Universidad de Alicante
Coordinador del Comité Técnico de Journal of New Approaches in Educational Research (NAER)
Hace poco menos de un año, la Real Academia Española y la Academia de Publicidad nos sorprendieron con una rompedora campaña en la que denunciaban el abuso de anglicismos en el lenguaje publicitario español. En el spot se parodiaba un anuncio repleto de seductores anglicismos en el que se publicitaban unas gafas con “blind effect”; “suena muy bien, pero se ve muy mal”, concluía la cuña publicitaria: las gafas, efectivamente, tenían un “efecto ciego”.
La situación denunciada, esta penetración de anglicismos, no es exclusiva del español, ni mucho menos. Lenguas como el francés o el italiano presentan un grado de interferencia superior al de las lenguas peninsulares. En el mismo sentido que las instituciones españolas, ya hace años que las instituciones francesas han tomado cartas en el asunto y combaten activamente esta “invasión” que pone en peligro el charme de la lengua francesa: “Dis-moi, pourquoi tu n’arrives pas à choisir entre le français et l’anglais? Parce que cette conversation avec toi devient un peu ennuyeuse…”, pedía la protagonista de una cuña publicitaria del Conseil Supérieur de l’Audiovisuel, encarnando el sentir de sus promotores.
Los anuncios anteriores apuntan solamente a uno de los efectos –aunque uno de los más visibles– de una realidad mayor: el atractivo del mundo anglosajón a nivel económico, científico y cultural. No es nada nuevo, y la respuesta ante esta situación tampoco es original. Por ejemplo, en el caso de una lengua minorizada como el catalán, la necesidad de adecuar el sistema lingüístico a los nuevos usos recuperados en el proceso de normalización durante los años 80 del pasado siglo trajo consigo una reflexión académica y el desarrollo de recursos técnicos para combatir la interferencia del español o del francés. De resultas de ello nació el Centro de Terminología de la Lengua Catalana (TERMCAT), el cual se ha convertido, junto con su fundadora y primera directora, M. Teresa Cabré (Universitat Pompeu Fabra, actualmente presidenta de la Secció Filològica del Institut d’Estudis Catalans), en un referente a nivel internacional en la elaboración de recursos terminológicos y en la normalización de neología. Actualmente, dicha institución ha extendido su ámbito de trabajo también a la lengua española.
La publicidad no es el único campo en el que se ha hecho presente la interferencia del inglés. Con la revisión del concepto de innovación educativa y la incorporación de las TIC en las aulas que se está viviendo en los últimos años, se difunde una nueva terminología educativa de la que ya se han apropiado los medios de comunicación y el ciudadano medio. Nos referimos –sin pretensión de exhaustividad– a términos como b-learning, e-learning, e-portfolio, flipped classroom, gamification, m-learning, MOOC, personal learning environment (PLE), portfolio o WebQuest, los cuales ya están más o menos presentes en las conversaciones informales de padres y madres, o en las intervenciones de responsables políticos y de la prensa.
Instituciones como el TERMCAT o la Fundación del español urgente (más conocida como Fundéu), avaladas por las respectivas instituciones normativas, ya tienen una propuesta de cómo deberíamos trasladar los términos anteriores al español o al catalán. Merecen una mención especial por su calidad y exhaustividad recursos como elDiccionario de educación o elVocabulario del aprendizaje en línea, desarrollados por el TERMCAT. Para cada término integran, junto con una definición, los equivalentes en catalán, español, francés e inglés. Sus propuestas derivan del trabajo conjunto de lingüistas y de especialistas del ámbito de la educación; junto con el criterio lingüístico, se tiene en cuenta el uso consolidado, y las propuestas están abiertas a la revisión si con el tiempo no han sido asumidas por la comunidad educativa.
Gracias a los recursos anteriores, conocemos que la alternativa para el español degamification es ludificación, creada a partir de la raíz latina ludo-, ‘juego’, i el sufijo culto -ificar (“Ludificación,” n.d.; TERMCAT, 2012). La forma gamificación coinciden en descartarla como calco del inglés, ya que en español “los derivados de juego se forman a partir de la raíz latina ludus (lúdico, ludoteca, ludópata, etc.)” (Fundéu, 2012). Más desconocida es la solución propuesta para el acrónimo MOOC, inviable en español si se tiene en cuenta que es la suma de las letras iniciales del compuesto massive open online course; la alternativa propuesta es CEMA, siglas de curso en línea masivo y abierto (“Curso en línea masivo y abierto,” n.d.; Fundéu, 2014).
La interferencia lingüística no es un fenómeno nocivo, al contrario. Las lenguas no son fenómenos aislados, sino que evolucionan en contacto con otras, a la par de sus sociedades. El problema lo encontramos en el momento en que este flujo es unidireccional, como sucede actualmente con la presencia del inglés. Más allá de las anécdotas que refieren campañas como la de la Real Academia Española y la Academia de Publicidad, o la del Conseil Supérieur de l’Audiovisuel para el francés, y siguiendo las reflexiones expresadas por el lingüista Josep Martines (2019), el peligro real al que se enfrentan las lenguas interferidas es que se ponga en riesgo su capacidad de generar neología de forma autónoma, de dar nombre a las nuevas realidades que surgen con el progreso social, técnico y cultural que vivimos. Que se atrofie la creatividad de la lengua. Y si una lengua no puede expresar las nuevas realidades y queda anclada en el mundo tradicional, es una lengua sin futuro.
En este contexto, los especialistas de la educación y, en concreto, las revistas de Educación están llamadas a tener un papel decisivo en la difusión o, por el contrario, en el fracaso de las iniciativas que las academias lingüísticas se esfuerzan por poner en marcha. Su papel es doble: por un lado, su uso es uno de los criterios que se tendrá en cuenta a la hora de decidir qué denominación deberá adoptarse en español para adaptar un neologismo acuñado en inglés. Por otro lado, con su uso validarán o no las propuestas de estas instituciones. En cualquier caso, es fundamental que se tome conciencia de la situación y que las revistas asumamos un papel activo, independientemente de cuál sea su criterio final.
Referencias bibliográficas:
Curso en línea masivo y abierto. (n.d.). En Vocabulari de l’aprenentatge en línia.Recuperado de http://www.termcat.cat/ca/diccionaris-en-linia/226
Fundéu. (22 de junio de 2012). Re: ludificación, mejor que gamificación como traducción de gamification [Apunte de blog]. Recuperado de https://www.fundeu.es/recomendacion/ludificacion-mejor-que-gamificacion-como-traduccion-de-gamification-1390/
Fundéu. (27 de octubre de 2014). Re: CEMA, equivalente en español de MOOC [Apunte de blog]. Recuperado de https://www.fundeu.es/recomendacion/cema-mooc/
Ludificación. (n.d.). En Vocabulari de l’aprenentatge en línia. Recuperado de http://www.termcat.cat/ca/diccionaris-en-linia/226
Martines, J. (2019). General Lexicon. I. J. A. Argenter & J. Lüdtke (Eds.), Manual of Catalan Linguistics . Berlin/New York: De Gruyter.
TERMCAT. (1 de diciembre de 2012). Re: Com podem dir gamification en català? [Apunte de blog]. Recuperado de http://www.termcat.cat/ca/actualitat/apunts/com-podem-dir-gamification-catala
Cómo citar esta entrada:
Antolí Martínez, J. (2019). Gamificación vs. ludificación. Las revistas de Educación ante la neología. Aula Magna 2.0. [Blog]. Recuperado de:http://cuedespyd.hypotheses.org/6192
Tomado de Aula Magna 2.0 con permiso de sus editores
No hay comentarios:
Publicar un comentario