jueves, 20 de noviembre de 2025

Autoevaluación y coevaluación con calidad (C.EaD-86)

 Por Lorenzo García Aretio

AUDIO   –   VÍDEO

Todas las entradas de la serie “80 años. Compendio EaD”, VER AQUÍ

La autoevaluación y la coevaluación o evaluación entre pares no son un añadido de adorno en educación a distancia y digital (EaD). Bien diseñadas, funcionan como mecanismos de aprendizaje porque ayudan al estudiantado a leer su propio trabajo y el de otros, con los criterios establecidos en la asignatura, a aplicar esos criterios para emitir un juicio fundamentado y a planificar o sugerir cambios concretos para la siguiente versión. Mucho antes de emitir una calificación, invitan a leer criterios (rúbrica), comparar evidencias con ejemplos anclados, detectar brechas y planificar cambios para la siguiente iteración.

En términos de Diálogo Didáctico Mediado (DDM) (García Aretio, 2001; 2025), amplían las “voces” del diálogo, dado que el docente no es el único que interpreta el estándar; el propio estudiante aprende a usar los criterios para orientar su trabajo y el de otros. Ahora bien, la promesa solo se cumple si se cuidan estos tres pilares:

  • Propósito claro: la auto/coevaluación no pone notas; construye criterio y alimenta ciclos de retroalimentación (feedback) y orientación anticipatoria (feedforward) (Carless y Boud, 2018; Winstone y Carless, 2019).
  • Andamiaje: los apoyos pueden sustanciarse en criterios bien escritos, ejemplos anclados, instrucciones de uso y miniformación para evaluar con justicia.
  • Normas/gobernanza: reglas transparentes (si hubiera calificación), calibración moderación docente en casos de borde o límite entre niveles, con atención a accesibilidad y a condiciones de equidad propias de la EaD.

Esta entrada ofrece, primero, un marco que explica qué son y para qué sirven; después, diseños operativos de autoevaluación y coevaluación que cualquier equipo docente de diferentes áreas puede aplicar en su LMS y, por último, condiciones de calidad (validez, consistencia, ética, accesibilidad) para que funcionen a escala. Nos apoyaremos en la noción de alfabetización en retroalimentación (la capacidad del estudiante para comprender criterios, juzgar evidencias y actuar en consecuencia) y en el concepto de feedback interno (las comparaciones y juicios que el propio estudiante genera al cotejar su trabajo con referentes de calidad) (Carless y Boud, 2018; Nicol, 2021, 2022; Winstone y Carless, 2019). En suma: enseñar a evaluar es una forma poderosa de enseñar a aprender.

MARCO: QUÉ SON Y QUÉ APORTAN

Autoevaluación con sentido

La autoevaluación no es decidirse la nota, sino un ejercicio metacognitivo en el que el estudiante compara su producción con criterios visibles y con ejemplos anclados, localiza evidencias que sostienen un nivel y propone cambios concretos para la siguiente versión. Funciona cuando no se limita a marcar casillas, sino que obliga a citar fragmentos del propio texto, informe o prototipo (“en este párrafo justifico la hipótesis con dos fuentes primarias → Criterio 2 -C2-, nivel Notable”) y a planificar una mejora (“añadiré una comparación de alternativas para acercarme al nivel Excelente”). En el marco del Diálogo Didáctico Mediado (DDM), la autoevaluación es un turno de palabra argumentado porque el estudiante explica cómo interpreta el estándar y qué hará con esa interpretación.

Coevaluación entre pares con criterio

La coevaluación es el uso de los mismos criterios señalados antes, pero para valorar y comentar trabajos de compañeros. Su valor principal no es externalizar correcciones, sino construir y consolidar criterio, dado que al evaluar a otros, el estudiante genera feedback interno por comparación natural y reinterpreta su propio trabajo a la luz de lo observado. Para que esto ocurra, la tarea de comentar debe estar guiada (p. ej., “señala una evidencia concreta, un riesgo y una sugerencia práctica por criterio”) y anclada en la rúbrica; de lo contrario, se queda en impresiones superficiales (“me gusta/no me gusta”).

Por qué merecen espacio en EaD

En entornos en línea con ritmos diversos, la auto/coevaluación democratiza la conversación, el diálogo didáctico, sobre calidad porque no todo pasa por el docente. Acelera ciclos de mejora porque introduce más ojos y más momentos de lectura criterial, y mejora la consistencia del sistema si se acompaña de ejemplos anclados y de una rúbrica legible. No sustituyen el juicio docente, más bien lo preparan porque puede llegar a mejores borradores, y lo enriquecen porque aporta trazas de razonamiento del estudiante que el docente, a veces, no llega a intuir.

AUTOEVALUACIÓN Y COEVALUACIÓN QUE ENSEÑEN

Antes de pedir una autoevaluación dejar claro para qué sirve y qué no es. Sirve para que el estudiante lea su propio trabajo con los criterios de la asignatura, identifique pruebas internas de lo que ha logrado y planifique cambios para la siguiente versión. No es “ponerse nota”. Un texto útil de encuadre podría ser:

Esta autoevaluación tiene un fin formativo, es decir, te ayudará a decidir qué cambiar en tu siguiente versión. No modifica la calificación por sí sola. Trabaja con la rúbrica y cita fragmentos de tu trabajo para justificar cada decisión.

Explicitar el momento, por ejemplo, la autoevaluación iría antes de la revisión por pares o del envío al docente, para que pueda influir de verdad en el producto.

Por su parte la coevaluación sirve para mejorar borradores y afinar el criterio del propio revisor. Para que no se convierta en opiniones vagas, pedir comentarios anclados en criterios y sugerencias prácticas. Un texto de guía podría ser así:

No calificas a tu compañero: lo ayudas a mejorar. Por cada criterio foco de esta ronda, escribe una evidencia concreta que hayas visto, un riesgo que detectes y una sugerencia que pueda aplicar en su próxima versión.

Se debe aclarar si contará para la nota y cómo (se recomienda un porcentaje pequeño por calidad de la revisión, no por ser “benévolo” o “estricto”).

VALIDEZ, CONSISTENCIA, ÉTICA Y ACCESIBILIDAD

Validez: juzgar lo que importa

La validez de contenido exige que los criterios y ejemplos representen el resultado de aprendizaje declarado, y que el uso de los resultados sea proporcional al impacto de la decisión (AERA, APA, y NCME, 2014). Si el objetivo es “argumentar con evidencia”, la auto/coevaluación debe mirar tesis, pruebas, inferencias y refutaciones, no solo ortografía o formato. Alinea los primeros encargos con esos criterios para que haya evidencia temprana sobre el constructo (no sobre destrezas periféricas).

Consistencia: estabilizar el uso de criterios

Para reducir la variabilidad entre evaluadores:

  • Calibración inicial con ejemplos anclados. Al inicio de cada ronda, todo el equipo corrige 2–3 trabajos de referencia con la misma rúbrica. Luego se comparan los resultados criterio por criterio; si no coinciden, se reformula el descriptor o se añade un ejemplo hasta entenderlo igual.
  • Reglas de decisión cuando cuenta para la nota. Publicar mínimos imprescindibles en criterios clave (p. ej., “si C2 no alcanza Suficiente, no se aprueba la tarea”). Si hay valoraciones de pares, explica cómo se combinan:
    • por media simple de sus puntuaciones;
    • o dando más peso al tutor si participa.
    • Si hay 3 o más revisiones y una se aleja mucho de las demás en un criterio, se descarta y se recalcula. En casos de frontera (entre dos niveles o, por ejemplo, 4,8–5,0), indicar el procedimiento: revisión del fragmento afectado y, si hace falta, defensa breve del estudiante (3–5 minutos).
  • Moderación docente y mejora continua. Revisar una muestra y todos los casos límite; dejar por escrito los acuerdos y ajusta la rúbrica para la siguiente edición (verbo de desempeño más claro, descriptor mejor matizado y ejemplos frontera que ilustren la diferencia entre niveles).

Ética y clima de aprendizaje

Cuidar el tono y la seguridad de la interacción: establecer normas de respeto (criticar la obra, no a la persona), habilitar canales para reportar incidencias y decidir cuándo conviene anonimato simple. Recordar el mensaje de fondo: el fin es aprender a evaluar y evaluar para aprender; la coevaluación no es un jurado, es una conversación guiada.

Accesibilidad y equidad

Aplica Diseño Universal para el Aprendizaje (UDL) y las Pautas de Accesibilidad para el Contenido Web (WCAG 2.2), es decir, instrucciones claras, navegación coherente, foco visible y alternativas razonables (CAST, 2024W3C/WAI, 2024). Las instrucciones en lenguaje claro, navegación coherente, foco visible, alternativas textuales a lo audiovisual y tiempos razonables. En EaD, contemplar conectividad y husos: ofrecer variantes equivalentes (p. ej., comentario por audio en lugar de texto) cuando no alteren el constructo. La equidad no es un añadido; es una condición de validez.

¿CÓMO SE RELACIONAN CON LA CALIFICACIÓN?

Tres modelos legítimos (elegir y publícar desde el inicio)

  • Formativo puro: la auto/coevaluación no cuenta para la nota; su función es mejorar el producto y desarrollar criterio. Recomendado en primeros cursos o primeras rondas.
  • Peso ligero por realización de calidad: asigna un 5–10 % a cumplir con calidad (usar criterios, citar evidencias, proponer acciones), no a la “benevolencia” en la valoración. Esto incentiva el trabajo serio sin distorsionar el constructo.
  • Reglas de decisión (con prudencia): si se incorporan juicios de pares en la nota final, definir cómo se agregan (media simple/ponderada, descarte de extremos) y fijar mínimos no compensables en criterios nucleares (p. ej., C2 Argumentación con evidencia ≥ “Suficiente”). Dejar claro que la moderación del docente prevalece en casos de borde.

Errores frecuentes (y cómo evitarlos)

  • Confundir el propósito: pedir coevaluación “para poner nota” sin guion produce comentarios pobres. Solución: define propósitos formativos, guion y criterios foco.
  • Sobrecargar: demasiados criterios a la vez. Solución: 1–2 criterios por ronda y plantillas breves.
  • Opacidad: no explicar cómo se usa (o no) en la calificación. Solución: texto de transparencia y reglas visibles.
  • Desigualdad de acceso: ignorar conectividad/husos. Solución: franjas alternativas y opciones asincrónicas equivalentes cuando el constructo lo permita.

CONCLUSIONES

La autoevaluación y la coevaluación con calidad son pedagogías del criterio que funcionan especialmente bien en EaD porque multiplican voces, aceleran iteraciones y proporcionan señales tempranas de comprensión y de proceso. Su potencia reside en cómo se diseñan:

  • rúbricas legibles que encarnan el constructo,
  • ejemplos anclados que hacen visible el estándar,
  • guiones que obligan a citar evidencias y a proponer acciones de mejora, y
  • un circuito en el LMS que asegura que el feedback se convierta en feedforward (explicación de cambios) y en nuevas versiones.

Para sostener validez y consistencia, la práctica necesita calibración inicial, moderación de casos de borde y reglas de decisión claras cuando haya efecto sumativo (incluidos mínimos no compensables en criterios nucleares). La accesibilidad (Diseño Universal para el Aprendizaje y WCAG 2.2) y la equidad (conectividad, husos, dispositivos) no son añadidos opcionales, sino condiciones de posibilidad porque sin ellas, juzgamos barreras y no aprendizaje.

Ninguno de estos elementos exige tecnología sofisticada, basta con propósitos nítidoscriterios comprensiblesejemplos bien elegidos y un flujo simple que conecte datos, juicio y acción. Se debe empezar sencillo, por ejemplo, una autoevaluación honesta y una coevaluación con 1–2 criterios foco, y dejar que cada edición aprenda de la anterior para afinar descriptores, ajustar cargas y mejorar tiempos. En ese camino, la evaluación deja de ser una caja negra y se convierte en una conversación guiada, es decir, más transparente para el estudiante, más explicable para el docente y más fiable para la institución.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DEBATE

  • ¿Vamos a establecer, como norma de centro, que toda asignatura con tareas abiertas incluya al menos una iteración (proceso repetitivo) con autoevaluación y coevaluación guiadas (rúbrica + ejemplos), con explicación de cambios obligatoria antes de la versión final?
  • ¿Cómo organizaremos dos momentos cortos por semestre (inicio y cierre) para calibrar el uso de criterios con ejemplos anclados y moderar casos de borde, dejando acuerdos escritos para la siguiente edición?

FUENTES

  • AERA, APA, y NCME. (2014). Standards for educational and psychological testing. American Educational Research Association.
  • Carless, D., y Boud, D. (2018). The development of student feedback literacy: Enabling uptake of feedback. Assessment & Evaluation in Higher Education, 43(8).
  • CAST. (2024). UDL Guidelines 3.0https://udlguidelines.cast.org/
  • García Aretio, L. (2001). Educación a distancia. De la teoría a la práctica. Ariel.
  • García Aretio (2025). Diálogo Didáctico Mediado (DDM): Hacia una teoría superadora en educación a distancia. Contextos universitarios mediados.
  • Nicol, D. (2021). The power of internal feedback: Exploiting natural comparison processes. Assessment & Evaluation in Higher Education, 46(5).
  • W3C/WAI. (2024). Web Content Accessibility Guidelines (WCAG) 2.2https://www.w3.org/TR/WCAG22/
  • Winstone, N., y Carless, D. (2019). Designing effective feedback processes in higher education: A learning-focused approach. Routledge.
OpenEdition le sugiere que cite este post de la siguiente manera:
García Aretio (10 de noviembre de 2025). Autoevaluación y coevaluación con calidad (C.EaD-86). Contextos universitarios mediados. Recuperado 16 de noviembre de 2025 de https://doi.org/10.58079/154cx

No hay comentarios: