Vea en este texto lo que se puede hacer y cómo funciona esta aplicación.
WhatsApp es una de las aplicaciones más difundida en Latina America. Actualmente está presente en el 99% de los celulares en Brasil, por ejemplo (PANORAMA, 2020), y su uso va mucho más allá del simple intercambio de mensajes con stickers. Uno de los nuevos usos está en el ámbito educativo.
Durante la pandemia, muchas escuelas y docentes comenzaron a utilizar WhatsApp como canal para enviar contenidos y pautas pedagógicas a alumnos y padres. Esta situación no era la ideal en un momento de crisis de la educación, pero fue una estrategia muy utilizada tanto en la educación pública como en la privada. Además, instituciones también han comenzado a utilizar WhatsApp como interfaz para realizar cursos cortos y gratuitos para sus clientes.
Incluso con la vuelta a las clases presenciales, siguen proliferando los cursos vía WhatsApp. Ya están disponibles los cursos que enseñan a las personas mayores de 50 años a identificar noticias falsas, cursos sobre emprendimiento y tutorías para la escuela primaria. Esta adhesión masiva puede explicarse por algunas características de WhatsApp.
Son ellas:
facilidad de uso, después de todo, la aplicación ya está instalada en la mayoría de los teléfonos celulares;
familiaridad del público con la herramienta, no se requiere un video tutorial que explique su uso;
alto alcance geográfico, ya que, incluso sin un buen internet, es posible acceder a él;
autonomía para elegir el mejor horario para acceder y poder consumir los contenidos sin necesidad de ordenador e iniciando sesión para acceder al entorno de estudio;
no es necesario iniciar sesión para acceder a la aplicación, lo que hace que el acceso sea rápido y práctico.
Los cursos a través de WhatsApp están anclados en los conceptos de microaprendizaje, que aboga por el uso de píldoras de conocimiento y el aprendizaje móvil con acceso a los contenidos en la palma de la mano (smartphones).
En la práctica, esto significa que los contenidos se organizan en textos más pequeños, las llamadas píldoras de conocimiento, que se pueden ver y comprender de forma aislada.
Cursos vía WhatsApp con chatbot
Qué es: soluciones de microaprendizaje disponibles por la aplicación, a través de una herramienta de chatbot.
Cómo funciona: El acceso al curso funciona directamente en WhatsApp y se guía al estudiante a través de un árbol de decisiones. Los contenidos están organizados para que al obedecer el comando indicado (escriba 1, escriba sí o no, etc.), el estudiante reciba videos, podcasts, imágenes (tarjetas), e-books y textos en la propia conversación, formando una única narrativa. .
Beneficios:
Automatización de procesos;
Capacidad para atender a miles de estudiantes simultáneamente;
Posibilidad de emitir certificados automáticamente
Desventajas:
Necesitas contratar un servicio de chatbot con integración a WhatsApp Business.
La configuración de la herramienta Chatbot no siempre es simple y rápida.
Cursos con mediación en grupos de WhatsApp
Qué es: un grupo de Whatsapp temático, con hora y día de inicio y finalización, donde los facilitadores (o mediadores) envían contenidos, hacen preguntas y -en determinados momentos- se abren para que los participantes envíen sus respuestas y preguntas, procediendo a la mediación .
Cómo funciona: és un grupo donde, durante un período previamente programado, uno o dos mediadores reenvían contenido en formato de píldora y abren un espacio para que los participantes interactúen. Después del final del curso, el grupo se disuelve. Para automatizar la inscripción e inclusión de personas en el grupo, puede utilizar un software como RD Station. Pero nada impide que los grupos se armen manualmente y las personas se incluyan una por una.
Beneficios:
El costo operativo es más bajo;
Posibilidad de interacción entre humanos, generando un sentimiento de pertenencia entre los alumnos y la clase y mayor conexión con el facilitador.
Desventajas:
La existencia de una fecha fija (con día y hora de realización) y las clases cerradas dificultan la flexibilidad de los alumnos;
Dependiendo de la cantidad de personas inscritas en la clase, las interacciones pueden ser muchas y dificultar el seguimiento de los estudiantes;
Necesita tener una persona para mediar mientras el grupo está activo.
Una desventaja común de ambos formatos es que no es posible monitorear de manera simple y rápida los indicadores de aprendizaje, ya que no es un entorno diseñado para la educación. Por ello, es importante destacar que en los cursos con integración de chatbot, ahora es posible consultar los alumnos matriculados, en curso y finalizando. En el grupo con mediación, no hay forma de monitorear tales indicadores.
Sin embargo, cabe señalar que indicadores más específicos, como cuánto tiempo permaneció la persona en un determinado contenido, no se pueden medir (todavía).
Otro punto débil de este tipo de cursos es la evaluación. La mayoría de los cursos gratuitos no tienen evaluación, pero en WhatsApp -en ambos formatos- tampoco es posible aún aplicar evaluaciones con nota directamente en la herramienta.
Sin embargo, si la idea es masificar conocimiento y atender a cientos de miles de personas en cualquier momento del día y de la semana, los cursos de chatbot se convierten en la mejor opción.
La popularización de las nuevas tecnologías e internet están permitiendo una revolución en el aprendizaje y los cursos de WhatsApp lo están demostrando. ¿Y cuál será la próxima frontera? ¿Curso a través de Alexa? ¿Quizás en el metaverso? ¿Cuál será la próxima tecnología que transformaremos en un entorno de aprendizaje? ¡Hagan sus apuestas! Aquí me mantendré atenta para descubrir, tratar de anticipar y compartir.
Tomado del blog de Carolina Schmitt Nunes
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