Sin lugar a dudas, las tecnologías de la información y la comunicación han transformado nuestra forma de ver y actuar en el mundo, lo que ha derivado a que también en el sector educativo se haya experimentado una sacudida sin precedentes. Nadie cuestiona que los procesos de enseñanza aprendizaje se ven enriquecidos por las posibilidades que plantean las tecnologías, pero, a la vez, debe ser consciente de que la educación debe iniciar a las nuevas generaciones a saber vivir e interactuar en un mundo tecnologizado e hiperconectado. Ni las relaciones sociales, ni los puestos de trabajo es posible concebirlos ya al margen de la tecnología. Entornos que no pueden ser ajenos a los comportamientos éticos y responsables.
Por otra parte, la educación superior atraviesa, pedagógicamente hablando, una etapa orientada a lo social y a la innovación en la que el influjo tecnológico desempeña un rol indiscutible. Universidades de todas las regiones del globo revisan sus metodologías docentes y el papel que juega la innovación y la investigación en sus relaciones con la sociedad. Entre otras cosas, esto ha supuesto un redescubrimiento de la centralidad de los estudiantes en el proceso educativo, la necesidad de promover aprendizajes más prácticos en las titulaciones incidiendo en una implicación con situaciones reales de la sociedad, además, de desarrollar el compromiso cívico de los estudiantes.
En este contexto muchas instituciones de educación superior han implantado políticas de innovación centradas en el aprendizaje y el desarrollo de competencias donde la responsabilidad social de la propia Universidad con la comunidad juega un papel importante. Un ejemplo paradigmático de todo esto son los programas de aprendizaje-servicio (ApS) que se desarrollan, de forma más o menos institucionalizada, en las instituciones universitarias presenciales y a distancia, a los que se dirige nuestra propuesta.
En efecto, al potencial innovador de la metodología del ApS cabe sumar las posibilidades transformadoras de las tecnologías digitales en la educación superior, máxime si trabajamos en entornos virtuales de aprendizaje. Nuestro objetivo con este monográfico Aprendizaje-servicio y tecnologías digitales: el desafío de la humanización de los espacios virtuales de aprendizaje, que se concretó en el Seminario sobre ApS y tecnologías digitales dirigido por COETIC en el IX Congreso Nacional y I Europeo de Aprendizaje-Servicio Universitario celebrado en la Universidad Autónoma de Madrid, en 2018, no es otro que analizar las dinámicas e interacciones que se producen entre ambos mundos: entornos virtuales, tecnologías digitales y aprendizaje-servicio. Además de mostrar la dimensión solidaria y prosocial que emerge cuando estas se alinean con una intencionalidad educativa humanista. La inclusión de las tecnologías digitales en cualquier proyecto de ApS nos permite observar un rango amplio de interacciones, que llegan a identificar tres niveles de interacción entre tecnologías digitales y el ApS, recogidos en la tabla 1.
Nivel de integración de las tecnologías | Contenido |
Integración básica | Las tecnologías digitales se integran en los proyectos de ApS de manera natural, ya que las tecnologías facilitan la gestión del proyecto. La introducción no se establece con una intencionalidad educativa sino puramente instrumental o facilitadora. |
Inclusión intencional | Las tecnologías no sólo se incluyen porque facilitan el trabajo o mejoran la visibilidad de los proyectos, sino que existe una reflexión pedagógica particular tomándolas como objeto educativo, bien desde la perspectiva del aprendizaje o del servicio. |
Inmersión tecnológica | Las tecnologías digitales no sólo están integradas en los proyectos con una intencionalidad educativa, sino que el mismo proyecto se desarrolla íntegramente en el ciberespacio, apoyado en recursos exclusivamente digitales. Esto es, tanto el aprendizaje como el servicio es desarrollado de forma online. |
Tabla 1. Niveles de integración tecnológica en los proyectos de ApS
Por tanto, es preciso abrir y ahondar la reflexión sobre estas temáticas que afectan decisivamente al futuro de las universidades virtuales y a distancia. Temáticas que tienen que ver con las posibilidades pedagógicas de las tecnologías digitales en la construcción de ciudadanos responsables y con la expansión de los proyectos de ApS en el ciberespacio: en qué consiste la modalidad virtual del ApS; qué particularidades tienen los proyectos de ApS apoyados en entornos virtuales; el papel de las tecnologías y las redes sociales en los proyectos de ApS; cómo no perder de vista el carácter prosocial y solidario de los proyectos de ApS en contextos virtuales, qué aportan las universidades a distancia y virtuales en la transmisión de valores y en la construcción de (ciber)espacios de participación y compromiso cívico.
En este contexto, este monográfico, publicado en la Revista Iberoamericana de Educación a Distancia – RIED, reúne siete artículos que abordan la metodología de ApS como una propuesta innovadora para la educación superior desde su inclusión y desarrollo en escenarios virtuales de aprendizaje. Un aporte singular de este número es la diversidad de trabajos que lo compone, ya que refleja no solo el interés del tema a nivel internacional sino la particular aportación de cada trabajo según la región del globo donde se sitúan las autoras y autores procedentes de cuatro países con tradiciones pedagógicas muy diferenciadas, como son Argentina, Estados Unidos, Venezuela y España.
Con estas coordenadas se plantean diversas experiencias con la propuesta de la metodología del ApS en escenarios digitales de educación superior. Inicia este monográfico Richard Bringle y Patti Clayton, del Center for Service and Learning de Indiana University y Purdue University, EEUU, reflexionando sobre la metodología del ApS. Resaltan la relevancia del desarrollo global que actualmente tiene el ApS, lo que diversifica las denominaciones y las características de los proyectos de acuerdo a las particularidades culturales y geográficas de cada región. Además, este proceso se enriquece con la integración de las tecnologías digitales en este tipo de proyecto.
Por su parte, Miguel Ángel Santos Rego, Igor Mella Núñez y Alexandre Sotelino, de la Universidad de Santiago de Compostela, España, valoran la presencia de la internacionalización en las nuevas metodologías que se están introduciendo en las universidades. Aportan una revisión bibliográfica con la que muestran una metodología capaz de dar respuesta a las tendencias pedagógicas que mayor impacto están teniendo en la educación superior.
Por otro lado, Ángeles Manjarrés, Simon James Pckin, Héctor Alonso Meana y Natalia Rodríguez Fernández, de la UNED y la Universidad Complutense, España, presentan el desarrollo de una aplicación web, Virtu@al-ApS, elaborada de forma conjunta por estudiantes de la UNED del Grado en Educación Social y de Ingeniería Informática dirigida a dar apoyo a estos proyectos innovadores.
Desde la región latinoamericana María Rosa Tapia, del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario – CLAYSS, Argentina, presenta una investigación sobre la inclusión de las tecnologías digitales en los proyectos de aprendizaje y servicio solidario con las que se logra “ampliar” la experiencia de los estudiantes para ayudarlos a conectar el conocimiento “distribuido” a la resolución de problemas concretos de su comunidad.
Continuando en esta región, Beatriz Elena Sandia y Jonás Arturo Montilba C., de la Universidad de Los Andes, Venezuela, exponen los resultados de un análisis documental de las competencias y valores que caracterizan a la ciudadanía del nuevo milenio y cómo el ApS juega un papel clave en la formación ciudadana, lo que va a servir para elaborar un modelo para la comprensión de los espacios virtuales.
Regresamos al continente europeo, en el que Juan Luis Fuentes, Prado Martín-Ondarza y Paloma Redondo Corcobado, de la Universidad Complutense, España, apuntan como el espacio físico y el virtual desempeñan un papel central e interrelacionado en proyectos de ApS, en el que la comprensión del papel de las tecnologías en el ejercicio de la ciudadanía y en el desarrollo de proyectos pedagógicos innovadoras resulta crucial.
Anna Escofet, de la Universitat de Barcelona, España, parte de que el uso generalizado de las tecnologías digitales y la extensión de las redes sociales generan espacios de comunicación y encuentro, que generan posibilidades diversas de participación digital. De esta forma, unir las tecnologías digitales con proyectos de ApS facilita que se experimente de forma real aquello que es la solidaridad, la responsabilidad y el servicio a los otros.
Por último, Marta Ruiz-Corbella y Juan García-Gutiérrez, UNED, España, muestran una experiencia de ApS virtual que integra las tecnologías en su diseño y desarrollo generando una modalidad de ApS inmersiva y real en el ciberespacio. Con esta experiencia evidencian que no solo es posible tratar estas metodologías en estos escenarios virtuales, sino que estas multiplican sus posibilidades y efectos pedagógicos.
En suma, diferentes formas de ver y aplicar una misma realidad pedagógica y de afrontar un contexto emergente. Tecnología y educación están llamadas a encontrarse en fórmulas innovadoras que abran perspectivas formativas necesarias en este nuestro siglo XXI. Y, sin duda, una de estas fórmulas es el ApS virtual.
Referencia original:
Ruiz-Corbella, M. y García-Gutiérrez, J. (coords) (2020). Aprendizaje-servicio y tecnologías digitales: el desafío de la humanización de los espacios virtuales de aprendizaje. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia. RIED, 23(1), monográfico.
Cómo citar esta entrada:
Ruíz-Corbella, M. y García-Gutiérrez, J. (2019). ¿Es posible humanizar los espacios virtuales de aprendizaje?. Aula Magna 2.0. [Blog]. Recuperado de: https://cuedespyd.hypotheses.org/7183
Tomado de Aula Magna 2.0 con permiso de sus editores
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