miércoles, 16 de febrero de 2022

¿Cómo nos comportamos ante la integridad académica universitaria?

 Por Eva María Espiñeira Bellón[i]

Editora de sección Revista de Investigación Educativa

En Aula Magna, existen bastantes entradas que han hecho referencia a aspectos relacionados con la integridad académica universitaria a través de diferentes focos de atención: el concepto de plagio y coincidencia, la importancia de citar correctamente, los comportamientos fraudulentos del estudiantado universitario, las herramientas antiplagio, la transparencia y la honestidad en la publicación científica,… (Barberá, 2019; Losada-Puente, 2018; Muñoz-Cantero, 2018; Osorio, 2017; Ruíz-Corbella, 2020; Sánchez-García, 2018; Villanueva, 2016).

Mediante esta entrada, se aborda dicha temática desde un enfoque diferente; haciendo referencia a la importancia del comportamiento de los diferentes agentes universitarios en favor de la integridad académica ya que, como indican Martínez-Clares y Echevarría-Samanes (2009), las actuaciones universitarias han de regirse por valores éticos y morales que ejerzan en sus agentes un desempeño funcional de tal forma que para desempeñar eficientemente una profesión y para “poder ser funcionales en un mundo cambiante, es preciso saber estar y más aún saber ser” (p.130). Por otra parte, las tareas de la universidad se centran, como indica Galán (2020), en “estudiar, enseñar, investigar, transferir y dar servicio a la comunidad que le acoge (gestión)” (párr. 8), y en todas ellas han de aflorar los valores éticos y morales en relación con la integridad académica, asumiendo para ello la responsabilidad social que compete a las universidades: formar ciudadanos/as y profesionales. Pero ¿cómo debe hacerse?, ¿cuáles han de ser las actitudes?, ¿cómo crear condiciones eficientes?, ¿cómo transmitir buenas prácticas de integridad?

De acuerdo con lo establecido por Casado et al. (2018), la integridad en la docencia universitaria ha de centrarse en las relaciones que el profesorado establece con el alumnado, con la comunidad universitaria, con la propia institución y con la sociedad, señalando además que “es necesario especificar los requisitos del cumplimiento de la integridad en las diversas dimensiones de actuación docente, para promover la misión de la enseñanza superior y la dignificación de todos los involucrados” (p. 73). A continuación, se hace referencia a estas relaciones mediante una investigación desarrollada a lo largo de cinco años en la Comunidad Autónoma de Galicia, en la cual han participado casi 11000 estudiantes, trece responsables académicos y diecisiete docentes universitarios; todos/as ellos/as de las diferentes ramas de conocimiento y encargados/as de valorar su percepción ante una conducta deshonesta como es el plagio académico. Se trata, por tanto, mediante esta entrada de focalizar la atención, en los aspectos que deberían tenerse en cuenta para minimizar las acciones de plagio, a la vista de referencias teóricas y de resultados de investigación (Muñoz-Cantero et al., 2020 a, 2020 b),

En primer lugar, es necesario señalar que el profesorado universitario ha de mostrar integridad en su relación con el estudiantado actuando con compromiso ético de manera ejemplar, quien debería evitar acciones como las siguientes: “Cuántos de nosotros cuando damos una clase, damos una conferencia, intervenimos en un asunto profesional utilizamos una definición que nuestro profesor de primero de carrera nos enseñó, la aprendimos tan bien que la repetimos y a lo mejor nos olvidamos de decir “como dijo fulanito de tal…” porque ya se ha hecho nuestra” (D4:GF1_D4_H_CSJ_Derecho_G[1]) o “diapositivas en las que no se hace mención al autor, citas en clases que no se dicen de quién son, el temario que se sube (…). El profesorado también tiene que dar un poco de ejemplo para que el alumnado no cometa plagio” (D12:GF6_A3_H_CSJ_Derecho_G). También ha de ejercer una función de guía/acompañamiento del alumnado fomentando el desarrollo integral que reclama la educación superior: “para mí el plagio es no tener empatía con el trabajo de los demás, no ponerse en el lugar de otro y no valorar el esfuerzo; no saber qué es hacer un trabajo. Pienso que no están acostumbrados al esfuerzo porque en muchas ocasiones no ven o no disfrutan el aprendizaje. Eso en parte creo que es culpa nuestra porque si pueden copiar es porque hacemos tareas que permiten ser respondidas con algo que ya está escrito” (D7:GF2_D2_ H_IA_Arquitectura_G), quedando en la mano del profesorado y de las responsabilidades académicas detectar el plagio: “a veces lo hacen, dicen ellos, simplemente por el hecho de que desconocen” (D10:GF2_R1_H_CSJ_ Educación) y hacerle frente: “en mi centro ya retiramos anuncios, no muy claros. No era “te hacemos el trabajo de tal materia por tantos euros”, pero se entendía muy bien lo que era. Creemos que no es una práctica muy habitual, pero ya vimos estas cosas” (D9:GF2_D4_H_AH_Filología_G).

En segundo lugar, se necesita un compromiso ético por parte del estudiantado. El alumnado de la Comunidad Autónoma de Galicia manifiesta no realizar prácticas deshonestas en los trabajos académicos, aunque admite como una práctica más habitual la copia de fragmentos sin citar: “yo pienso que es bastante habitual sobre todo en trabajos de evaluación que puntúan poco; como que nos lo tomamos más a la ligera, no le damos tanta importancia y sí que pasa habitualmente, eso, el corta y pega” (D8:GF3_A1_M_CS_ Farmacia_M). Es además consciente de la importancia que tiene citar, considerando, en menor medida, que citar sirva para demostrar su aprendizaje: “nos hace falta mucha formación en situación de trabajos, cómo hacerlos, cómo exponerlos y coger esa soltura en expresar lo que aprendiste” (D13:GF16_A4_H_C_Ciencias Ambientales_G). No obstante, no sólo hay que tener en cuenta sus propias acciones como parte del compromiso ético, sino también las actuaciones que pone en marcha con respecto al profesorado y a su grupo de iguales, mostrando respeto por el trabajo propio y ajeno. El alumnado de la Comunidad Autónoma de Galicia muestra una percepción diferente de las prácticas realizadas por su grupo de iguales, al considerar que entregan trabajos realizados por otros/as compañeros/as en otros cursos, o copian sin citar. Sin embargo, en los grupos focales se extiende más la idea de que: “al fin y al cabo todos alguna vez acabamos plagiando, fuera conscientemente o no, pero decir que nosotros no lo hacemos, pero los demás sí, es como intentar salir bien librados y mentir. Yo pienso que es una afirmación falsa” (D8:GF26_A1_M_CS_ Farmacia_M). Estos valores han de fomentarse desde los primeros cursos para su interiorización e integración en el proceso de formación: “el problema del plagio culturalmente empieza con el propio desarrollo del individuo, empieza en la familia, empieza en la escuela, continúa a partir de ahí. Es una actitud ética ante la vida y ante la sociedad” (D10:GF17_R1_H_CSJ_Educación).

En tercer lugar, la integridad también se demuestra abordando contenidos no específicos de una titulación/profesión/facultad/universidad, y así lo expresan los diferentes agentes universitarios de la Comunidad Autónoma de Galicia: “pienso que sería importante que en todos los grados hubiera una asignatura donde se abordara tanto la citación como el plagio por la importancia que realmente tiene” (D10:GF22_A3_M_CSJ_Educación_M); les dedico un tema de ética más allá del plagio, de la autoría regalada, y después les mando hacer un trabajo y una exposición en público. Las adjudico diferentes temas, ellos hacen una exposición y yo les hago preguntas” (D3:GF1_D3_M_CS_Enfermería_G); “considero que a lo mejor en los planes de estudio deberían de incorporarse asignaturas optativas o seminarios, destinados a orientar sobre lo qué es la ética profesional. Eso sí que es verdad que a lo mejor sobre todo en el campo de la Ingeniería creo que es fundamental” (D14:GF1_R5_H_IA_Diseño Industrial).

Por último, es imprescindible centrarse en las relaciones que el personal docente mantiene con el resto de la comunidad universitaria, con la propia institución y con la sociedad.

Fuente de la imagen: Pixabay

Con respecto a la comunidad universitaria, es necesario que se aprecie un clima de respeto, de reconocimiento mutuo y de trabajo en equipo. El profesorado y los/las responsables académicos/as coinciden con algunas de las causas que son señaladas por el alumnado con respecto a la coordinación docente: “el hecho de que yo no sepa la carga total del alumno, creo que implica una falta de coordinación” (D3:GF1_D3_M_CS_Enfermería_G); “a lo mejor algunos exigimos más que citen, y otros simplemente con que digan algo coherente llega, aunque no citen” (D11:GF20_R2_M_AH_Filología). Por lo que hace referencia a la institución universitaria, se ha de propiciar que alumnado y profesorado se comprometan y participen activamente en su mejora. El alumnado es consciente de aspectos de la normativa universitaria con referencia al plagio: “ya hay una norma que recoge esa conducta concretamente en el Estatuto del estudiante universitario en el artículo 13” (D12:GF11_A3_H_CSJ_Derecho_G) que son claramente mejorables como así indica el profesorado: “La Comisión de Fraude y responsabilidades disciplinarias hacen referencia únicamente al alumno. En el primer párrafo dice “inmediata expulsión del estudiante de la prueba”. En el punto cuatro, “la realización de trabajos, el plagio … se puede considerar causa de calificación de suspenso”. En mi opinión, esto es lo que hay y gracias a que esto es lo que hay se comete plagio” (D8:GF2_D3_ H_C_Química_G). En la relación con la sociedad, los/las responsables académicos/as señalan que “la gente no es consciente del delito ético que se está cometiendo. Yo creo que les falta también un poco de información, de explicarles cómo tiene que ser un ciudadano, que eso no se puede hacer, que es apropiarte del trabajo de otro” (D13:GF18_R4_M_C_Biología). El profesorado señala: “creo que formación y concienciación. No saben lo que supone el plagio y desde luego que el profesorado esté muy concienciado también, porque si ven que cuela, por muy concienciado que esté el alumno, la picaresca española nos va a llevar a intentar colarlo” (D1:GF1_D1_M_CSJ_Educación_G).

Atendiendo a los argumentos referenciados, se han resaltado diferentes aspectos que exige la Educación Superior con el objetivo de lograr el éxito en la cultura de la integridad académica, promoviendo medidas que puedan dar respuesta a las necesidades y carencias con las que los diferentes agentes universitarios se encuentran en el desempeño de su labor académica. De esta forma, las instituciones universitarias deben poner en marcha mecanismos para prevenir conductas académicas deshonestas e instaurar una impecable formación ética que fortalezca los valores del alumnado como miembro de una sociedad.

Referencias bibliográficas:

Barberá, O. (2019). Deshonestidad académica. Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd/hypotheses.org/6186

Casado, M., Martínez, M. y Patrão, M.C. (coords.). (2018). Declaración sobre ética e integridad en la docencia universitaria. FEM, Revista de la Fundación Educación Médica, 21(2). https://dx.doi.org/10.33588/fem.212.941

Galán, A. (2020). Calidad, rankings y competitividad: ¿reto, hastío o hartazgo? Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd/hypotheses.org/8601

Losada-Puente, L. (2018). … el riesgo de ser pillados. Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd/hypotheses.org/3663

Martínez-Clares, P. y Echevarría-Samanes, B. (2009). Formación basada en competencias. Revista de Investigación Educativa, 27(1), 125-147. http://diposit.ub.edu/dspace/bitstream/2445/108185/1/665867.pdf

Muñoz-Cantero, J.M. (2018). ¿Plagio o coincidencia? Principal causa de rechazo de los artículos científicos. Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd/hypotheses.org/3374

Muñoz-Cantero, J.M., Porto-Castro, A.M., Ocampo-Gómez, C I., Mosteiro-García, M.J. y Espiñeira-Bellón, E.M. (2020a). Informe técnico sobre o plaxio nos estudos de grao e mestrado no Sistema Universitario de Galicia. Reprografía Noroeste.

Muñoz-Cantero, J.M., Porto-Castro, A.M., Ocampo-Gómez, C I., Pérez-Crego, M.C., Espiñeira-Bellón, E.M. y Mosteiro-García, M.J. (2020b). Informe técnico sobre a percepción dos grupos de interese sobre o plaxio académico no Sistema Universitario de Galicia. Reprografía Noroeste.

Osorio, A. (2017). La importancia de citar correctamente… 2.0. Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd/hypotheses.org/3048

Ruíz-Corbella, M. (2020). Fast food v.s. investigación, ¿realidades incompatibles? Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd/hypotheses.org/8694

Sánchez-García, S. (2018). En el punto de mira: trasnparencia y honestidad en la publicación científica. Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd/hypotheses.org/3347

Villanueva, J.F. (2016). Las herramientas antiplagio: necesidad y eficacia. Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd/hypotheses.org/1382

Cómo citar esta entrada:

Espiñeira Bellón, E.M. (2022). ¿Cómo nos comportamos ante la integridad académica universitaria? Aula Magna 2.0. [Blog]. https://cuedespyd.hypotheses.org/9905

[1] Se explica mediante esta sigla la redacción de las siguientes: La sigla comienza indicando el número del discurso (D4); se refleja el número del grupo focal (GF4); se indica el rol de la persona informante (D-docente; A-alumnado; R-responsable académico); se identifica su género (H-hombre; M-mujer); se señala la rama de conocimiento (C-ciencias; CS-ciencias de la salud; CSJ-ciencias sociales y jurídicas; AI-artes y humanidades; IA-ingeniería y arquitectura); y finalmente se señala el tipo de estudio (G-grado; M-máster).

[i] Profesora contratada doctora. Departamento de Didácticas Específicas y Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación. Universidade da Coruña. Grupo de investigación en Evaluación y Calidad Educativa (GIACE).

Tomado de Aula Magna 2.0, con permiso de sus editores

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