Por Lorenzo García Aretio
En la entrada anterior se argumentó la relevancia de la planificación en la educación a distancia (EaD). Una de las razones principales era la necesidad de anticipar y prever tanto las necesidades formativas de los destinatarios como la manera de articularlas con la misión y los objetivos de la institución. Sin embargo, hablar de planificación no consiste en redactar un esquema inamovible, sino en contar con un marco sistémico y flexible que alinee objetivos, contenidos, metodologías, recursos y evaluación, permitiendo los ajustes que pudieran surgir en el desarrollo.
En la era actual de transformación digital, las tecnologías emergentes, como la inteligencia artificial, la realidad virtual y la analítica de datos, ofrecen nuevas oportunidades para personalizar y enriquecer la experiencia de aprendizaje. Estas herramientas permiten adaptar la oferta formativa a las demandas de un entorno en constante evolución y a las expectativas de un alumnado cada vez más diverso y exigente.
En eso estamos, por eso ahora nos centramos en cómo llevarla a cabo de manera sistemática. Existe consenso en que, a pesar de la diversidad de contextos, se puede definir un modelo secuencial de planificación que guíe el diseño y la gestión estratégica de acciones formativas en EaD. Este modelo comprende varias fases interrelacionadas, desde la fundamentación inicial hasta la evaluación final.
Cabe subrayar que planificar no implica fijar un esquema inamovible: más bien se trata de contar con un marco sistémico y flexible que alinee objetivos, contenidos, metodologías, recursos y evaluación, permitiendo ajustes sobre la marcha. En contextos de EaD, donde la complejidad se acentúa por la distancia, la diversidad del alumnado y la mediación tecnológica, disponer de fases claras facilita la acción estructurada sin sacrificar la adaptabilidad. A continuación se describen cinco fases o etapas clave para la elaboración de un plan de formación a distancia, entendidas como un proceso cíclico abierto a retroalimentación continua.
FASE 1: DISEÑO. FUNDAMENTACIÓN, DIAGNÓSTICO Y ANÁLISIS
En esta fase se sientan las bases del plan formativo, combinando la justificación pedagógica con el análisis de necesidades y contexto:
- Diagnóstico y análisis: Es el punto de partida de todo plan. Implica identificar la(s) necesidad(es) formativa(s) que se desea(n) atender y contrastar la situación formativa actual con la deseada.
- Contextualización: Toda propuesta debe enmarcarse en su entorno.
- Recursos existentes: Valoración de los recursos disponibles (financieros, técnicos, humanos).
- Características del público objetivo: Perfil sociocultural, formación previa, motivaciones, disponibilidad horaria.
- Propuesta inicial de solución: Con el diagnóstico en mano, se delinean los fines y objetivos generales que orientarán la formación.
Considerar estos factores es imprescindible, pues omitirlos podría comprometer la calidad del proyecto. Al finalizar esta fase, se obtiene un diagnóstico integral que perfila las necesidades a atender, el público destinatario, el contexto y los objetivos generales del programa. Este cimiento garantiza que el plan surja de necesidades reales y esté contextualizado adecuadamente.
FASE 2: DISEÑO. ESPECIFICACIÓN – METODOLOGÍA
En la segunda etapa se concretan los componentes curriculares del plan. Si la fase anterior tuvo un carácter más estratégico, ahora nos adentramos en lo académico y técnico del diseño pedagógico:
- Objetivos formativos y competencias: Se formulan objetivos de aprendizaje alineados con las necesidades detectadas y los fines generales.
- Selección y organización de contenidos: Con base en los objetivos, se determinan los contenidos a abordar.
- Secuencia didáctica: Luego se estructuran en unidades o módulos coherentes y se establece una secuencia didáctica.
- Metodologías: Se seleccionan las estrategias pedagógicas más adecuadas para alcanzar los objetivos.
- Actividades: Junto a la metodología general, se diseñan las actividades concretas.
- Recursos y medios: Se seleccionan los soportes y herramientas que se utilizarán para implementar el curso.
- Plan de evaluación del aprendizaje: Por último, se establece el modo en que se valorará el progreso y resultados de los estudiantes.
- Plan de tutoría y motivación: Supone pensar en el acompañamiento pedagógico y así estructurar la tutoría (individual y grupal).
- Cronograma flexible: Definir un calendario que contemple hitos y entregas.
Al terminar esta fase de diseño, se cuenta con un esquema detallado que abarca objetivos específicos, contenidos estructurados, metodologías y actividades planificadas, recursos seleccionados y un plan de evaluación. En resumen, un mapa completo de la acción formativa a desarrollar.
FASE 3: DESARROLLO. PRODUCCIÓN
Con el diseño definido, se pasa a la producción de los recursos y a la preparación operativa para implementar el plan:
- Elaboración de materiales didácticos: Se elaboran (o actualizan) guías de estudio, módulos, presentaciones, videos explicativos, cuestionarios interactivos, etc.
- Organización del equipo de trabajo: La producción de un curso en EaD suele involucrar un equipo multidisciplinar.
- Configuración de la plataforma: Se configura el entorno tecnológico donde transcurrirá la formación.
- Capacitación de los docentes: Se debe asegurar que los docentes estén actualizados en competencias digitales.
Al concluir esta fase de desarrollo, se dispone de materiales validados, un equipo preparado y la infraestructura lista para poner en marcha la formación con garantías de calidad.
FASE 4: DESARROLLO. IMPLEMENTACIÓN
Llegado el momento de la verdad, se hace realidad la planificación llevando el curso a los estudiantes. Esta fase operativa, de aplicación, centrada en la experiencia de enseñanza-aprendizaje, también debe ser cuidadosamente gestionada:
- Difusión e incorporación de estudiantes: Se activan los mecanismos de información y promoción de la oferta formativa.
- Orientación inicial: A los aspirantes se les brinda una orientación inicial personalizada, aclarando los requisitos y expectativas del programa.
- Dinámica de enseñanza-aprendizaje: El equipo docente pone en práctica las actividades planificadas.
- Evaluación en proceso y retroalimentación: A lo largo de la implementación se aplican las evaluaciones formativas programadas y se analiza la participación de los estudiantes.
FASE 5: EVALUACIÓN Y MEJORA DEL PLAN
Finalmente, se evalúa no solo el aprendizaje de los estudiantes sino el propio plan formativo en todas sus dimensiones, con miras a la mejora continua:
- Evaluación de resultados y de procesos: Al finalizar, se contrasta los objetivos planteados con los resultados obtenidos.
- Mejora continua: Con los datos recabados, se introducen mejoras de cara a futuras ediciones.
CONCLUSIÓN
El diseño y ejecución de un plan de formación en EaD implican transitar por un proceso sistemático en cinco fases bien definidas. Desde la fundamentación y diagnóstico inicial hasta la evaluación y mejora final, cada etapa aporta rigor y coherencia al programa, a la vez que abre espacios para la flexibilidad y la innovación. Lejos de constituir pasos rígidos, este modelo secuencial pretende ser una guía adaptable: en cada fase se pueden (y deben) realizar ajustes según las particularidades del contexto y las evidencias que se vayan recopilando.
En la actualidad, la integración de tecnologías emergentes no solo optimiza la operatividad y la personalización del aprendizaje, sino que también posibilita una adaptación más dinámica frente a los cambios sociales y tecnológicos. La incorporación de herramientas basadas en inteligencia artificial, realidad virtual y analítica de datos, entre otras, refuerza el potencial de la EaD para ofrecer experiencias de aprendizaje más ricas, interactivas y personalizadas.
La planificación estructurada no está reñida con la agilidad, pues el modelo permite ajustes sobre la marcha según el feedback. La experiencia de 2020 confirmó, además, que la falta de una planificación integral genera mayores dificultades. En conclusión, las cinco fases aquí descritas proporcionan una hoja de ruta para desarrollar programas de educación a distancia de manera eficaz, integrando lo mejor de la tradición formativa con las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías para potenciar y reinventar la educación
CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DEBATE
- ¿Cómo influye la variedad de perfiles del alumnado (edad, experiencias previas, nivel de competencias digitales) en la secuenciación de las fases de planificación en EaD?
- ¿Qué mecanismos de retroalimentación deberían establecerse para garantizar que los resultados de la evaluación final impacten en el rediseño de las siguientes ediciones del programa?
FUENTES
- García Aretio, L. (1994). Planificación tecnológica de programas a distancia. En Educación a distancia hoy. UNED.
- García Aretio, L. (2011). Planificación y diseño en educación a distancia. En García Aretio, L., Ruiz, M. y Domínguez, D De la educación a distancia a la educación virtual. Ariel.
- García Aretio, L. (2014). Planificación de instituciones y programas de educación a distancia. En Bases, mediaciones y futuro de la educación a distancia en la sociedad digital. Síntesis.
- García Aretio (2020). Planificación EaD (II de VI). El diseño: diagnóstico, análisis y contexto. Contextos universitarios mediados.
- García Aretio (2020). Planificación EaD (III de VI). Especificación del diseño pedagógico. Contextos universitarios mediados.
- García Aretio (2020). Planificación EaD (IV de VI). Producción de materiales y recursos. Contextos universitarios mediados.
García Aretio (24 de marzo de 2025). 80 años. Compendio EaD (22). Fases para un plan de formación en EaD. Contextos universitarios mediados. Recuperado 7 de abril de 2025 de https://doi.org/10.58079/13jzn
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