Escribe Joanna Prieto
Para el ser humano siempre ha sido importante crear herramientas para la comodidad, el entretenimiento y la información, es por ello que la tecnología se profundiza tremendamente en dichos campos, no obstante, el entorno familiar se ha visto directamente involucrado con artefactos tecnológicos cuyo propósito a veces no defiende los intereses de la familia, sino que por el contrario hacen mella en el desarrollo de los más pequeños y absorben demasiado a todos sus miembros.
LOS INICIOS DE LA TECNOLOGÍA EN EL HOGAR
Hasta hace algunas décadas, la tecnología sólo suponía un accesorio de la casa que te ponía en contacto con otros, estamos hablando de la radio y el teléfono. Pero más tarde, con la aparición del televisor en los años 50, las familias más acaudaladas marcaban un estatus al tener dicha pieza de tecnología en sus hogares, pues era algo totalmente innovador.
Poco tiempo después, no faltaría en ningún hogar el acceso al aparato, transformando por primera vez la relación familiar a causa de un artefacto tecnológico. Muchos fueron los que atacaron ésta tecnología pues se decía que los niños prestaban demasiada atención a programas “basura” que a su educación, pero la cuestión está en que muchos padres no regulaban el uso del aparato en sus casas, ¿Y cómo saberlo sin nunca antes habían tenido acceso a semejante tecnología?
El problema se acrecentó en los años 80 con la popularización de los videojuegos y la conexión de los mismos con el televisor para poder jugar en casa. Muchos padres estaban preocupados pues sus hijos se veían ansiosos y algunos presentaban hasta convulsiones por culpa de las horas invertidas en dicha actividad.
La tecnología cambia sin darles a los padres la oportunidad de adaptarse
A partir de 1990 todo empieza a cambiar con la invención de los computadores caseros, y más tarde con la incorporación de la world wide web, mejor conocida como internet. Los cambios en nuestra forma de acceder a la información y la comunicación han sido vertiginosos, no terminamos de adaptarnos al PC, cuando las laptops salieron al mercado, luego los teléfonos inteligentes y las tablets que no parecen nuestras herramientas, sino todo lo contrario, nos hacen sentir esclavizados y adictos a dichas piezas de tecnología.
Esto ocurre en la mayoría de las familias, siendo así que los padres no se sientan capaces de mantener a sus hijos a salvo, y que los niños parezcan más interesados por lo que ocurre en internet que por lo que realmente ocurre en sus vidas normales.
¿CÓMO SER BUEN PADRE EN LA ERA DE LA TECNOLOGÍA?
Para ser un buen padre en la era digital es absolutamente indispensable saber adaptarse rápidamente a los cambios en materia de tecnología, pues eso es lo que te dejara ir un paso delante de tus hijos, así mismo es importante mantenerse al corriente de las actividades online más populares en los jóvenes de modo que tus hijos no te sorprendan con comportamientos preocupantes.
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