miércoles, 8 de julio de 2020

#COVID19: Tiempos también de recalcular nuestro Entorno de aprendizaje

Escribe Paola Dellepieane

Antes del COVID-19, mucho se leía acerca que el aprendizaje sucede más allá de los espacios formales y escolares: aprender en la Red resulta una actividad tan relevante como aprender en otros contextos y, por tanto, también es posible establecer conexiones para conversar, intercambiar información y construir conocimiento.
Para la tarea docente la Red resulta también una gran fuente de desarrollo profesional: reside en la capacidad de aprender, tanto de fuentes científicas como de la interacción con otros colegas que no necesariamente residen en la misma institución escolar. Nuevos modos de aprender, implican nuevos modos de enseñar, por ello, la gestión y el desarrollo del Entorno Personal de Aprendizaje (PLE)  puede ser respuesta al reto de los nuevos aprendizajes.
En 2012 tomé mi primer contacto con el concepto de PLE, a través de Linda Castañeda y Jordi Adell. Luego, en el 2014, hice un curso MOOC ofrecido por el INTEF (España) sobre PLE con la autoría de David Alvarez. Y allí tuve mi experiencia concreta, desde el hacer. Porque el PLE se tiene que experimentar y, en estos tiempos de "docencia de emergencia mediada por tecnología" tomó mayor relevancia. Para definir el concepto de PLE, aquí comparto 2 definiciones:  
Un PLE es la combinación híbrida de dispositivos, aplicaciones, servicios y redes personales que empleamos para adquirir de forma autónoma nuevas competencias para la resolución de problemas” (David Alvarez).
“Un PLE es el conjunto de herramientas, servicios y conexiones que empleamos para alcanzar diversas metas vinculadas a la adquisición de forma autónoma de nuevas competencias” (Linda Castañeda y Jordi Adell).
Podemos decir que todos siempre tuvimos un PLE: en nuestra familia, en la escuela, alguna academia para aprender idioma, deporte,...., sin embargo, el concepto de PLE toma fuerza hace algo más de 10 años con la “explosión” de la web 2.0 y los servicios de redes sociales para buscar y organizar  información, generar nuevo contenido, pedir ayuda, participar de grupos y redes de conocimiento.  Sin dudas estar en redes sociales exige un aprendizaje continuo y una mentalidad abierta al cambio, nuevos códigos en las comunicaciones y una actualización en la cultura y alfabetización digital que desde mediados de marzo se puede percibir en escala ascendente.

Los PLE utilizan los medios sociales y la tecnología para conectar, comunicar, colaborar y crear con otros profesionales en cualquier lugar y en cualquier momento. Pero el punto clave del concepto de PLE es la idea de entorno, contexto, lugar, que nos facilita y permite aprender con otros. Hoy, este entorno o lugar  es 100% digital.
¿Cómo potenciarlo? Hoy más que nunca tenemos que ser muy creativos pero sobre todo aprovechar para aprehender (con H)  a gestionar la información y desarrollar la comunicación digital, para pensar en un aprendizaje continuo. 

Del resultado de investigaciones actuales, el concepto de PLE está en la base de los enfoques pedagógicos emergentes. Así, en el artículo Impacto del concepto PLE en la literatura sobre educación: la última década, en la revista RIED (2019), Castañeda y otros presentan 3 enfoques temáticos de PLE:
  • Prácticas pedagógicas.
  • Aprendizaje autorregulado.
  • Desarrollo profesional docente. 

De los 3 enfoques, me gustaría centrarme en el PLE como “Desarrollo profesional docente”. Así, rescato el concepto de PLE como nuevo paradigma de ORGANIZACIÓN del aprendizaje, una organización que hace un uso intencional de los procesos de aprendizaje a nivel individual, grupal y del sistema. Quedó en claro que tenemos que declararnos “aprendizajes permanentes”. Si había alguna duda sobre esto, el COVID-19 nos lo demostró. Todos estamos aprendiendo de manera “expres” a enseñar en un contexto de virtualidad completa.

Las tecnologías han tomado un lugar relevante y necesario para crear, gestionar, enriquecer, ampliar y adaptar nuestro entorno de aprendizaje, a modo de síntesis, comparto 10 ideas centrales:

#1- Es momento de “romper” estructuras tradicionales y necesitamos ubicar al estudiante en el centro del aprendizaje. Para ello, es importante “tomar” las redes y entornos digitales donde ellos están según los niveles educativos) y resignificarlos. 

#2- Aprovechar las posibilidades de los PLE para borrar los límites entre el aprendizaje formal e informal.

#3- PLE como realidad mixta entre lo tecnológico y lo pedagógico (poder internalizar el concepto como una hibridación).

#4- Aprender y enseñar hoy: la red y se amplifica/ modifica nuestro PLE.

#5- Personalizado no es lo mismo que Individualizado. El potencial es aprender en comunidad.

#6- Un nicho para seguir desarrollando el potencial analítico del PLE que busquen entender la realidad que da cabida a los PLE desde propuestas metodológicas ambiciosas.

#7- Pensar en red tiene que ver con la posibilidad de pensar los medios que utilizamos, las herramientas que proponemos y hacerlo con un espíritu crítico.

#8- El potencial del PLE para desarrollar con perspectivas más holísticas en la enseñanza y el aprendizaje (andamiaje profundo).

#9- El PLE, ¿lo utilizamos para aprender o para trabajar?

#10- La parte más importante de un PLE son las personas con las que interactuamos y nos comunicamos habitualmente (hoy en totalidad de manera virtual) y, por tanto, las herramientas que nos facilitan buscar, encontrar y “conectar” con dichas personas.

Tomado de Aplicaciones educativas en entornos virtuales con permiso de su autora

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