Carmen Mª Sánchez Morillas
Departamento de Didáctica de la Lengua y la Literatura. Universidad de Granada
Directora de la Revista Electrónica del Lenguaje
En el ámbito de la Educación Superior, las revistas académicas, desde hace varios siglos, se han convertido en el canal principal para la transmisión de las ideas o resultados innovadores que los investigadores y docentes obtienen, en todas las áreas del conocimiento existente, cuando se ha procedido a realizar alguna investigación. Así, en las revistas académicas se registran los resultados de nuestras investigaciones. Son documentos necesarios para reconocer nuestra autoría o participación en un proyecto de investigación o en una propuesta educativa determinada.
Y las revistas, como otros tipos de escritos (exámenes, rúbricas de evaluación, guías académicas…), se han adaptado a la demanda de los nuevos tiempos. La revista académica ha pasado a ser una publicación en papel a una revista digital académica o «publicación periódica que se distribuye en formato digital» (Abadal & Rius, 2006). Desde lo digital, el texto científico, antes restringido a la comunidad de lectores de la especialidad, se consume como un texto en red, de carácter abierto y de libre acceso. Este libre acceso permite a los estudiantes de universidad acercarse a los contenidos concretos de las materias que estudian de un modo más profundo y reflexivo; pero también permite desarrollar ciertos aspectos de la competencia digital:
-saber y conocer qué es el lenguaje científico;
-conocer cuáles son las fuentes de información fiables, contrastadas;
-saber emplear los recursos tecnológicos para comunicarse, pero también para resolver problemas determinados;
-realización de un proceso crítico de la información, así como la búsqueda y tratamiento de la misma;
-obtener interés por la creación de nuevos contenidos, desde una actitud positiva, motivada y curiosa, hacia el aprendizaje.
Desde este punto de vista, el del desarrollo de la competencia digital, las nuevas tecnologías ofrecen un amplio panorama de posibilidades formativas para el alumno, a la vez que una compleja reflexión para cualquier docente, sobre todo, para el docente universitario.
En esta encrucijada educativa, las revistas académicas digitales se presentan como un instrumento idóneo para la docencia universitaria, ya que pueden dar respuestas a los ítems expuestos más arriba y alcanzar, así, el desarrollo de la competencia digital, al menos en parte. Recordemos, no obstante, que, como otros instrumentos de docencia, las revistas digitales académicas son, eso, un instrumento más, no los únicos que podemos emplear.
Tomar partido por la utilización de la revista en nuestra práctica educativa, implicará que, en el proceso de enseñanza de las materias universitarias, se deba incluir la creación de una publicación académica digital por parte del profesor y del alumno. En este planteamiento educativo-práctico, el profesor es el experto que enseña al discente a emprender sus pasos iniciales en la materia que se imparte; el docente es el responsable directo de mostrar al alumnado las claves básicas de su área de conocimiento específica. Dentro de esta área específica, cada docente adquirirá la obligación de conocer en profundidad el proceso de articulación y producción de un texto académico, además del desarrollo de una publicación científica.
La oportunidad de completar el estudio cualquier asignatura universitaria por medio de la creación de una publicación electrónica digital es un factor motivador con altas posibilidades para el alumnado.
La inclusión de la edición y producción de una revista digital académica, dentro de una materia que enseñemos, significa la adopción de un camino alternativo de la enseñanza universitaria.
Las revistas académicas digitales no serán solo un elemento de información o comunicación, sino también un elemento didáctico real y cercano para todo miembro de la comunidad universitaria. En las materias universitarias el alumnado trabajará de una manera directa con textos académicos en un lenguaje científico, en español o inglés, ya sea escribiéndolos, revisándolos, maquetándolos o tratándolos en el proceso de edición.
Por otra parte, no obviemos que si acostumbramos a nuestros estudiantes a producir, revisar y editar este tipo de documentos –los académico-científicos– estamos contribuyendo a su entrenamiento hacia el trabajo final de grado o de máster; al final, muchos de estos textos se incluyen en los repositorios de nuestras universidades.
Hemos de añadir que se trata, también, de introducir a los alumnos en los cambios que se han generado en los medios producción del conocimiento. Tradicionalmente, el artículo científico tras pasar por el autor, el revisor, el evaluador y el editor, e incluirse en la publicación científica de manera definitiva, debía de alcanzar, a posteriori, un alto índice de impacto, cuando no calidad y de una amplia difusión. En este último lugar, en el de la difusión, el alumno puede desempeñar un cuarto papel: el de difusor del conocimiento. Somos testigos de que los canales de difusión, aun a pasos pequeños, se están transformando por medio de las redes sociales académicas. Véase el caso deResearchgate, Academia.edu o Mendeley, además de las más tradicionales comoFacebook o Twitter. El proceso de edición y producción de la revista académica digital no puede estar completo, si no guiamos a los alumnos sobre cómo deben manejar las redes sociales en su propio beneficio para dar publicidad a sus resultados de investigación.
Referencias bibliográficas:
Abadal, E. & Rius, L. (2006). Revistas científicas digitales: características e indicadores.Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento, 3 (1). Recuperado de:www.uco.edu/rusc.
Cómo citar esta entrada:
Sánchez Morillas, C.M. (2018). La revista como herramienta docente en Educación Superior. Aula Magna 2.0. [Blog]. Recuperado de:http://cuedespyd.hypotheses.org/4869
Tomado de Aula Magna 2.0 con permiso de sus editores
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