lunes, 29 de junio de 2015

Profesores de este siglo con mentalidad del siglo pasado.

Escrito por Carlos Bravo Reyes


Con el inicio del semestre académico realizo entre mis estudiantes de la licenciatura en educación una encuesta, donde voy midiendo el empleo de diferentes recursos tanto por ellos como por sus profesores.

Desde la primera de ellas aplicada siete años atrás se puede comprobar el uso de computadoras, celulares y en especial Internet. En las primeras encuestas apenas dos de cada diez accedían a Internet desde su casa, tres de cada diez poseían computadoras propias. Hace siete años muy pocos tenían celulares.

En ese mismo período de tiempo los estudiantes manifestaban que sus profesores empleaban principalmente la pizarra, los materiales impresos, los papelógrafos y muy pocos la retrotransparencia, el video y escasamente el acceso a recursos en la Web. En aquellos años la situación de equipamiento de nuestras aulas no permitía más, lo que no sucede en la actualidad.

Hoy la situación ha mejorado de manera considerable, todas las aulas tienen proyectores de video o pizarras digitales y en ninguna falta la pizarra acrílica. Los estudiantes por otro lado, también mejoraron tanto el acceso a Internet, donde más de la mitad lo hace desde su casa y también desde el celular. Siete de cada diez posee una computadora propia y casi todos tienen Smartphone, muchos de ellos conectados a Internet.

En estas indagaciones con los estudiantes llama la atención la valoración que realizan del uso de los diferentes medios por parte de los profesores. Más de la mitad de estos emplean, principalmente en sus asignaturas; materiales impresos, pizarra acrílica y la búsqueda en Internet. En orden descendente le siguen los videos, la pizarra digital interactiva y los ambientes de aprendizaje como aulas virtuales, blogs o redes sociales. Refieren a su vez los estudiantes que escasos profesores emplean el celular como medio de enseñanza.

Existen docentes que exigen a sus estudiantes la entrega de informes de conclusión de actividades elaborados totalmente a mano, o la copia de definiciones de textos también de manera manuscrita. Perduran los docentes que gran parte de su clase la imparten con el empleo de su voz y apenas se levantan de su silla para escribir en la pizarra.

Los estudiantes que se sientan en nuestras aulas universitarias nacieron con las computadoras, acceden a la información desarrollando procesos paralelos y múltiples, buscan en la Red al azar sin seguir un patrón único. No van a la biblioteca porque no es necesario, lo encuentran en Internet. Manejan el celular sin que nadie le enseñara cómo hacerlo, descargan aplicaciones que emplean sin relación alguna con la actividad pedagógica. Encuentran más motivante usar las tecnologías fuera de la universidad que vincularla a esta. Todos tienen cuentas en Facebook y muchos en Whastapp.

Qué mejorar.

Los profesores aun consideran que lo más importante es la evaluación y siguen empleando esta forma organizativa en su versión más primitiva: la sanción. Los métodos implican acciones repetitivas. Debes aprenderte de memoria este concepto, entonces lo escribes diez veces. Tienes que escribir treinta páginas del informe y para evitar que lo copies lo debes entregar escrito a mano. Los medios aun cuando están disponibles no siempre son necesarios. Puedo impartir una excelente clase empleando solamente mi voz. No creo en la necesidad de emplear Internet, al final todo se copia de otros. Frases como las anteriores no son del pasado, viven y se reproducen cada día.

En vez de exigir a los estudiantes que repitan las definiciones del libro, es preferible indicar el análisis de uno de estos conceptos. Para mejorar la capacidad de síntesis, se puede exigir con un número aproximado de palabras. Para evitar la copia se indica al estudiante que se empleará cualquier programa existente en la Red para detectar el plagio, o lo más sencillo colocarlo en Google.

En vez de reclamar la entrega de informes escritos a mano, es aconsejable pedir que estos sean digitales. Se pueden apoyar en un video tomado con el celular, en fotografías obtenidas en el lugar donde se realizó la práctica, en el geo posicionamiento del sitio, en una discusión mediante Whastapp. Todos estos elementos pueden incorporarse al informe que bien puede “colgarse” en Google Drive, en un blog o incluso en Facebook.

En vez de pedir que sus exposiciones en clases sean mediante un papelógrafo, es preferible hacer uso de las presentaciones en Power Point o Prezzi, que proyectadas empleando el programa de la pizarra digital ayudan a realizar señalamientos y observaciones al trabajo. Con esto se ahorra tiempo tanto al estudiante como al profesor, se incrementa la motivación y el interés por la asignatura y en especial la seguridad en el aprendizaje del estudiante.

Como indica Robert Robert Swartz: 'Hay que enseñar a pensar más que a memorizar'

No es el caso de emplear la tecnología, es que vivimos en un mundo donde ella forma parte de todas nuestras actividades y por ende también de la vida universitaria. Somos profesores que nacimos en el siglo pasado, nos convertimos en docentes en esa época, pero trabajamos en ambientes modernos, donde el pasado solo es importante para mejorar la actuación del presente.



Publicado en 366-días con permiso de su autor

1 comentario:

LGUAJE dijo...

Gracias por compartir el articulo. Creo que a más de uno nos pone a reflexionar.
Luis Alberto Guaje
la_guaje@hotmail.com