Por Ángel Fidalgo
En el ámbito profesional, el enfoque principal del trabajo en equipo es el producto final: su calidad, su finalización en el plazo previsto y con el coste presupuestado. Sin embargo, en un entorno académico, el principal objetivo es que el alumnado adquiera la competencia de trabajo en equipo. Aunque en la mayoría de los trabajos que se realizan en este contexto la evaluación se centra en el resultado final, que, acompañado por un cuestionario, suele inferir si el alumnado ha adquirido la competencia de trabajo en equipo.
Sin embargo, hay un método que no solamente permite valorar la adquisición de la competencia de trabajo en equipo, sino también formar en la misma. Este método se basa en las evidencias. Implica que desde el primer día de trabajo, las personas que componen el equipo de trabajo deben dejar evidencias de su participación, su cooperación, su responsabilidad y de los resultados grupales. Siguiendo dichas evidencias, se puede hacer un seguimiento de la adquisición de la competencia, tomar decisiones formativas en caso de que no se adquiera la competencia, predecir si una persona no cumple con sus responsabilidades y, por supuesto, evaluar de una forma precisa y justa a cada persona que participa en el trabajo en equipo. En este método, el resultado final se convierte en una evidencia más de la evolución y progreso en el trabajo en equipo.
En el siguiente video se expone de forma muy breve la comparación entre un método tradicional donde se evalúa el resultado final y un método por evidencias.
El video for
ma parte del MOOC gratuito “Trabajo en equipo: formación y evaluación de los resultados y de las personas que componen el equipo (2.ª edición)”. El El El video forma parte del MOOC gratuito “Trabajo en equipo: formación y evaluación de los resultados y de las personas que componen el equipo (2.ª edición)”. El curso comenzará el 14 de febrero de 2024 y te puedes apuntar en el enlace anterior.
Tomado de Innovación educativa
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