martes, 11 de junio de 2024

¿Cómo las Ciencias del Comportamiento ayudan a disminuir el ausentismo escolar?

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¿Sabías que hay un camino que es a la vez rápido y efectivo para mejorar la asistencia escolar en primaria? Las ciencias del comportamiento pueden apoyar a los sistemas educativos a resolver el ausentismo escolar, un desafío crucial para avanzar en una educación de calidad. En Uruguay, el Laboratorio de Perspectivas Comportamentales de Ceibal desarrolló, con el apoyo del BID y el Behavioural Insights Team, un proyecto para reducir el ausentismo escolar. ¿Qué resultados lograron?

El uso de las ciencias del comportamiento para abordar desafíos educativos

La educación necesita grandes transformaciones estructurales que son complejas y llevan tiempo, pero también necesita pequeños ajustes que permitan mejorar los resultados de forma rápida y eficiente. En un mundo donde la educación está en constante transformación, a menudo buscamos soluciones que no requieran años de implementación. Y es aquí donde entran en juego los “nudges” o empujones, una técnica de las ciencias del comportamiento que permiten influir en las elecciones de las personas de manera sutil pero efectiva.

Desde el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), promovemos soluciones que integran la economía del comportamiento en la política educativa, con el objetivo de avanzar hacia una educación más efectiva.

Por ejemplo, en 2019 la iniciativa “Llévale al Jardín” en Uruguay aprovechó la aplicación GURÍ familias para enviar mensajes personalizados a los padres de estudiantes en jardines de infancia públicos. Estos mensajes, diseñados con herramientas de la ciencia del comportamiento, ayudaron a abordar los sesgos comportamentales y mejoraron la asistencia escolar.

En Chile, el proyecto “Papás al Día” envió mensajes de texto a los padres de alumnos de primaria durante dos años, brindando actualizaciones sobre asistencia, calificaciones y comportamiento en clase. El resultado: más participación de los padres, una mejora significativa en la asistencia escolar y de los aprendizajes de los estudiantes.

Pero aquí no termina la historia. La ciencia del comportamiento no solo es una alternativa costo-efectiva para el desarrollo de intervenciones a ser evaluadas de forma experimental, sino que para desplegar todo su potencial y transformarlas en política se requieren de procesos institucionalización que garanticen la aplicación sistemática y metódica de los aprendizajes que se van generando. Es por eso que Ceibal, el centro de innovación educativa de Uruguay, creó su Laboratorio de Perspectivas Comportamentales con el objetivo de generar y difundir evidencia de intervenciones comportamentales que luego puedan escalarse al resto del sistema educativo.

El ausentismo escolar, un desafío para la educación Uruguay

El ausentismo escolar es una problemática que se extiende a nivel internacional, afectando negativamente el desarrollo académico y personal de los estudiantes a corto y largo plazo. En Uruguay, un estudio de panel evidenció que el 40% de los niños faltan al menos un mes en cada año escolar en Primaria, lo que resulta en la pérdida de cerca de 1 año escolar en los 6 años del ciclo educativo para un estudiante “típico”. Los niveles de ausentismo registrados en las últimas décadas han mostrado la gravedad del fenómeno y su relativa estabilidad en el tiempo.

Asimismo, se identificó que 7 de cada 10 estudiantes de Primaria fueron ausentes crónicosen 2022, es decir, casi el 70% de los estudiantes faltaron a más del 10% de las clases del año lectivo. La evidencia internacional sugiere que superado este umbral de inasistencias las consecuencias del ausentismo son claras y perjudiciales para el aprendizaje.

Entendiendo el desafío del ausentismo

Para desarrollar una intervención efectiva, es fundamental adentrarse en el contexto en el cual las familias toman decisiones y comprender las barreras o facilitadores que influyen en esos momentos cruciales. El equipo de Ceibal constató que, tal como lo evidencia la literatura, el ausentismo escolar está influido por diversos factores estructurales asociados a situaciones de vulnerabilidad económica o problemas de salud, seguridad, transporte, etc., pero que también existen

factores cognitivos o sesgos en familias y docentes que pueden estar jugando un rol importante. En este sentido, se identificó un patrón recurrente:

  • Subestimación del problema: al preguntar a los padres sobre las ausencias escolares de sus hijos, consistentemente tienden a subestimar la cantidad real.
  • Desconexión entre faltas mensuales y acumuladas: mientras algunas familias consideran preocupante faltar un mes completo en el año, no ven como problemático acumular 2 o 3 faltas mensuales.
  • Es un problema que pasa desapercibido en las escuelas: la atención del personal docente y directivo suele enfocarse en algunos casos con cantidades extremas de inasistencias, perdiendo de vista lo generalizado del fenómeno.
  • La mayoría de los sistemas de alerta escolares no detectan a muchos de los estudiantes en situación de ausentismo crónico: esto se explica porque estas no se presentan de manera acumulada en días consecutivos sino dispersas en el tiempo.

Estos hallazgos subrayan la complejidad del problema y la necesidad de implementar estrategias que no solo aborden las causas estructurales del ausentismo escolar, como el transporte o los ingresos familiares, sino también aquellas más discrecionales, relacionadas con las percepciones y decisiones de las propias familias.

Un “empujón” para familias y docentes: diseñando la intervención

Para responder a ese desafío, se diseñó un programa con dos componentes principales, uno de entrega de información a familias y otro de entrega de información a docentes. Ambos tienen como objetivo central dar visibilidad y generar conciencia sobre el ausentismo y sus consecuencias en general, así como corregir creencias respecto a las inasistencias de cada estudiante particular. Se buscó así operar sobre los sesgos y creencias encontradas durante el análisis.

La intervención implementada incluyó lo siguiente:

A. Información para familias

Las familias recibieron:

  • Al inicio del año, un calendario anual magnético para registrar las asistencias e inasistencias de los niños, junto con un folleto informativo sobre la importancia de la asistencia escolar, y una carta personalizada que detallaba las inasistencias del estudiante en el año anterior, incentivándolo a reducir sus ausencias durante el 2023.
  • En el segundo semestre se enviaron dos nuevos sobres a los hogares, actualizando las inasistencias de cada estudiante durante el año escolar en curso.

B. Información para docentes

Los docentes recibieron mensualmente un mensaje de WhatsApp con datos sobre el promedio de inasistencias acumuladas por los estudiantes de su grupo. Este mensaje permitía la interacción con un chatbot que proporcionaba una lista de estudiantes con más del 10% de ausencias con respecto a los días lectivos en curso, junto con una serie de sugerencias de acciones que podrían promover la asistencia escolar.

Evaluación de la intervención

La evaluación involucró a los grupos de 1° a 3° grado de 210 escuelas de diferentes regiones de Uruguay. Estas escuelas fueron distribuidas aleatoriamente en tres grupos:

  • 70 escuelas en las cuales tanto familias como docentes recibieron información,
  • 70 escuelas donde solo los docentes recibieron información,
  • 70 escuelas que conformaron un grupo testigo/control

En total, 27.354 estudiantes fueron parte de la evaluación.

Principales resultados

En el grupo que tanto familias como docentes recibieron información hubo una reducción significativa de las inasistencias. En promedio, los estudiantes de este grupo faltaron 1,7 días menos en el año académico que el grupo testigo, lo que representa una reducción del 6% de las faltas. 

No obstante, no se encontró que la información enviada a los docentes por sí sola haya impactado sobre las inasistencias de los estudiantes.

En las escuelas que atienden a población más vulnerable la intervención logró efectos de mayor magnitud: la reducción fue de 2,2 faltas en promedio, equivalente a 6,8% de las faltas.

Asimismo, al analizar el impacto según el nivel de inasistencias de los estudiantes en el año escolar anterior y según el contexto sociocultural, encontramos que la intervención a familias y docentes logró una reducción significativa y de mayor tamaño en estudiantes de centros de contexto sociocultural más vulnerable y aquellos en el medio de la distribución de inasistencias, logrando una reducción del 8,6% equivalente a 2,4 faltas.

Este resultado es esperable y de especial relevancia para una intervención de este tipo, dado que favorece la asistencia en la mayor parte de los estudiantes, pero no está cambiando los patrones de asistencia de quienes tienen pocas faltas (continúan con comportamiento óptimo), ni es especialmente efectiva en aquellos que tienen niveles de ausentismo extremo. En estos últimos es de esperar que las barreras para la asistencia sean de carácter estructural y requieran otras estrategias más profundas y complementarias a la entrega de información personalizada.

¿Se puede escalar esta intervención para abordar el ausentismo escolar?

ANEP y Ceibal se encuentran elaborando la estrategia de escalamiento de algunos componentes de la intervención evaluada en 2023, en el marco de un programa más general destinado a favorecer la asistencia escolar (Plan Asiste). 

En concreto, los equipos técnicos están planificando el envío postal de cartas personalizadas a familias, informando sobre las inasistencias acumuladas en tres momentos del año escolar 2024 para todos aquellos estudiantes del país que asistan de 1° a 3° grado en escuelas de quintiles socioculturales más vulnerables y que hayan registrado al menos 16 inasistencias en 2023.

Este proyecto demuestra el potencial de las ciencias del comportamiento para abordar desafíos educativos complejos de manera innovadora y efectiva. Te invitamos a aprender y seguir nuestras publicaciones del Grupo de Economía del Comportamiento y sumarte a nuestro curso virtual gratuito y auto asistido. Y para conocer más contenidos sobre educación en América Latina y el Caribe, visita nuestro blog Enfoque Educación.

Tomado de Enfoque educación, blog del BID

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