Por Lorenzo García Aretio
Todas las entradas de la serie “80 años”. Compendio EaD”, VER AQUÍ
En la Educación a Distancia (EaD), el diseño supone un pilar fundamental para garantizar una experiencia formativa coherente y efectiva. Como ya se indicó en entrada anterior, implica la planificación anticipada y la articulación sinérgica de todos los elementos esenciales que configuran el proceso de aprendizaje: desde la definición de objetivos y la selección de contenidos, hasta la implementación de estrategias metodológicas, la integración de recursos tecnológicos y la concepción de la evaluación.
Esta visión prospectiva y holística del diseño pedagógico cobra una importancia aún mayor en el contexto actual, marcado por la rápida evolución de las tecnologías digitales, con la Inteligencia Artificial (IA) a la vanguardia. Si bien las herramientas digitales abren un abanico de posibilidades sin precedentes, es crucial recordar y valorar la vigencia y eficacia de las prácticas pedagógicas clásicas que han demostrado su valía a lo largo del tiempo.
En esta serie “80 años. Compendio EaD“, llevamos ya 24 entradas. En esta ocasión, tras haber explorado en entregas anteriores de este compendio (1) la relevancia de la planificación en EaD, (2) las fases que componen un plan formativo integral, y (3) los modelos de diseño pedagógico, tanto en su vertiente clásica como en las tendencias más actuales, esta entrada presenta una propuesta integradora que pretende armonizar:
- La sistematicidad y la solidez teórica inherentes a los modelos clásicos de diseño (como ADDIE, ASSURE y Gagné).
- La flexibilidad y la personalización que caracterizan a los enfoques pedagógicos contemporáneos (tales como el modelo iterativo, el diseño de la experiencia de aprendizaje (LXD), el conectivismo, la gamificación, la analítica de aprendizaje avanzada y la propia IA).
El propósito fundamental de esta propuesta es situarla en un espectro continuo que fortalezca tanto la estructura esencial del diseño como su capacidad intrínseca para adaptarse a la diversidad de realidades que configuran el panorama actual de la EaD. En un escenario post-pandemia, donde los modelos de aprendizaje híbridos y la educación digital han adquirido un protagonismo innegable, se vuelve aún más apremiante la adopción de un modelo de diseño pedagógico que ofrezca tanto solidez en sus fundamentos como la flexibilidad necesaria para afrontar con éxito entornos educativos en constante transformación.
PRINCIPIOS INSPIRADORES DE LA PROPUESTA
Nuestra propuesta de diseño pedagógico se sustenta en los siguientes principios fundamentales:
- Coherencia e integración sistémica. El diseño pedagógico debe concebirse como un sistema complejo y dinámico, donde todos sus componentes se encuentran interconectados y se retroalimentan mutuamente. Esta integración debe estar intrínsecamente alineada con la misión, la visión y los valores de la institución educativa, al tiempo que responde de manera efectiva a las necesidades específicas y a los diversos contextos de los estudiantes. Esta perspectiva sistémica implica garantizar una coherencia interna robusta en todo el programa formativo, donde cada elemento desempeña una función específica en la consecución de los objetivos de aprendizaje y se articula de manera armónica con los demás, evitando cualquier tipo de contradicción o desconexión. La Inteligencia Artificial (IA) puede desempeñar un papel crucial en este principio, facilitando la identificación de posibles incoherencias y sugiriendo ajustes para optimizar la interacción entre los diferentes elementos del diseño.
- Flexibilidad con estructura. La EaD, por su propia naturaleza, requiere un marco de diseño que contemple la existencia de diferentes ritmos y rutas de aprendizaje, adaptándose a las necesidades individuales de los estudiantes. Sin embargo, esta flexibilidad inherente no debe conducir a la desorganización o al caos. Es fundamental establecer una estructura central sólida que sirva como guía y oriente el proceso de aprendizaje, al mismo tiempo que se incorporan mecanismos de adaptación que permitan responder a las diversas circunstancias y necesidades del alumnado. Nuestra propuesta busca, por lo tanto, un equilibrio delicado entre una planificación formal y detallada y la capacidad de ajustarse de manera ágil y efectiva a condiciones cambiantes. La implementación reciente de modelos de aprendizaje combinados o híbridos en el ámbito educativo subraya la importancia crítica de la flexibilidad, pero también evidencia que esta resulta más efectiva cuando se apoya en una estructura bien definida y en itinerarios de aprendizaje personalizados, que pueden ser facilitados mediante el uso de la IA y la analítica predictiva.
- Foco en la experiencia del estudiante. En la sociedad digital actual, los estudiantes tienen expectativas elevadas en cuanto a la accesibilidad, la interactividad y la relevancia de su experiencia de aprendizaje. Nuestra propuesta promueve la adopción de metodologías y la utilización de recursos que se centren en la experiencia activa, participativa e interactiva del estudiante, enriquecida mediante la integración estratégica de la IA. Se trata de diseñar con empatía, poniéndose en el lugar del estudiante y considerando cómo vive y experimenta su trayectoria formativa: desde la facilidad de uso de la plataforma y la claridad de la navegación, hasta la incorporación de una narrativa motivadora, la oferta de opciones de personalización y la provisión de retroalimentación constante y significativa.
- Evaluación continua y mejora permanente. La evaluación en la EaD debe concebirse como un proceso cíclico que va más allá de la simple medición del logro de los objetivos de aprendizaje. Su función primordial es la de proporcionar retroalimentación valiosa que permita tanto a los estudiantes como al equipo docente reflexionar sobre el proceso y realizar ajustes en tiempo real (el análisis de datos de aprendizaje y la retroalimentación tutorial inmediata pueden ser facilitados significativamente con el uso de la IA). Este principio fundamental permite mantener la calidad y la vigencia de la propuesta a lo largo del tiempo: cada cohorte de estudiantes aporta información valiosa que se utiliza para mejorar la experiencia de las siguientes. De esta manera, se establece una cultura de mejora continua en el programa formativo.
ESTRUCTURA Y FASES DE NUESTRA PROPUESTA DE DISEÑO
Nuestra propuesta de diseño pedagógico se articula en cinco fases secuenciales, inspiradas en el planteamiento general de la planificación en EaD que hemos revisado en entradas anteriores de este compendio, muy similar al modelo ADDIE, y que hemos venido perfilando desde 1994 (García Aretio, 1994) . Estas fases han ido adaptándose progresivamente para reflejar nuestra visión integradora, flexible y actual del diseño pedagógico en EaD:
Fase 1: Análisis y diagnóstico.
Esta fase inicial se centra en la realización de un análisis exhaustivo del contexto y las necesidades que dan origen al programa formativo. Esto implica:
- Identificar la misión y los objetivos de la institución educativa y las demandas externas (tanto laborales como sociales) que justifican la existencia y la pertinencia del programa.
- Examinar en detalle las características del grupo destinatario, incluyendo su perfil sociocultural, sus competencias digitales, sus motivaciones, su disponibilidad de tiempo y recursos, así como la infraestructura tecnológica con la que previsiblemente cuentan.
- Definir los propósitos generales del curso o programa a partir del análisis previo, estableciendo las grandes metas formativas que deben estar en sintonía con la visión y los valores de la institución.
- Explorar y plantear posibles vías de personalización del aprendizaje para atender la diversidad del alumnado, por ejemplo, mediante la identificación de itinerarios alternativos que se adapten a diferentes perfiles y necesidades.
- Realizar diagnósticos profundos sobre las necesidades y características de los estudiantes, utilizando tanto técnicas tradicionales (como entrevistas y encuestas) como herramientas potenciadas por la IA (como el análisis predictivo de datos de aprendizaje).
- Seleccionar los modelos de diseño pedagógico de referencia que orientarán el desarrollo del programa, decidiendo qué elementos de modelos clásicos como ADDIE, ASSURE o Gagné, así como de enfoques contemporáneos, se podrían integrar como base teórica y metodológica.
Fase 2: Diseño y especificación.
Es la fase más propiamente señalada como diseño. En ella se detallan todos los componentes didácticos del programa formativo:
- Establecer objetivos formativos claros y específicos que promuevan progresivas habilidades cognitivas y que se deriven directamente de la misión institucional y de las necesidades detectadas en la fase anterior, y de forma especial, de las competencias que los estudiantes deberán desarrollar al finalizar el programa, sin olvidar las transversales más relevantes (como la autorregulación del aprendizaje, el trabajo en equipo, el pensamiento crítico, la comunicación efectiva, etc.).
- Seleccionar y organizar los contenidos del curso en unidades o módulos lógicos y coherentes con los objetivos, adoptando un enfoque flexible que permita la creación de itinerarios de aprendizaje adaptativos.
- Incorporar, siempre que sea posible, microcontenidos (píldoras formativas breves y concisas) que faciliten la autonomía del estudiante y se adapten a sus limitaciones de tiempo.
- Secuencia didáctica: Estructurar los contenidos en unidades o módulos coherentes y establecer una secuencia didáctica lógica, considerando los prerrequisitos necesarios (asegurando que los estudiantes adquieran conocimientos básicos antes de abordar conceptos más complejos) y la importancia relativa de cada tema. Todo el conjunto de contenidos debe estar intrínsecamente alineado con los objetivos y las competencias definidas, estableciéndose una relación de interdependencia mutua.
- Metodologías: Seleccionar las estrategias pedagógicas más adecuadas para alcanzar los objetivos de aprendizaje definidos, teniendo en cuenta el perfil de los estudiantes. El diseño debe definir si el enfoque será predominantemente deductivo (se presentan primero las reglas, principios o teorías, y luego se aplican a casos concretos), inductivo (se presentan primero ejemplos y observaciones, y luego se extraen las reglas, principios o teorías), colaborativo (promueve el aprendizaje social, el desarrollo de habilidades de comunicación y la construcción conjunta del conocimiento), o una combinación de ellos, procurando en todo caso que sea activo y centrado en el estudiante. En la práctica, suele ser efectivo adoptar una combinación ecléctica de metodologías (aprendizaje basado en problemas, basado en proyectos, estudio de casos, debates en foros, proyectos en grupo, aula invertida, gamificación, microaprendizaje, etc.) que mantenga la participación activa de los estudiantes y promueva un aprendizaje significativo.
- Actividades: Diseñar las actividades concretas que permitirán a los estudiantes poner en práctica los conocimientos y desarrollar las competencias deseadas. Estas tareas (discusiones en foros, wikis, ejercicios prácticos, exploraciones, problemas, talleres, laboratorios, prácticas de campo, análisis de textos, elaboración de ensayos, portafolios, simulaciones, etc.) deben estar directamente ligadas a los objetivos y los contenidos del curso, y deben ofrecer retroalimentación oportuna para mantener el compromiso y la motivación del estudiante.
- Planificar los recursos y medios: Seleccionar y capacitarse con la plataforma de gestión del aprendizaje (LMS) más adecuada según necesidades de institución y usuarios (como Moodle, Canvas, Blackboard, TalentLMS, Docebo, Brightspace (D2L), Open edX, etc.) y las herramientas de comunicación que se utilizarán (foros de discusión, chats, videoconferencias, correo electrónico, etc.). También se deben decidir los materiales didácticos que se elaborarán (guía didáctica o de estudio, unidades didácticas, presentaciones multimedia, videos explicativos, actividades interactivas) y asegurar su accesibilidad (ofreciendo formatos alternativos, garantizando la compatibilidad con dispositivos móviles, etc.). Es importante integrar tecnologías emergentes como la Realidad Virtual (RV), la Realidad Aumentada (RA) y la IA cuidando que aporten un valor pedagógico significativo a la experiencia de aprendizaje, evitando sobrecargarla innecesariamente.
- Plan de evaluación del aprendizaje: Establecer el modo en que se valorará el progreso y los resultados de los estudiantes. Resulta imprescindible combinar evaluaciones formativas (que ofrecen retroalimentación durante el proceso de aprendizaje: autoevaluaciones, coevaluaciones, cuestionarios de práctica, entregas parciales) con evaluaciones sumativas (que certifican los logros al final del curso: exámenes en línea o presenciales, proyectos integradores). Además, siempre se deben definir criterios de calificación claros y transparentes, por ejemplo, mediante el uso de rúbricas de evaluación alineadas con los objetivos de aprendizaje. Las actividades de evaluación deben distribuirse a lo largo del cronograma del curso, brindando, siempre que sea posible, cierta flexibilidad en las fechas de entrega para acomodar los diferentes ritmos de aprendizaje de los estudiantes. Es fundamental que la evaluación no solo califique el desempeño de los estudiantes, sino que también les proporcione retroalimentación significativa: los resultados deben servir para orientar al estudiante sobre su progreso y al equipo docente sobre posibles mejoras en el diseño y la implementación del curso.
- Plan de tutoría y motivación: Planificar el acompañamiento pedagógico que se ofrecerá a los estudiantes, estructurando la tutoría (tanto individual como grupal), incluyendo la creación de foros de discusión y la programación de sesiones sincrónicas (chat, videoconferencias, webinars, etc.). Paralelamente, se podrían diseñar incentivos (microcertificaciones, insignias digitales o badges, etc.) y estrategias de seguimiento que promuevan el sentido de logro y pertenencia a la comunidad de aprendizaje. En este aspecto, la incorporación de herramientas de inteligencia artificial para el seguimiento personalizado del progreso de los estudiantes y el uso de chatbots de apoyo pueden potenciar significativamente la experiencia del estudiante, brindando respuestas rápidas a preguntas frecuentes y ofreciendo orientación adaptada a sus necesidades individuales. Se podrían arbitrar también sistemas de mentoría entre iguales.
- Cronograma flexible: Definir un calendario que contemple los hitos clave del curso y las fechas de entrega de las actividades, pero que también ofrezca, siempre que sea posible, cierto margen para que los estudiantes puedan avanzar a ritmos diferentes, según su disponibilidad y sus circunstancias personales.
Fase 3: Desarrollo y producción de materiales.
En esta fase y la siguiente se materializa el diseño pedagógico, produciendo materiales y creando la experiencia de aprendizaje propiamente dicha:
- Organización del equipo: Coordinar al equipo multidisciplinar que participará en el desarrollo e implementación del curso (diseñadores pedagógicos, expertos en contenido, programadores, tutores, personal de soporte técnico, etc.). Es fundamental definir claramente los roles y las responsabilidades de cada miembro del equipo y establecer reuniones periódicas que permitan realizar iteraciones breves y frecuentes en la construcción del curso, siguiendo metodologías ágiles. Se debe documentar cada material y actividad desarrollada, asegurando su coherencia con los objetivos de aprendizaje definidos.
- Producción de recursos: Elaborar los materiales didácticos planificados en la fase anterior (guías, unidades, presentaciones multimedia interactivas, videos explicativos, actividades en la plataforma LMS, etc.). Es recomendable adoptar un enfoque conversacional (Diálogo Didáctico Mediado) en la elaboración de los contenidos, anticipando las posibles preguntas de los estudiantes y utilizando un tono cercano y amigable que simule un diálogo. Antes de su uso masivo, los recursos deberían someterse a pruebas piloto o a revisiones por parte de expertos en la materia y en diseño pedagógico para garantizar su calidad tanto pedagógica como técnica.
- La IA puede ser utilizada para generar microcontenidos adaptativos en función de las necesidades específicas de los estudiantes y para anticipar posibles lagunas en su comprensión.
- Configuración de la plataforma: Personalizar la plataforma LMS elegida, añadiendo las secciones, los foros de discusión y las funcionalidades específicas de seguimiento del aprendizaje (learning analytics) que se hayan planificado. También se debe revisar la interoperabilidad de las herramientas externas que se vayan a utilizar y la compatibilidad de la plataforma y los materiales con dispositivos móviles. Es crucial realizar pruebas integrales del entorno virtual de aprendizaje para detectar y corregir posibles fallos de navegación o problemas de accesibilidad antes del lanzamiento del curso.
- Capacitación de los docentes: Si es necesario, se debe asegurar que los docentes que vayan a impartir el curso estén debidamente capacitados y actualizados en competencias digitales, en el uso de las herramientas y funcionalidades de la plataforma LMS, y en la aplicación de métodos de dinamización y tutorización en línea. Fomentar una perspectiva integral de la modalidad de EaD, subrayando la importancia de la atención a la diversidad de los estudiantes y la orientación hacia el aprendizaje autónomo, es clave para aprovechar al máximo las potencialidades que ofrecen las tecnologías emergentes.
Fase 4: Implementación y gestión de la acción formativa.
En esta fase se pone en marcha el plan de diseño pedagógico:
- Lanzamiento y difusión: Dar a conocer el programa formativo a través de los canales de comunicación disponibles (página web de la institución, redes sociales, correo electrónico, etc.). A los estudiantes que se inscriban en el curso, se les debe brindar una bienvenida guiada, que incluya tutoriales sobre el uso de la plataforma LMS, una explicación clara de la metodología de aprendizaje y la entrega de un cronograma detallado del curso. A los aspirantes al programa, se les debe ofrecer una orientación inicial personalizada, aclarando los requisitos de admisión, los objetivos del programa y las expectativas de aprendizaje.
- Dinámica de enseñanza-aprendizaje: El equipo docente pone en práctica las actividades de aprendizaje planificadas, moderando los foros de discusión, conduciendo las clases virtuales (si están previstas) y atendiendo las consultas de los estudiantes a través de los canales de comunicación establecidos (foros, chats, videoconferencias, correo electrónico, etc.).
- Se debe fomentar un sentido de comunidad entre los estudiantes a pesar de la distancia física y aplicar las estrategias de motivación que se hayan diseñado (ofrecer retroalimentación frecuente y constructiva, reconocer los logros de los estudiantes, enviar mensajes de apoyo y ánimo, etc.). Los tutores deben realizar un seguimiento cercano del progreso de los estudiantes y ajustar su orientación pedagógica según sus necesidades individuales: contactar a aquellos que presenten dificultades o retrasos en la realización de las tareas, introducir aclaraciones sobre los contenidos si es necesario o extender los plazos de entrega de las actividades, manteniendo siempre la coherencia global del curso.
- Evaluación en proceso y retroalimentación: A lo largo de la implementación del curso, se deben aplicar las evaluaciones formativas programadas y analizar la participación de los estudiantes en las diferentes actividades (por ejemplo, revisando las analíticas de aprendizaje de la plataforma LMS) para detectar a tiempo posibles dificultades generales o específicas de algunos alumnos. La información recopilada a través de la evaluación continua permite realizar correcciones y ajustes durante el desarrollo del curso: por ejemplo, reforzar un contenido que no haya quedado claro si muchos estudiantes fallan en una misma actividad, o contactar individualmente a aquellos que lleven retraso en la entrega de las tareas. Esta retroalimentación continua garantiza que el proceso de aprendizaje se mantenga en el rumbo correcto y se adapte a las necesidades de los estudiantes.
Fase 5: Evaluación, retroalimentación y mejora.
Esta fase final se centra en la evaluación global del programa formativo y en la obtención de retroalimentación para futuras ediciones:
- Evaluación de resultados y procesos: Al finalizar el curso, se deben contrastar los objetivos de aprendizaje iniciales con los logros alcanzados por los estudiantes, midiendo la consecución de las competencias definidas y el nivel de satisfacción de los participantes con la experiencia formativa. Asimismo, se debe reflexionar de manera crítica sobre los posibles obstáculos o desviaciones que se hayan detectado durante la planificación, el desarrollo o la implementación del curso, documentando las lecciones aprendidas.
- Es fundamental aplicar retroalimentación inmediata y precisa, que puede ser facilitada mediante el uso de la IA, para guiar los ajustes y las mejoras que se introducirán en futuras ediciones del curso.
- Mejora continua: Con base en los datos recopilados durante la fase de evaluación, se debe elaborar un plan de actualización del curso de cara a la siguiente edición. Este plan puede incluir la revisión y la actualización de los contenidos (incorporando novedades relevantes, eliminando partes que hayan quedado obsoletas), el ajuste de las metodologías de enseñanza y aprendizaje, la integración de herramientas tecnológicas más efectivas o el refuerzo de la acción tutorial si se ha detectado que fue insuficiente. Este proceso iterativo cierra el ciclo de planificación y realimenta la siguiente edición del curso, promoviendo una cultura de evaluación y mejora continua.
DIVERSIDAD Y ACCESIBILIDAD
Para asegurar un diseño pedagógico verdaderamente inclusivo, nuestra propuesta incorpora las siguientes consideraciones:
- Ofrecer múltiples formatos de presentación de contenido (texto, audio, video, infografías, etc.) para atender a los diferentes estilos de aprendizaje y a las diversas necesidades de accesibilidad de los estudiantes.
- Proponer una variedad de actividades de aprendizaje y evaluación que valoren la adquisición de competencias más allá de los exámenes estandarizados, permitiendo la realización de trabajos cooperativos, proyectos individuales, estudios de caso, etc.
- Implementar herramientas y recursos inclusivos (como transcripciones de audio y video, subtítulos, lectores de pantalla, audiodescripciones de imágenes, etc.) para superar las barreras que puedan encontrar los estudiantes con discapacidades o aquellos cuyo idioma materno sea diferente al del curso.
- Evaluar las competencias de los estudiantes mediante actividades variadas y auténticas (proyectos aplicados, resolución de casos prácticos, simulaciones, presentaciones orales, etc.) que reflejen situaciones reales y permitan demostrar el dominio de las competencias de manera integral.
TUTORÍA Y ENFOQUE HUMANO
Si bien la EaD a menudo se asocia con la “separación” física entre el profesor y el estudiante y con la “virtualidad” de la interacción, uno de los pilares fundamentales de nuestra propuesta es la presencia activa y significativa del tutor o facilitador del aprendizaje. En este sentido, buscamos:
- Reforzar el papel proactivo y cercano de los tutores y facilitadores, quienes deben ser guías y acompañantes en el proceso de aprendizaje de los estudiantes, ofreciendo apoyo académico, motivación y orientación personalizada.
- Promover la formación continua de los tutores en metodologías de aprendizaje colaborativo, estrategias de dinamización de comunidades virtuales y el uso efectivo de las herramientas tecnológicas disponibles.
- Complementar la acción tutorial humana con herramientas tecnológicas inteligentes, como chatbots y tutores virtuales basados en IA, que puedan ofrecer respuestas rápidas a preguntas frecuentes, proporcionar retroalimentación inmediata sobre tareas sencillas y realizar un seguimiento básico del progreso de los estudiantes, liberando a los tutores humanos para tareas más complejas y personalizadas.
EVALUACIÓN COMO MOTOR DE APRENDIZAJE
Nuestra propuesta concibe la evaluación no solo como un mecanismo para calificar el desempeño de los estudiantes, sino fundamentalmente como un motor para impulsar y mejorar el aprendizaje. En este sentido, la evaluación debe ser formativa, continua y significativa. Se trata de la última de las fases de nuestra propuesta de diseño ya comentada. A pesar de ello, queremos insistir en lo siguiente:
- Fomentar la evaluación formativa constante a través de una variedad de actividades (cuestionarios automáticos con retroalimentación inmediata, proyectos en curso con entregas parciales, debates evaluados mediante rúbricas claras, etc.) que permitan a los estudiantes identificar sus fortalezas y áreas de mejora a lo largo del proceso de aprendizaje.
- Aplicar evaluaciones basadas en competencias reales y situaciones prácticas (proyectos aplicados que requieran la integración de conocimientos y habilidades, simulaciones que permitan practicar la toma de decisiones en entornos seguros, estudios de caso que demanden el análisis y la resolución de problemas complejos, etc.) que demuestren la capacidad de los estudiantes para aplicar lo aprendido en contextos relevantes.
- Utilizar la retroalimentación constructiva y personalizada, que puede ser enriquecida mediante el uso de la IA, para optimizar continuamente el proceso de aprendizaje de cada estudiante, ofreciéndole orientación específica sobre cómo mejorar su desempeño y alcanzar los objetivos de aprendizaje.
CONCLUSIÓN
La propuesta pedagógica que hemos presentado en este capítulo ofrece un marco integral, profundo y equilibrado para afrontar de manera eficaz los desafíos actuales y futuros de la Educación a Distancia. Este modelo combina de forma armónica la rigurosidad sistemática propia de la tradición pedagógica con las posibilidades transformadoras que ofrecen la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes.
La clave del éxito que podría suponer esta propuesta reside en su equilibrio estratégico: no busca sustituir la experiencia humana por la tecnología, sino que pretende potenciar la capacidad pedagógica del equipo docente mediante la integración inteligente de herramientas avanzadas. En este contexto, la IA no reemplaza la interacción humana, sino que la complementa y la enriquece, posibilitando una respuesta más precisa, ágil y personalizada a las necesidades y demandas de los estudiantes.
Finalmente, resulta imprescindible recordar que la verdadera innovación educativa radica en su capacidad para favorecer experiencias de aprendizaje significativas, centradas en el desarrollo integral del alumno. Este diseño pedagógico busca, por lo tanto, proporcionar una experiencia educativa que, además de ser eficaz en términos académicos, sea profundamente humana, inclusiva, flexible y adaptada a un futuro educativo en permanente evolución.
Esta propuesta, firmemente cimentada en sólidos principios pedagógicos y enriquecida con innovaciones tecnológicas pertinentes, aspira a ser un referente que impulse una educación digital de calidad, ética y comprometida con el desarrollo pleno de cada individuo y de la sociedad en su conjunto.
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DEBATE
- ¿En qué áreas concretas de la propuesta (fases, tutoría, uso de datos) podría haber mayores resistencias por parte de un equipo docente acostumbrado a la enseñanza presencial tradicional?
- En la fase final de evaluación y mejora, ¿qué mecanismos de retroalimentación y analítica de aprendizaje podrían resultar más eficaces para introducir cambios significativos en próximas ediciones del curso sin romper la coherencia ya lograda en la planificación inicial?
FUENTES
- García Aretio, L. (1994). Planificación tecnológica de programas a distancia. En Educación a distancia hoy. UNED.
- García Aretio, L. (2011). Planificación y diseño en educación a distancia. En García Aretio, L., Ruiz, M. y Domínguez, D. De la educación a distancia a la educación virtual. Ariel.
- García Aretio, L. (2014). Planificación de instituciones y programas de educación a distancia. En Bases, mediaciones y futuro de la educación a distancia en la sociedad digital. Síntesis.
- García Aretio (2020). Planificación EaD (II de VI). El diseño: diagnóstico, análisis y contexto. Contextos universitarios mediados.
- García Aretio (2020). Planificación EaD (III de VI). Especificación del diseño pedagógico. Contextos universitarios mediados.
- García Aretio (2020). Planificación EaD (IV de VI). Producción de materiales y recursos. Contextos universitarios mediados.
- García Aretio (2020). Planificación EaD (V de VI). Aplicación del plan y diseño. Contextos universitarios mediados.
- García Aretio (2020). Planificación EAD (VI DE VI). Planificación de la Evaluación. Dudas finales. Contextos universitarios mediados.
García Aretio (31 de marzo de 2025). 80 años. Compendio EaD (25). Nuestra propuesta de diseño pedagógico en una EaD de hoy. Contextos universitarios mediados. Recuperado 13 de abril de 2025 de https://doi.org/10.58079/13lkl
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