Por Lorenzo García Aretio
Todas las entradas de la serie “80 años. Compendio EaD”, VER AQUÍ
Como venimos reiterando, asegurar la calidad en educación a distancia (EaD) no consiste en coleccionar documentos ni en superar auditorías aisladas. La calidad se hace visible cuando el sistema académico e institucional diseña bien, acompaña mejor y aprende de sus propias evidencias. Para ello conviene articular tres piezas que se refuerzan mutuamente.
- En primer lugar, estándares y directrices reconocidos que ofrezcan un lenguaje común y eviten el subjetivismo (por ejemplo, los Estándares y Directrices para el Aseguramiento de la Calidad del Espacio Europeo de Educación Superior —Standards and Guidelines for Quality Assurance in the European Higher Education Area, ESG—).
- En segundo lugar, procedimientos internos y externos que lean la especificidad digital dentro de los procesos ordinarios, sin segregar la EaD a un carril paralelo, tales como:
- accesibilidad y diseño universal, integridad y evaluación auténtica,
- usabilidad e interoperabilidad, apoyos al estudiantado y al profesorado, y
- gobernanza de datos con finalidad pedagógica.
- En tercer lugar, ciclos de mejora continua (Planificar, Hacer, Estudiar, Actuar –Plan–Do–Study–Act, PDSA-) alimentados por evidencias pertinentes y proporcionadas, que permitan cerrar el bucle con cambios observables en la docencia, los recursos y la experiencia del estudiantado.
El marco europeo es explícito, los ESG (2015) sitúan la calidad como responsabilidad compartida entre instituciones y agencias y subrayan su aplicabilidad a diversas modalidades, también digitales. A su vez, la Asociación Europea para el Aseguramiento de la Calidad en la Educación Superior (ENQA) recomienda considerar las características de la EaD dentro de los procedimientos regulares, haciéndolas visibles en criterios, evidencias y peritajes, en lugar de derivarlas a anexos excepcionales (ENQA, 2018).
En el ámbito iberoamericano, el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Calidad en Educación Superior a Distancia (CALED) ha consolidado un acervo de guías, formación y acompañamiento para fortalecer la gestión de la calidad en EaD, brindando asesoría principalmente en el proceso de autoevaluación de los programas que lo requieran; y el Sello Kalos Virtual Iberoamérica, impulsado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Red Iberoamericana para la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior (RIACES), con apoyo de la Asociación Iberoamericana de Educación Superior a Distancia (AIESAD), ofrece un esquema de certificación de programas virtuales que armoniza criterios y reconoce públicamente la calidad alcanzada (AIESAD, 2021; OEI, 2025; CALED, s. f.).
El propósito no es duplicar estándares, sino converger en principios y prácticas que permitan a las universidades ganar credibilidad, aprender más deprisa y rendir cuentas con evidencias comprensibles para cada parte interesada.
MARCO Y PRINCIPIOS
Asegurar sin aislar
De acuerdo con los ESG (2015), los procedimientos de calidad interna (política, diseño y aprobación de programas, docencia, evaluación, información y transparencia) y de calidad externa (evaluaciones y acreditaciones por agencias) deben adaptarse a la internacionalización, el aprendizaje digital y las nuevas formas de impartición. ENQA (2018) explicita que la evaluación externa incorpore peritaje en docencia en línea, accesibilidad, apoyos y lectura de datos integrados, pero dentro de los procesos ordinarios.
Mejorar con evidencias
La evidencia comparada (EUA/OCDE) converge en ocho principios recurrentes para una calidad digital creíble (EUA, 2021; EUA, 2023; Ifenthaler et al., 2022):
- Integración de la EaD en el sistema interno de calidad, no en carril aparte;
- Participación estudiantil significativa, en diseño, seguimiento y evaluación;
- Accesibilidad efectiva y diseño universal del aprendizaje;
- Apoyo y desarrollo docente, concretado en formación pedagógica y digital, comunidades de práctica y reconocimiento;
- Evaluación auténtica e integridad académica adecuadas al entorno digital;
- Gobernanza de datos y analítica con finalidad pedagógica y proporcionalidad;
- Calidad de la experiencia y de las plataformas, usabilidad, estabilidad, interoperabilidad y soporte;
- Ciclos de mejora con seguimiento del efecto, para cerrar el bucle.
Puente iberoamericano
CALED y el Sello Kalos Virtual Iberoamérica trasladan estos principios a la realidad de la región, ofreciendo asesoramiento, criterios, instrumentos y certificación para programas virtuales, con impactos reportados en universidades y estudiantes de varios países (CALED, s. f.; AIESAD, 2021; OEI, 2025).
ASEGURAMIENTO INTERNO EN EaD
Política y sistema interno de calidad
Una política de calidad única (no duplicada por modalidad) que explicite cómo se aplica a la EaD evita fricciones y ambigüedades. Debe recoger:
- responsabilidades (quién decide, quién coordina),
- foros de diálogo (comisiones académico-técnicas con representación estudiantil),
- procedimientos de revisión por pares a nivel de curso y programa, y
- un calendario de mejora (qué se revisa, cuándo, con qué indicadores y evidencias).
El valor de esa política se mide por su capacidad de movilizar cambios observables, no por la extensión del documento (ESG, 2015; EUA, 2021).
Diseño pedagógico, accesibilidad y experiencia del estudiante
En el nivel micro (curso/recurso), el alineamiento constructivo vertebra la calidad, es decir, previsión de resultados de aprendizaje claros y medibles orientan actividades coherentes y evaluaciones que evidencian la consecución de lo declarado. En EaD, este alineamiento se traduce en claridad de orientaciones (“qué haré ahora y cómo sabré que lo hago bien”), criterios visibles en el punto de acción (rúbricas con descriptores), retroalimentación oportuna y significativa, y tareas auténticas con sentido para la disciplina y el contexto profesional.
La accesibilidad, conforme a las Pautas de Accesibilidad para el Contenido Web 2.2 (Web Content Accessibility Guidelines 2.2, WCAG 2.2) y el Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA/UDL), ha de comprobarse en tareas críticas (inicio, navegación, entrega, revisión de retroalimentación), no solo declararse. La experiencia de usuario (User Experience, UX) exige rutas claras, estados visibles, mensajes de error útiles y consistencia en etiquetas y plantillas; conviene combinar inspección heurística con pruebas con usuarios (estudiantes resolviendo tareas frecuentes) para detectar fricciones invisibles a ojos expertos. La gobernanza de datos debe garantizar propósito pedagógico, transparencia y protección de la privacidad (EUA, 2021; W3C/WAI, 2024; CAST, 2024; Ifenthaler et al., 2022).
Evidencias accionables y proporcionalidad
La calidad interna mejora cuando las evidencias informan decisiones. Por eso conviene evitar la inflación de indicadores, mejor un panel breve que los equipos puedan mejorar de forma realista, es más útil que decenas de mediciones sin destino. La proporcionalidad obliga a recoger lo necesario y a gobernar los datos con finalidad pedagógica, transparencia y respeto a la privacidad (Ifenthaler et al., 2022; EUA, 2023).
Cerrar el bucle: del informe al cambio
Cada revisión ha de concluir con acciones de mejora (qué cambiar, quién lo hace, cuándo) y con un seguimiento del efecto de esos cambios. Si las mejoras funcionan, se estandarizan y escalan; si no, se reformulan las hipótesis y se vuelve a iterar. La documentación mínima útil (bitácoras de cambio: problema, acción, evidencia, resultado, aprendizaje) convierte el aseguramiento en aprendizaje organizativo y permite rendir cuentas de forma comprensible (EUA, 2023).
ASEGURAMIENTO EXTERNO: ESTÁNDARES Y AUDITORÍAS
Estándares y lectura digital en procedimientos ordinarios
Las agencias de calidad deben leer la especificidad digital dentro de sus procedimientos habituales de evaluación, sin derivar la EaD a circuitos excepcionales. Eso implica:
- peritaje en docencia y evaluación en línea,
- accesibilidad y diseño universal,
- integridad académica en entornos digitales,
- usabilidad e interoperabilidad de plataformas, y
- gobernanza de datos.
No se trata de crear anexos eternos, sino de hacer visible lo que ya está contemplado por los ESG en materia de diseño, impartición, apoyo y aseguramiento (ESG, 2015; ENQA, 2018).
Auditorías presenciales o virtuales
Para evitar auditorías formales que no alcanzan la experiencia, conviene preparar itinerarios de evidencias que permitan “ver” la mediación digital allí donde sucede, en aulas y foros reales (con anonimización responsable):
- tareas con criterios visibles,
- muestras de retroalimentación oportunamente entregada,
- informes de pruebas con usuarios (qué tareas, qué fricciones, qué cambios),
- verificaciones de accesibilidad (con herramientas y revisión humana), y
- ciclos PDSA
Cuando se facilita este recorrido, los equipos externos pueden contrastar estándares con práctica y proponer mejoras pertinentes (ENQA, 2018)
Armonización iberoamericana: CALED y Kalos Virtual Iberoamérica
La región de Iberoamérca cuenta con instrumentos valiosos. CALED ha desplegado guías, formación y consultorías para fortalecer la gestión de la calidad en EaD (CALED, s. f.). El Sello Kalos Virtual Iberoamérica, impulsado por OEI y RIACES con apoyo de AIESAD, propone un esquema de certificación para programas virtuales; su implantación ha supuesto ordenar rutas de evidencia, alinear criterios y profesionalizar equipos en universidades de varios países (AIESAD, 2021; OEI, 2025). Más allá del reconocimiento, estos procesos facilitan la conversación con agencias nacionales y redes regionales, y permiten la convergencia con marcos internacionales.
