Por José Carlos
“Desde cualquier unidad de formación es posible generar ideas de investigación a través de procesos de reflexión y análisis que surgen en el aula”.
Se tiene la falsa creencia de que la investigación universitaria siempre está relacionada con una fuerte inversión económica, misma que se manifiesta en la creación de grandes laboratorios donde participan investigadores e investigadoras de gran renombre. No todo esto es cierto. Aunque tener un presupuesto que te respalde es de mucha ayuda, tampoco lo es todo, si no se tienen ideas originales o se plantean problemáticas reales que se puedan comprender mejor a través de la investigación. ¿Se puede hacer investigación sin un gran presupuesto? El punto clave de las universidades que generan investigación está en sus estudiantes, quienes, con la orientación adecuada, pueden ser detonantes de conocimiento original, reflexiones de alto nivel y valor académico. El presente artículo, busca exponer cómo desde cualquier unidad de formación es posible generar ideas de investigación, por medio del desarrollo de procesos de reflexión y análisis que surgen en el aula, y que son apropiados por las y los estudiantes.
¿Qué es el Aprendizaje Basado en la Investigación (ABI)?
El ABI es una técnica didáctica que tiene el objetivo de relacionar las enseñanzas que se brindan en el aula, con técnicas y metodologías de investigación que permiten que los estudiantes puedan, a la par de su formación, desarrollar competencias y habilidades de análisis, reflexión y argumentación. Esta herramienta de aprendizaje vincula los contenidos de las unidades de formación con información teórica y práctica recabada directamente por los estudiantes, permitiéndoles ser partícipes de la construcción del conocimiento.
La práctica efectiva de esta técnica didáctica permite que cada estudiante logre identificar la fuente de la información que aprende, lo que, a la larga, desarrolla un interés genuino de los jóvenes por el aprendizaje (Rivadeneira y Silva, 2017). Adicionalmente, les permite descubrir nuevas ideas, explicar de forma argumentada sus opiniones, aplicar teorías adquiridas a problemas prácticos, así como descubrir nuevos y más efectivos caminos para su propio proceso formativo.
En el texto, Enseñanza-Aprendizaje basado en investigación. Experiencia piloto en un diplomado de motricidad infantil (Poblete, y otros, 2019), descubrieron que cuando los participantes de un curso se hacen partícipes de su aprendizaje por medio de la investigación, desarrollan una responsabilidad compartida con sus docentes. Por medio de un protagonismo en relación con la generación de nuevos conocimientos co-construidos desde sus propias experiencias, visión y argumentos. Esto promueve un aprendizaje verdaderamente significativo.
Como elemento de innovación educativa, el ABI puede apreciarse como un enfoque didáctico que permite conectar la investigación con la enseñanza. Puede utilizarse como complemento de otras técnicas didácticas aplicable a cualquier disciplina. Lo relevante es cómo las y los estudiantes pueden desarrollar sus propios procesos de investigación, motivados por sus dudas, sus intereses y su creatividad, despertando un verdadero interés por aprender más sobre algún tema, problema o su entorno (Tecnológico de Monterrey, 2020).
¿Cómo implementar el ABI en el aula?
Como parte de la unidad de formación Diversidad y Derechos Humanos del programa de la Maestría en Estudios Humanísticos, se planteó el objetivo no solo de brindar conocimiento y espacios para una reflexión de calidad para los participantes, sino también, se busca detonar en cada uno de ellos, el interés por la investigación, desarrollando una perspectiva y enfoque propio de algunos temas incluidos en el curso.
En el curso se distribuyeron temáticas distintas relacionadas con temas como la migración, la afro descendencia, la diversidad étnica y racial, el especismo y la homofobia. Dándoles la libertad de poder desarrollar una reflexión propia que, basándose en estos temas pusieran en perspectiva algún cuestionamiento propio, con el fin de poder desarrollar un artículo que pudiera llegar a ser publicado en alguna revista académica.
Por medio de un proceso de retroalimentación y acompañamiento, cada participante del curso pudo seguir su camino; buscando información, leyendo otros textos y desarrollando un proceso propio de investigación y abordaje del tema. Como parte del primer parcial, cada estudiante tenía que hacer un planteamiento argumental de su recorrido, demostrando no solo que se podían cuestionar sobre un mismo tema de formas distintas, sino que conseguían hacer suyo el conocimiento, sumando características, experiencias y conocimientos previos que nadie más del grupo compartía.
Algunas de las reflexiones alcanzadas fueron:
La inclusión de la población afrodescendientes. Se analiza la importancia del desarrollo de espacios de formación para futuros cineastas afrodescendientes, como un elemento fundamental para la generación de narraciones auténticas en el cine en México.
La censura como medio de invisibilización. Es una reflexión sobre cómo las políticas de censura pueden llegar a ser una manifestación de homofobia y discriminación hacia grupos de la diversidad sexual, al invisibilizarles de los medios de comunicación y del imaginario cultural.
La diversidad en la Tierra Media de J.R.R. Tolkien. Se considera la relevancia que tiene la representación étnico racial en obras literarias de fantasía, considerando como estos textos son imágenes espacio-temporales de la realidad.
La migración climática. Se examina el impacto de la migración motivada por factores climáticos en Latinoamérica, y su posible relación con otras problemáticas sociales de la región.
Los animales de compañía. Se valora el impacto que pueden tener los animales de compañía en la salud mental de las personas, sobre todo durante el periodo de aislamiento por causa de la COVID-19.
Como se puede apreciar, las y los estudiantes, desarrollaron el tema de su elección y lo hicieron suyo relacionándolo con su formación particular, estableciendo un camino propio para su abordaje. Es notorio que, entre los participantes del curso se encuentran futuros profesionistas de las áreas legales, literarias, sociales y humanísticas, quienes, a partir de sus planteamientos, reclamaron que los temas fueran abordados desde sus particulares intereses.
Esta actividad permitió que las y los estudiantes identificaran sus intereses para el desarrollo de posibles artículos, así como también, llevó a que las sesiones dedicadas al abordaje teórico de estos temas fueran notoriamente más enriquecedoras que aquellas clases en las que el conocimiento provenía únicamente del profesor. Cada clase se convirtió en un seminario, y el aula en un espacio de colaboración en donde el conocimiento no se brindaba, sino que se compartía.
Como resultado de este proceso, todos los participantes del curso pudieron generar un artículo académico, mismo que actualmente se encuentra en proceso de arbitraje en una revista internacional indexada.
Una invitación a compartir
Como educadores debemos aprender a dejar atrás nuestro protagonismo y aprender a compartir el espacio de enseñanza con los estudiantes, haciéndoles partícipes de su propia formación a través de procesos de investigación que les incorpore de manera activa a la discusión académica. Aunque el ejemplo brindado es de una unidad de formación de posgrado, esto no implica que no pueda implementarse en aulas de nivel profesional donde el profesor brinde el camino y sean los estudiantes quienes lo recorran.
Considero que este ejemplo arroja luz sobre la amplitud de posibilidades que se tienen para hacer que la reflexión y análisis que se lleva a cabo en materias de tipo teórico sean más enriquecedoras y signifiquen un nuevo nivel de análisis en quienes participan de ellas. El modelo Tec21 del Tec de Monterrey nos invita a innovar y a ser creativos, pues bien, la investigación aplicada a los procesos de enseñanza es una excelente oportunidad para llevarlo a la práctica.
Recordemos que los docentes y estudiantes compartimos el mismo interés por el conocimiento, siendo la investigación un excelente elemento que no tendría que estar fuera del proceso de formación.
Acerca del autor
El Dr. José Carlos Vázquez Parra (jcvazquezp@tec.mx) es Licenciado en Psicología, Maestro en Educación y Doctor en Estudios Humanísticos. Cuenta con más de cien publicaciones sobre temas de ética, racionalidad humana y estudios de género. Es Profesor-investigador de la Escuela de Humanidades y Educación.
Referencias
Poblete, F., Linzmayer, L., Matus, C., Garrido, A., Flories, C., García, M., & Molina, V. (2019). Enseñanza-Aprendizaje basado en investigación. Experiencia piloto en un diplomado de motricidad infantil. Retos (35), 378-380.
Rivadeneira, E., & Silva, R. (2017). Aprendizaje Basado en Investigación en el trabajo autónomo y en equipo. Negotium, 13(38), 5-16.
Tecnológico de Monterrey. (2020). Aprendizaje Basado en la Investigación. Obtenido de Innovación Educativa en el Tecnológico de Monterrey:
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