla muy sana, hay que conseguir que no haya capas impermeables. Y para empezar tenemos que conseguir que la membrana que envuelve a la capa corazón sea semipermeable, de tal forma que las mejoras que se hacen en el corazón puedan pasar a las capas intermedia y externa, sobre todo a esta  última.
Tomado de Innovación educativa con permiso de su autor

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