El concepto de “pos(t)grado” es uno de los más utilizados en el mundo universitario, pero no siempre designa lo mismo. Según los países, e incluso dentro de algunos, su definición puede ser más amplia o más restrictiva, y puede referirse a segmentos distintos del sistema universitario. Por ello, propongo profundizar un poco en el tema y mirarlo en el contexto internacional.
El concepto de pos(t)grado es bastante reciente y procede directamente del ámbito universitario “anglosajón”, aunque tenga raíces más antiguas en la larga historia de las universidades europeas. Cuando los estudios universitarios solían concluirse con algún “grado” (degree en inglés), que podía llamarse bachiller, licenciatura u otros nombres en otros idiomas, no era necesario hablar de más niveles. Con el desarrollo posterior de los ciclos educativos superiores al “grado”, aparecieron conceptos como los de “graduate” o “postgraduate studies”. Así pues, el concepto de “posgrado” podría ser clarísimo si incluyera todos los estudios que se sitúan después del grado, pero no es tan sencillo.
El concepto de “posgrado” no siempre incluye todos los estudios que se sitúan después del grado.
Una primera confusión procede de la dualidad de palabras que se usan en inglés, donde apenas se hace una diferencia entre graduate y postgraduate, y cuya traducción a otros idiomas puede inducir a confusión: la primera palabra se refiere más al alumnado (que ya ha finalizado sus estudios de grado), mientras que la segunda se refiere a la continuidad en los estudios (después del grado), pero ambas se usan como si fuesen sinónimas.
En países como Francia o Italia, el concepto de posgrado no se utiliza en el sistema educativo nacional, sino solamente como traducción del concepto inglés o norteamericano. Allí se habla más de ciclos, lo mismo que en el Marco Europeo de Cualificaciones, que queda estructurado en “ciclos” de educación superior (inicialmente 3, pero en la actualidad 4, ya que el anterior “ciclo corto” se considera como un ciclo autónomo).
En la mayoría de los casos y de los países, el concepto de “posgrado” incluye los ciclos de máster y doctorado, pero no es siempre así. En ocasiones, cuando se habla de posgrado en España, sin más detalles, la referencia más directa son los estudios de máster; el concepto suele incluir tanto los másteres “profesionalizantes” como los “de investigación”, y tanto los “oficiales” como los “propios”. Cuando se quiere incluir también los doctorados, se suele añadir una referencia explícita a ellos, pero no siempre resulta claro si los doctorados se ven como parte del “posgrado” o constituyen una categoría aparte.
En EE.UU. se han desarrollado las “graduate schools”, como nuevas entidades que agrupan a másteres y doctorados, mientras que las facultades tradicionales siguen ofertando los estudios de grado; el concepto es flexible según las universidades y las disciplinas: varía mucho la relación con las facultades y no siempre se incluyen las mismas categorías de másteres (solamente los de investigación, o también los de especialización, los profesionales, etc.). Sin embargo, en otros países se han desarrollado las “escuelas de postgrado”, que no son acordes con este modelo. En Europa, el movimiento principal ha consistido en crear “escuelas doctorales”, que ya son una realidad generalizada en varios países (Francia cuenta más de 400 entidades acreditadas de este tipo); suelen no incluir los másteres, aunque la frontera con los másteres “de investigación” es imprecisa. También puede ser confuso el vocabulario: en Alemania se han creado 230 “colegios de posgrado” (Graduiertenkollegs) que, a pesar de su nombre, corresponden a escuelas doctorales, aunque puedan abarcan másteres de investigación y/o aspectos de la fase postdoctoral.
En general, el concepto de “posgrado” no cubre la fase post-doctoral, lo que puede ser sorprendente, al menos en ciertos países. En Dinamarca, por ejemplo, el postdoc tiende a verse como un ciclo adicional de la educación universitaria, más allá del doctorado, y podría incluirse en el “postgrado”. En Alemania y en los países que siguen la misma tradición académica existe en la fase postdoctoral la “habilitación”, que se exige de los profesores antes de que puedan dirigir proyectos de investigación. ¿Es o no es parte del posgrado?
En España existe también otra visión del posgrado, que añade a los estudios de máster la formación continua universitaria, o parte de ella. Esta acepción más amplia del concepto de posgrado es muy entendible, ya que la formación continua universitaria va dirigida a graduados, más o menos recientes, de alguna institución de educación superior. Además, parte de tales estudios suelen ofertarse en el marco de algún máster propio. Sin embargo, en otras institución o países, se hace una diferencia más acusada entre los estudios académicos (que llevan a una titulación) y las actividades de formación continua. Este es el caso en la mayoría de universidades de EE.UU., pero también en las de Latinoamérica, donde la oferta de cursos de “extensión” está estructuralmente separada de los programas y de los créditos académicos en varios países (por ejemplo, en el Perú, donde la normativa prohíbe que grados oficiales se puedan otorgar en la formación continua). Sin embargo, tanto en EE.UU. como en Europa, la formación continua permite lograr títulos oficiales de postgrado, incluso en instituciones especializadas como el Excelsior College en EE.UU. o el CNAM en Francia.
Quizás cabe añadir, a modo de conclusión, que el objetivo de este post es solamente destacar que, a veces, la complejidad del concepto de “posgrado” puede ser fuente de confusión.
Con este entrada, no se pretende, en absoluto, definir cuál sería la visión más “correcta”, ni sugerir cambios al respecto en España u otros países.
Tomado del Blog de Studia XXI con permiso de sus editores
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