Parece que el término más repetido en este año, al menos en los círculos académicos es Mooc. El ascenso de este tipo de organización del aprendizaje está en un punto alto y es poco probable que descienda por lo menos en el próximo año.
En los últimos meses leí muchos trabajos relacionados con los Moocs, los que se multiplicaron gracias a los hipervínculos existentes en la mayoría de ellos. Llegué a recopilar en mi libreta de Evernote denominada Mooc más de cien trabajos, entre capturas de la Web, archivos en PDF y videos de diferentes especialistas en la materia.
Llegué a la conclusión que el Mooc es algo que todos pueden hacer y pocos logran terminar.
Comprendí que las tantas clasificaciones los sitúan desde el creado por Siemens con su idea conectivista hasta los basados en criterios conductistas donde priman los videos.
En los últimos meses leí muchos trabajos relacionados con los Moocs, los que se multiplicaron gracias a los hipervínculos existentes en la mayoría de ellos. Llegué a recopilar en mi libreta de Evernote denominada Mooc más de cien trabajos, entre capturas de la Web, archivos en PDF y videos de diferentes especialistas en la materia.
Llegué a la conclusión que el Mooc es algo que todos pueden hacer y pocos logran terminar.
Comprendí que las tantas clasificaciones los sitúan desde el creado por Siemens con su idea conectivista hasta los basados en criterios conductistas donde priman los videos.
Esto último está corroborado por la opinión de Siemens al considerar que las actitudes hacia los MOOCs están en un período de cambio y que la crítica va en aumento debido a lo que él llama "el mayor fracaso de los grandes proveedores de Mooc" Interpretando su opinión se está “reenvasando” lo que ya se conoce en lugar de fomentar la creatividad y la innovación. (1)
Andrés Pedreño en su blog comenta sobre 16 cosas aprendidas sobre los Moocs y cita entre ellas que no se debe: “…confundir los MOOCs con el e-learning tradicional, los contenidos abiertos o la gratuidad... Sin duda obedecen a la madurez de muchos de estos planteamientos. Pero no desarrollaríamos todo su potencial si pensamos que MOOCs son una versión más del e-learning tradicional al que se le antepone una matrícula gratuita y recursos abiertos; los MOOCs se integran en un entorno de tecnologías avanzadas y exigencias relevantes por parte de los usuarios. Y también se inscriben en una dinámica de fuerte innovación que abraza otros avances fraguados en campos ajenos al universitario. Esto último es importante no olvidarlo” (2)
En este camino entiendo que los Moocs requieren de tecnología avanzada, por eso no es raro ver que aparezcan consorcios de universidades que estén creando sus propias plataformas para impartir Moocs, donde la inversión es grande. Por algo Coursera invirtió 22 millones de dólares, Udacity 15 y Edx 60 millones, en su carrera por posesionarse del mercado de los Moocs.
Lo interesante de estos datos es que entre las tres se agrupan menos de cien universidades. Entonces cabe la pregunta dónde están las restantes universidades del mundo. Si tomamos en cuenta los famosos rankings de las mil o quinientas mejores universidades, la mayoría de ellas no están reflejadas en esos grupos y las que no tienen la suerte de estar en esas clasificaciones ni las esperanzas le quedan.
No es de extrañar que uno de los creadores de Udacity comentara que tal y como Hollywood cambió la forma de contar las historias, ellos ven algo similar en la forma de impartir los cursos. También expresó que en los próximos 10 años los solicitantes de empleo colocaran en sus currículos los cursos de Udacity y que en los siguientes 50 años, solo quedarán 10 universidades en el mundo.(3)
Este pensamiento me hace recordar la famosa película “2001, Odisea espacial” del director Stanley Kubrick, cuando los primates descubren un monolito y por "osmosis" pasan a un estadio superior de su inteligencia, sobresaliendo de sus congéneres, al extremo de emplear los huesos como herramienta de defensa que se transforma en la nave espacial. ¿Algo así sucederá con solo participar de estos Mooc?
- ¿Estaremos en presencia de una nueva forma de colonización cultural?
- ¿Llegaremos a la cultura universal impuesta por estos cursos?
- ¿Asumiremos el reto de ver los videos conductistas de Cousera y engancharnos con sus criterios?
- ¿Llegaremos al extremo de solo seguir a los “afamados” docentes de esos emporios universitarios?
- ¿Nos acostumbraremos a ver solo las clases grabadas de estos “ilustres” profesores, en detrimento del resto de la información que circula en Internet?
- ¿Dónde quedan nuestros científicos y profesores valiosos, con excelente preparación y prestigio ante la oleada de estas universidades?
Estas preguntas no abarcan los términos y condiciones de estos gigantes, que con solo leer un poco terminaremos asustados de sus criterios colonialistas. Basta una revisión a estos tres post sobre los términos y condiciones de los Moocs en los anteriores consorcios universitarios (1) (2) (3)
También me queda la duda, tampoco despejada en estas lecturas; los Moocs son más tecnología que pedagogía, más incertidumbre que organización. Al menos en los que participé en algunas de las anteriores plataformas me dejaron con sabor a conductismo y una enorme dispersión de las opiniones. Es como un lugar donde todos hablan a la misma vez y con el tiempo las voces se van apagando.
En mi opinión los Moocs pueden ser el punto de partida para que los profesores y las instituciones dispuestas a innovar expresen sus criterios y opiniones. Además se pueden constituir en un espacio para lanzar un grito que diga que en el Sur, también se hace ciencia, con rigor y organización.
Este post ha sido publicado originalmente en 366-días (solo 366 entradas). Autorizada por el autor su publicación en este Blog CUED.
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