lunes, 30 de octubre de 2017

Autorregulación y procesos de aprendizaje



Catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación
Facultad de Psicología. Universidad de Almería
Tomado de Aula Magna 2.0 
La autorregulación se refiere a la autogeneración de pensamientos, sentimientos y acciones, que las personas utilizamos  para conseguir sus metas, en una visión triádica y recíproca. Cuando los estudiantes trabajan en sus tareas, regulan sus factores personales, estableciendo metas, monitoreando y autoevaluando sus progresos, y evaluando su autoeficacia para continuar aprendiendo y crear así un ambiente positivo para ellos. Desde una visión cognitivo-social, la visión de la autorregulación comprende tres fases: auto-observación (auto-monitorización), auto-juicio y auto-reacción. Zimmerman ha desarrollado un modelo cíclico, centrado en las interacciones recíprocas. Incluye tres fases: 1)Planificación, o fase que precede al aprendizaje, centrada en el establecimiento de metas y de la percepción de autoeficacia; 2) Control volitivo durante la ejecución, con implementación de estrategias de control y centrado en la ejecución de la tarea; 3) Auto-reflexión, con autoevaluación de la consecución de los logros. Esta fase tiene efectos cognitivos, conductuales y motivacionales. Las habilidades de autorregulación pueden aprenderse, siguiendo cada una de las fases del modelo.
La teoría cognitivo-social hace énfasis en el papel de la auto-eficacia y de la auto-regulación, como variables motivacionales-afectivas. También en la interacción recíproca entre factores personales, conductuales y ambientales. Tiene amplias implicaciones para los procesos de enseñanza y de aprendizaje. El uso de modelos sociales adecuados durante la enseñanza permite que se muestren las estrategias y las  habilidades de aprendizaje, y se motive a los estudiantes. También es importante la enseñanza y el aprendizaje de los procesos de autoevaluación y de consecución de metas. Finalmente, la importancia del aprendizaje de la autoeficacia y de la autorregulación durante el aprendizaje es la aportación más esencial de este modelo.
Tipos de autorregulación: personal y del aprendizaje
La autorregulación, como variable psicológica inherente a las competencias de desarrollo personal en los sujetos está siendo actualmente objeto de gran interés educativo e investigador. Sin embargo, son aún escasas las investigaciones que están intentando establecer relaciones de la autorregulación personal con otras variables educativas. El número actual (vol. 32, 2017) de la Revista Estudios sobre Educación ofrece unas claves en este sentido en el artículo Personal Self-Regulation, Learning Approaches, Resilience and Test Anxiety in Psychology Students.
En los contextos educativos suele encontrarse el constructo autorregulación, pero referido  de forma preferente a la autorregulación en el aprendizaje siendo ésta la denominación  de la aplicación de la autorregulación general  (o  la autorregulación utilizada por las personas en su vida diaria)  a la situación específica en situaciones de aprendizaje. La autorregulación se ha utilizado con diferentes matices en diferentes contextos. En el campo de la salud o consumo de sustancias, y en contextos educativos de regulación en el proceso de enseñanza-aprendizaje, se ha utilizado el concepto de “autorregulación personal”.
En general, la autorregulación se ha considerado como un proceso psicológico, que se inicia para obtener un resultado deseado (recuperar el humor, pérdida de peso, beneficios económicos, etc.) o para evitar un resultado indeseable (fracasar en los estudios, un embarazo involuntario, entre otras.). También se inicia este proceso autorregulador ante una situación que exige un cambio en la probabilidad de aparición de determinadas respuestas. Por tanto, la autorregulación personal se refiere a la capacidad o habilidad para controlar nuestros propios pensamientos, emociones y acciones. A través de la autorregulación somos capaces de controlar conscientemente la cantidad que comemos, si nos rendimos al impulso, la ejecución de tareas, pensamientos obsesivos, e incluso la medida en que nos permitimos el reconocimiento de nuestras propias emociones. De esta manera podemos afirmar que la autorregulación personal es un proceso vital que permite a las personas comportarse adecuadamente, realizar las tareas de manera oportuna, y abstenerse de actividades que puedan ser perjudiciales para la propia subsistencia. La autorregulación se utiliza por tanto en una serie de procesos incluyendo la regulación emociones, pensamientos y acciones de control, restricción física o de comportamientos. Si alguno de estos procesos de autorregulación sufre algún tipo de déficit provocaría desajustes en la regulación del comportamiento. Dentro de este marco teórico, se ha definido la autorregulación como la capacidad de la persona para  planificar, supervisar y dirigir su comportamiento en situaciones cambiantes. La autorregulación descrita ha sido relacionada principalmente con conductas adictivas: el juego, consumo de alcohol y drogas. Esta autorregulación, a la que se añade el calificativo de “personal” para diferenciar de la “académica” se ha estudiando tanto en adolescentes como en universitarios. La autorregulación personal es un constructo que se ha venido utilizando en mayor medida en el campo de la salud  mostró la existencia de procesos comunes en diferentes dominios, los expertos empezaron a interesarse por el análisis de los componentes autorreguladores comunes en diferentes ámbitos de la vida como el educativo y el laboral.
Autorregulación y Competencia para Aprender a Aprender
La autorregulación personal, como variable psicológica, muy unida a las competencias de autonomía y a la competencia para aprender a aprender en los alumnos, está siendo objeto de interés en el ámbito psicoeducativo. Estudios previos realizados, han demostrado que la autorregulación actúa de forma significativa tanto en la salud como en el éxito académico y laboral. Podemos entender la autorregulación  como un proceso de carácter personal, conductual y contextual  añadiendo las metas como un factor clave.
En el ámbito de la Psicología de la Educación, se define laautorregulación personal como  una variable presagio, propia del alumno que determina el nivel de esfuerzo que llevan a cabo los estudiantes en el proceso de aprendizaje o suautorregulación en el aprendizaje de forma manera activa para realizar una tarea determinada. Es ampliamente reconocido como el medio por el cual los estudiantes transforman sus habilidades mentales en habilidades de supervivencia para la resolución de problemas. Sin embrago, no son muchas las investigaciones realizadas en el campo de la Psicología de la Educación que abarquen esta variable presagio, autorregulación personal. Pero encontramos algunos trabajos  que nos confirman la relevancia que tiene el estudio de esta variable a nivel educativo, mostrando  que los niveles de autorregulación personal total modulan la percepción del clima de convivencia escolar de los adolescentes. Los resultados de los análisis inferenciales mostraron que el grado de autorregulación personal es interdependiente respecto a la percepción de los problemas de desadaptación y convivencia en los centros escolares. Específicamente se halló que los niveles bajos y altos de autorregulación total llevan consigo la menor y mayor, respectiva, percepción de ocurrencia de comportamientos desajustados en el entorno. De esta manera podríamos afirmar que una alta capacidad de la autorregulación es beneficiosa para el desarrollo personal y profesional, en especial, en la prevención de conductas de riesgo para la salud en adolescentes, tales como el consumo de tabaco o de alcohol.
En otra investigación los resultados develaron una relación estadísticamente significativa entre la autorregulación personal y las estrategias de afrontamiento, ambas variables incluidas en esta investigación. Los resultados nos indican que los diferentes niveles de autorregulación personal determinan los tipos de las estrategias de afrontamiento. Durante una situación estresante, los alumnos con altos niveles de autorregulación personal muestran estrategias de afrontamiento centradas en el problema, mientras que con bajos niveles de autorregulación personal los alumnos tienen un estilo de afrontamiento más centrado en la emoción.  La investigación reciente ha evidenciado la relación entre expectativas de  autoeficacia y los procesos de autorregulación. En línea con esta predicción, la autoeficacia ejerce influencia tanto en los procesos de autorregulación como en el establecimiento de metas. También, la autoevaluación de las capacidades afecta a la autorregulación.
En conclusión, pocas son las investigaciones en el ámbito psicoeducativo que tratan laautorregulación personal como variable presagio, siendo más utilizada una parte de ella (autorregulación en el aprendizaje). Sin embargo, la interacción de la autorregulación personal y otras variables personales (edad, género) y académicas (enfoques de aprendizaje, estrategias de afrontamiento, autorregulación académica, enseñanza reguladora, resiliencia, entre otras) constituyen una parcela de estudio novedosa e interesante en el análisis del proceso de enseñanza-aprendizaje. El número actual de la Revista Estudios sobre Educación ofrece unas claves en este sentido en el artículoPersonal Self-Regulation, Learning Approaches, Resilience and Test Anxiety in Psychology Students.
Cómo citar esta entrada:
De la Fuente Arias, J. (2017). Autorregulación y procesos de aprendizaje. Aula Magna 2.0. [Blog]. Recuperado de: http://cuedespyd.hypotheses.org/2878
Tomado de Aula Magna 2.0 con permiso de sus editores

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