martes, 11 de febrero de 2014

El diseño instruccional de los cursos a distancia que se desarrollan en aulas digitales

Publicado por: Carlos Bravo Reyes

Desde finales del pasado año, con un equipo de profesores estamos revitalizando las aulas digitales de nuestra Universidad, que por espacio de varios años estuvieron estancadas. Las razones de este “stand bye” fueron más políticas que financieras y aún perduran al no considerarse la educación como un sector estratégico.

Lo importante en este momento es que la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, la mayor de las universidades bolivianas, tiene la intención de desarrollar varias carreras totalmente a distancia, con el empleo de una plataforma de formación, como es el caso de Moodle.

La Universidad tiene una limitada experiencia en carreras a distancia, que trabajan con encuentros mensuales y emplean principalmente, materiales impresos. Los profesores de estas carreras a distancia utilizan poco los medios digitales, en especial por el limitado acceso y poco esfuerzo de los estudiantes matriculados en estas carreras.

Seis años atrás cuando se inició la experiencia de las aulas digitales, se consideraron a estas como parte de la actividad presencial y nunca como centro de la educación a distancia. Sin embargo en esta nueva etapa el objetivo es otro y por ende se requiere un análisis de estas aulas desde la óptica de la distancia.

La primera tarea fue crear un modelo del Diseño instruccional que tome en cuenta el tránsito de los cursos presenciales a distancia. El Modelo, como la gran mayoría de estos considera que el centro del aprendizaje es el estudiante y requiere para su implementación la superación de los profesores.

El Modelo se divide en tres momentos o etapas: diagnóstica, metodológica y operativa, como indica la imagen.


En la primera etapa se requiere detectar las posibilidades de los estudiantes, para el trabajo en un curso a distancia. Es muy probable que la casi totalidad de los recién matriculados no tengan una mínima experiencia en la superación a distancia y mucho menos en el trabajo en un aula digital. Este es uno de los mayores retos que tiene el actual proyecto. No tenemos datos exactos sobre estos alumnos, pero la experiencia de trabajar con estudiantes presenciales demuestra la existencia de limitantes en el trabajo con medios digitales.

Por tal razón requerimos indagar lo antes posible sobre un conjunto de habilidades necesarias para trabajar en el aula digital. Es el caso de entender cómo emplean el navegador Web y qué programas básicos de ofimática pueden emplear. Además se necesita determinar qué dispositivos utilizan para conectarse a Internet, cada qué tiempo, en qué horario y desde dónde acceden y si tienen acceso a una computadora personal.

Muchos de los estudiantes que se matricularán a distancia son los que viven en provincias alejadas de la Ciudad, donde la conexión a Internet es deficiente y a gran costo.

Para obtener esos datos creamos una encuesta para todos los cursos, donde tras el análisis podemos mejorar o crear otros tutoriales para los estudiantes que se inician. También en la plataforma dispondremos de un curso inicial para todos los estudiantes, donde se explicará el funcionamiento de las aulas digitales.

Otra medida que aplicaremos es sugerir a los estudiantes que no tienen conexión permanente a Internet que al acceder a los café Internet, empleen una memoria flash como su computadora personal. En ella pueden colocar su navegador Web actualizado para ingresar al aula digital.

Aunque no está incorporado al Modelo, en esta etapa se inició el trabajo de capacitación con los profesores designados por sus carreras. Esta superación la dividimos en dos partes, la primera de ella destinada al diseño instruccional de su asignatura y la segunda al empleo de Moodle. En la etapa inicial se valoró la importancia de diseñar su asignatura presencial para el trabajo a distancia, considerando además la estructura del aula y la concepción del texto digital.

En una de las sesiones de capacitación
Como Moodle es una plataforma vertical en la relación profesor estudiante estamos trabajando con los profesores en transformar nuestras aulas digitales de carácter tradicional en aula digitales extendidas, donde prime el trabajo grupal y el empleo de las redes sociales.

Pero el objetivo final es llegar al aula digital invertida.

Para alcanzar ese último estadío se requiere un cambio en la forma en que percibimos el aprendizaje del estudiante, en la manera en que empleamos los recursos de la Web, la plataforma y en especial el compromiso del estudiante por su aprendizaje y su desarrollo integral. Nos queda un largo camino por recorrer, pero de seguro alcanzaremos nuestro objetivo.

Este post ha sido publicado originalmente en 366-días (solo 366 entradas). Autorizada por el autor su publicación en este Blog CUED.

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