sábado, 30 de junio de 2018

Estar informado (semanal - 30/6/2018)

CUED: En la clase con Internet: exámenes en línea empleando Socrative

CUED: Preguntas pedagógicas para la tecnología como respuesta

CUED: El triunfo de las stories (las redes instantáneas) | https://t.co/4eIJ8boWJT

CUED: Por una educación de la pregunta | https://t.co/V3vjNGjbBj

Realizar patentes ya no es un misterio gracias a los MOOCs | https://t.co/ouBebHRsCH

Is knowledge sharing merely an illusion? | https://t.co/UmGyBBOkEe

Gamificación y juegos serios en educación | https://t.co/pZBT1kZzWd

Universities in a World in Rapid Transformation | The World View | https://t.co/r2MxyRE4tC

La realidad virtual podría potenciar los contenidos educativos | https://t.co/N9pAYeU65s

La esclavitud de la imagen vista desde la Universidad | https://t.co/MflR23EUTe

Games, aplicativos e até realidade 3D são usados em treinamentos corporativos a distância | https://t.co/i8YcOVh7f9

How Innovative Universities Make Distance Learning Accessible and Engaging | EDUCAUSE | https://t.co/fXAdTEFb4m

Active videogames and cognition. Educational proposals in adolescents | RIED. Revista Iberoamericana de Educación a Distancia e Sara Suárez-Manzano | https://t.co/ZcZ1faL9J8

Los trabajos que no puedan automatizarse ni sustituirse por un robot alcanzarán un valor incalculable | https://t.co/NYTFSNIRGq

What is the Future of Online Learning in Higher Education | https://t.co/PHot4dmpPc

Algunas opiniones sociológicas y cognitivas del pensamiento computacional | https://t.co/tsA5GSKwkq

El aprendizaje permanente dentro de un escenario de trabao-aprendizaje con nuevas formas de procesar y de rendimiento | https://t.co/8LdljKqBLq

Free Online Document Translator convierte un PDF a un documento de WORD editable y lo traduce a otro idioma conservando el formato original | https://t.co/bAj4xLe8SR

El constructivismo y el conectivismo en tecnología educativa: El aprendizaje activo, situado, auténtico, experiencial y anclado | https://t.co/gvYEhgFZgg

(99+) Las aulas virtuales en la docencia de una universidad presencial: la visión del alumnado Virtual classrooms in face-to-face tertiary education: the student perspective | RIED | https://t.co/h5UzuqItzs

Mejorar la concentración de un niño | https://t.co/kYBjQDD5Qb

Desde nuestra lista de reprodución sobre #moodle podras aprender a crearte tu propia plataforma de formación y en la misma encontraras diferentes videotutoriales acerca de utilidades y funciones que podras realizar en las mismas | https://t.co/EdjeI9XK7y

Importante reconocer la labor de UNIDIS: la UNED, por su carácter semipresencial de educación, acoge actualmente a casi la mitad de los estudiantes con discapacidad de la universidad española | https://t.co/4vX7uyJgTI

El modelo educativo de Singapur y el “mastery learning” de BloomTranslate | https://t.co/iCq1N1p3FK

Re-evaluating perceptions about first-generation college students and their academic engagement | https://t.co/G5pcli1wBa

¿De verdad podemos desaprender? Algunas orientaciones | https://t.co/EkdGQ6AewN

VI convocatoria de evaluación de la calidad editorial y científica de las revistas científicas españolas. ¿Qué hay de nuevo? | https://t.co/lgpaWhhVin

Hacia la universidad digital: ¿dónde estamos y a dónde vamos? | https://t.co/rZVw8eDmSB

Cómo afrontar el primer año de universidad | https://t.co/gKZ5hHpryW

Las 6 universidades más ecológicas del mundo | https://t.co/oIGPssaoiA

No, tu hijo no es “nativo digital” | https://t.co/pCb87wnfC6

El desafío de implantar un sistema de educación sostenible en las universidades | https://t.co/2kXVEDXbaW

Could an up-and-coming technology make your campus stand out? | https://t.co/lsR3gjmNQC

Donald Clark Plan B: AI and assessment | https://t.co/zzZ7BMRRfN

The higher education landscape is changing fast - University World News | https://t.co/W6OlXR4l5W

Altmétricas a nivel institucional: visibilidad en la Web de la producción científica de las universidades españolas a partir de http://Altmetric.com  – EC3Metrics | https://t.co/iS03IsS8yu

"If you expect kids to get the question right the first time, it wasn’t worth asking the..." | https://t.co/fgXN92JMnT

Dr. Eloy López Meneses: TIC y Educación Social (Docencia e Investigación) | https://t.co/kMjmL12xTU

~ CrearVirtual | https://t.co/uuLV7Reynk

De sMOOC a tMOOC, el aprendizaje hacia la transferencia profesional: el proyecto europeo ECO | https://t.co/8RDHUOrZEc

Ranking de las Bibliotecas Españolas Universitarias | https://t.co/4IUdCBQBUX

¿Cómo nos podemos aproximar al mercado laboral del educador social? | Esperando el Eco | https://t.co/lMhx6Q4qFE

How will you judge me if not by impact factor? | https://t.co/RPntNBrQjc

jueves, 28 de junio de 2018

En la clase con Internet: exámenes en línea empleando Socrative

Escribe Carlos Bravo Reyes

Como es habitual cada martes final de mes realizamos un Wooc, donde participa un grupo de profesores de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, además de otros invitados. El Wooc como hemos comentado en varios trabajos en este blog, es un curso en línea que emplea a WhatsApp como su red de apoyo.

Estos cursos tienen como base didáctica la concepción sobre micro aprendizaje que venimos empleando de manera continua. Para ello partimos de un objetivo preciso, que puede ser alcanzado en un corto período de tiempo, lo que conlleva a la determinación de contenidos con alto grado de precisión que se expresan en las llamadas cápsulas informativas o micro medios.

El tema de este martes fue la creación de exámenes en línea, empleando Socrative, una plataforma que en su versión gratuita permite la realización de diferentes test bajo tres tipos diferentes de preguntas: verdadero o falso, selección múltiple y respuesta corta.

En el Wooc comentamos sobre la posibilidad de emplear este tipo de examen en línea para evaluaciones de diagnóstico, tanto al inicio de un curso, una unidad o una clase. De igual modo se pueden utilizar como retroalimentación a una clase o también como comprobación de los contenidos. Una de las cápsulas del Wooc resume las funciones que se pueden lograr con un examen en línea en este sitio.
   


En el Wooc los participantes siguieron las cuatro etapas necesarias para ingresar a la plataforma en el rol de profesor, crear el examen y obtener los resultados.

Socrative la plataforma a la que dedicamos el Wooc tiene una interfaz sencilla de emplear, solo se debe tener en cuenta los términos que emplea, donde para iniciar el examen se requiere primero “acceder al concurso” y después “lanzar el examen”. Pero más allá de estos términos el resto de la plataforma es sencilla de emplear.

Para los estudiantes es más sencilla aún ellos solamente deben acceder a la plataforma usando el acceso de “Student” , escribir el nombre del aula o sala del examen y después colocar su nombre y apellidos. No requieren de cuenta, lo que agiliza el trabajo en la plataforma y mejora el interés por este tipo de tarea. A modo de ejemplo creamos un examen sobre los Wooc que se puede acceder desde esta dirección 


La sala (room) tiene el nombre WOOC. El siguiente paso es escribir su nombre y responder el examen.

En la medida que los estudiantes van respondiendo las preguntas, el profesor desde su cuenta puede ver el resultado de las respuestas y al concluir tiene la posibilidad de descargar un detallado resumen de cada estudiante y sus respuestas.

Tutorial sobre Socrative

Para aquellos que no participaron del Wooc pero deseen revisar todas las cápsulas pueden descargarlas desde este enlace

Otros Wooc y las direcciones de descarga.


Todos los cursos se pueden reproducir con una licencia Creative Commons que se describe en las cápsulas. 

Tomado de 366-dias con permiso de su autor

miércoles, 27 de junio de 2018

Por una educación de la pregunta

Escribe Carlos Magro

La novela no es el genero de las respuestas, sino el de las preguntas: escribir una novela consiste en plantearse una pregunta compleja para formularla de la manera más compleja posible, no para contestarla de manera clara e inequívoca; consiste en sumergirse en un enigma para volverlo irresoluble, no para descifrarlo.
Javier Cercas. El punto ciego. 2016. p.18
Las preguntas siempre son importantes y necesarias. Nunca sobran. Menos en educación. Son un dispositivo fundamental en el proceso de enseñanza/aprendizaje como bien defendió durante toda su vida Paulo Freire: “La educación de la respuesta no ayuda nada a la curiosidad indispensable para el proceso cognitivo. Al contrario, ella resalta la memorización mecánica de los contenidos. Sólo una educación de la pregunta agudiza, estimula y refuerza la curiosidad”. (Paulo Freire. A la sombra de este árbol, p.19). También las respuestas cuando están vinculadas a las preguntas porque nos ayudan a pensar, reflexionar y construir. “Preguntar y responder son caminos constitutivos de la curiosidad.” (Paulo Freire. A la sombra de este árbol, p.20).
Y desde luego, son más necesarias que nunca en momentos como los actuales tan dados a la polarización y las respuestas rápidas, poco reflexionadas y nada constructivas. Son quizá más importantes que nunca en el ámbito educativo en el que parece haber un consenso generalizado sobre la necesidad de cambio pero donde escasea el tiempo para la reflexión, tanto a nivel de aula, como de centro, como de sistema global.
Las preguntas demandan tiempo. Formular preguntas, más si son colectivas, requiere de tiempo y disposición.
Las preguntas siempre abren posibilidades, facilitan el diálogo y nos empujan a la acción reflexiva. Las respuestas, por su lado, dan por cerrados los debates, en muchos casos certifican lo existente y, cuando no, nos lanzan a una acción irreflexiva y casi siempre inútil, cuando no directamente contraproducente.
Hoy en educación abundan respuestas y faltan preguntas. Abundan las opiniones y escasea el debate. Nos sobran tanto visionarios como inmovilistas. Parece que cualquiera es capaz de lanzar un diagnóstico sobre los males de la escuela y darnos su particular receta para la mejora. Hacerse preguntas es clave. Hacérselas en educación es un asunto vital.
Si no queremos entregar la responsabilidad de nuestros procesos y prácticas educativas a abstractos sistemas de medición y aspiramos a mantener un control democrático sobre ellas y sobre las maneras en las que evaluamos su calidad, es sumamente importante que se lleve a cabo un debate sobre aquello que nuestros esfuerzos educativos deberían tratar de conseguir (Gert Biesta, 2014). En educación debemos recuperar el debate sobre los fines de la educación. Hemos dedicado mucho tiempo a los métodos y poco a reflexionar sobre las metasLa escuela puede ser un factor para la transformación o para la exclusión, pero no es ni una institución neutra ni una institución reproductora. Devenir en una cosa, la otra, o algo diferente, es cuestión de los agentes implicados. Debemos decidir si queremos una educación para la igualdad o una educación para la exclusión. Si queremos ser agentes de transformación o de transmisión (Ramón Flecha y Iolanda Tortajada, 1991). Debemos decidir si queremos que nuestras escuelas sirvan para que los menores pasen de curso, aprueben exámenes y saquen buenas notas o para que aprendan a pensar y no acepten sin más la primera idea que les sea propuesta o que les venga a la cabeza (Rafael Feito, 2009). Debemos decidir si queremos formar consumidores acríticos e insolidarios o ciudadanos inquisitivos y participativos.
A-sombra-te. David Santaolalla https://flic.kr/p/bhZLR2
A-sombra-te. David Santaolalla https://flic.kr/p/bhZLR2
Todo acto educativo, sin importar si hablamos de educación infantil o universitaria, educación obligatoria o desarrollo profesional, tiene un propósito, busca unos fines. Por eso, preguntarnos por ese propósito, preguntarnos por los objetivos y por la finalidad última del proceso educativo, preguntarnos para qué educamos no es algo opcional sino consustancial al hecho de educar. Y es una pregunta que debemos hacernos tanto a nivel individual como colectivo.
El problema con las preguntas difíciles es que tendemos a evitarlas o a simplificarlas. O en el mejor de los casos, las reformulamos de tal manera que, de facto, en muchas ocasiones las cambiamos y las dejamos de lado. Nos evadimos de responderlas. Y esto sucede, en parte, con la pregunta sobre los fines de la educación. En los últimos años, como ha sostenido Gert Biesta, entre otros, y a pesar de que aparentemente el debate en torno a la educación no ha dejado de cobrar protagonismo, hemos reemplazado la pregunta sobre el fin de la educación por otras alternativas. Por ejemplo, en lugar de cuestionarnos en qué consiste una buena educación nos hemos hecho preguntas sobre la calidad de la educación.
El discurso educativo en los últimos años ha estado monopolizado por el concepto de calidad educativa. Pero no lo es lo mismo la bondad que la calidadLa primera es una pregunta normativa (una pregunta con objetivos, fines y valores), la segunda es ante todo una pregunta técnica, más preocupada por cuestiones como la eficacia y eficiencia de los procesos que por el fin último de esos procesos. La eficacia, por ejemplo, es un valor instrumental que nos informa sobre la capacidad de un proceso para lograr unos objetivos pero no nos dice nada sobre la pertinencia de esos objetivos, sobre si esos objetivos son deseables o no. Puede haber prácticas educativas eficaces que no queramos y, al revés, prácticas ineficaces que sean más deseables que otras. Hablar de eficacia es insuficiente. Debemos siempre preguntarnos para qué es eficaz y, también, eficaz para quién (Gert Biesta, 2010. Good Education in an Age of Measurement. Ethics, Politics, Democracy. Routledge. New York. p.14.)
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Florida Memory https://flic.kr/p/ofadxy
Florida Memory https://flic.kr/p/ofadxy
La segunda pregunta que debemos hacernos –igual de complicada, por cierto– es ¿cómo podemos discutir y desarrollar nuestras ideas sobre la buena educación de una manera que vaya más allá de la simple articulación de nuestras preferencias personales?, es decir, cómo podemos ir más allá de las opiniones personales y abrir un debate sincero, profundo y amplio sobre los fines de la educación.
Gran parte del debate educativo que nos rodea hoy está centrado en los cómos y no en los porqués. Pero los cómos dependen de los objetivos. No podemos decir que una manera de hacer es mejor que otra. Todo depende de cuáles sean los objetivos que queramos alcanzar. Es decir, cualquier discusión en torno a los procesos, a las metodologías, a las formas de hacer las cosas estará condicionada fuertemente por un debate previo que establezca los fines.
El reto que tenemos delante está fuertemente determinado tanto por la falta de un lenguaje común como de tiempo disponible para un debate sereno y profundo. Ambas cosas son necesarias en todos los planos de la educación pero son especialmente necesarias en el contexto particular de cada escuela y de cada comunidad educativa.
Por otro lado, plantearnos la pregunta sobre qué es una buena educación nos lleva, como ha sostenido Gert Biesta, a asumir que ésta es una pregunta compuesta y que tratar de darle respuesta supone abordar la dimensión cualificadora de la escuela pero también su más que importante rol en el proceso de socialización de las personas y el muchas veces ignorado papel de la escuela en la construcción de la personalidad de cada uno, lo que él denomina “subjetivación”.
Para avanzar en un proceso de mejora escolar necesitamos poner en el centro de la conversación las cuestiones relativas a los valores, lo que realmente valoramos, y los fines que buscamos, si no corremos el riesgo de confundir los medios con los fines y hacer de los primeros los objetivos (Gert Biesta, 2010, p.13). Es importante recordar que los objetivos esperados de una escuela tienen que ver con valores y con actitudes tanto como con conocimientos y habilidades. No olvidemos que las escuelas son ante todo, empresas morales (Claxton y Lucas, 2013, p.5).
Para que los alumnos desarrollen una serie de valores tan importante es lo que sucede dentro del aula como la cultura escolar (Claxton y Lucas, 2013, p.5). Tan importante es la interacción alumno-profesor dentro del aula como lo que sucede fuera de las aulas, en los pasillos, en los patios, a la entrada y la salida, en el comedor, en los claustros, en las interacciones entre docentes y entre estos y las familias. El acercamiento debe ser global y sistémico.
Por último, cualquier proceso de cambio debe partir de un proceso previo de reflexión por parte de cada comunidad educativa en torno a los objetivos del cambio, los fines de la educación, el tipo de aprendizaje que se quiere fomentar, el tipo de enseñanza que se requiere para desarrollar ese tipo de aprendizaje y, finalmente, sobre el modelo de liderazgo y organizativo que se necesita (Claxton y Lucas, 2013, p.5). Todas las escuelas tienen la capacidad interna de mejora (Alma Harris, 2002. School Improvement. What’s in It for Schools? Routledge. London. p. 18.). Nadie puede decir a otros lo que tienen que hacer. Cada comunidad debe buscar sus propias soluciones y fomentar y gestionar el cambio después en sus instituciones.
La necesidad de reflexión afecta también a lo que sucede dentro de las aulas. Necesitamos un aprendizaje más reflexivo y una alfabetización en la reflexión. La educación escolar necesita entornos donde el aprendizaje gire en torno a la reflexión y el pensamiento y donde los alumnos aprendan a reflexionar constantemente sobre lo que hacen.
Parafraseando a Javier Cercas, podríamos decir que la educación no pertenece al genero de las respuestas, sino al de las preguntas y que educar consiste en capacitarnos para hacer preguntas complejas, para formularlas de la manera más compleja posible, no para contestarlas de manera clara e inequívoca; consiste en sumergirse en un enigma para volverlo irresoluble, no para descifrarlo. O, como también dijo Paulo Freire, que “la educación liberadora consiste en actos de la cognición, no transferencias de información”. Que un maestro no es quien da respuestas, “ni aquel que impone su saber, sino quien nos abre la puerta de la propia vida…Un maestro lo es por lo que sabe, pero sobre todo porque hace posible saber” (Marina Garcés, 2016. Fuera de clase, p.181)
Este texto es una versión del aparecido en las páginas 12-16 del libro Un viaje hacia el cambio educativo, introducción al Proyecto Escuelas Creativas de la Fundación Teléfonica y Ferran Adrià. Este libro y el resto de publicaciones del Proyecto se pueden descargar de manera gratuita aquí.

Tomado de co.labora.red con permiso de su autor

martes, 26 de junio de 2018

El triunfo de las stories (las redes instantáneas)

Escribe Dolors Reig
Las marcábamos como tendencia para este 2018: las que hace tiempo denominábamos “redes instantáneas” aumentarían su importancia en el panorama de los Social media.
Y ya no hablamos de Snapchat, en declive desde que otras redes han adoptado sus funciones: según datos actuales, las stories de WhatsApp son utilizadas por 450 millones de usuarios diarios, las de Instagram, por 300 millones.  Facebook Messenger acumulaba 70 millones en septiembre de 2017 y Snapchat, aunque como decíamos va a la baja en nuestro ámbito, 150 millones.
Lo comentan en Techcrunch: con 970 millones de cuentas posteando stories, puede que estemos ante el formato del futuro.  Un estudio de Block Party calculaba su crecimiento, 15 veces mayor que los feeds (los posteos tradicionales) en los últimos años.  Todos/as los grandes agentes, además, se preocupan de ello, con Mark Zuckerberg diciendo durante las últimas semanas que Facebook está trabajando en la monetización, de nuevo, de sus stories, también FB añadiendo posibilidades como la de compartir audiciones de Spotify, Google lanzando sus stories para news o  Netflix, Youtube, también trabajando en ello.
Es por todo ello que me planteaba durante los últimos días el porqué de su predominio creciente.
Y es que los Social media eran ya una ventana a las vanidades o méritos de quienes posteábamos en ellos.  Lo posteaba, en forma de stories y con afán de recolección de datos y opiniones esta mañana en varias de las redes que hemos mencionado:

¿Cuál es ese atractivo que las hace the next big thing? Hay mucho de “mirad lo interesante que es mi vida”, on steroids… nada nuevo en social media :) Parece algo así como un preferir mostrar lo interesantes que son nuestras vidas a vivirlas …
Y recogía interesantes opiniones y datos: En twitter @mireiagrange destacaba la fugacidad, el espíritu de “carpe diem”, de “vive el momento” en las stories.  Ester Villar (@gallisteas) añadía que constituyen, de algún modo, el triunfo de la cantidad sobre la calidad. Postea…. lo que sea, sin demasiado filtro ni edición, pero postea….
Pete the cat (@apedom), @donhammurabi añadían cómo se prioriza el contenido que se adapta mejor al formato breve, de impacto y lectura ágil. Lectura muy directa, como una señal de tráfico al passar a 100 km/h. Contenido pictográfico :)
@farodigitalok nos recordaba, por último, a Manu Chao, que destacaba con tristeza cómo grabar, convertir la experiencia en trofeo,  parecía más importante que disfrutar del concierto.
En Instagram, @agorabierta comentaba que las historias nos conectan emocionalmente. Y sí, eso siempre ha sido así, aunque no estoy segura de que lo que estamos llamando hoy “stories”,no  sean tanto historias entendidas en un sentido tradicional sinó  sucesiones de instantes encadenados y fragmentados como comentan otros lectores.
También podemos pensar que las stories son una consecuencia de la web móvil, el formato más afín a los usos actuales de internet desde nuestros smartphones.
Desde un punto de vista más socio-psicológico, sin embargo, vuelvo al tema de la vanidad. Creo que no es casual que sea, para el usuario de a pie (no cuentas de empresas), controlar con mayor facilidad, no solamente quién las comparte o marca con corazones sino también, directamente, quién ve sus stories en Instagram o Whatsapp. Se trata de exponer retales de nuestras interesantes vidas, cuantos más mejor, sí, probablemente para generar empatía y recibir feedback sobre a quien se la generamos, pero al precio cada vez más alto de compartir en mayor medida nuestra intimidad. En los feeds, en los posteos tradicionales, compartíamos solamente los titulares, con las stories tenemos la oportunidad de abrir ventanas, supuestamente más auténticas, a nuestros mundos cotidianos, aunque eso interrumpa, como destacaba Manu Chao, nuestras experiencias y las convierta, a la vez, en espectáculo.
Se trata, siendo benevolentes, de potenciar la autoestima, de democratizar la vanidad, la espectacularidad, de hacer interesante lo nuestro, lo cotidiano. Siempre que eso se traduzca en autoafirmación y bienestar y no en esclavitud y alienación de acuerdo a la norma de lo más fashion del momento en redes sociales, bienvenido sea.

En fin… observaremos el fenómeno…. Gracias a todos/as por vuestra inspiración.

Tomado del Caparazón con permiso de su autora

lunes, 25 de junio de 2018

Preguntas pedagógicas para la tecnología como respuesta

Escribe Cristóbal Suárez Guerrero

El Roto, 6 oct 2013
El objetivo de esta aportación es estimar el valor de las preguntas pedagógicas cuando internet forma parte de la respuesta educativa. Asume que la pedagogía sobre internet no es solo un ejercicio que pueda ofrecer respuestas, sino que también debe y puede plantear interrogantes. Por ello, tomando como base la noción de red como una metáfora emergente en la educación y el aprendizaje, se busca aquí ir más allá de la manida visión de internet como solución tecnológica e identificar ocho preguntas pedagógicas básicas para abrir el debate en la práctica educativa formal, no formal e informal. Entre estas ocho interrogantes se puede destacar una, indemne en la educación tradicional, que es relevante plantear en internet: ¿con quién aprender?

Pedagogía como respuesta y pregunta 

La pedagogía es una disciplina que analiza el hecho educativo en todas sus modalidades estimando su relación con otras dimensiones de análisis, su proyección y su impacto en la sociedad. A esta generalidad se le pueden añadir que la pedagogía ni es reciente ni es sinónimo de didáctica, que se trata más bien de un conocimiento interdisciplinar que busca ser marco teórico para la praxis y la investigación educativa, que no se abandona de una visión política –no hay nada más político que una opción educativa-, que permite –en lo que cabe- ser holista para no descuidar la parte del todo y, lo más sustancial, permite no descuidar la visión utópica que encarna todo proyecto educativo. La pedagogía es, en resumida cuenta, una herramienta conceptual para entender la complejidad y el sentido educativo. Por ello la pedagogía es importante al momento de hablar de la tecnología en educación.

La pedagogía respecto a la tecnología puede ser lo que Ordine (2013) llama “conocimiento inútil”. Sin duda, la pedagogía no tiene las prestaciones de una potente app, tampoco tiene la utilidad métrica o mercantil que un novedoso algoritmo puede dar a una marca, su virtud respecto a la tecnología pasa, además de lo señalado arriba, por ser un conocimiento que puede generar nuevos conocimientos. Esto es, hacer pedagogía no es solo dar respuestas fundamentales y fundadas para la educación, en la pedagogía cabe preguntar, someter a crítica, dudar sobre las respuestas en torno a la educación, a la educabilidad. Las preguntas mueven, pues no dejan el hecho conforme estaba. Hace mucho Russell (1975) en un viejo libro de cabecera estudiantil, destacaba el valor de esta actitud filosófica frente a los hechos: “porque estas preguntas amplían nuestra concepción de lo que es posible, enriquecen nuestra imaginación intelectual y disminuyen la seguridad dogmática que encierra a la mente”. La utilidad de la “inutilidad” pedagógica pasa por abrir un frente de duda en un mundo plagado de certezas y eficiencia tecnológica. 

Hace muchos años que tenemos pedagogía y buena parte de sus preguntas estaban perfiladas y gozaban de respuestas más o menos redondas. Con muchas de esas respuestas seguimos haciendo política educativa, hablando de currículo, didáctica, evaluación, gestión o tecnología. Pero al cambiar la matriz de relación comunicativa en internet (Castells, 2009) del entorno aula al entorno red, las respuestas generadas en las condiciones educativas pre-internet ni son necesariamente transferibles del todo, ni son del todo las mismas. Hoy con internet cabe volver a preguntar sobre lo básico en educación, no para hacer “borrón y cuenta nueva”, sino para adquirir agudeza sobre las nuevas condiciones y dilemas de este nuevo entorno educativo. 

La exigencia pedagógica en red 

Por tanto, más que esperar la siguiente innovación tecnológica –que seguro llegará más temprano que tarde-, a los educadores nos queda también formular interrogantes. No se trata de desmontar la teoría educativa válida, o indagar sobre un enfoque de aprendizaje específico elaborado al amparo de Internet, o proponer una lista de artefactos tecnológicos para aplicarlos en la educación. Lo que aquí se busca es presentar cómo Internet, una variable más del hecho educativo que en breve tiempo ha adquirido una gran importancia, ofrece respuestas educativas.

Si internet forma parte de una respuesta educativa, entonces cabe preguntar (Gros y Suárez, 2016):

¿Por qué aprender en red?, en torno al sentido y las finalidades de la educación en la nueva ecología del aprendizaje.

¿Qué aprender en la red?, en torno al sentido del conocimiento y el significado del contenido de aprendizaje en la sociedad-red.

¿Cómo aprender en red?, en torno a la validez de los procesos didácticos en la etapa pre-red y los que nacen bajo la plena influencia de la red.

¿Con qué aprender en red?, en torno a las herramientas para aprender en red y para generar disrupción en las instituciones educativas.

¿Con quién aprender?, en torno a la naturaleza social del aprendizaje y la emergencia de nuevos perfiles y experiencias de aprendizaje en red.

¿Dónde aprender en red?, en torno al carácter ecosistémico de aprender alojado en la red y sobre la red.

¿Cuándo aprender en red?, en torno a la progresiva disolución del espacio/tiempo cerrado de aprendizaje y la intemporalización de hoy.

¿Cómo valorar lo que se aprende en red?”, en torno al sentido, valor y mecanismos de la evaluación de los aprendizajes en la red. 

No se trata del abanico completo de interrogantes pedagógicas, hay otras sin duda (Selwyn, 2014), pero son básicas para tirar del hilo y atender la complejidad que el hecho educativo en internet exige. ¿Qué añaden estas preguntas pedagógicas sobre internet? Pertinencia. Estas preguntas, así como otras más específicas, deben estar presentes al momento de idear, diseñar o desarrollar educación con tecnología. Para actuar, pensar y aprender en red no existen rutas delimitadas y toda esta pedagogía está en plena construcción. El valor de estas preguntas, por tanto, está en poner en tela de juicio internet y permitirnos volver sobre lo que realmente nos invita usar internet, que es educar, no usar internet. El supuesto es que, con esta actitud pedagógica, podremos ver si realmente internet es una respuesta cabal a la aspiración y necesidad educativa y, con ello, superar la idea mecánica de aceptar todo desarrollo en red como una solución acabada. 

En internet no caben mejores o peores experiencias de aprendizaje, caben otras experiencias de aprendizaje que requieren pensar de nuevo nuestras preguntas pedagógicas básicas. 

¿Con quién aprender en red? 

Entre estas preguntas pedagógicas hay una que se puede destacar por su renovado valor en internet: ¿con quién aprender? Ver la educación con las gafas de esta última pregunta puede ayudar a remover el evento más común y legitimado en la escuela: el que enseña –o de quien puedo aprender- es el profesor. No obstante, no se trata de liquidar la buena docencia del panorama educacional, sino de reconocer que para aprender en internet es importante encarar esta pregunta y, con ello, repensar en otras alternativas y pensar en otros agentes inéditos para la dinámica del aula. ¿A qué evento nos abre preguntar por “con quién aprender en red”? Primero a reconocer al otro en red como potencial educativo. Esto cambia la forma de entender la educabilidad en la red.

Cuando en la respuesta educativa aparece internet, la pregunta por ¿con quién aprender? cobra un nuevo sentido pedagógico. Esta es la idea básica aquí. Esta pregunta exige, por un lado, una reflexión pedagógica sobre la interacción social y sobre la cultura de la interacción educativa y, por otro, despejar la idea que internet es un sofisticado mobiliario de la enseñanza que hay que añadir al aula. Cuando el entorno de aprendizaje es internet las respuestas sobre quién y cómo es ese “otro” con el que se puede aprender no son tan mecánicas y directas como en el aula, ya que se pueden abrir a un amplio y amateur conjunto de perfiles y dinámicas ajenas a la cultura educativa estándar. Aquí cabe hablar, sin duda, de competencia digital (Vuorikari, Punie, Carretero & Van Den Brande, 2016) porque nuestras relaciones persona-persona a través de internet (máquina) exigen otros parámetros.

Entre los roles educativos potenciales en el aprendizaje en internet se puede hablar del aprendizaje entre pares. Brevemente, como se señalan Corneli, Danoff, Pierce, Ricaurte y Snow MacDonald (2016) una interacción entre pares admite otros perfiles de aprendizaje en red: co-líder, co-director del equipo, editor, autor, procesador de contenido, revisor, presentador, comunicador, diseñador, curador, creativo, traductor, estratega, gerente de proyecto, coordinador, asistente, participante, mediador, moderador, facilitador, etc. En general, se trata de hacer ver que el profesor no es la única respuesta a la pregunta “con quien aprender”, hace falta pensar en otros perfiles educativos cuando internet es condición de aprendizaje. 

Conclusión 

Para avanzar en educación no bastan las respuestas tecnológicas, hacen falta interrogantes que sacudan y dinamicen la reflexión pedagógica: “la tecnología sin pedagogía no funciona” (Suárez-Guerrero, Lloret-Catalá, & Mengual-Andrés, 2016). Encarar el reto educativo de la tecnología –que no es lo mismo que el reto tecnológico en educación- puede abrir otros ángulos de percepción y marcos de acción que remonten el fulgor con que se exhibe y promociona la tecnología. Entre ellas, por ejemplo, la pregunta invisible en el aula “¿con quién aprender?” se hace relevante cuando se busca aprender en unas condiciones sociales inéditas como internet. En pocas palabras, usar tecnología, sí, pero con sentido pedagógico crítico. Otra opción no cabe en un proceso tan complejo, largo y sustancial como es la educación. 

Referencias 

Castells, M. (2009). Comunicación y poder. Madrid: Alianza.

Corneli, J., Danoff, C. J., Pierce, C., Ricaurte, P. & Snow MacDonald, L. (eds.) (2016). The Peeragogy Handbook. 3rd ed. Chicago, IL./Somerville, MA.: PubDomEd/Pierce Press. Disponible en http://peeragogy.org 

Gros, B y Suárez-Guerrero, C. (Eds.) (2016). Pedagogía Red. Una educación para tiempos de internet. Barcelona: Octaedro/ICE-UB.

Ordine, N. (2013). La utilidad de lo inútil. Manifiesto. Barcelona: Acantilado.

Russell, B. (1975). Los problemas de la filosofía. Barcelona: Labor.

Selwyn, N. (2014). Internet y educación, en Cambio: 19 ensayos fundamentales sobre cómo internet está cambiando nuestras vidas. Open Mind, BBVA. Disponible en https://goo.gl/xFGS5D 

Suárez-Guerrero, C., Lloret-Catalá, C., & Mengual-Andrés, S. (2016). Percepción docente sobre la transformación digital del aula a través de tabletas: un estudio en el contexto español. Comunicar, 24(49), 81-89. https://doi.org/10.3916/C49-2016-08 

Vuorikari, R., Punie, Y., Carretero, S., & Van Den Brande, G. (2016). DigComp 2.0: The Digital Competence Framework for Citizens. Update Phase 1: The Conceptual Reference Model, Seville: Institute for Prospective Technological Studies (IPTS). Disponible en https://ec.europa.eu/jrc/en/publication/eur-scientific-and-technical-research-reports/digcomp-20-digital-competence-framework-citizens-update-phase-1-conceptual-reference-model


"Preguntas pedagógicas para la tecnología como respuesta" es la Intervención que realice en el V Congreso Internacional EDO, UAB. Barcelona, 9, 10 y 11 de mayo de 2018. 

Cita:
Suárez-Guerrero, C. (2018). Simposio: Digital learning. ¿La formación y el aprendizaje de las personas en un mundo hiperconectado? , V Congreso Internacional EDO, UAB. Barcelona, 9, 10 y 11 de mayo de 2018.

Tomado de Educación y virtualidad con permiso de su autor