miércoles, 1 de julio de 2015

Aprendizaje en el trabajo. No son cursos, son recursos.

Escribe Marta Torán



Recursos para Aprender. Esa es la tendencia. Una combinación de elementos de diferente tipología y procedencia que se “mezclan” de manera ágil y flexible en función de las necesidades y preferencias de los alumnos.  Y que son accesibles separadamente para su consulta, cuando es necesario.

En las organizaciones, son recursos que pueden utilizarse en distintos contextos pero que tienen un foco principal y clarísimo: facilitar el aprendizaje con un modelo práctico y social. Aprender a realizar las tareas concretas del día a día, a enfrentarse a los problemas y ser resolutivo. Aprender de la experiencia de otros que están recorriendo el mismo camino que tú, en tu organización o en otras. Esto no es fácil conseguirlo con “cursos”, estructuras formales que necesitan planificación, diseño, impartición… y tiempo.

CARACTERÍSTICAS

Procedencia

Lo más interesante respecto al origen de los recursos para aprender es su doble procedencia. Además de aquellos expresamente diseñados para enseñar un procedimiento, simular una actividad, practicar una tarea, también están los generados por los usuarios en el desarrollo de sus experiencias formativas y en su trabajo: sus respuestas a los casos prácticos o ejercicios colaborativos, sus opiniones en las líneas de debate, sus presentaciones de buenas prácticas en proyectos…

Tipología

Pero profundicemos un poco más en la diferente tipología de los recursos. Además de la primera división en función de su procedencia, me atrevo a clasificarlos de la siguiente manera:

1. RECURSOS FORMATIVOS

Son aquellos creados expresamente para enseñar. Aquí podríamos clasificar los “cursos” tradicionales eLearning. Pero estoy pensando en contenido breve, asociado a cubrir un objetivo concreto. Contenido “troceado” que puede consultarse de manera rápida para revisar, recordar o reproducir lo aprendido en una situación real.
A su vez, los podemos clasificar de diferentes formas:

  • EXPOSICIÓN NO INTERACTIVA: Exposición del contenido formativo sin que sea necesaria la interacción del alumno.
  • EXPOSICIÓN MULTIMEDIA INTERACTIVA: Contenido formativo “enriquecido” con recursos audiovisuales e interactivos.
  • EXPOSICIÓN AUDIOVISUAL: Contenido formativo en vídeo.
2. ACTIVIDADES DE PRÁCTICA


  • EJERCICIO, SIMULACIÓN, JUEGO: Para poner en práctica  o ser punto de partida del aprendizaje. Para aprender “haciendo” en un escenario que simule la realidad o que permita conectar con ella.
  • CASO PRÁCTICO: Como evidencia de aprendizaje. Creando también un escenario para el trabajo individual o colaborativo.
  • ACTIVIDAD EN CONTEXTO REAL: Para la aplicación de lo aprendido en el contexto real del trabajo con el acompañamiento de un experto, un compañero o un responsable.

3. RECURSOS DE CONSULTA Y OPINIÓN


  • CONTENIDO DE CONSULTA: Documentación elaborada interna o externamente; identificada, archivada y clasificada; de acceso sencillo y con un proceso establecido para su mantenimiento (actualización, descatalogación…).
  • RECURSOS DE OPINIÓN: Recursos generados por los usuarios en intervenciones en redes o contextos sociales externos o internos.
  • CONTENIDO CURADO: Contenido de consulta y recursos de opinión seleccionados por expertos de dentro y fuera de la organización. Su reconocido criterio “garantiza” el valor de estos recursos. Además de filtrar y seleccionar, aportan su conocimiento para “enriquecer” su selección.


4. RECURSOS DE EVALUACIÓN

La evaluación puede realizarse en contextos de aprendizaje y de medida del rendimiento en el trabajo. Aunque el peso fundamental debe ser “la evidencia”, podemos utilizar también recursos como:

  • EXÁMENES:  Para procesos de certificación del aprendizaje o de las competencias adquiridas en el trabajo. 
  • ENCUESTAS, CUESTIONARIOS: Para medir el conocimiento adquirido, la opinión, etc.


5. INSTRUMENTOS

Los instrumentos son aquellos materiales o herramientas elaboradas para facilitar la comprensión de un determinado proceso o la utilización de una herramienta o tecnología.

  • GUÍAS
  • MANUALES 



Tamaño

La “granuralidad” de estos recursos es otro aspecto importante que ya hemos mencionado. Son “cortos” porque desarrollan un único concepto formativo, se asocian a un determinado objetivo de aprendizaje. Esto puede tener muchos matices pero tiene que ver con el tiempo que están dispuestos a dedicarles las personas que los consultan o trabajan con ellos. Un tiempo corto, obviamente.
Categorización

Todo recurso debe estar categorizado con “metadatos” que lo describen y clasifican (temática, idioma, autor, tipo…) y también con “paradatos” que le dan contexto sobre dónde, cuándo, por quién y para qué se usa.

Diseño de experiencias de aprendizaje y recursos para aprender

Este modelo de contenidos permite una gran flexibilidad en el diseño de experiencias de aprendizaje. Una vez definidos los objetivos que se quieren conseguir y la estrategia más adecuada para hacerlo, debemos generar y/o identificar los recursos que nos van a permitir conseguir los resultados. Puedes leer más sobre estrategias de aprendizaje si haces clic aquí.


Si disponemos de un “repositorio” de recursos con las características de las que hemos hablado, nos será más fácil combinar y optimizar soluciones de aprendizaje rápidas, eficaces y sencillas.

Las “evidencias” de aprendizaje, fruto del trabajo de los alumnos, se convertirán también en  recursos para siguientes imparticiones o para su consulta en el trabajo. Pero esto puede ser motivo para otro artículo…


Tomado de  Reflexiones sobre aprendizaje con permiso de su autora. 

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