En las últimas semanas en la lista de correo de la Cátedra UNESCO de Educación a Distancia (CUED-L) se inició un interesante debate que tiene como centro la relación entre modelos pedagógicos y las Tics.
Este tipo de discusión es habitual no solo en dicha lista, sino en muchos otros foros y congresos. Se debe a la presencia permanente y masificadora de diferentes tecnologías en todos los ámbitos sociales sin escapar la educación.
En mi criterio el centro de la discusión no debe ser el modelo, pues no existe un modelo específico para el empleo de un tipo de tecnología. El modelo es lo general mientras que la tecnología es lo particular. Considero que el problema de fondo es una relación que data desde la época de Comenio o tal vez antes y se expresa entre el cómo enseño y aprendo y lo que empleo para hacerlo. Esta relación no tiene que ver solamente con la actividad que se desarrolla en la escuela, tiene un carácter universal.
En otras palabras, es el vínculo entre el método y el medio, también llamado recurso, material o Tics en su sentido más amplio. El medio, término que emplearé, es un componente de la actividad de enseñanza y también del aprendizaje y es seleccionado tomando en cuenta una variedad de elementos a los que en un anterior comentario le llamé “La ruta crítica en el empleo de las Tics”.
La selección del medio no tiene sentido si antes no se determina lo que se quiere lograr y cómo se realizará. En este proceso no hay cambio alguno y no me aferro a una didáctica “vieja” es un proceso que tiene un sentido lógico y que parte de la necesidad de lograr “algo”, de satisfacer una o varias necesidades del individuo. Es un proceso tan viejo como la humanidad.
Este proceso se da lo mismo en la escuela, que en la casa, en la universidad y en la empresa. Es universal, tiene como centro al individuo y como meta satisfacer sus necesidades, en especial aquellas que tienen que ver con su superación o capacitación, en ámbitos formales o no.
El qué se desea lograr, la Didáctica le dio el nombre de objetivo, pero en la actualidad en algunos lugares lo empiezan a transformar en competencias. Llámese de una forma u otra, siempre será el fin al que deseamos llegar.
Pero el cómo lo quiero lograr, se le dio el nombre de método, aunque hoy muchos le llaman estrategia. Al fin y al cabo no es el nombre lo más importante, sino el comprender que método y medio van de la mano, son inseparables.
Evidentemente la moda es el medio, es el elemento material del complejo proceso de aprender, es lo visible dentro de la urdimbre de dicho proceso. Generalmente se piensa más en el medio y poco tanto en el cómo se empleará. Pero cuáles son los resultados si se invierte el orden, si se acude a la lógica que antes señalé. Volvamos a pensar en qué se quiere lograr, cómo se va a hacer y con qué se hace.
Tenemos multitud de medios que hacen lo mismo, aplicaciones que realizan las mismas acciones, redes sociales que favorecen el mismo tipo de actividad. Entonces cuál seleccionar. Esta es la pregunta que no siempre podemos responder. No podemos entre otros muchos otros elementos pues la Didáctica, la Pedagogía y todas las ciencias que de un modo u otro tienen que ver con la enseñanza, son ciencias sociales y por ende imprecisas. Por ello existen numerosos modelos, multitud de enfoques e infinitos criterios de cómo hacer esto o lo otro.
Tratar de crear un modelo pedagógico para un medio, es una tarea en la que pasaríamos la vida y al final cuando lo encontramos el medio dejó de ser empleado. Por ello debemos perfeccionar la manera de hallar los métodos según nuestros fines y emplear aquel medio que me da resultado.
Es un camino complejo, pero nos libraría de tantos accidentes en el empleo de las Tics.
Este tipo de discusión es habitual no solo en dicha lista, sino en muchos otros foros y congresos. Se debe a la presencia permanente y masificadora de diferentes tecnologías en todos los ámbitos sociales sin escapar la educación.
En mi criterio el centro de la discusión no debe ser el modelo, pues no existe un modelo específico para el empleo de un tipo de tecnología. El modelo es lo general mientras que la tecnología es lo particular. Considero que el problema de fondo es una relación que data desde la época de Comenio o tal vez antes y se expresa entre el cómo enseño y aprendo y lo que empleo para hacerlo. Esta relación no tiene que ver solamente con la actividad que se desarrolla en la escuela, tiene un carácter universal.
En otras palabras, es el vínculo entre el método y el medio, también llamado recurso, material o Tics en su sentido más amplio. El medio, término que emplearé, es un componente de la actividad de enseñanza y también del aprendizaje y es seleccionado tomando en cuenta una variedad de elementos a los que en un anterior comentario le llamé “La ruta crítica en el empleo de las Tics”.
La selección del medio no tiene sentido si antes no se determina lo que se quiere lograr y cómo se realizará. En este proceso no hay cambio alguno y no me aferro a una didáctica “vieja” es un proceso que tiene un sentido lógico y que parte de la necesidad de lograr “algo”, de satisfacer una o varias necesidades del individuo. Es un proceso tan viejo como la humanidad.
Este proceso se da lo mismo en la escuela, que en la casa, en la universidad y en la empresa. Es universal, tiene como centro al individuo y como meta satisfacer sus necesidades, en especial aquellas que tienen que ver con su superación o capacitación, en ámbitos formales o no.
El qué se desea lograr, la Didáctica le dio el nombre de objetivo, pero en la actualidad en algunos lugares lo empiezan a transformar en competencias. Llámese de una forma u otra, siempre será el fin al que deseamos llegar.
Pero el cómo lo quiero lograr, se le dio el nombre de método, aunque hoy muchos le llaman estrategia. Al fin y al cabo no es el nombre lo más importante, sino el comprender que método y medio van de la mano, son inseparables.
Evidentemente la moda es el medio, es el elemento material del complejo proceso de aprender, es lo visible dentro de la urdimbre de dicho proceso. Generalmente se piensa más en el medio y poco tanto en el cómo se empleará. Pero cuáles son los resultados si se invierte el orden, si se acude a la lógica que antes señalé. Volvamos a pensar en qué se quiere lograr, cómo se va a hacer y con qué se hace.
Tenemos multitud de medios que hacen lo mismo, aplicaciones que realizan las mismas acciones, redes sociales que favorecen el mismo tipo de actividad. Entonces cuál seleccionar. Esta es la pregunta que no siempre podemos responder. No podemos entre otros muchos otros elementos pues la Didáctica, la Pedagogía y todas las ciencias que de un modo u otro tienen que ver con la enseñanza, son ciencias sociales y por ende imprecisas. Por ello existen numerosos modelos, multitud de enfoques e infinitos criterios de cómo hacer esto o lo otro.
Tratar de crear un modelo pedagógico para un medio, es una tarea en la que pasaríamos la vida y al final cuando lo encontramos el medio dejó de ser empleado. Por ello debemos perfeccionar la manera de hallar los métodos según nuestros fines y emplear aquel medio que me da resultado.
Es un camino complejo, pero nos libraría de tantos accidentes en el empleo de las Tics.
Publicado inicialmente en: 366-dias.blogspot.com
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