MOOC y cursos masivos: De la utopía a la integración (C.EaD-71)

 Por Lorenzo García Aretio

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La historia reciente de la educación a distancia (EaD) está intrínsecamente ligada a un acrónimo que, en pocos años, pasó de neologismo técnico a fenómeno global: MOOC (Massive Open Online Course). Su irrupción en el ecosistema educativo mundial ha sido uno de los hitos más visibles de la EaD en la última década. Estos cursos masivos, abiertos y en línea retomaron la promesa, ya sostenida por la EaD, de democratizar el acceso al conocimiento y reducir barreras espaciales, temporales y económicas que históricamente limitaron la educación universitaria.

El origen más citado se sitúa en CCK08 (Connectivism and Connective Knowledge, 2008), curso conectivista facilitado por George Siemens y Stephen Downes. Aquel primer cMOOC enfatizó el aprendizaje distribuido en red y la coconstrucción del conocimiento mediante comunidades e interacciones abiertas, apoyándose en los planteamientos teóricos del conectivismo (Siemens, 2005; Downes, 2007).

El movimiento ganó atracción global cuando, cuatro años después, 2012 fue bautizado por la prensa como “el año de los MOOC”, con The New York Times a la cabeza (Pappano, 2012). El foco mediático coincidió con el lanzamiento de experiencias de Stanford, MIT y Harvard que atrajeron a cientos de miles de estudiantes y con el nacimiento de las grandes plataformas: Coursera, Udacity y edX, hoy parte del ecosistema 2U (2021).

El impulso inicial desató expectativas muy ambiciosas: democratización definitiva del conocimiento, disrupción del modelo universitario tradicional y acceso universal (y gratuito) a educación de élite. La trayectoria real, sin embargo, matizó ese optimismo. La literatura empírica documenta tasas de finalización típicamente bajas, junto con retos persistentes en la interacción personalizada, la retroalimentación docente y las brechas digitales que limitan el acceso efectivo (Breslow et al., 2013; Jordan, 2015).

La pandemia de COVID-19 actuó como catalizador. Gobiernos, ministerios y universidades aceleraron estrategias digitales para asegurar la continuidad formativa, y organismos como UNESCO difundieron repertorios y guías de soluciones de aprendizaje a distancia (incluidos los MOOC) que apoyaron respuestas de emergencia y posteriores fases de recuperación. En 2020 se observó un salto sin precedentes en la demanda.

A mediados de 2025, el discurso ha transitado desde la disrupción hacia la integración. En lugar de sustituir a la universidad, los MOOC se han articulado con formación continua, microcredenciales y programas corporativos. El catálogo agregado de Class Central (2025) supera los 250.000 cursos en línea (no todos estrictamente “MOOC” en sentido clásico) y más de 1.200 universidades ofrecen cursos abiertos.

En el ámbito hispanohablante, Miríadax y UNED Abierta muestran que lo masivo puede convivir con interacciones significativas y propuestas pedagógicas variadas. Surgieron catálogos amplios en español y oferta de cursos abiertos universitarios con múltiples finalidades (nivelación, actualización, competencias profesionales, divulgación).

En síntesis, los MOOC no han reemplazado a la universidad, pero sí la han enriquecido, son hoy una pieza clave en estrategias de aprendizaje a lo largo de la vida, credenciales modulares y innovación pedagógica a escala. La contribución a la democratización educativa es tangible, aunque condicionada por la calidad del diseño pedagógico, los modelos de apoyo, la certificación y, sobre todo, por las desigualdades de acceso y apropiación tecnológica que aún persisten.

CONCEPTO, TIPOLOGÍAS Y MODELOS

Para comprender su alcance, es fundamental definir un MOOC por sus características esenciales, recogidas en su acrónimo, es decir, ser un curso estructurado en línea, diseñado para una participación masiva y de acceso abierto, al menos en su versión básica. Actualmente, el término MOOC agrupa diversas tipologías que reflejan enfoques pedagógicos y tecnológicos diferenciados, surgidas a partir de la dicotomía original:

• cMOOC (conectivistas). Inspirados en la teoría conectivista, conciben el aprendizaje como un proceso donde el conocimiento emerge de las interacciones y redes que los propios estudiantes construyen. Son menos estructurados y enfatizan la creación de redes, comunidades y la construcción colaborativa del conocimiento (Siemens, 2005), donde los participantes son al mismo tiempo estudiantes y coproductores de contenidos.
• xMOOC (basados en contenido). Se basan en un modelo más tradicional de transmisión de contenido a gran escala. Replican cursos universitarios tradicionales a través de vídeos, lecturas y evaluaciones principalmente automatizadas, con menor énfasis en la interacción social. Son los más comunes en las grandes plataformas.
• sMOOC (sociales). Surgen como una evolución que intensifica el aprendizaje social y colaborativo. Incorporan una mayor interacción social y aprendizaje experiencial con herramientas como foros de discusión, talleres y proyectos grupales en plataformas que integran redes sociales.

Variantes y formatos híbridos. La evolución también ha traído consigo una fragmentación del formato para adaptarse a necesidades más específicas. Han aparecido:

• MicroMOOC y NOOC (Nano Open Online Course), que ofrecen experiencias de aprendizaje mucho más breves, focalizadas y condensadas (en los NOOC institucionales, la dedicación típica ronda ≈ 3 horas).
• En el otro extremo, los SPOC (Small Private Online Course) utilizan la tecnología MOOC pero para grupos reducidos y privados, a menudo dentro de una institución o empresa, permitiendo un mayor grado de interacción y seguimiento.
• A estos se suman los MOOC híbridos, donde la parte masiva se articula con sesiones síncronas locales o prácticas presenciales.
• Los XRMOOC, que integran tecnologías de realidad virtual o aumentada.

Esta diversificación ha impulsado una evolución en los modelos pedagógicos subyacentes, en lo que podríamos llamar un “MOOC 2.0”. Las plataformas ya no son meros repositorios de vídeos; ahora integran:

• herramientas de aprendizaje activo,
• evaluación por pares (P2P),
• analíticas de aprendizaje para monitorizar el progreso y, más recientemente,
• la inteligencia artificial para ofrecer una retroalimentación más personalizada, tutorización automatizada y evaluación adaptativa.

TRAYECTORIA HISTÓRICA Y EXPANSIÓN GLOBAL

La cronología de los MOOC es un reflejo de su rápida evolución, que puede segmentarse en etapas claras:

• 2008-2011 – La semilla conectivista. El punto de partida fue el ya mencionado curso CCK-08. Este hito demostró que era posible coordinar a miles de estudiantes en una experiencia de aprendizaje en red, sentando las bases teóricas del conectivismo. En esta primera etapa predomina la experimentación abierta y su impacto inicial se limitó principalmente a círculos académicos.
• 2012-2015 – El boom mediático y la expansión global. La verdadera explosión ocurrió en este período con la masificación y el nacimiento de las grandes plataformas. Tras el curso de Inteligencia Artificial de Stanford (2011) y la posterior creación de Coursera, Udacity y edX, la matrícula global se disparó. Los medios proclamaron que los MOOC acabarían con la educación superior tradicional. Para 2015, las principales plataformas acumulaban ya millones de usuarios, con un ritmo de crecimiento sostenido.
• 2016-2020 – Madurez, profesionalización y escepticismo. En esta fase, los MOOC entraron en una etapa de madurez, marcada por la búsqueda de la sostenibilidad y la integración académica. Surgieron productos de pago y microcredenciales. Las plataformas forjaron alianzas estratégicas con cientos de universidades y empresas, y los modelos de negocio se consolidaron en torno a los certificados de pago, las suscripciones y los servicios a empresas (B2B -de empresa a empresa-). Paralelamente, el discurso académico subrayó sus limitaciones, tasas de finalización típicamente bajas (con mediana en torno al 10–15%), heterogeneidad en la calidad y ausencia de tutoría.
• 2020-2025 – Consolidación, IA y expansión iberoamericana. La etapa más reciente es la de la consolidación, impulsada por la aceleración digital post-COVID que normalizó su uso. La gran innovación de este periodo es la incorporación de la IA generativa en asistentes y chat-tutores capaces de responder dudas, ofrecer feedback, crear resúmenes personalizados y moderar foros, abriendo una nueva frontera en la escalabilidad del soporte pedagógico. En paralelo, el español ha reforzado su presencia en catálogos globales y algunas universidades latinoamericanas exploran el reconocimiento y la convalidación parcial de cursos abiertos en programas formales.

ECOSISTEMAS, PLATAFORMAS Y MERCADO

Más allá de la esfera universitaria, la oferta de MOOC se ha ampliado para incluir actores corporativos y gubernamentales. A mediados de 2025, el mercado está dominado por un puñado de plataformas globales.

• Coursera (2025) lidera con ≈183 millones de personas registradas y ≈5.600 cursos (con disponibilidad en hasta 26 idiomas).
• edX, ahora parte del grupo 2U (adquisición completada en 2021), se especializa en títulos apilables y microgrados acreditables.
• FutureLearn, desde 2022 propiedad de Global University Systems (GUS), destaca por su enfoque en narrativa y aprendizaje social.
• Udacity se ha especializado en la formación tecnológica de alta demanda (IT).
• OpenWHO marca la pauta en salud pública global.

En el ámbito iberoamericano, existen referentes importantes:

• Miriadax fue la primera plataforma de MOOC en este espacio, impulsada por Telefónica y Banco Santander, con fuerte presencia de universidades españolas y latinoamericanas.
• La UNED, a través de su plataforma UNED Abierta, se ha consolidado como actor importante.

La oferta por parte de organizaciones empresariales y administraciones públicas se ha expandido de manera notable. Compañías como Google, IBM y Microsoft ofrecen cursos abiertos masivos en línea (MOOC) orientados a la recualificación profesional (reskilling) y a la actualización o perfeccionamiento de competencias (upskilling) del personal, contribuyendo decisivamente a la formación continua en el ámbito laboral. Plataformas como Coursera for Business o edX for Business ofrecen paquetes formativos para plantillas, convirtiéndose en una línea de negocio fundamental. Los gobiernos también utilizan estas plataformas para programas nacionales de capacitación. Este ecosistema se traduce en un mercado robusto y en plena expansión.

DISEÑO PEDAGÓGICO ACTUAL: INNOVACIONES Y RETOS

El diseño pedagógico contemporáneo de los MOOC ha evolucionado para combatir la pasividad y responder a los desafíos de la educación a distancia online que venimos comentando en esta serie. Las estrategias y herramientas actuales, que ya conocemos, incluyen:

• Estrategias y herramientas de contenido. La propuesta central es el uso del vídeo breve y segmentado (usualmente de entre 3 y 10 minutos), para facilitar la atención y la retención (Guo et al., 2014). Estos vídeos se complementan con una variedad de recursos como infografías interactivas, podcasts, simulaciones y quizzes integrados para la autoevaluación.
• Interacción y evaluación. La interacción social se fomenta a través de foros de discusión, potenciando el aprendizaje social y la reflexión compartida, aunque su gestión a gran escala sigue siendo un reto que requiere moderación activa para mantener la calidad (Kop et al, 2011). Para la evaluación, se combinan métodos automatizados (tests, ejercicios de código) con la evaluación por pares (P2P), donde los estudiantes se califican entre sí siguiendo rúbricas predefinidas, una solución pragmática para la corrección masiva.
• Incorporación de analítica e IA. La gran innovación reside en la aplicación de analítica de aprendizaje e IA generativa. Las analíticas permiten a los instructores entender cómo interactúan los estudiantes con el material y detectar patrones de riesgo de abandono (Gašević et al., 2015). La IA, por su parte, posibilita la creación de tutores virtuales que ofrecen feedback instantáneo y personalizan las rutas de aprendizaje, adaptando la dificultad o sugiriendo recursos adicionales.
• Críticas y desafíos persistentes. A pesar de las innovaciones, persisten críticas y desafíos importantes. El abandono sigue siendo alto (frecuentemente por encima del 80% en muchos cursos), aunque se argumenta que la métrica de finalización no es adecuada para un público que a menudo busca conocimientos específicos y no un certificado (Koller et al., 2013). La superficialidad en el tratamiento de ciertos temas, la sobrecarga cognitiva por exceso de oferta, y la brecha digital (acceso a tecnología y conectividad) continúan siendo barreras significativas.

INTEGRACIÓN EN LA EDUCACIÓN FORMAL Y MODELOS DE ACREDITACIÓN

Otra de las cuestiones destacadas y quizás el cambio más significativo ha sido la progresiva integración de los MOOC en la educación formal a través de las microcredenciales, a las que nos referiremos con más detalle en la entrada siguiente. Programas como los MicroMasters de edX, las Especializaciones de Coursera o los Nanodegrees de Udacity consisten en una serie de cursos MOOC que, una vez completados (y, en su caso, abonadas las tasas), pueden otorgar créditos o convalidarse en estudios universitarios, dependiendo de la política de cada institución (Boud y Jorre de St Jorre, 2021).

Este modelo freemium (acceso gratuito al contenido, pago por la acreditación) se ha convertido en el estándar de la industria, junto a modelos de suscripción mensual. Las microcredenciales apilables (stackable credentials) permiten a los estudiantes construir un perfil de competencias verificable a lo largo del tiempo, acumulando certificaciones.

Para garantizar la seguridad, autenticidad, portabilidad y confianza de estas acreditaciones, se están empezando a utilizar tecnologías innovadoras como el Blockchain educativo (certificados y diplomas infalsificables, inmutables y verificables) y  Wallets académicas (monederos de credenciales). En la siguiente entrada nos referiremos a ello con más detalle.

Numerosas universidades ya articulan estos recorridos en sus sistemas formativos, ofreciendo rutas flexibles que combinan aprendizaje en línea masivo con formación presencial o privada.

TENDENCIAS FUTURAS (2025-2030)

Mirando hacia el futuro, varias tendencias prometen redefinir la experiencia MOOC a medida que maduran:

• XR-MOOC. Se irán fortaleciendo tecnologías de realidad extendida (virtual y aumentada), permitiendo experiencias de aprendizaje inmersivas como visitas a laboratorios virtuales, prácticas con equipos o simulaciones complejas.
• MOOCs completamente adaptativos. La inteligencia artificial seguirá avanzando hacia MOOC donde el contenido, el ritmo y la evaluación se ajusten dinámicamente en tiempo real a las necesidades de cada estudiante, creando un itinerario 100% personalizado.
• Integración profunda en el reskilling y upskilling. Se prevé una consolidación de los MOOC como herramienta estratégica para el desarrollo del capital humano a escala nacional y global, con una integración aún más profunda en los planes de capacitación de empresas y administraciones públicas.
• Nuevos modelos de negocio. Continuará la exploración de modelos de suscripción y freemium que mezclan acceso libre básico con servicios premium personalizados.

CONCLUSIÓN

La trayectoria de los Cursos Online Masivos y Abiertos (MOOC) representa una de las narrativas más interesantes y complejas de la educación contemporánea. En poco más de una década, han transitado de ser el epicentro de una utopía disruptiva, que prometía derribar los muros de la universidad tradicional y democratizar el conocimiento de élite a escala planetaria, a consolidarse como un componente maduro, versátil e integrado dentro de un ecosistema formativo global mucho más heterogéneo. Lejos de desmantelar la universidad, los MOOC han actuado como un poderoso catalizador, precipitando una reflexión ineludible sobre la apertura, la flexibilidad, la escalabilidad y la sostenibilidad de la educación superior en la era digital, principios básicos que viene defendiendo con sus matices, desde siempre, la EaD. Su legado no reside tanto en la disrupción radical como en la aceleración de tendencias preexistentes y en la ampliación de las fronteras de lo posible en la formación a lo largo de la vida.

El balance de su impacto presenta un claroscuro innegable. Por un lado, su mayor logro es haber democratizado el acceso a contenidos de alta calidad para millones de personas que, de otro modo, jamás los habrían alcanzado, como viene haciendo desde hace décadas la EaD. Han impulsado la innovación pedagógica en el ámbito digital, forzando a las instituciones a experimentar con nuevos formatos y metodologías, y han creado un mercado multimillonario y vibrante en torno a la educación en línea, con un valor estratégico fundamental para los planes de recualificación (reskilling) y actualización (upskilling) de empresas y gobiernos. Sin embargo, su principal talón de Aquiles, la dificultad para acompañar de cerca y de manera efectiva a aprendices masivos y heterogéneos, sigue siendo un desafío mayúsculo. Las altas tasas de abandono, si bien matizables por las diversas intenciones de los usuarios, evidencian una tensión persistente entre la escala y la personalización, entre el acceso al contenido y el logro de un aprendizaje significativo.

La fase actual de su evolución se define por la búsqueda de soluciones a esta tensión fundamental. La integración de la inteligencia artificial y las analíticas de aprendizaje en los llamados “MOOC 2.0” no es un mero aderezo tecnológico, sino la principal apuesta estratégica para ofrecer un soporte pedagógico escalable, personalizar itinerarios y mitigar el abandono. Paralelamente, el giro hacia las microcredenciales, los certificados apilables y la validación mediante tecnologías como blockchain ha resuelto en parte el dilema de la acreditación, articulando los MOOC con los sistemas de educación formal y las demandas del mercado laboral. No obstante, este enfoque plantea nuevos interrogantes sobre el rigor, la interoperabilidad de las credenciales y el rol de la universidad como garante última del conocimiento profundo.

Mirando hacia adelante, el desafío consiste en conjugar masividad con personalización, gratuidad con financiación estable y apertura con calidad certificada. Si las instituciones logran articular los MOOC de forma inteligente dentro de currículos reconocidos y las plataformas refuerzan una tutoría verdaderamente eficaz, el formato seguirá evolucionando no como un sustituto, sino como una pieza clave e indispensable de un ecosistema de aprendizaje distribuido, flexible y permanente.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DEBATE:

• Considerando las altas tasas de abandono, ¿deberíamos seguir evaluando el éxito de los MOOC con métricas tradicionales de finalización, o es necesario desarrollar nuevos indicadores que reflejen un aprendizaje más informal y fragmentado?
• Con la llegada de la IA generativa y los chat-tutores, ¿estamos avanzando hacia un modelo de MOOC más eficaz y personalizado, o corremos el riesgo de deshumanizar aún más la experiencia de aprendizaje masivo y reproducir desigualdades?
• Frente al modelo de microcredenciales apilables ofrecido por las plataformas MOOC, ¿qué rol estratégico deben adoptar las universidades para seguir siendo las principales garantes de la acreditación del conocimiento riguroso y profundo, y qué salvaguardas éticas requieren los algoritmos que personalizan y evalúan?

FUENTES

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• Breslow, L., Pritchard, D. E., DeBoer, J., Stump, G. S., Ho, A. D., y Seaton, D. T. (2013). Studying learning in the worldwide classroom: Research into edX’s first MOOC. Research & Practice in Assessment, 8(1).
• Class Central. (2025, 12 de mayo). Massive list of MOOC platforms around the world in 2025. https://www.classcentral.com/report/mooc-platforms/
• Coursera, Inc. (2025,  julio). Coursera reports second quarter 2025 financial results (Press release). https://investor.coursera.com/news/news-details/2025/Coursera-Reports-Second-Quarter-2025-Financial-Results/default.aspx
• (2025, septiembre). New AI-powered innovations on Coursera (incluye datos de catálogo e idiomas). https://blog.coursera.org/new-ai-powered-innovations-on-coursera/
• Downes, S. (2007). What connectivism is. https://www.downes.ca/post/38653
• Gašević, D., Dawson, S., y Siemens, G. (2015). Let’s not forget: Learning analytics are about learning. TechTrends, 59(1).
• García Aretio, L. (2012 y 2013). (Diferentes entradas en el blog Contextos universitarios mediados):¿Son los MOOC educación a distancia (EaD)?; Los primeros; MOOC. Khan Academy; MOOC. Recursos educativos abiertos (REA); MOOC. Objetos de aprendizaje; MOOC. ¿Son EaD, igual que el e-learning?;  MOOC. Muchas preguntas. Contextos universitarios mediados.
• García Aretio, L. (2014). Los MOOCs 2013: Elementos para la historia de una revolución educativa. UNED.
• García Aretio, L. (2014). Los MOOC, ¿disruptores?. XVI Encuentro Iberoamericano de Educación Superior a Distancia. Río de Janeiro.
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• García Aretio, L. (2015). MOOC: ¿tsunami, revolución o moda pasajera?  Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 18(1).
• García Aretio, L. (2015). ¿…y antes de los MOOC?. Revista Española de Educación Comparada, (26).
• García Aretio, L. (2017). Los MOOC están muy vivos: respuestas a algunas preguntas. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 20(1).
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• Kop, R., Fournier, H., y Mak, J. S. F. (2011). A pedagogy of abundance or a pedagogy to support human beings? Participant support on massive open online courses. The International Review of Research in Open and Distributed Learning, 12(7),
• Pappano, L. (2012, 2 de noviembre). The year of the MOOC. The New York Times. https://www.nytimes.com/2012/11/04/education/edlife/massive-open-online-courses-are-multiplying-at-a-rapid-pace.html
• Siemens, G. (2005). Connectivism: A learning theory for the digital age. International Journal of Instructional Technology & Distance Learning, 2(1).

OpenEdition le sugiere que cite este post de la siguiente manera:
García Aretio (18 de septiembre de 2025). MOOC y cursos masivos: De la utopía a la integración (C.EaD-71). Contextos universitarios mediados. Recuperado 28 de septiembre de 2025 de https://doi.org/10.58079/14pl5