lunes, 24 de marzo de 2025

80 años. Compendio EaD (17). Transformación educativa: necesidad e impacto social de la EaD digital

 Por Lorenzo García Aretio

La entrada de este jueves aborda por qué la EaD digital es tan necesaria y de qué modo impacta en la sociedad, integrando planteamientos vertidos por mí años atrás (García Aretio, 2011, 2014 y 2019). En el último de esos trabajos pueden encontrar citas y referencias que completan la reflexión. Y , como en el resto de la serie, se tratará de actualizar conocimientos al momento actual. Vamos a ello.

La sociedad contemporánea se caracteriza por una profunda imbricación con las tecnologías digitales, las cuales permean prácticamente todas las esferas de la vida. La vertiginosa velocidad a la que se suceden los avances tecnológicos plantea un desafío apremiante para las instituciones educativas y los educadores, quienes deben revisar y reconfigurar sus modelos pedagógicos y prácticas docentes. El objetivo es responder de manera efectiva a las demandas de un mundo globalizado, complejo e impredecible. En este contexto, la educación a distancia (EaD) digital emerge como una estrategia clave para la transformación educativa, capaz de satisfacer necesidades formativas que a los modelos convencionales les cuesta abordar.

CONTEXTO DE DISRUPCIÓN TECNOLÓGICA Y EDUCATIVA

La irrupción de las tecnologías digitales en los ámbitos productivo, laboral y social ha generado un entorno marcado por la rápida obsolescencia de las competencias. Hace décadas, se anticipó la llegada de una era de cambios drásticos y acelerados. La UNESCO, en más de una ocasión, corroboró la existencia de transformaciones profundas, calificándolas de “verdadera revolución” que impactan tanto al ámbito laboral como a la educación. La disrupción tecnológica continúa reconfigurando los modos de vida y trabajo, y se prevé que lo hará de manera aún más intensa en la próxima década.

Estos cambios trascienden la mera tecnología, repercutiendo en la naturaleza del trabajo, la demanda de habilidades y la necesidad de formación continua a lo largo de la vida. Además, modifican las formas de socialización, información y participación ciudadana. Este entorno de volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad (VUCA) ha obligado a los sistemas educativos a replantear su rol y a buscar soluciones innovadoras. En este proceso, la EaD digital se presenta como una vía para reimaginar la concepción de la enseñanza, el aprendizaje y la formación continua, facilitando la adaptación ágil a las transformaciones socio-laborales.

TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA Y LA EAD DIGITAL 

En este panorama, la educación no puede mantenerse al margen: son necesarias nuevas metas, contenidos, metodologías y prácticas educativas. Los principios pedagógicos clásicos (Rousseau, Piaget, Dewey, Freire…) continúan teniendo valor, pero deben actualizarse a la realidad digital de forma que se hagan más visibles y potentes. Con la incorporación de formatos virtuales en la enseñanza, se van rompiendo los moldes tradicionales de espacio y tiempo, y se establecen nuevas fórmulas que combinan presencialidad y entornos en línea, o que son directamente en línea (b-learning, e-learning, m-learning).

La EaD digital amplía el alcance de la formación, ofreciendo flexibilidad y acceso a poblaciones con barreras geográficas, temporales o laborales. Sin embargo, la mera integración de la tecnología no es suficiente. Se requiere un cambio profundo en la visión pedagógica y en la mentalidad de administraciones, docentes y estudiantes, así como políticas públicas coherentes que apoyen esta apuesta formativa. Más allá de la digitalización de materiales, se trata de reconfigurar el rol de docentes y estudiantes, el diseño pedagógico, las metodologías y las estrategias de evaluación.

Un impulso a la equidad y a la inclusión

El entorno digital ofrece oportunidades únicas para disminuir las brechas históricas en el acceso a la educación. No obstante, la disparidad en el acceso (brecha digital) podría convertirse en un factor de exclusión si no se implementan políticas de conectividad y alfabetización digital. La EaD se presenta como un instrumento valioso para fomentar una mayor equidad, aunque requiere que los gobiernos y las instituciones mejoren la infraestructura tecnológica y que se adopten enfoques pedagógicos centrados en la participación, la colaboración y una cultura digital responsable.

Adaptación a las necesidades laborales y sociales

La disrupción tecnológica genera empleos emergentes, obsolescencia de otros y exigencia de una formación continua. La EaD digital responde a esta situación, al facilitar la formación continua y la actualización profesional sin requerir desplazamientos o abandono del empleo. La flexibilidad en tiempo, ritmo y espacio se convierte en una ventaja para el desarrollo de competencias a lo largo de la vida, exigido por la sociedad digital. Además, la tecnología digital permite personalizar el aprendizaje mediante analítica de datos y sistemas adaptativos que atienden a la diversidad de itinerarios formativos y habilidades.

Alfabetización digital y pensamiento crítico

La formación digital no se limita a empleos técnicos, sino que abarca competencias para una ciudadanía activa en un ecosistema digitalizado. Los estudiantes de la era digital necesitan orientación para discernir la calidad de la información, procesarla críticamente y tomar decisiones responsables, especialmente ante la sobreabundancia de datos y la manipulación mediática. La EaD digital juega un papel esencial en el desarrollo de estas habilidades, desde la alfabetización digital básica hasta la participación en comunidades de aprendizaje en red.

IMPACTO SOCIAL DE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL A TRAVÉS DE LA EAD

La adopción creciente de la EaD digital no solo afecta a la esfera educativa: la sociedad en su conjunto se ve influenciada. Aún reiterando algunos aspectos tratados en la entrada anterior, pueden distinguirse tres áreas principales de impacto social:

  • Acceso ampliado al conocimiento
    • Democratización educativa. Al suprimir barreras geográficas y temporales, la EaD hace posible que grupos tradicionalmente excluidos (zonas rurales, personas con dificultades de movilidad, estudiantes adultos con responsabilidades familiares o laborales) accedan a la formación.
    • Formación permanente. El rápido avance de los conocimientos y la volatilidad del mercado laboral requiere aprendizaje continuo. La EaD digital facilita que los ciudadanos estén en constante formación, independientemente de su ubicación o condición.
  • Relaciones y redes sociales
    • Comunidades de aprendizaje. Los entornos virtuales permiten que estudiantes y docentes de diferentes regiones o culturas intercambien experiencias, ampliando la empatía y la comprensión intercultural.
    • Aprendizaje colaborativo. Foros, redes sociales y aplicaciones colaborativas facilitan la co-creación de contenido, generando capital social y nuevas dinámicas de participación.
  • Impacto económico y desarrollo local
    • Aumento de la empleabilidad. La adquisición de competencias digitales incrementa las oportunidades laborales y refuerza la competitividad en un entorno global.
    • Descentralización. La EaD digital favorece la retención de talento en zonas poco pobladas y puede impulsar la transformación de economías locales, al no depender únicamente de la oferta formativa presencial urbana.

RETOS, RIESGOS Y ASPECTOS CRÍTICOS PARA LA CONSOLIDACIÓN DE LA EAD DIGITAL

Sin duda, como venimos destacando, la Educación a Distancia Digital se ha convertido en una alternativa atractiva para ampliar la cobertura educativa y responder a las demandas de un mundo cada vez más conectado. Sin embargo, su consolidación enfrenta múltiples desafíos y riesgos que requieren un abordaje integral, desde la infraestructura tecnológica hasta la formación docente y la regulación. A continuación, se desglosan los principales aspectos que influyen en su implementación efectiva.

  • Brecha de infraestructuras y acceso. La desigualdad en el acceso a internet y a recursos tecnológicos constituye uno de los mayores obstáculos para la EaD digital. Muchas regiones carecen de banda ancha o de dispositivos adecuados, lo que profundiza la brecha entre quienes pueden conectarse sin restricciones y quienes deben recurrir a medios más tradicionales.
  • Competencias digitales. Además de la disponibilidad de infraestructura, la alfabetización tecnológica es esencial para que estudiantes y docentes puedan aprovechar las herramientas virtuales. La falta de competencias digitales puede convertir la tecnología en una barrera en lugar de una oportunidad, perpetuando desigualdades educativas preexistentes.
  • Exclusión de contextos no digitales. Limitar la consideración de la EaD exclusivamente a plataformas en línea puede desvalorizar métodos tradicionales (cursos por correspondencia, radio o televisión educativa) que siguen siendo relevantes, especialmente en zonas con poca o nula conectividad. Este enfoque restringido puede excluir a comunidades que no disponen de recursos digitales suficientes.
  • Resistencias culturales y organizativas. La resistencia al cambio por parte de instituciones y comunidades académicas se traduce en la persistencia de estructuras verticales y modelos pedagógicos tradicionales. Para impulsar la EaD digital, se requiere un cambio de visión que incorpore metodologías activas, reconozca la diversidad de itinerarios formativos y valore la autonomía del estudiante en entornos virtuales. Ya abordaremos, mucho más adelante de esta serie, las principales objeciones y resistencias a estos modelos educativos.
  • Percepción de elitismo. En algunos contextos, el énfasis en la tecnología puede percibirse como una iniciativa excluyente, sobre todo cuando la infraestructura digital es costosa o limitada. De esta manera, la EaD digital corre el riesgo de ser vista como una modalidad reservada para quienes disponen de los recursos económicos y tecnológicos necesarios.
  • Calidad y rigor pedagógico. El uso de herramientas digitales, por sí solo, no garantiza el éxito formativo. Es crucial contar con un diseño pedagógico sólido, sustentado en principios didácticos, que favorezca la interacción y el aprendizaje significativo. Además, la integración de tecnologías debe ir acompañada de procesos de evaluación adecuados y de un seguimiento continuo para asegurar la calidad de los programas.
  • Exceso de información. La abundancia de contenidos, recursos y plataformas en línea puede generar saturación y desorientación en el alumnado. Sin una adecuada mediación docente, el estudiante se expone a contenidos dispersos que dificultan la profundización y la construcción coherente del conocimiento.
  • Falta de preparación pedagógica y formación permanente del docente. La transición al entorno digital demanda un rediseño de las estrategias de enseñanza. Cuando la clase magistral se traslada sin cambios a la modalidad virtual, se corre el riesgo de perder interactividad y motivación. La falta de formación específica en pedagogías digitales limita la eficacia de la EaD y afecta la experiencia de aprendizaje. Por otra parte, La capacitación permanente del profesorado es un pilar esencial para el éxito de la EaD digital. Además de las competencias tecnológicas, los docentes necesitan desarrollar habilidades de tutoría virtual, diseño de materiales interactivos y manejo de analíticas de aprendizaje, entre otras.
  • Ética, privacidad y regulación. La creciente dependencia de plataformas digitales suscita preocupaciones en torno a la privacidad de los datos, la manipulación de la información y la legitimidad de calificaciones generadas mediante sistemas automatizados. Resulta imperativo establecer marcos regulatorios y éticos que protejan los derechos de los usuarios y garanticen la fiabilidad de los procesos educativos.
  • Evaluación y control de la autoría. En entornos virtuales, asegurar la autenticidad de los exámenes y trabajos académicos representa un desafío significativo. Aunque existen soluciones tecnológicas (por ejemplo, sistemas de proctoring o verificación biométrica), su implementación debe equilibrar la necesidad de integridad académica con el respeto a la privacidad de los estudiantes.
  • Coste económico. La inversión en infraestructura, capacitación docente y mantenimiento de plataformas puede ser prohibitiva para instituciones con recursos limitados, especialmente en países en desarrollo. Este factor financiero incide de manera directa en la posibilidad de implementar, sostener y mejorar los programas de EaD digital.

En suma, la EaD digital ofrece oportunidades excepcionales para democratizar la educación y responder a las demandas de una sociedad en constante transformación. Sin embargo, su éxito depende de la capacidad para abordar de manera coordinada las brechas de infraestructura, la falta de competencias digitales, las resistencias organizativas y los aspectos éticos y económicos.

HACIA UNA EDUCACIÓN RENOVADA Y UN IMPACTO SOCIAL SOSTENIDO

La incorporación de la EaD digital en la transformación educativa requiere una estrategia integral que contemple:

  • Desarrollo de políticas públicas. Que promuevan la equidad en el acceso a infraestructuras tecnológicas, con un fuerte compromiso político para la reducción de brechas y la formación de profesorado y estudiantes.
  • Diseño pedagógico centrado en la interacción y la adaptatividad. Fomentar un aprendizaje activo, colaborativo y personalizado, apoyado en IA y analíticas de aprendizaje, reforzando la mediación y el acompañamiento docente.
  • Impulso a la investigación y la innovación.
    La colaboración entre universidades, empresas y organismos internacionales puede impulsar proyectos que demuestren el valor de la educación digital, integrando dimensiones económicas, sociales y culturales.
  • Integración transversal de valores y competencias ciudadanas.
    Asegurar que la EaD digital no se limite a la mera transmisión de saberes, sino que facilite la formación crítica y ética en el uso de la tecnología, reforzando la responsabilidad y la empatía en entornos digitales.

En última instancia, la EaD digital puede estimular un impacto social significativo: rompe barreras, potencia la inclusividad y se adecua a las exigencias de un mundo en rápida mutación. Esa capacidad de extender el aprendizaje a distintos momentos y lugares, unida a la posibilidad de personalizar la experiencia formativa, convierte a esta modalidad en un vector para la modernización educativa y, en cierto sentido, para la modernización social. No se trata de eliminar la enseñanza presencial ni de situar la EaD como una panacea absoluta. Más bien, la clave está en armonizar diferentes formatos y metodologías, dejando de concebir la educación como un espacio rígido y unitario.

CONCLUSIÓN

La necesidad de la EaD digital en un mundo caracterizado por la disrupción tecnológica y la demanda de competencias en constante renovación se hace patente. Por un lado, responde a los desafíos educativos de la sociedad digital, brindando flexibilidad, acceso y personalización; por otro lado, su impacto social se ve reflejado en la democratización del aprendizaje y la posibilidad de revitalizar la formación permanente.

Para que esta transformación educativa culmine con éxito, resulta esencial contar con políticas públicas inclusivas, un profesorado formado y comprometido, y un diseño pedagógico sólido, capaz de manejar con prudencia las oportunidades y riesgos que surgen en el entorno digital. Solo así la educación digital podrá ser un factor de cambio sostenible y equitativo, capaz de dar respuesta a las necesidades actuales y, todavía más importante, a las que el futuro —incierto y sorprendentemente rápido— deparará.

En todo caso, pensamos que el futuro de la educación se vislumbra como un ecosistema híbrido y flexible, donde la EaD digital desempeñará un papel central. La inteligencia artificial, el aprendizaje adaptativo y la realidad virtual y aumentada transformarán aún más las experiencias de aprendizaje, exigiendo una actualización constante de las competencias docentes y una visión pedagógica centrada en el estudiante.

CUESTIONES PARA LA REFLEXIÓN Y EL DEBATE

  • Inclusión y equidad: ¿Qué planes o iniciativas resultan más efectivos para llevar la EaD digital a colectivos en situación de exclusión o con conectividad deficiente, evitando la ampliación de brechas educativas?
  • Ética y sostenibilidad: ¿Qué marcos y regulaciones deberían implementarse para proteger la privacidad y garantizar un uso responsable de las analíticas de aprendizaje y la IA en la EaD digital?

FUENTES

  • García Aretio, l. (coord.), (2011). De la educación a distancia a la educación virtual. Ariel.
  • García Aretio, L. (2014). Bases, mediaciones y futuro de la educación a distancia en la sociedad digital. Síntesis.
  • García Aretio, L. (2019). Necesidad de una educación digital en un mundo digital. RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia, 22(2), 9–22.
OpenEdition le sugiere que cite este post de la siguiente manera:
García Aretio (6 de marzo de 2025). 80 años. Compendio EaD (17). Transformación educativa: necesidad e impacto social de la EaD digital. Contextos universitarios mediados. Recuperado 24 de marzo de 2025 de https://doi.org/10.58079/13fev 

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