jueves, 22 de abril de 2021

Coedición internacional de revistas científicas: lecciones aprendidas en ETHE

 Por Álvaro Hernán Galvis

Profesor titular de Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia y Coeditor en jefe de International Journal of Educational Technology in Higher Education, ETHE

Apostar a revistas como ETHE tiene mucho de visión y otro tanto de quimera. Indudablemente el tema es de punta, tecnología educativa en educación superior, pero no es un terreno virgen, hay grandes marcas de revistas muy bien posicionadas, tanto en el mundo de la educación con tecnología, de la innovación educativa con tecnología, de la tecnología para transformar la educación, así como de refinamientos de estos descriptores en términos como eLearning e inteligencia artificial en la educación. Si es así, ¿por qué asociarse con otras universidades para procurar que una revista que construye sobre la trayectoria de otra llegue a ser un referente cuando quienes investigan en temas como los antes mencionados, y de cualquier parte del mundo, piensen en socializar sus trabajos?

Una reflexión como la anterior tuve hace ya cuatro años, cuando mi colega Josep Duart me comentó del proceso de reingeniería que habían hecho de la RUSC—Revista Universidad y Sociedad del Conocimiento—una publicación internacional de la UOC—Universitat Oberta de Catalunya. La RUSC había circulado 12 años y tenía una trayectoria muy meritoria, en términos de internacionalización y de indicadores de impacto, como revista de acceso abierto que se publicaba en inglés y español con un equipo editorial de excelencia y patrocinio pleno de la UOC. La visión de futuro era de nuestro pleno interés en Uniandes, donde habíamos liderado por 13 años la Revista de Informática Educativa—RIE—y que había sido el órgano de difusión de RIBIE, la red Iberoamericana de Informática Educativa, pero que había dejado de ser sostenible por coyunturas que tienen las redes internacionales de investigadores. En este escenario, la propuesta de la UOC, de asociarnos para sacar adelante la nueva RUSC, resultaba no solo curiosa sino también tentadora. Se trataba de cofinanciar el esfuerzo, pero centrándonos en lo que se nos encomienda a los editores, dinamizar la comunidad científica y generar ideas poderosas para mover hacia adelante la revista, dentro de una alianza estratégica con Springer Open. Esta es una firma de Springer que maneja un portafolio de revistas bien posicionado gracias a mercadeo talla mundial y a un cuidadoso proceso de producción y distribución, que ofrece al lector acceso gratuito a lo que los procesos editoriales de cada publicación aceptan. El reto era cuidar esta alianza estratégica, hacer que fuera gana-gana, asumiendo desde la academia lo sustantivo del proceso, así como los costos de publicación de los artículos seleccionados, que serían pagados por los socios universitarios a Springer Open.

Fuente de la imagen: Pixabay

Desde nuestro rol de invitados a unirnos a una alianza estratégica hubo factores que hicieron diferencia: la UOC era líder mundial en educación mediada con tecnología digital y la ETHE era una evolución en su búsqueda de la excelencia en generación y socialización de conocimiento relevante a su eje focal, la educación en línea de nivel superior; Springer Open era también líder en su campo, tenía una organización talla mundial capaz de publicar y diseminar en universidades y centros de conocimiento lo que publicaba, a costos razonables. Si esto era así, ¿qué se esperaba de los nuevos socios, más allá de cofinanciar la publicación de un número X de trabajos bien evaluados por año?

Definitivamente lo interesante era la co-construcción de una nueva revista, en alianza con la UOC y también con otras dos universidades que se unieron al esfuerzo [Dublin City University, de Irlanda, y Vytautas Magnus University, de Lituania]. Nuestras instituciones creyeron en la promesa de valor que hicimos los promotores de la idea, en el sentido de lograr alto retorno de la inversión financiera en un período de tiempo no superior a la alianza propuesta, cuatro años renovables. La esencia de la apuesta de valor a las instituciones que nos asociamos tenía que ver con posicionamiento de ETHE en el primer cuartil (Q1) de cada una de las categorías en que se ubican los trabajos que se aceptan en ETHE, teniendo como punto de partida en 2016 un posicionamiento en el tercer cuartil (Q3). Este anhelo se logró en 2019, cuando ETHE obtuvo en la valoración hecha anualmente por Scopus los resultados que muestra la figura 1.

Figura 1

Percentiles de ETHE por categoría evaluada en 2019

Fuente: Scopus

Estos logros se explican mucho más allá del acceso abierto y mercadeo mundial de una revista como ETHE. Indudablemente renombrar RUSC con nombre llamativo para una comunidad global y usar inglés como idioma oficial, ayudaron a canalizar trabajos de investigadores de todo el mundo en un amplio espectro de temas. Levantar la barrera económica para publicar pudo no ser tan importante como la de levantar la de pagar por leer lo que se publica: muchas revistas no cobran por publicar, pero los trabajos solo pueden ser consultados por quienes pagan por esto, sea por sí mismo o por suscripción hecha por los centros de información donde están disponibles; esto hace que los artículos publicados en revista de acceso pago sean revisados por menos personas que los publicados con acceso abierto; los investigadores sabemos que esto incide en los índices de citación por año, uno de los factores que se toman en cuenta al posicionar revistas.

El infograma (figura 2) adjunta ayuda a entender el éxito de ETHE en sus primeros 4 años de operación. La primera fila muestra cifras importantes de autores, revisores y cuerpo editorial, con distribución por países y género. El común denominador es la diversidad, lo cual indica que las convocatorias han sido de interés a nivel global, que la revisión de trabajos está en muchas manos, dentro de una política de significancia y viabilidad en lo que se pide revisar, toda vez que nadie recibe más de dos trabajos por año y que estos calzan en su zona de confort académico.

Figura 2

Resultados ETHE evaluada en 2019

Fuente de la imagen: Springer

También muestra el infograma en su segunda fila, que los tiempos de respuesta son muy razonables, con lo que los investigadores pueden tener información de retorno temprana sobre la pertinencia y calidad de lo que envían, así como coronar sus esfuerzos de publicar en revista líder en su tema, dentro de no más de cuatro meses de haber enviado su aporte. La participación en redes sociales y los factores de impacto de las citaciones hechas a los artículos publicados en los últimos cinco años ayudan a entender qué está detrás del posicionamiento en primer cuartil que ha obtenido ETHE en tan corto tiempo.

¿Qué nos deja este esfuerzo de coedición internacional de una revista como ETHE?

La primera gran lección tiene que ver con el costo-efectivo de la inversión; por los mismos dineros que se invierten por año difícilmente lograría una operación autónoma institucional los logros que muestra una buena asociación entre instituciones universitarias para cuidar la pertinencia, oportunidad y calidad de lo que se invita a divulgar y con un publicista talla mundial.

Otra gran lección es lo valioso que es trabajar en red con participación de representantes de instituciones que comparten una visión y una estrategia. Tal es el caso de los coeditores de las cuatro universidades socias, de la gerente del proceso editorial—de la UOC, de los interlocutores de Springer Open, y de los miembros de los comités asesor y editorial. Hemos crecido como colaborativo y aprendido a compartir ideas, esfuerzos y la solución de retos para ser cada día mejores.

Finalmente, hemos hallado que el sentido de comunidad que genera tomar parte en una iniciativa como ETHE es contagioso y saludable. Los editores asociados a la revista son cada día más—cerca de 400 a la fecha—y en las encuestas de fin de año dan en su mayoría testimonio del valor que tiene su labor, tanto en lo académico—donde están en contacto con ideas e investigadores distribuidos por el planeta y que comparten intereses y experiencias que mueven la frontera del conocimiento en sus áreas, como en lo operacional, cuando encuentran que los recursos que pone a disposición ETHE y Open Springer hacen diferencia para el cumplimiento de su función como investigadores.

Cómo citar esta entrada:

Galvis, A. H. (2021). Coedición internacional de revistas científicas: lecciones aprendidas en ETHE. Aula Magna 2.0. [Blog]. Recuperado de: https://cuedespyd.hypotheses.org/9097

Tomado de Aula Magn 2.0 con permiso de sus editores

No hay comentarios: