miércoles, 29 de marzo de 2017

¿Dime qué citas y te diré quién eres?

 
Por Santiago Yubero(*)
y Sandra Sánchez (**)

(*) Catedrático E.U. de Psicología Social, UCLM.
Director de Ocnos: Revista de estudios sobre lectura
 (**) Directora Técnica de la Biblioteca General del Campus de Cuenca, UCLM. 
Coordinadora editorial de Ocnos
En el último Congreso Nacional de Didáctica de la Lengua y la Literatura, celebrado en 2016, durante una mesa redonda en la que exponían los directores y editores de revistas especializadas vinculadas con este campo, la directora de una de ellas comentó: “Nuestra revista no está indexada porque responde a necesidades reales de los profesionales que se dedican a esto”. Nadie comentó nada al respecto y sorprende la falta de comentarios sobre la implicación real que este tipo de ideas pueden llegar a tener para el desarrollo futuro de este área. 
Todo ello, desde luego, sin cuestionar el nivel de los profesionales que se dedican a la Didáctica de la Lengua y la Literatura, ni tampoco de las excelentes investigaciones que llevan a cabo muchos de ellos. Lo que, realmente, se plantea es la visión que muchos especialistas de estos ámbitos tienen del papel que cumplen las publicaciones científicas. Para muchos de ellos, el contenido de las publicaciones científicas no se atiene a la realidad; ni aporta mucho, en la mayoría de los casos, para la mejora de la práctica. Es difícil creer que este tipo de reflexiones se atengan objetivamente a la realidad, pero podemos atrevernos a decir que se trata de una opinión bastante difundida entre los profesionales de determinadas áreas. 
Sin embargo, estos investigadores, aún pensando así, están obligados a pasar procesos de evaluación de su competencia profesional y tienen dificultades para superar las evaluaciones que se les exigen. Además, este tipo de pensamiento provoca no pocas contradicciones, siendo una de ellas, por ejemplo, la que les hace dudar sobre si es mejor a nivel curricular publicar libros o artículos, y lo que es más importante, muchas veces no saben en qué publicaciones hacerlo y, lo que es más relevante, desconocen los parámetros que deben tener en cuenta para publicar sus trabajos en revistas científicas.
En este punto las cosas no están claras y persisten dos formas de pensar un tanto antagónicas. Los que abogan por seguir con las prácticas de investigación más comunes en la actualidad y que sean estas áreas las que reclamen sistemas de evaluación más adaptados a su realidad, modificando los indicadores de impacto, los sistemas de clasificación de las revistas especializadas y se fortalezca la valoración de las monografías (Rodríguez-Yunta, 2017); mientras la otra línea habla de superar la controversia de la mano de cambios que mejoren algunos de los hábitos de trabajo de los investigadores (Aguillo, 2016). Entre ellos, la necesidad de citar más y mejor, incluyendo referencias bibliográficas actualizadas y que ofrezcan una perspectiva internacional de tema trabajado; o la idea de dejar de publicar de forma tradicional en papel y aprovechar la edición electrónica, a partir del apoyo incondicional al acceso abierto, para que sus publicaciones puedan tener más difusión; además de difundir los trabajos de mayor calidad en revistas científicas con revisión de pares.
Sin duda, ambas orientaciones tienen elementos de peso a los que hay que mostrar atención, para resolver el dilema y la controversia planteada. Nosotros pensamos que algunos estándares sobre los indicadores de impacto utilizados no se ajustan a las características de determinadas áreas, pero también creemos que el cambio de algunos hábitos de trabajo de los investigadores de estos ámbitos del conocimiento debe realizarse lo antes posible. Y, en este sentido, hacemos hincapié en lo relacionado con citar más y mejor, difundir sus publicaciones por acceso abierto y conocer los parámetros que se han de tener en cuenta a la hora de intentar publicar sus artículos en revistas científicas. De ello, depende no solo superar sus propias evaluaciones, sino también difundir más y mejor el conocimiento, así como reforzar las propias publicaciones del área para que puedan alcanzar estándares de mayor prestigio. Nosotros, como editores de una revista científica especializada en lectura, hemos querido ratificar estas reflexiones haciendo un estudio sobre las características de los artículos que nos llegan a nuestra publicación, en relación con la cantidad y calidad de sus citas. A partir de un sencillo análisis de los trabajos citados en la revista.
Ocnos: Revista de estudios sobre lectura comenzó a publicarse en 2005 con periodicidad anual y en papel. A partir de 2012, apostando por el acceso abierto como estrategia para mejorar el acceso y la visibilidad de la revista, comienza a publicarse en formato electrónico y su acceso es gratuito a través de la plataforma OJS. Desde 2013 se publican dos números al año, habiéndose publicado hasta el momento 16 números. En todo este tiempo se han publicado más de un centenar de artículos sobre lectura y escritura, desde diversos enfoques (sociales, literarios, psicológicos, antropológicos e históricos) y, sobre todo, vinculados a los procesos educativos.
Reconocida con el sello de calidad de la FECYT, actualmente la revista Ocnos está indexada en las principales bases de datos, tanto nacionales como internacionales, destacando, su inclusión recientemente en la WoS (Web of Science), a través del controvertido ESCI (Emerging Sources Citation Index). Su presencia en repertorios como LatindexERIH PLUS o Redalyc y bases de datos como la ya mencionada Wos oScopus, y Academic Search, no solo favorece la visibilidad y difusión de los trabajos sino que, en cierta medida, esto avala la calidad científica de esta revista al haber sido sometida a los criterios de evaluación exigidos en cada uno de ellos.
Elaborar un plan de inclusión de la revista en los principales directorios, recolectores y bases de datos es relativamente sencillo y facilita la difusión y visibilidad de la revista; pero, en ocasiones, aparecen ciertas limitaciones que dificultan un aumento real de su impacto no solo entre la comunidad científica sino también y muy especialmente en determinados índices centrados en la medición de las citas. Es evidente que los indicadores de impacto de las revistas no son comparables entre los campos científicos, debido a diferencias sistemáticas en el hábito de publicación y de citación de sus autores. Además, la distribución de citas varía según los campos científicos y, en algunos casos, dentro de las especialidades de los campos (Dorta-González y Dorta-González, 2013), aspecto que resulta muy evidente para una revista como Ocnos, con un enfoque claramente multidisciplinar.
Las diferencias entre los campos se deben, principalmente, a la proporción de referencias a revistas JCR, frente a otras como libros, revistas no incluidas en el JCR, etc. (Althouse y otros, 2009). Como venimos observando en nuestra experiencia como editores de Ocnos, un alto porcentaje de los trabajos citados se dirigen a monografías, a revistas académicas no indexadas en las principales bases de datos e, incluso, a revistas de divulgación, considerándose citas perdidas de cara a mejorar el impacto de la revista (Rodríguez-Yunta, 2017). Si bien es cierto que estas prácticas han ido evolucionando a lo largo de estos años, observándose una cierta tendencia creciente hacia la citación de revistas de impacto, aunque no de forma generalizada, ni en todas las áreas por igual.
Como ya se ha comentado, con el fin de ratificar lo anteriormente descrito, hemos analizado los trabajos enviados a la revista Ocnos durante el año 2016, teniendo en cuenta su carácter multidisciplinar, para comprobar cuáles son los hábitos de citación de nuestros autores. Para realizar este análisis hemos tenido en cuenta que en la actualidad Ocnos tiene un índice de rechazo de casi el 70% de los artículos recibidos, por lo que estos artículos rechazados también se han tenido en cuenta. Como corpus de análisis se ha manejado una muestra de análisis de 10 artículos publicados en los números de mayo y noviembre, y otros 10 artículos rechazados en este mismo periodo. Como observamos en la siguiente tabla existe una diferenciación clara entre los hábitos de citación de los autores de los trabajos publicados y los rechazados, siendo significativo cómo los trabajos rechazados tienen una revisión bibliográfica insuficiente y, en muchas, ocasiones sesgada y localista en referencia al tema de estudio. Así, se puede comprobar que frente a una media de 50,4 artículos citados en los trabajos publicados, los rechazados manejan una bibliografía de 22.8 artículos de media.
MANUSCRITOMEDIA REF.%MONOGRAFÍAS%ACTAS DE CONGRESOSREVISTAS IMPACTOREVISTAS CIENTÍFICASREVISTAS DIVULGACIÓNDOCUMENTOS WEB
Rechazados22,843,85%1,75%10,40%15,35%12,28%15,35%
Aceptados50,430,35%1,98%54,56%9,12%03,90%
Tipos de publicaciones citadas y referenciadas en los artículos evaluados
En cuanto a la tipología de documentos citados, observamos que en líneas generales las monografías ocupan un porcentaje muy elevado del total de textos citados, siendo el 30,35% en los artículos publicados y llegando al 43,85% en los rechazados. Lo que viene a confirmar cómo todavía en el ámbito de las humanidades y en determinados sectores de la educación, el libro es el recurso más utilizado como medio de difusión del conocimiento. En cuanto a las revistas citadas, las hemos clasificado teniendo en cuenta la Clasificación Integrada de Revistas Científicas, CIRC, señalando como: revistas de impacto a las que están incluidas en los índices internaciones JCR y SJR (Excelencia A+ y grupo A); revistas científicas a aquellas que poseen calidad científica pero de segundo orden y con reducido impacto (Grupos B y C) y revistas de divulgación, a todas aquellas que no están no incluidas en las categorías anteriores (Grupo D). Según esta clasificación, observamos cómo los artículos publicados centran el análisis del estudio de la cuestión en artículos de revistas de impacto (54,56%), y en menor medida en revistas científicas de segundo orden (9.12%); mientras que los artículos rechazados parten de la revisión bibliográfica en revistas científicas de segundo orden (15,35%), revistas de divulgación (12,28%) y revistas de impacto (10,40%); siendo significativo también el elevado número de documentación web que aparece citada en estos últimos.
A la vista de los datos, se puede afirmar que los hábitos de citación de muchos de estos trabajos no concuerdan con el objetivo y alcance de una revista como Ocnos. Una publicación que, aunque con un marcado enfoque humanista y educativo, ha hecho un gran esfuerzo por introducirse y mantenerse en las principales bases de datos y repertorios internacionales. Teniendo en cuenta que el número de citas recibidas es uno de los criterios principales para entrar y afianzarse en repertorios como JCR y Scopus, creemos que es fundamental que los autores sean conscientes de la importancia que tienen las referencias citadas en los trabajos y que estas afectan, significativamente, al factor de impacto de la revista (Dorta-González y Dorta-González, 2013).
Para concluir, y a modo de recomendación para los investigadores, creemos que es imprescindible que seamos conscientes que nuestros hábitos de citación determinan en gran medida qué tipo de investigador somos, siendo evidente que para que un autor o revista científica sea considerado de reconocido prestigio internacional, sus fuentes de referencia deben ser a su vez publicaciones de impacto dentro de ese área de trabajo. No en vano, nos encontramos en un momento favorable para el cambio, si tenemos en cuenta el creciente número de revistas nacionales incluidas en los últimos años en bases de datos como Scopus o la Web of Science, dos recursos que deben convertirse en referente de búsqueda para cualquier investigador independientemente de su área de trabajo.
Referencias bibliográficas:
Aguillo, I. (10 de noviembre de 2016). Re: Evaluación de publicaciones en Humanidades: cambios necesarios frente a indicadores inadecuados [Mensaje a la lista de distribución Iwetel]. Recuperado de https://listserv.rediris.es/cgi-bin/wa?A2=IWETEL;27036352.1611B
Althouse, B. M., West, J. D., Bergstrom, C. T. y Bergstrom, T. (2009). Differences in impact factor across fields and over time. Journal of the American Society for Information Science and Technology, 60(1), 27–34. Recuperado dehttp://octavia.zoology.washington.edu/publications/AlthouseEtAl08.pdf
Dorta-González, P. y Dorta-González, M. I. (2013). Hábitos de publicación y citación según campos científicos: Principales diferencias a partir de las revistas JCR. Revista Española de Documentación Científica, 36(4):en012. doi:http://dx.doi.org/10.3989/redc.2013.4.1003
Garfield, E. (1979b). Is citation analysis a legitimate evaluation tool? Scientometrics, 1, (4), 359–375. Recuperado de http://garfield.library.upenn.edu/papers/scientometricsp91y1980038.pdf
Rodríguez-Yunta, L. (10 de noviembre de 2016). Evaluación de publicaciones en Humanidades: cambios necesarios frente a indicadores inadecuados. [Mensaje a la lista de distribución Iwetel]. Recuperado de https://listserv.rediris.es/cgi-bin/wa?A2=IWETEL;ac22c303.1611B
Cómo citar esta entrada:
Yubero, S. y Sánchez García, S. (2017). ¿Dime qué citas y te diré quién eres?. Aula Magna 2.0. [Blog]. Recuperado de: https://cuedespyd.hypotheses.org/2245
Tomado de Aula Magna 2.0 con `permiso de sus editores

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