viernes, 20 de julio de 2012

Bocetos de pedagogía virtual #epedagogía




Escribe: Cristóbal Suárez
Para entender las complejas relaciones, dependencias y tensiones entre la educación, la sociedad, la cultura, y ahora Internet, podemos echar de un saber llamado pedagógico. Ojo, no se trata de la didáctica únicamente, ya que muchas veces pedagogía y didáctica se asumen como idénticas. La pedagogía implica a la didáctica que directamente se ocuparía de atender la necesidad sobre ¿cómo aprender?

La pedagogía, dotada de una larga tradición, diversas fuentes, distintos objetos de estudio y variados enfoques cada vez más interdisciplinares –por suerte- se encarga de una amplia gama de interrogantes con las que busca plantear y dar sentido a la acción educativa. La pedagogía es un saber más holista. Por ello, las inquietudes pedagógicas son amplias, van desde las preguntas por el sentido de la educación, para qué; el contexto educativo, dónde; los agentes educacionales, con quién; los contenidos educativos, qué; los materiales que los soportan, con qué; las secuencias de aprendizaje, cuándo; las metodología didáctica –ya vista-, cómo y la pregunta sobre la evaluación.

Pero hoy la pedagogía se encuentra ante la exigencia de analizar, a través de estas interrogantes, los procesos educativos –en más amplio sentido de la palabra- que discurren en los márgenes de virtualidad. No se trata de una moda o un producto del marketing educacional, sino más bien de cubrir una necesidad teórica y práctica de repensar la educación en la “capa virtual” que, con notable rapidez y profundidad, se está hibridando en nuestro desarrollo social y cultural como condición de aprendizaje. 

No obstante, esta pedagogía virtual, e-pedagogia o pedagogía del mundo virtual –el término será anecdótico frente al concepto- está en construcción y, literalmente, cada día hay algo nuevo por conocer. Por ello este camino no es llano, ni recto, ni mecánico. La hipótesis de trabajo es que la construcción de este lenguaje pedagógico sobre la educación en los márgenes virtuales no consiste en trasladar o traducir la pedagogía actual y aplicarla al mundo virtual. 

¿Por qué no nos serviría toda la pedagogía actual? Porque la potencial pedagogía virtual se construye –la hipótesis de fondo- sobre un modelo de sociedad con utopías sociales diferentes, se sustenta en condiciones tecnológicas con amplio significado en los sistemas de producción y con valor real en las vidas de las personas, con flujos de comunicación y autocomunicación masivos, horizontales y abiertos, con modelos y rutinas culturales disruptivas a los sistemas de interacción y creación, con territorialidades no centrales y fijas, con representaciones híbridas de la realidad… es decir, ¿cómo representar el aprendizaje es estas condiciones? En buena parte de esta respuesta se haya implicada la pedagogía virtual.

Sensibilizado por la idea anterior, y atendiendo la invitación del Servicio de FormaciónPermanente de la Universitat de València, me animé a repensar y desarrollar –por no decir encarar- el reto del curso “e-pedagogía en la Sociedad Red”. No sé si es el mejor título para un curso, pero en definitiva me ha servido para recuperar, reorganizar y ampliar la información sobre las cosas que vengo desarrollado desde hace tiempo. El producto tangible ha sido este curso, un esbozo de algo donde hay mucho que trabajar.

En este curso, dirigido a profesores de la Universitat de Valéncia, asumí que el reto no era usar una herramienta web concreta para mirar con nuevos ojos las asignaturas que los docentes de distintas disciplinas iban a dar en el curso 2012-2013, sino más bien buscar comprender su sentido sociocultural y, desde ahí, enriquecer la mirada docente con elementos propios de la cultura digital educativa. Por ello me plantee tres objetivos: 
  • Definir y dar respuesta a las distintas interrogantes que caracterizan el desarrollo pedagógico en la Sociedad Red, la e-pedagogía.
  • Comprender que la innovación en educación no consiste sólo en la aplicación de herramientas web, sino en la creación de una cultura educativa en red.
  • Repensar la práctica docente desde la cultura digital educativa buscando enriquecer la programación curricular con enfoques, modelos, actividades y recursos en red. 
Lo que aquí presento son bocetos, tal cual, de esta e-pedagogia que busca aportar, si cabe, en la construcción añadiendo algunos trazos y dando algunas pinceladas en ese mural global y heterogéneo de construcción. 
De aquí que mi mirada en el curso se haya centrado en plantear y debatir algunas de las interrogantes que mueven esta epedagogia. Por ello, para cada día prepararé una presentación que planteaba las preguntas que me había propuesto desarrollar: 
  • ¿Para qué aprender? Educación y Sociedad Red 
  • ¿Dónde aprender? Reconfiguración del entorno educativo: lugar-nodo 
  • ¿Cómo aprender? Estructuras didácticas no lineales: MOOC y PLE 
  • ¿Con quién aprender? Nuevos agentes como condición social de aprendizaje 
  • ¿Con qué aprender? Recursos educativos abiertos
Resumiendo, el eje central de una e-pedagogía en la Sociedad Red no es la herramienta, sino ¿qué hacer con las funciones socioculturales que añade a la educación? Y aquí andamos, pensando igual que al inicio del curso.

jueves, 19 de julio de 2012

Entornos ubicuos de aprendizaje

Escribe: Miguel Zapata Ros

La tecnología ubícua permite al alumno realizar actividades educativas allí donde esté, y contar con los componentes de su entorno social de aprendizaje.

Esta es la idea que se mantiene como tema de fondo en el artículo que acabo de publicar en el nuevo número de RED Revista de Educación a Distancia. Pero en él, más allá de conceptos y definiciones, está la justificación de la calidad centrada en el aprendizaje en estos entornos, que es la misma que en el resto de trabajos anteriores: Suministrar elementos de referencia, rasgos, requisitos e indicadores, para el diseño instruccional y para los usuarios.

Los entornos ubicuos se han difundido y popularizado en actividades básicas, como por ejemplo las económicas. Así hablamos de m-commerce más allá de e-commerce. De esta forma hay aplicaciones para el comercio, para la banca, las bolsas de valores, los negocios y para el hogar. Y vemos a profesionales utilizar dispositivos 3G en trenes, metro y aeropuertos, y Wi-Fi en salas de espera, cafeterías y restaurantes. Este hecho es irreversible. La propia utilidad ha impuesto su uso, sin necesidad de formación de usuario y con un valor añadido que produce más beneficios que coste.

Desde hace tiempo la literatura especializada (Trifonova, A., March 2003) nos muestra interesantes y significativas iniciativas de integración de entornos ubicuos, los LMS disponen en su totalidad versiones APP, aunque el desarrollo y el interés de las corporaciones por dispositivos especializados no ha corrido paralelo (Keagan, 2005a).
Entre otras justificaciones para el aprendizaje móvil, y de paso una base sólida para persuadir a este sector de la industria, lo constituye lo que Keagan (2005a) llama "ley de las tecnologías" de la educación  a distancia, según la cual
"No es con las tecnologías inherentes a las cualidades pedagógicas con las que se  tienen éxito en la educación a distancia, sino con  las tecnologías que están asumidas y son de uso generalizado por los ciudadanos”.

Para apoyarla señala un ejemplo, el de los videodiscos interactivos (laser discs) de los años noventa ¿Quién los recuerda ahora?. Estos dispositivos reunían todas las condiciones y las características pedagógicas, según atestiguan numerosas investigaciones internacionales y españolas de la época, para ser utilizados en distintas áreas de aprendizaje y disciplinares, entre ellas las ciencias sociales, el arte y sobre todo la enseñanza de los idiomas como lenguas extranjeras y la lectoescritura. Sin embargo  no tuvieron éxito porque no era de uso corriente, no había la suficiente cantidad de gente que lo poseyera.
Esto no sucede ahora con la tecnología móvil, su difusión es mayor que la de cualquier otra en cualquier época.

Dado el interés y pertinencia de estudiar la evaluación de los entornos ubicuos de aprendizaje, los sistemas de enseñanaza y aprendizaje apoyados en esta tecnología, no splanteamos determinar siguiendo el modelo desarrollado en otros trabajos anteriores (Zapata, 2003 y Marcelo y Zapata, 2008) rasgos de calidad y los correspondiente indicadores siguiendo una metodología similar: centrada en el aprendizaje.

Cuando nos planteamos definir objetivos de la calidad, en éste como en los demás casos, el objetivo es definir y proporcionar rasgos, requisitos e indicadores que permitan evaluar las actividades que se hacen o pueden hacer con el apoyo de los dispositivos que constituyen estos entornos, y cómo se organizan en función de los aprendizajes obtenidos, si son distintos, nuevos o mejores que por otros medios.
El objetivo es pues la evaluación y  la forma de evaluar la solidez pedagógica del aprendizaje móvil o ubícuo. Para ello desarrollaremos una serie de reflexiones sobre la aplicación de ideas y conceptos extraidos de lo sdesarrolos teóricos constructivistas y socioconstructivistas y a partir de ellos establecer seis elementos de evaluación: Integración  de la tecnología ubicua en el sistema, fundamentación teórica, programación y coordinación docente, presencia docente, ajuste de las actividades a la configuración y características de los dispositivos y evaluación.

El aprendizaje ubícuo.
Si representamos (Fig. 1) funcionalidad (capacidades para procesar, elaborar y representar) y la movilidad de los dispositivos, la curva tradicional casi es lineal, de una proporción inversa, con la tecnología referida a un momento dado:
 Fig. 1.- Relación funcionalidad-movilidad, tal como se ha visto hasta ahora.

Sin embargo esto habría que matizarlo (Fig. 2) actualmente con algunas restricciones: La funcionalidad no disminuye a partir de ciertos límites aunque aumente indefinidamnete la movilidad. La funcionalidad disminuye en un principio pero se mantiene debido en buena parte a la calidad y cantidad de las aplicaciones y a una mayor presencia potencial de la información (cloud-computing). Las restricciones son en todo caso ergonómicas o por funcionalidad humana.

Fig. 2.- Relación funcionalidad-movilidad en la actualidad.

Sin embargo el hecho en sí es el mismo, en un rango determinado el aumento de la movilidad supone una disminución de la funcionalidad o en todo caso unas restricciones prácticas.

De igual forma que existe un continuum desde el punto de vista de la funcionalidad en los dispositivos utilizados, que va desde los ordenadores de escritorio a smartphones y tablets pasando por ordenadores portátiles,existe un continuum desde ele-learning hasta el m-learning. Realmente se podría decir que m-learning es e-learning con menos funcionalidades, o funcionalidades menos finas, y con más movilidad. Esto, que puede parecer una conceptualización obvia o irrelevante, presenta nuevos, muy potentes y radicales cambios en la metodología, debidos al aumento de oportunidades y de ámbitos donde realizar las actividades. Pero sobre todo por sumergir a éstas en un contexto social muy potente y asumido por la población como entorno de relación.

En definitiva el concepto de aprendizaje móvil o ubicuo debería bascular sobre la movililidad a partir de lo avanzado sobre usos y posibilidades educativas del e-learning, del aprendizaje apoyado por la tecnología o del aprendizaje conectado.

Quizá pues quedaría por determinar qué son en este contexto dispositivos móviles. Podemos decir que son dispositivos que se pueden utilizar en la actividad educativa, para aprender, y se pueden llevar en el bolsillo, en el bolso o en una cartera, y que admiten conexión 3G o wifi, o las que en su momento las sustituyan.
La definición que proponemos para el aprendizaje móvil o ubicuo es pues sencilla en su formulación pero de importantes implicaciones:

Continuar la acción educativa y los procesos de aprendizaje a través de  teléfonos inteligentes y tablets.

Hablamos de smartphones y tablets porque son los dispositivos vigentes, pero realmente la  característica de aprendizaje móvil es que utiliza dispositivos que
  • Las personas utilizan y  llevan a todas partes.
  • Son considerados como dispositivos personales para utilizar entre amigos.
  • Son baratos y fáciles de usar.
  • Se utilizan constantemente en todos los ámbitos de la vida con variedad de configuraciones y usos que combinan Internet con la ubicuidad.
¿Aprendizaje móvil o ubicuo? A la hora de elegir palabra no es tan importate el término en sí como la conceptualización, y ambas ---aprendizaje móvil o aprendizaje ubicuo--- quedan así con un contenido entendemos que claro y equivalente. Sin embargo, por las connotaciones que encierra el término, parece más indicado ubicuo. En este caso observamos que hay una carga más fuerte sobre las posibilidades de acceder e interoperar con recursos y personas en todos los sitios que en el caso de móvil que hace más fuerza en los dispositivos “móviles”. Creemos que es más importnate tener un accceso básico disponible en todas las partes a la documentación los programas y aplicaciones, cloud computing, y una buena cobertura 3G o wi-fi, que las funcinalidades de los dispositivos, que no siempre es preciso utilizar.

Por último cabe señalar que para que la acción educativa sea eficaz, de calidad, el sistema de formación debe contemplar en su acción y en sus consecuencias esta nueva situación, pero incluso de que cuando hablamos de aprendizaje ubicuo entendemos en todas partes, incluso en las aulas, o en el centro escolar, en los pasillos, en el espacio de recreo y en la biblioteca, donde se deben generar situaciones de acceso y de uso. Las programaciones y la acción docente deben pues garantizar un enlace educativo entre las actividades vivas, las actividades en conexión o de aceso a los recusos en casa o en la biblioteca y el enlace móvil, como un todo continuo e integrado. Que además pueda ser evaluado.

ISSN 1578-7680
Depósito Legal
MU-2554-2001
© RED 
Copyright 2012 RED.- Revista de Educación a Distancia
  

viernes, 13 de julio de 2012

¿Moodle en un lado y las redes sociales en el otro?. Final

Escribe: Carlos Bravo

En los dos artículos anteriores el debate se dirigió a demostrar que los LMS, al estilo Moodle favorecen un tipo de curso cerrado, muy similar a las acciones desarrolladas en las aulas presenciales. Por el contrario en las redes sociales encontramos más apertura a la discusión, menos trabas a la participación, pero más dispersión de la información.

Hasta el momento cada uno en su lado tiene ventajas y desventajas reconocidas y esperamos que los LMS no se conviertan en redes sociales, sino que mantengan su estructura aunque con penetración de las redes. En el caso de Moodle existen nuevos bloques para acceder a Facebook y Google, aunque carece de sentido que las personas se matriculen en el curso vía Facebook, sin dejar los datos necesarios en la plataforma.

Las redes sociales aumentan la dispersión de la información, pues es tan variada que resulta difícil clasificar lo escrito durante una discusión.  En las redes la participación a veces es pobre, el estudiante como no se siente presionado por la “bendita calificación” no encuentra la razón para escribir y opinar. En ocasiones tienen razón pues es difícil escribir algo nuevo sobre los que otros están escribiendo, tomando en cuenta su poca experiencia en el tema. 

Las redes sociales requieren por parte del profesor mayor tiempo de dedicación, pues hay que atenderlas diariamente, tomando en cuenta la diversidad de información que circula. Requiere de un docente más entrenado en relación al empleo de la red y a la variedad de contenidos y recursos, pero a diferencia de Moodle no es tan compleja dicha preparación.

En las redes se favorece el aprendizaje informal, sin tiempo, ni presiones reguladoras,  y se logra un mayor acercamiento entre profesores y estudiantes, al compartir otros componentes de la vida personal, que en el aula presencial no logramos. En ellas se favorece el desarrollo de los sistemas personales de aprendizaje tanto de estudiantes como de profesores.  

Pero las redes aun suponen un mayor reto, no se trata solamente de llevarlas al aula, sino de convertirlas en áreas de estudio, para implementarlas en todos los ámbitos de la vida moderna, como señala Jason Ohleres. Ese debe ser el verdadero empleo de las redes desde el punto de vista educativo. 

Los cambios que se generan a diario alrededor de las redes sociales, no nos dejan tiempo para experimentar en ellas y peor aun para investigar su utilidad en la actividad de aprendizaje. Cientos de redes pululan en el ciberespacio, en una especie de mitosis convulsiva que generan más confusión en los que aun no se deciden por su empleo. Como en todo proceso evolutivo unas sobreviven y otras desaparecen por completo.

Algo similar, pero en escala menor está sucediendo con los LMS, surgen nuevas plataformas y otras se van readaptando al momento actual. Para los profesores aparecen preguntas difíciles de responder: ¿Hacia dónde dirigir nuestra atención? ¿Cómo dividir nuestro tiempo en uno o en otro ambiente? ¿Puedo estar seguro que el aprendizaje de los estudiantes está a la altura de estos tiempos, sí empleo las redes o los LMS, o ambos? Las respuestas por supuesto son difíciles de encontrar.

En un reciente video de Stephen Downes se pueden apreciar de modo gráfico sus ideas en torno a los PLE y los LMS, para concluir en la creación de redes de LMS, de PLE y por último llegar a una combinación de ambos que resultan en la satisfacción del individuo. 

En ese mismo camino se manifiesta  Jonathan Mott que propone la creación de una "red de aprendizaje abierto" (OLN) modelo que aprovecha la arquitectura abierta de la web. El OLN toma lo mejor tanto de los LMS como de las estructuras de los PLE de cada persona, para combinarlos en una red que el resultado final no es la suma, sino algo totalmente diferente y mejor que dicha suma. 

Estamos en una época de cambios acelerados, no es posible determinar hoy cuál es el camino más corto, tampoco el mejor para asimilar esos cambios. Sabemos que la estabilidad que disfrutamos antes de Internet se terminó y no volverá al panorama educativo. Estamos en el momento de entender que el mejor camino solo podemos crearlo entre todos.

Ese es el camino que nos toca recorrer.