jueves, 8 de mayo de 2025

Te reconocen como líder: ¿Pero eres un estratega?

 Por José Ferrer

Desde que somos niños, nos enseñan que el éxito se mide en victorias y derrotas. En la escuela, hay exámenes que se aprueban o se fallan. En los deportes, hay equipos que ganan campeonatos y otros que se quedan en el camino. En los negocios, la prensa celebra a los líderes que alcanzan el éxito como si hubieran cruzado la meta definitiva. Pero aquí está la trampa: en la vida real y en los negocios, no hay una meta final. No hay un punto donde puedas declarar “he ganado” y retirarte. El juego sigue, sin importar cuántas veces hayas ganado o perdido. Y ahí es donde entra la verdadera mentalidad estratégica.

Qué significa tener mente de estratega

Tener una mente de estratega no significa simplemente pensar en términos de tácticas o movimientos ingeniosos. No es una cuestión de aprender trucos, técnicas o recetas. Un verdadero estratega ve más allá de las decisiones inmediatas y comprende que cada acción es parte de un sistema más grande.

Ser un estratega no se trata de saber jugar ajedrez. Aunque muchos comparan la estrategia con este juego clásico, hay una diferencia fundamental: el ajedrez es un juego finito. Tiene reglas claras, un número limitado de piezas y un objetivo final: el jaque mate. Todos los jugadores acuerdan las reglas y saben cuándo termina el juego.

Pero la vida y los negocios no funcionan así. Como explica Simon Sinek en su libro The Infinite Game, la vida y los negocios son juegos infinitos. No hay un final, no hay un punto en el que puedas decir “he ganado para siempre”. El único momento en que realmente pierdes es cuando decides rendirte.

El juego infinito: La clave del pensamiento estratégico

El verdadero estratega entiende que en un juego infinito, no se trata de vencer a los demás en el corto plazo, sino de permanecer en el juego el mayor tiempo posible. En los negocios, esto significa que el objetivo no es simplemente maximizar las ganancias del trimestre, sino construir algo que tenga valor a lo largo de décadas. En la vida, significa que el éxito no es una meta estática, sino un proceso continuo de crecimiento, aprendizaje y adaptación.

Los que juegan a corto plazo pueden parecer exitosos en el momento. Empresas que priorizan las ganancias rápidas pueden parecer fuertes, pero si no tienen una visión a largo plazo, tarde o temprano se desmoronan. Lo mismo ocurre con personas que buscan atajos para el éxito sin construir una base sólida. En contraste, los grandes estrategas piensan en años e incluso décadas. No les preocupa ganar la batalla si con ello ponen en riesgo la guerra.

Las destrezas claves de un estratega

Para jugar bien en el juego infinito de la vida y los negocios, necesitas desarrollar ciertas habilidades. Aquí te comparto las más importantes:

1. Pensamiento a largo plazo

Los estrategas no se enfocan solo en lo que ocurre hoy o mañana. Ven cada acción como parte de un plan que se desarrollará a lo largo de los años. Se preguntan constantemente: ¿Cómo impactará esto dentro de cinco, diez o veinte años?

2. Adaptabilidad

En un juego sin final, las reglas cambian constantemente. Lo que funciona hoy puede volverse obsoleto mañana. Un estratega sabe cuándo mantener el rumbo y cuándo pivotar para adaptarse a nuevas circunstancias.

3. Resiliencia

Habrá derrotas. Eso es inevitable. Pero en un juego infinito, perder un punto no significa perder el juego. Los estrategas saben cómo levantarse después de cada caída, aprender de los fracasos y seguir adelante con más fuerza.

4. Capacidad de leer el contexto

No se trata solo de pensar en el futuro, sino de entender el presente con claridad. Un estratega es un observador agudo. Entiende los patrones, las tendencias y los cambios en el entorno. No actúa impulsivamente, sino con una comprensión profunda de las circunstancias.

5. Paciencia estratégica

No todas las batallas necesitan ser peleadas. Un estratega sabe cuándo esperar, cuándo ceder y cuándo moverse con decisión. No se deja arrastrar por la prisa o la presión del momento.

6. Creación de relaciones sólidas

En el juego infinito, las conexiones importan más que las transacciones. Un estratega sabe que las alianzas y la confianza construida con otros son clave para el éxito sostenible.

7. Mentalidad de aprendizaje constante

El juego no termina, y por lo tanto, el aprendizaje tampoco. Los estrategas nunca dejan de mejorar. Están en constante búsqueda de nuevas ideas, conocimientos y habilidades.

8. Liderazgo con propósito

No basta con ganar por ganar. Un verdadero estratega tiene una causa que lo guía. Sabe que jugar en el juego infinito requiere más que ambición; requiere un propósito que le dé dirección y significado a cada movimiento.

El verdadero éxito: Jugar para seguir jugando

La diferencia entre aquellos que fracasan y aquellos que triunfan a largo plazo no está en cuántas veces han ganado o perdido en el corto plazo. Está en su capacidad de seguir adelante cuando otros se detienen.

Si quieres ser un verdadero estratega, deja de buscar victorias inmediatas y empieza a pensar en el largo plazo. Recuerda que en el juego infinito de la vida y los negocios, solo pierde el que se rinde.


Tomado de José Ferrer

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