Escribe Ángel Fiallo
Justificación y contexto
La sociedad en la que vivimos se caracteriza por la globalización. Hace unas décadas esta globalización comenzaba con la industria, la tecnología, la interconexión y el acceso al conocimiento. El fruto de esa globalización ha sido que las personas tengan que trabajar, educar, socializar y convivir con otras personas de creencias, culturas, costumbres sociales y visiones distintas.
Sin embargo los procesos educativos actuales están más centrados en adquirir y evaluar competencias científicas y de humanidades, e incluso algunas competencias transversales como el trabajo en equipo, la comunicación oral y la creatividad, pero no se menciona una competencia que tenga en cuenta los efectos de la globalización, y que es denominada competencia global.
¿Qué es la competencia global?
La competencia global es la capacidad de una persona para desenvolverse con distintas visiones e interactuar de forma exitosa en los contextos donde existe multiculturalidad, por ejemplo con los compañer@s del colegio o del trabajo, con los vecinos del barrio o cualquier otro escenario. Se suele definir como la capacidad de una persona para enfrentarse a problemas y situaciones globales, locales o interconectadas, interactuando con respeto, dignidad y responsabilidad y buscando la sostenibilidad y el bienestar.
¿Por qué es importante que nuestro alumnado adquiera o mejore la competencia global?
Por un lado se apunta la posibilidad de que la carencia de esta competencia es el origen de problemas actuales globales: la migración forzada, los conflictos étnicos, raciales o sociales, la pobreza, la marginación social, la baja tasa de formación, etc.
Por otro lado, la realidad actual presenta contextos profesionales, educativos y de ocio que son multiculturales y donde la tolerancia y el respeto son factores clave para encontrar soluciones comunes, disminuir la violencia en el mundo, respetar las diferencias y mejorar la convivencia.
Así mismo, nuestro alumnado está conectado con personas de otras culturas a través de internet. Por tanto, la adquisición de la competencia global es necesaria y urgente, ya que también se puede aplicar a los contextos interconectados a través de internet.
¿Cómo formar en la competencia global?
Se ha intentado la formación en esa competencia a través de procesos de “arriba – abajo”. Por ejemplo, a través de asignaturas especializadas en la competencia global, pero eso no ha demostrado que funcionara salvo en un público muy reducido. Parece evidente que se debe orientar con un proceso de “abajo-arriba”, a través de cualquier asignatura existente y utilizando al profesorado como “ejemplo a seguir”. Para leer más sobre cómo formar en dicha competencia.
¿Cómo capacitar al profesorado para que forme en la competencia global?
El profesorado suele estar más centrado en las competencias propias de su asignatura que en competencias transversales y globales, lo que puede ser un obstáculo para esa capacitación.
Se propone gestionar las experiencias de éxito, donde parte del profesorado ha diseñado un conjunto de actividades que sirven tanto para formar en las competencias de la asignatura como en la competencia global. El proceso, valores empleados y resultados de dichas actividades sirven para transmitir la eficacia de la competencia global.
Pero todas estas experiencias se deben clasificar y organizar, se debe indicar su impacto en la competencia global y se debe facilitar su transferencia para que se puedan incluir en los procesos formativos de otro profesorado.
Y por último se proponen proyectos globales, donde se incluyan diferentes países, contextos y ámbitos educativos que sirvan como catalizadores para capacitar al profesorado.
¿Cómo evaluará PISA dicha competencia?
En las páginas 24 – 40 del informe global competency for an inclusive world de la OCDE sobre PISA 2018 se puede encontrar una propuesta-ejemplo de evaluación.
Tomado de Innovación educativa con permiso de su autor
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