Escribe: Miguel Zapata Ros
Ésta es la tercera
entrada sobre el conectivismo, y la última de esta primera serie. Como en el
resto, pretendemos contraponer de forma analítica las teorías y modelos sobre el
aprendizaje con el conectivismo como sistema estructurado de ideas que, sin ser
una teoría ni un modelo, está siendo aceptado como tal. Escuetamente también
proponemos un planteamiento de enfoques que pueden ser útiles y alternativos:
La metacognición y la elaboración.
Como antes, tratamos de ser críticos y provocadores para, a través
del feedback con los lectores, situar en su justo término el
alcance y las características de este fenómeno. Es un preprint dea
un trabajoque esperamos más depurado.
Seguimos pues con el
análisis del documento de referencia (Siemens, 2004)
En la última de
las “tendencias significativas en el aprendizaje”, que señala Siemens,
dice que hay una tendencia a que los objetivos tradicionales del aprendizaje,
"saber cómo hacer" (métodos) y "saber qué hacer"
(contenidos), se complemente con el know-where (saber dónde
están las cosas –saber buscar el conocimiento relevante para los objetivos de
aprendizaje propuestos en cada caso sin perderse ni distraerse en la
información, hacerlo comprendiéndolo y estableciendo caminos propios,
lógicos y eficientes).
Es curioso que diga que la tendencia
es el objetivo a que el aprendiz no se distraiga y no se pierda, y lo
establezca como ventaja novedosa. Esto es hacer de la necesidad virtud. Muchos
señalan que uno de los principales problemas de la web social (redes, blogs,
mundos virtuales, etc.) es precisamente la distracción y el despiste.
Pero dejando esto que sería una
segunda derivada de la cuestión, y volviendo al tema central, el saber dónde
están las cosas, los conocimientos e instrumentos eficientes y necesarios para
lo que se quiere aprender, o mejor tener estrategias para buscarlas de forma
eficiente, ¿no constituyen estos saberes una parte de lo que se considera
“metacognición”, o en general de las estrategias y procesos de autorregulación?
Sin embargo esta cuestión no es nueva, está tratada ampliamente por
autores que han investigado y desarrollado estos dominios.
Así por ejemplo Esteban y Zapata
(2008) hablan de “los elementos de singularidad cognitiva de los estudiantes”.
Es decir ¿cómo perciben y se representan el conocimiento?, las habilidades o
competencias metacognitivas y los estilos y estrategias cognitivas.
Como es sabido, el concepto de
estrategia se incorporó hace tiempo a la psicología del aprendizaje y la
educación como una forma más de resaltar el carácter procedimental que
tiene todo aprendizaje. Los buenos “maestros” saben que los procedimientos
usados para aprender son una parte muy decisiva del resultado final de ese
proceso. Más aún, hasta ese momento, desde siempre, no es que se ignorase la
importancia decisiva de las técnicas y otros
recursos aportados por el aprendiz, erasolo que no existía (como Siemens parece
ignorar ahora) una formulación y conceptualización tan explícita y con
términos específicos sobre esas tales operaciones cognitivas del aprendiz. Es,
pues, un concepto ya clásico que conecta adecuadamente con los principios de la
psicología cognitiva, con la perspectiva constructivista del conocimiento y del
aprendizaje, con la importancia atribuida a los elementos procedimentales en el
proceso de construcción de conocimientos y, asimismo, con los aspectos
diferenciales de los individuos tan enfatizados por toda la psicología
cognitiva (adultos, jóvenes, expertos, novatos, etc.).
Resumamos de todas formas lo más relevante: El concepto de
estrategia implica una connotación finalista
e intencional. Toda estrategia ha de ser un plan de acción ante una tarea que requiere una
actividad cognitiva que implica aprendizaje. No se trata, por tanto, de la
aplicación de una técnica concreta. Se trata de un dispositivo de actuación que
implica habilidades y destrezas –que el aprendiz ha de poseer previamente- y
una serie de técnicas que se aplican en función de las tareas a desarrollar.
Quizás lo más importante de esta consideración es que para
que haya intencionalidad ha de
existir conciencia de:
a) la
situación sobre la que se ha
de operar (problema a resolver, datos a analizar, conceptos a relacionar,
información a retener, etc.). De donde resulta, desde el punto de vista del
aprendizaje, muy importante la
representación de la tarea que
se hace el aprendiz en la toma de decisión sobre las estrategias a aplicar; y
b) de los
propios recursos con que el
aprendiz cuenta, es decir, de sus habilidades, capacidades, destrezas, recursos
y de la capacidad de generar otros nuevos o mediante la asociación o
reestructuración de otros preexistentes.
En definitiva, esta conciencia de los propios recursos
cognitivos con que cuenta el aprendiz, que los psicólogos del aprendizaje
llaman metacognición, no es sólo una
estrategia o conjunto de estrategias de diverso orden, es
condición necesaria para que pueda darse cualquier
plan estratégico ya que de lo
contrario podría darse la aplicación de estrategias, cierto, pero no habría
intencionalidad al no existir la adopción de un plan con previa deliberación de
la situación y los recursos.
Las estrategias se suelen clasificar en función de las
actividades cognitivas a realizar. Atendiendo a ese criterio se suelen
clasificar, desde las operaciones más elementales a las más elaboradas en asociativas, de elaboración, de
organización, descritas por Esteban y Zapata (2008, p.2).
Como muestra ilustrativa, Ellen Gagné (1985, todo el Cap. 4
de la Sección II , pero en
particular las páginas de la 158
a la 162) ofrece junto con las
técnicas de “elaboración” y de “organización” una interesante descripción y
ejemplos de su uso para ayudar a alumnos en las tareas de organizar material de
aprendizaje destinado a objetivos concretos y de cómo los profesores pueden
impartir instrucciones y material de apoyo, esquemas, etc. para facilitar estas
tareas. Básicamente esto se puede reproducir para trabajar con material de la
web. De hecho es lo que se ha estado haciendo, sin esta base teórica de
fundamentación la más de las veces con las web-logs (técnica lamentablemente
abandonada ¿quién se acuerda de ellas? como tantas otras que han sido flor
de un día en el ámbito de las TICs en educación). Entre las
investigaciones citadas por Ellen Gagné sobre el aprendizaje del conocimiento
declarativo, y en particular sobre las técnicas de “elaboración” y de
“organización” cabe destacar las de Glynn y Di Vesta (1977), otra sobre
“formación de redes”[1] de Holley, Danserau, McDonald y
Collins(1979) y otra sobre “formación de mapas” de Armbruster y Anderson
(1980).
Seguro que si se avanzara en estas línea mejoraría bastante
el aprendizaje con el concurso de Internet y de redes, aumentando si no
simplemente haciendo efectivo el know-where[2].
Es interesante el comentario de E. Gagné, aplicable
igualmente a Internet, en
las conclusiones donde viene a decir que ciertas actividades que fracasan se
adjudican a la falta de motivación inicial de los alumnos, cuando lo que
realmente sucede es que una ausencia de técnicas adecuadas en la preparación de
los trabajos conducen al fracaso y este a la desmotivación. Desmotivación que
está en el resultado del proceso y no en el origen.
Creemos pues que tiene sentido hablar, de forma diferenciada, de elaboración con ordenadores y de elaboración en redes, entendidos como procesos y
estrategias específicas de aprendizaje. Ello implica plantearse un horizonte educativo que integre esta forma de aprender con la tecnología, pero más allá de la tecnología.
Este hecho tiene otras implicaciones: El aprendizaje elaborativo demanda otro tipo de estrategias personales y competencias para los que es preciso instruir: Las de selección y las de organización. Y también para que los alumnos distingan y seleccionen la información relevante para el propósito que persiguen, que descubran el sentido y los enlaces que existen, confieran sentido y organización, y establezcan relaciones y secuencias, como procesos previos a la elaboración.
Este hecho tiene otras implicaciones: El aprendizaje elaborativo demanda otro tipo de estrategias personales y competencias para los que es preciso instruir: Las de selección y las de organización. Y también para que los alumnos distingan y seleccionen la información relevante para el propósito que persiguen, que descubran el sentido y los enlaces que existen, confieran sentido y organización, y establezcan relaciones y secuencias, como procesos previos a la elaboración.
4 comentarios:
Mencionar solamente que si bien una estrategia se refiere que busca un resultado, el Conectivismo afirma que el proceso de la estrategia es más importante que el resultado en si y además no quiere un resultado único, sino una variedad de posibilidades, incluso una retroalimentación que puede incluso volver a empezar y diseñar otro camino y eso nos lo posibilitan las TIC, ya que sin ellas era impensable llevarlo a término, aunque muchos ya abagábamos por esa línea hace más de dos décadas.
juandon
Las estrategias de aprendizaje de los alumnos son algo personal y con sentido finalista, tal como los autores entienden. Por tanto aquí se habla de resultado como meta de una estrategia.
Otra cosa es el resultado del aprendizaje que evidentemente puede ser plural, porque señala el estado de cambio cognitivo que se produce en un momento, pero de forma dinámica dentro un bucle continuo, tal como lo escribí en el post de investigación formativa.
A veces es tan plural que el resultado es parametrizable, como sucede en el aprendizaje generativo. Donde evidentemente la tecnología posibilita un desarrollo definitivo a la creatividad del docente y del diseñador instruccional.
Miguel, realmente es así, y ya ves como nos va, otra cosa es como debe ser, que es a lo que yo me refiero, no podemos seguir un camino que conduce al fracaso "como los autores dicen y entienden", pero no hacen nada, obviamente, por eso mi comentario, deben buscarse estrategias inclusivas (personalizadas9 para obtener mejores resultados y en su caso mejores procedimientos para que el aprendizaje y al final, la educación sean mejores..y lo bueno de esto, es que es así y no nos queda otra. Si seguimos con más de lo mismo acabaremos en el abismo, ahora ya estamos cayendo, per oalgunos no estamos dispuestos a seguir el juego a estos otros.
juandon
Me parece interesante por la potencialidad que ofrece para aprender en entornos digitales, lo compartiré,
Silvana
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