martes, 13 de septiembre de 2022

Reflexiones: IV Jornadas de EaD en nivel superior - #FCEDU_UNER 2022

 Por Paola Dellepiane

Durante los días 11 y 12 de agosto se realizaron las IV Jornadas de Educación a Distancia en nivel superior, organizadas por la Facultad de Ciencias de la Educación de la UNER. 

El lema de estas jornadas fue Virtualidad, pandemia y después: transformaciones en educación superior en modalidad híbrida: con paneles, mesas de intercambio y conferencias especiales en modalidad presencial y virtual. 

Los videos de las conferencias plenarias se encuentran disponibles en el canal de youtube de la Facultad de Ciencias de la Educación - UNER 

Es de destacar que en estas jornadas han participado graduados y estudiantes de la Especialización en Producción de Contenidos y Ambientes Digitales Educativos, la primera carrera en modalidad exclusivamente virtual, y de la cual soy parte del cuerpo docente. 

En la conferencia inaugural, Teresa Lugo se refirió a la necesidad de pensar a la tecnología «como bienes públicos». Asimismo, remarcó que «no hay que confundir tecnología con calidad educativa» al tiempo que, para el desarrollo de nuevas propuestas híbridas en Educación Superior, es importante pensar las trayectorias o itinerarios curriculares de manera articulada con diversos departamentos y nuevas áreas académicas, en pos de trabajar en una adecuación normativa y curricular en el marco de un nuevo modelo tecnopedagógico.

Roberto Igarza, planteó algunos criterios para pensar la presencialidad y las aulas híbridas. El vínculo entre el aprendizaje y la atención comenzó a estrecharse. La atención fragmentada de hoy está lejos de la atención "tradicional", producto del crecimiento exponencial de las mediatizaciones.

Podemos referirnos a 3 clases de hibrideces:

  • un modelo alternado secuencial, fundado en la sincronía,
  • un modelo híbrido fundado también en la sincronía y basado en la opción simultánea,
  • un modelo híbrido basado en la combinación de diversas formas de presencialidad.

Estar presente es estar en el tiempo de la conversación, en una extensión del espacio que contiene energía y, en este sentido, existen diversos modos de estar presente, diversas combinaciones de formas de presencialidad que se encuentran entre dos extremos: presencia física y ausencia.  

Entonces, ¿qué vuelve verosímil la presencial? 

No alcanza con "estar a la vista" sino que es necesario experimentar simultáneamente el momento, por ello, podemos afirmar también que hay grandes ausencias en la presencialidad física. Concluimos entonces que, en estos nuevos escenarios híbridos, todas las presencias son imperfectas.

El día viernes 12 de agosto, participé de manera virtual en el EJE 2: Prospectivas: territorialidad, virtualidad y derecho a la educación, junto a colegas de diferentes instituciones y coordinado por Ignacio Aranciaga.



Reflexionamos sobre los aprendizajes conseguidos durante la Pandemia, en el que también se pudo evidenciar una sobrecarga de lo sincrónico y un esfuerzo individual de apropiación de las tecnologías adaptadas a las necesidades curriculares.

¿Es posible pensar una enseñanza híbrida pospandemia?

Sin dudas, hubo una redefinición del TIEMPO y el ESPACIO, acompañados de interrogantes y desafíos que nos hemos detenido a pensar, como por ejemplo: cuando hablamos de clase presencial, ¿significa que no es virtual? En una clase sincrónica, ¿no hay presencia? ¿Es que no hay presencia en la virtualidad?  ¿Pueden ser la presencialidad y la distancia parte de un mismo camino formativo? 

Entonces, ¿qué nuevos espacios de aprendizaje necesitan ser pensados para aprovechar el potencial de estas tecnologías desde una matriz didáctica?  ¿cómo pensar la futurabilidad de la presencia que nos trajo en su conferencia Igarza?

Comparto 4 ideas fuerza para tratar de dar respuesta: 

  • Ser autónomo no es ser solitario
  • Distancia no significa soledad
  • La presencia también está en la virtualidad
  • El tiempo presencial no transcurre de la misma forma que el tiempo virtual.

Los días tienen veinticuatro horas, sí, pero la asincronía nos permite expandir la dimensión temporal si la gestionamos bien, puesto que no nos obliga a tener que hacer las cosas todos al mismo tiempo.

Sin dudas, la disponibilidad de herramientas, aplicaciones y dispositivos a los que tenemos acceso hoy, tanto docentes como alumnos, y la participación en innumerables espacios digitales, hacen que los términos “sincrónico” y “asincrónico” cobren nueva relevancia.

Hoy, todos habitamos en simultáneo espacios digitales y físicos al mismo tiempo, donde todo es real, por lo que es necesario pensar un esquema nuevo, con escenarios mixtos de presencialidad y virtualidad, diferentes a las situaciones de uso de TIC en la enseñanza o de educación totalmente virtualizada.

Desde este enfoque se entiende que los sistemas educativos necesitan, ya no sólo contenidos, sino entornos flexibles que permitan desarrollar las capacidades de autoaprendizaje, creatividad, autonomía, iniciativa y expresión multilenguaje. Diseñar para una modalidad híbrida, es pensar a la clase como una continuidad de actividades presenciales, virtuales asincrónicas y sincrónicas virtuales. No es tarea sencilla pero vale la pena intentarlo. 

Tomado de Aplicaciones educativas en entornos virtuales con permiso de su autora

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